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"Los miré a los ojos y les dije que todo estaría bien, porque eso es lo que se hace, dar esperanza cuando no sabes si sobrevivirás..."





Ahora, ya habían pasado 15 minutos desde que el peliplata y el moreno se abrazaban. El Hera estaba hartándose de dicha demostración de amor que se tenían el uno con el otro, así que decidió levantarse para separarlos. No porque le molestará que se reunieran de nuevo entre amigos, sino, que ya era demasiado tiempo y tenían que comenzar a trabajar.

Chicos, sé que ahora que tienen las memorias que habían perdido de su vida pasada, y lo único que quieren hacer es, no sé, ser adorables supongo. Abrazándose y demostrándose su afecto, pero hay un pequeño detalle – suspiró el rubio sonriéndoles – hay muchos humanos en peligro a las afueras de los territorios, en esos campos de concentración donde los transformarán en una deliciosa chuleta, o peor, los cazaran por diversión, así que pongámonos a trabajar y ayudarlos.

Para vencer a los reyes necesitamos un ejército, así que ya sabemos dónde lo encontramos, ahora hay que ir por ellos. – dijo el kazajo estirando sus brazos – Los humanos seremos débiles contra los Heras o Auras, pero somos más, un ejército debe vencer a una fuerza como la suya. Tenemos que hacerlo hoy, tenemos que liberar hoy a los humanos.

¿Estás loco? ¿O solo eres idiota? – preguntó el peliplata tallando su rostro con sus manos – No es tan fácil. Acabaremos muertos. Y morir tan pronto después de recordar mi muerte pasada, no me caería nada bien.

No Viktor, no lo haremos, no moriremos, al menos no hasta que sea necesario. – El kazajo le sonrió, y el ruso sintió un escalofrío en la espalda – Recuerdo más cosas, sé por dónde podemos ir, Yuri me hacía leer diferentes libros, entre ellos, había libros de estructuras. Conozco los túneles de cañería que hay debajo de la tierra bendita de la capital. Así que podemos llegar al campo de concentración sin que nos descubran. Lo difícil puede ser movernos y controlar el dolor en nuestro pecho. Las armas están atravesándonos, pero creo que tu y yo ya hemos sufrido bastante para no aguantar eso, ahora, teniendo eso en mente, creo que podemos lograrlo.

¿Por qué me llamas Viktor? – dijo el ruso mirándolo. De todas las cosas que habían sido dichas por el moreno, que usara el nombre " Viktor" le pareció la mas extraña.

Porque es tu nombre, al igual que Iván. No sé tú, pero prefiero llamarme Otabek que tener el nombre que ese hijo de puta me dio. Además, tu vida fue mejor siendo Viktor que siendo Iván.

Tienes un punto, llámame Viktor. También tu Chris.

Lo prometo. – contestó el Hera suspirando – ahora, ¿Cuál es el plan aparte de los túneles? Porque se que no son estúpidos, se que se dieron cuenta que los campos de concentración son solo una trampa de Toshiya para atraerlos. Así que, ¿Cuál es el plan después de llegar al campo de concentración?

El moreno miró al Hera, lo miró de pies a cabeza y el extraterrestre le miró de vuelta. Y entonces una tenue y cálida sonrisa se formo en las mejillas humanas, el Hera se confundió un momento. ¿Qué planeaba ese cachorro de humano? Lo vio acercarse a Viktor, y después los brazos del moreno le abrazaron para después besarle suavemente la mejilla al ruso. Cosa que hizo que el Hera sufriera un enorme dolor en el pecho.

Christophe Giacometti sintió terror por primera vez. Un simple humano, una especie inferior, un humano en crecimiento, un humano común...

Otabek... Lo sab...

El moreno rio recargándose en el peliplata.

– Mi plan es simple Chris, cuando lleguemos a los campos de concentración, liberaremos a los humanos después de matar a los reyes que sé que nos están esperando. Y como se que matar a los reyes no es suficiente para que los humanos vivan de nuevo en paz entre las demás especies, entonces, tendremos que matar a toda la familia real. – el kazajo decidido asintió.

Ni el peliplata, ni el rubio sonrieron.

Otabek Altin estaba hablando sobre acabar a toda la familia real, no solo a los reyes. El fuego en los ojos negros se había encendido, y sabían que no lo harían cambiar de idea por mas que se esforzaran. Matar a la familia real, significaba que tendrían que matar a las reinas, y no solo eso, tenían que matar a los príncipes, y en el proceso, tal vez destruir todo Aura.

Aura no puede vivir en la tierra si no hay nadie de quien alimentarse, sin la familia real regulando su vida, Aura perecería en la tierra cambiante y salvaje.

Otabek Altin, aquel hijo de la tierra, ¿Realmente sentía ahora tanto odio a los hijos de Aura y Hera, para hacerles extinguirse de su planeta?

Morirán millones, morirían aquellos en las incubadoras, morirían toda la fauna y flora que se había traído, morirían y quedaría solo polvo detrás.

Otabek... – el peliplata le tomó el rostro – Otabek mírame, mírame y dímelo sinceramente, ¿Piensas extinguir a todo Aura y Hera de la tierra?

Si Viktor, pueden irse antes de que acabe con su fuente de energía y regresar a su planeta, pero creo que ya ha quedado claro que no podemos coexistir, aunque los dejara quedarse, morirían con la plaga humana, así que les daré oportunidad de irse y jamás volver, de lo contrario, si llegaran a rehusarse, morirán aquí con la familia real.

¡Otabek! – gritó Nikiforov sacudiéndolo de los hombros – ¿Qué hay de Yuri? ¿Tu príncipe?

Oh Viktor, no lo has entendido, yo no tengo un príncipe, para mí, Yuri puede morirse con el resto de su familia. – el moreno le acarició el rostro – No pienso arrodillarme ante nadie, no pienso hacer que la humanidad baje su cabeza, no pienso amar a nadie más. Yakov, el rey de Aura, acabó con todo lo que amaba, arruinó mi vida antes de que esta pudiera empezar, asesinó a mi hijo antes de que pudiera nacer.

No, Otabek – el peliplata negó con la cabeza. – Tienes que pensar bien las cosas, no dejarte llevar por tu ira, ¡Tú vida como Temir terminó, idiota! No dejes que el pasado afecte tu futuro...

No puedo... – susurró el moreno – El asesinó a mi hijo, asesinó al amor de mi vida, asesinó mi futuro, bien, yo asesinaré todo de él. Empezando con su hijo.

El Hera como el humano entendieron una cosa ese día.

La venganza, es un sentimiento poderoso y letal que, por desgracia, consume al humano hasta morir por su propio filo.



En un cerrar de ojos recordó aquella obscuridad que tanto le había enamorado.

Recordaba a un bebé, uno frágil y asustado que se aferró a él cuando lo cargo, era pequeño y delgado, era tan pequeño. Recordaba por supuesto la mirada de su padre cuando lo vio, pero nunca pensó que se tratara de un terrible dolor que tenía que ocultar, una aberración que no podía decir, un golpe al ego de su especie.

Un Aura había hecho una cosa tan vil como torturar a una especie hasta la muerte. Había tomado a una hembra humana y le había enfermado sin parar durante meses hasta que su plan diera resultado.

Chris acaba de emitirme una señal, al parecer, los chicos van por las líneas subterráneas para llegar a los campos de concentración. No podrán hacerlo solos, están caminando a su suicidio. – dijo Yuuri, su esposo, sacándolo de sus pensamientos – No voy a dejar que maten a Viktor, Iván, quien sea ahora.

¿No te preocupa eso? – preguntó el rubio – ¿Qué ya no sea el humano que conocías?

No, me quitaron mi voz mucho tiempo, y a él le quitaron sus memorias. Puede hacer lo que quiera con su vida desde ahora, pero, una cosa que no cambia es, que mi Core se esta pudriendo por sentir amor hacia él, y he decidido que esa muerte es justa para mí, así que iré a defenderlo hasta que mi Core muera.

El rubio se le quedo mirando.

Estaba impresionado de este sujeto en frente de él. No se parecía nada al chico con el que se había casado en esa boda forzada, ahora, parecía que su naturaleza de dios de la guerra había salido, y, a decir verdad, lucia completamente sexy ante sus ojos. Los Heras eran rebeldes, los Heras gritaban, los Heras luchaban, siempre envidio eso de ellos. Y ahora, frente a sus ojos, esos ojos marrones al fin reflejaban el fuego de la guerra en sus venas.

¿Qué tenemos que hacer?

No estás acostumbrado a pelear, así que mantente detrás. Usa tus alas como protección, porque no importa si somos los príncipes, los guardias nunca desobedecerán a mi padre, así que preferirán matarte antes de sufrir su ira.

Entiendo.

Yuri – dijo el pelinegro viéndolo – Tú, como Aura, no ves la violencia como una salida, y lo entiendo, hay muchas veces donde no es necesaria. Pero, a veces para apagar el fuego se necesita mas que soplar. – comentó – Defiende tu Core Yuri. Entrégalo y muere como el Aura que quieres ser, no con el que esta lleno de dudas.

¿Quieres qué muera?

Si, muere, y renace como el rey de Aura. A veces, amar significa un sacrificio, y si tu has decidido que Otabek merece vivir mas que tú, entonces muere. Pero, si has encontrado otra respuesta en tu corazón, entonces, "Salva di Kena te Aura" – "Salve el rey de Aura", eso dijo, y el rubio sintió escalofríos en su espalda – No bajes las alas hasta que tu pueblo grite eso.

Y por un momento el chico entendió, que su mundo no era Otabek.

Que su verdadero mundo tenia a muchas personas dependiendo de él, a muchas criaturas sufriendo esperando ayuda, a muchas voces gritando por el alza de su rey. Y lo entendió en ese momento, que Otabek por primera vez en su vida, tendría que quedar oculto en sus alas hasta que pudiera agacharlas de nuevo y amarlo antes de morir.

Ambos se prepararon, una armadura en su cuerpo, sus alas bien abiertas y brillantes, y sus nobles inclinados ante ellos. Por el lado de Hera, Phichit, noble de los guerreros del sur, Emil, noble de los guerreros del norte, y por supuesto Christophe, noble de los guerreros de Mehca. Aunque su ultimo guerrero ya estaba en acción.

Por el otro lado, Isabella, noble de la casa Yang, Guang, noble de la casa Gil, Sala, noble de la casa Crispino. Allí estaban sus nobles, presentándoles respeto, inclinados ante sus príncipes y futuros reyes.

"Madre" nuestro planeta nos enseñó una lección cuando pereció y casi muere por nuestra culpa. – dijo el príncipe de Hera a todos los nobles, pero, dirigiendo su mensaje específicamente a los nobles de la casa de los Hera – Sin un equilibro entre especies, nuestro destino esta escrito para perecer. La tierra no les pertenece a los humanos, pero también, la tierra no le pertenece ni a los Heras ni Auras. La tierra es autónoma, como "Madre", y deberíamos estar agradecidos de tener un suelo debajo de nuestras piernas. No somos habitantes de la tierra, somos invitados, y como tales, tenemos que aprender que cualquier especie que ya era nativa de la tierra debe seguir existiendo. Hagan esto por sus deseos de crecer, rujan por sus deseos de vivir, y griten por sus deseos de un futuro nuevo.

¡Salva Hera! – gritaron sus nobles, abriendo sus alas.

El rubio dudo, no tenia idea de que decir, nunca en su vida pensó que ordenaría a gente a luchar, no estaba en la naturaleza de su vida, los Auras no pelean, los Auras se instruyen y crecen. ¿Qué se suponía que les diría a sus nobles? ¿Láncenles conocimiento? No, no podía decir algo tan estúpido como ello.

"¿Nunca seremos iguales?"

Esa dulce voz, de un niño pequeño retumbó en su cabeza. Un niño de ojos enormes y negros como la noche, un niño que le hacia suspirar con solo verle, un niño que cambió toda su vida dese la primera mirada.

Estoy muriendo – dijo el rubio y sus nobles abrieron los ojos asustados – Estoy muriendo como ustedes. He aprendido una lección que quiero compartirles antes de irnos. Hay algo que nos esta impulsando a pelear contra el régimen de nuestros antiguos reyes. He aprendido que el "coraje" que destruye nuestro Core, nos hace también fuertes. Todos aquí tenemos un humano, todos aquí, quitándonos las máscaras, deseamos su bienestar, pero no porque era nuestra mascota, sino, porque le amamos. El amor nos mata, el amor nos quiere ver en el suelo, el amor nos matará en días si es que duramos. Y el amor es la única enfermedad mortal que tanto Auras como Heras están dispuestos a dejarse morir con los brazos abiertos. Así que mis nobles, todos ustedes, vamos a lastimarnos hoy mas que nunca, vamos a lastimarnos mas que una daga al pecho, mas que un golpe en la espalda, vamos a lastimarnos esta noche, si el amor es dolor, vamos a lastimarnos toda nuestra vida. Entreguen sus Cores a la enfermedad y alcen sus alas a su muerte próxima porque "Aura" nos da la espalda y la muerte nos sonríe, alcen sus alas mis nobles, y regresemos de la mano con la muerte y la victoria de nuestro lado.

¡Salva Aura! – gritaron al unísono.

Y con el sonido de las alas extendiéndose en el castillo, abrieron vuelo dirigiéndose lejos del castillo.





Era una trampa.

Christophe Giacometti lo sabía, poner a todos los humanos en un lugar solo era una trampa simple del rey de Hera para tener de vuelta a aquellos humanos que escaparon de su ejecución. Giacometti tembló al recordar como ambos humanos aun enterados de esto, decidieron seguir con el plan. Tembló aun mas cuando aquellos humanos estaban peleando ante tal emboscada de guardias. Ver el fuego en su mirada mientras uno blandía el arma puntiaguda atravesando guardias, y el otro actuaba de protección en lo que seguían avanzando.

Tuvo que proteger a ambos utilizando sus alas, y después tener que usar energía que salía desprendida de sus manos contra personas de su especie. ¿Estaba bien esto? ¿Estaba en lo correcto al asesinar destruyendo el Core de sus hermanos? El miedo, las dudas, todos estos males humanos lo estaban consumiendo.

¡Chris! – gritó Viktor – ¡Chris concéntrate! – el peliplata saltó tomando la punta de un ala del rubio jalándolo – Si logramos llegar a la puerta principal podremos abrirla.

Viktor – dijo el rubio – Él está esperándote.

¡Lo sé! ¡Lo sé y no importa! ¡Si no quieres que haya mas muerte, entonces pelea! ¡Eres un Hera, ¿no?!

Pero...

¡Cómeme! – gritó el peliplata mientras el kazajo protegía a ambos – ¡Cómeme y has que regrese tu fuerza!

Iván...

Y sintió que el tiempo se detuvo y regresó en sus memorias.

De nuevo frente a él estaba aquella silla del rey vacía, de nuevo en esa horrible noche. Allí estaba junto a Phichit y a Emil, todos lucían confundidos por no saber el motivo por el cual el rey decidió reunirlos. Solo veían a un humano en la mesa, algo asustado y ansioso que los veía con terror. Habían conquistado la tierra hace un año, y el rey no había hecho una reunión como esta desde ese día.

¿Qué hace un humano en la mesa? Pensé que habíamos decretado que los dejaríamos vivir, ahora parecen ser lindos, podríamos quedárnoslos. – dijo Emil acariciando el cabello de la persona haciendo que esta temblara y se hiciera pequeño.

¡Parecen hámsteres! – gritó el moreno sonriente sujetando el rostro del humano – ¡Tan lindos! ¡Chris! ¡Tómame una foto con el humano!

Phichit, no creo que sea correcto tocar al humano hasta que el rey llegue – contestó Giacometti confundido.

Oh, pero es tan lindo, podrían ser una buena mascota, además – por supuesto que el moreno iba a ignorarlo, porque de golpe desnudo al humano abriéndole las piernas – según lo que nos dijeron los Auras, este es macho porque tiene los genitales así – y si, allí estaba el humano en lagrimas y asustado con las piernas abiertas y con al moreno señalándole los genitales. – Podríamos tener sexo Inter especies. Son tan parecidos, no podríamos reproducirnos, pero si obtener placer de ellos.

Estas asustándolo Phichit – dijo Emil conteniendo una risa negando con la cabeza – Déjalo, no es natural en ellos estar desnudos. Además, aunque tu idea no parece descabellada, solo quiero decir que esa decisión le corresponde al rey solamente.

Pero... – el moreno hizo puchero acariciando las piernas del humano – es tan lindo y débil, tan indefenso, solo quiero comérmelo – y una sonrisa hizo que Emil riera y Giacometti pensara en un suicidio.

Déjalo Phichit, solo estas asustándolo.

Pero... quiero quedármelo.

Y el humano comenzó a gritar, algo en su idioma, a gritarles, ¿Qué idioma era ese? No tenían idea que trataba de decir, pero debido a su molestia y esas lágrimas, era obviamente que quería que lo dejasen solo. Por supuesto que no le gustaba que fuera tocado sin su consentimiento, que fuera sometido, que fuera desnudado y puesto en una posición tan débil.

¡Perdón, no chilles! – gritó el moreno suspirando – Ya, te dejo... por Aura, los humanos son interesantes – suspiró el moreno ladeando la cabeza, volviendo a su asiento – Si tuviera uno lo trataría muy bien, lo cuidaría y le daría de comer siempre.

No son mascotas Phichit – dijo Giacometti, negando con la cabeza – No digas esas cosas en frente del rey, por favor.

Y como si lo hubiera invocado, el rey apareció frente a sus ojos.

Por supuesto que su atractivo era imponente, además esas alas extendidas y ese porte los intimidaban, pero eso hacia sonreír al rubio, su rey era fuerte, su rey era un conquistador, su rey era un ejemplo. Hasta que dijo algo que hizo que su estomago diera vueltas.

Los humanos según lo que escuche de las investigaciones de Yakov, tienen algo que puede matarnos. Son energías alrededor de ellos que estos seres primitivos llaman "sentimientos". Esto destruye nuestro Core porque Aura no puede sintetizar tan rápido dichas energías. En pocas palabras, los humanos acabarán matándonos si los mantenemos con vida o cerca de nosotros.

Nadie dijo nada cuando el rey terminó de decir eso.

Todos acabamos alejándonos del humano en la mesa mientras el rey se acercaba jalándolo de un collar que le había puesto alrededor del cuello, para después acariciarle la cabeza y darle confort a aquella criatura que los podía matar.

Mi rey, ¿Qué hace? – dijo Chris, sintiendo escalofríos en las alas.

Los humanos son débiles y vulnerables también a sus sentimientos, pero, no mueren, ¿Por qué?

Porque en su sangre ya son inmunes a esto – dijo Phichit asomando la cabeza escondido detrás de la mesa.

Puede ser, Yakov esta comprobando esa teoría, pero es un investigador que ve el más mínimo detalle, así que decidí hacer mi propia investigación a mi forma. – dijo el rey cargando a aquel humano como si fuera simple papel en sus brazos – Yo creo, que, si inyectas veneno diario en tu cuerpo, en mínimas cantidades, llegas a un punto donde te vuelves inmune, Entonces, ¿Por qué no tener humanos cerca de nosotros? Ver como nos matan poco a poco y ver si logramos hacernos inmunes.

Toshiya, eso es suicidio si dices que nos mata estar cerca de ellos – dijo Emil mirándolo – ¿No hay un método menos arriesgado?

Bueno, puede, pero no puedo asegurar que sea el correcto. ¿Qué tal si la respuesta esta dentro de ellos?

¿Qué?

Bueno, consumimos a los "Lapra" para tener el cabello sedoso como esos animales, ya que Aura logra absorber esas capacidades, se adapta. Así que, si los sentimientos nos hacen mal, entonces, porque no simplemente, hacemos esto.

Y fue una mordida enorme al cuello del humano, lo que mancho de sangre toda la mesa de cristal.

El rey se estaba alimentando de un cuerpo, que se tensaba por cada mordida que el rey consumía mientras las alas comenzaban a clavarse en la carne, abriendo paso, separando con las puntas el hueso de la carne para que el rey pudiera seguir alimentándose. Cuando llegó al corazón, el rey lo comió como si fuera una simple fruta, y después miró a sus nobles.

Los humanos saben mejor que cualquier otra carne que haya probado, además, para probar mi teoría, tengo que seguir consumiéndolos y tener a un humano cerca para saber si tengo razón. Así que dejaré que Yakov apruebe la ley de tenerlos como mascotas, y tendré a un humano cerca de mí. Seguiré solo yo consumiendo la carne, y veremos si Aura puede sintetizarlos y hacerme inmune o no. Por Aura, su carne es de calidad, mis fuerzas parecen haber aumentado, tengo tanta energía en el cuerpo, no me había sentido tan bien... Definitivamente, aunque la teoría falle, seguiré consumiendo la carne de estos seres.

El rey dejó el cuerpo en la mesa.

Y todos veíamos aquella criatura a medio comer, derramando sangre por toda la sala.

No era diferente a ninguna criatura que consumían. El humano era uno más, la única diferencia, es que esta especie parecía lista, pero eso no los afectaba, eso no debía afectarles...

Pero lo hizo.

No porque fueran humanos, no porque fueran especiales, sino, por el parecido que tenían entre especies. Y ese parecido es el mismo que hizo que dudara de su superioridad. Era como verse en un espejo viendo un humano, y al verse, se diera cuenta de lo débil y común que era, y eso, para alguien que ha pasado su vida siendo perfecto, realmente le golpeaba en todos los sentidos.

Christophe Giacometti deseo con todas sus fuerzas que el rey se equivocara. Pero no lo hizo.

Consumir a los humanos, les entregaba sienta inmunidad ante la plaga humana, la suficiente para no morir, no afectarse por ellos de tal forma, pero, la desventaja no era matar a uno y comerlo, la desventaja era que tenían que consumirlos regularmente para mantener el efecto.

Y Giacometti, se vio a si mismo, sintiendo repulsión por primera vez.

"¡Chris!"

Escuchó el grito del moreno y del peliplata, mientras ya se encontraban heridos. Entonces tuvo que dejar de pensar como aquel que estimaba a los humanos y comenzar a pensar como aquel Hera. Supo que lastimaría demasiado al peliplata cuando mordió parte de su hombro, arrancando el pedazo de carne comenzando a tragarlo en vida. Supo que no podía comer de más, tal vez, podrían llegar a un acuerdo con los humanos y seguir permitiendo la carne humana en el mercado.

Apenas tragó dicha carne, sus alas se abrieron protegiendo al kazajo y atravesando a cuatro guardias a la vez. Otabek Altin, rápidamente cargo en su espalda al ruso mientras seguía corriendo en lo que Chris retenía a los guardias, solo tenia que llegar al final y abrir las grandes puertas para que los humanos salieran, solo eran unos simples pasos más, pero.

Allí, esos ojos marrones que se volvían rojos, allí, ese cabello obscuro de alas doradas, allí, el rey de Hera esperándolo al final. Todo era como su ultima muerte, Toshiya enfrente de él, mientras él trataba de proteger a alguien, solo los dos.

... Se que recuperaste las memorias Temir, esa mirada es la misma que me diste antes de morir – sonrió – Tú, tratando de pasar por encima de mí, con alguien débil que debe ser cuidado detrás. ¿Qué se siente volver a tropezar con la misma piedra?

Bien – contestó el moreno bajando a Viktor de su espalda, recostándolo en el suelo – Al menos, ahora ya puedo decidir mi futuro.

Ya hablas como un hombre, como todos esos humanos hablaron cuando llegamos aquí. ¿Sabes qué es lo más triste de todo? Que sus palabras se quedaron vacías. Son tan débiles... – el rey suspiró abriendo las alas, apuntando las puntas al moreno – Te daré una oportunidad, te dejare pasar, pero a cambio, quiero a Iván de regreso. Necesito decirle algo antes de que tenga que matarlos, nada de revivir esta vez.

No. Prefiero morir aquí, antes de tener que dártelo. – dijo el moreno sosteniendo su arma – Además, si fuera tú, no hablaría tan confiado.

Confío en mis habilidades, así que, llega con todo Temir, que nunca bajaré mis alas ante un humano.

El humano empuñó su arma.

El humano grito con su alma.

Y el humano, corrió por su vida.

Eso fue lo que hizo, corrió hacia el rey, con su arma, con sus fuerzas, corrió sabiendo que moriría, corrió sabiendo que acabaría atravesado de nuevo por esas alas preciosas, corrió sabiendo que lo último que vería seria el mismo negro que le atemorizaba, si, lo hizo, porque era mejor morir que vivir bajo el mando de aquel rey.

Pero, antes de que dichas puntas atravesaran su cuerpo, unas alas de cristal lo cubrieron jalándolo. Ese brillo, como diamantes, capturaron su visión hasta sentir a una persona atrás de él, tomándolo de los hombros. Era hermosa, una cabellera rubia, unos ojos esmeraldas potentes, una belleza sin igual, ¿Dónde la había visto? ¿Dónde había visto esa belleza antes?

Yuri... – dijo mirándolo. Era él, ese bebé que vio crecer en la incubadora, era él, aquel que su segunda vida amaba, era él, el hijo de el rey de Aura.

Beka, quédate atrás, cuando encuentres un momento, corre y abre los portones. Llévate a Viktor contigo y vayan a tu casa perdida entre los árboles.

Pero... – el moreno estaba en shock mirando al príncipe con una armadura, mas maduro, mas serio, todo era diferente con la persona que tenia en frente. – Pero Yuri, nunca lo vencerás porque...

¡Hazlo y lucha por tu raza!

Y así, fue empujado lejos del rey, mientras alas de diamantes se abrían ante las alas doradas. Por supuesto, que al momento de voltear y ver como estaba Viktor, unas alas impresionantes le cubrían, y gotas de sangre caían en la piel del peliplata comenzando a regenerarse, como si la sangre estuviera reconstruyendo el hombro y brazo del ruso.

Yuuri, el príncipe de Hera, acaricio el rostro del peliplata, mientras terminaba de curarlo, después deposito un suave beso en su frente, y camino abriéndose camino, empujando al rubio hacia atrás.

¿Qué diablos cerdo? – dijo el rubio prepotente.

Tú ni siquiera sabes pelear – contestó el príncipe tronando el cuello – Solo ayúdalos a llegar y crea un escudo, si quiero ser el rey de Hera, tengo que ganármelo con nuestra tradición. Tengo que llevar la cabeza del antiguo rey al trono.

Yuuri... – el rey gruño mirando a su hijo – ¿Qué diablos haces?

– Algo que debí haber hecho hace mucho tiempo... – dijo este, apuntando sus alas al rey quien le miraba con tristeza en los ojos – Si nos creemos superiores que todos, caeremos en la misma trampa que los humanos cayeron, es por eso padre, que si no estas de acuerdo con el balance y la nueva era, entonces, tendrás que perecer con la vieja.

¿Cómo pudiste hacerme esto? – dijo el rey mirándolo – Mi hijo... ha venido a morir, prometo que, te traeré de vuelta, una vez que haya reformado tus memorias.

Con una suave sonrisa en el rostro del rey, este voló, como lo hacen los ángeles, en aquellos lugares subterráneos, peleando con su hijo. El kazajo cerró los ojos mientras corría ante la brecha y era guiado por unas alas de cristal, tenia a Viktor inconsciente en su espalda, tenia a la humanidad a punto de caer donde solo un hilo delgado y deshilachado la sostenía. Tenia muchas cosas en sus hombros que le costaba respirar.





Pero llegó, llegó al fin, a las puertas, abriéndolas.

Y los humanos corrieron libres, sin dejar a nadie atrás. Corrieron libres por las praderas, corrieron libres dispersándose, reuniéndose después en aquel oscuro valle donde una cabaña les esperaba. Corrieron, pero todo había sido demasiado fácil. Todo.

¿Dónde estaba Yakov? ¿Dónde estaba la guardia real? ¿Por qué Toshiya sonrió ante el duelo con su hijo? ¿Por qué estaba tan relajado de estar solo?...

El moreno acabo sentándose cerca de un lago, dejando atrás a los humanos mientras su cabeza comenzaba a llenarse de arrepentimientos, había visto lo que el rey había planeado, solo alguien tan listo como Yakov podría haber ideado aquello que tenia temor de creer que era verdad, tenía tanto temor...

Beka – dijo una voz que lo saco de sus pensamientos – Beka hay algo que tienes que saber...

Yuri – dijo el moreno levantándose – Eso fue muy fácil, ellos lo tenían medido, nos dejaron escapar. Querían que Yuuri se quedara con su padre, porque es el más fuerte de pelear, quería que Chris se quedara, porque es uno de sus nobles mas fuerte, fue una trampa. Una enorme. ¿Tú padre esta ahora con ellos? Dos reyes contra el príncipe, contra el noble.

... Lo dedujiste. – suspiró el rubio. – Otabek, nuestra especie... nuestra especie funciona diferente...

– Tarde mucho, tarde mucho en deducirlo, tarde mucho en deducir porque los reyes siempre están juntos, tarde mucho en deducir porque sus nobles siempre están en el castillo, tarde demasiado. Si no rescatamos a Yuuri o a Chris, no podremos matar a los reyes.

No puedes Otabek, no puedes regresar, mi padre te matará. No puedes pelear tú contra él.

Claro que puedo – dijo el moreno mirándolo – Ahora lo veo todo claro, ahora veo porque tu especie conquista todo a su paso, ahora lo veo con claridad y me asquea.

Beka...

¡No me digas así! – gritó el moreno – ¿¡Los Auras se alimentan de energías, no!? Los auras hacen lazos con sus amados, como si dividieran sus almas, tu padre es fuerte porque tiene a la reina con vida y a ti con vida, y no solo eso, tiene a sus nobles con vida. Tu padre se alimenta de la energía de la reina, de ti, de sus nobles, eso lo hace invencible, eso lo hace superior, es por eso que Toshiya es tan fuerte. Es por ello que Aura sobrevive, aunque matara el cuerpo del rey, este volvería a la vida porque ustedes siguen con vida. Se vuelven fuertes con sus cercanos, la energía cerca los hace poderosos. Pude haber vencido a Toshiya esa noche, si no hubiera llegado Yakov, pude haber vencido al rey de Hera, porque estaba solo, porque la tormenta de la tierra, la energía de la tierra impedía que sus alas brillaran, impedía que su cuerpo estuviera en su forma original. Pero cuando llego Yakov a su lado, se hicieron fuertes.

¿Cómo supiste que...? – el rubio estaba confundido, como su humano había deducido la creación de sus nobles, ¿Cómo había descubierto el intercambio de energías? – Beka, se que no quieres escucharlo, pero hay una manera de acabar con la unión, solo tenemos que...

¡Que no me llames Beka! ¡Jodido Aura de mierda! – el moreno fúrico y lleno de ira lastimaba el Core del rubio incluso cuando estaban a distancia – Recuperaré mi vida, es por eso Yuri, que ahora, si quiero defender a mi especie como quería, debo debilitar al rey, así que, matare a tus nobles, mataré a tu madre, pero ante de ello, es momento de que mueras en el nombre de la humanidad.

Y el arma del kazajo apunto al rubio.

Este lo miró, y dejó caer una lagrima por su mejilla derecha. Podría matarlo, podría matar a aquel humano que amenazaba con matarlo, pero nunca podría, porque la plaga humana había llegado a su Core, y aunque no existiera, nunca podría matar a aquello que tanto amo.

Así que extendió sus alas, y con una sonrisa aceptó su destino.

Te amo Beka.

Fue lo ultimo que dijo, antes de sentir un dolor enorme en su pecho... 



¡Hola!

Primero que nada, uff, esto se esta poniendo intenso.

Por si no entendieron lo ultimo dejo esta explicación mas sencilla.

Beka descubrió, que los reyes son mas fuertes que el promedio, porque estos absorben energía de aquellos mas fuertes. (En este caso, sus reinas, sus hijos y sus nobles, ya que son de sangre superior al pueblo) entonces, cuando los reyes están juntos, su fuerza se hace imparable. Y no solo eso, si los reyes tienen a sus hijos o a sus nobles cerca, se hacen poderosísimos (como las gemas del infinito para que entiendan).

Pero, si quitan una gema, se van haciendo mas y mas débiles, no quiere decir que se queden sin fuerza, sino, que su fuerza se vuelve promedio. (como cuando thanos solo tenia una gema, era fuerte pero no tan fuerte como aquel que tiene dos o tres)

Entonces, Otabek (mas bien en estos momentos dejándose llevar por la venganza de Temir) quiere matar a todas sus fuentes de energía, y poder matar a los reyes.

Y hasta allí se queda chavos :v, nos vemos en el próximo cap.

Lenzz Fuera :3 

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