༺2༻
•9 AÑOS DESPUÉS•
Ahora Patricia se miraba sin problemas algunos frente al espejo. Un poco nerviosa, sí, pero se veía fabulosa. Era una joven ya de 17 y tenía su cabello atado a una tierna coleta de caballo. Vistiendo ropa de cheerleader con buenos pechos y un dotado cuerpo. Sus labios siempre fueron pequeños pero pomposos, con una nariz súper fina y ojos enormes. Muy redonditos como los de un lindo pez.
Ella miraba sus mejores perfiles al espejo con una sonrisa. Sujetándose las caderas para intentar posar, pero eso no se le daba bien así que volvió a arrugar su boquita toda inseguray a tratar de cubrir su abdomen con sus brazos. —Ay, Patricia. Solías ser una nerd. Ahora mírate, ahora eres una animadora.— Ella misma dice toda desganada llena de inseguridades.
Pero suena un claxon a las afueras de su habitación así que ella animadamente corre hacia su ventana, alza esta, y ve a su mejor amigo de la infancia montando un auto rojo sin cubierta.
—¡¿Recibiste un auto antes que yo?!— Grita la chica.
—Hasta sé conducir, señorita.
—Qué envidia.
—Jo, jo~. Solo subete. Te ves muy radiante.
—Ew, eres mi mejor amigo no te aproveches.
Gulf ríe.
Ella regresa la mitad de todo su cuerpo hacia la habitación y va corriendo a la puerta. Tomó su bulto negro corto para salir de su dormitorio y bajar las escaleras rápido.
—Mi amor, Gulf te vino a buscar.— Su mamá le comenta al final de las escaleras y luego la mira completamente maravillada. —Ya te dieron tu uniforme de porrista.— Dice la mujer cubriéndose la boquita con ambas manos en una bonita sonrisa.
—Nos vemos después de la escuela mamá.— Patricia le sonríe y se dan un beso en la mejilla antes de que la novata porrista salga corriendo de su casa y camine a paso rápido hacia el auto de su mejor amigo. Este le abre el auto vistiendo una camisa blanca de botones con pantalones largos negros y tenis blancas.
—Gracias~.— Patricia bromea haciendo la voz de una mujer refinada.
—A su orden.— Dice Gulf cerrando su puerta y rodea animadamente el auto antes de apoyarse en el borde de este y brincar para caer sentado con estilo poniéndose las gafas negras que reposaban detrás del volante.
—¡Vamos a ser LOS ÚNICOS DE LA ESCUELA COMO SIEMPRE!— Grita todo escandaloso Gulf aullando mientras que Patricia ríe.
—¡Gulf! En serio, ya.— Ella ríe dándole palmadas en el hombro mientras que él sigue riendo y comienza a conducirlos lejos de ahí.
•••
Alrededor de unos 40 minutos, llegan a la escuela caminando juntitos. Ya Patricia no era una nerd. Era una porrista popularizada por que ellos dos eran inseparables y completamente icónicos. Ahora mismo Gulf rodeaba los hombros de Patricia con un brazo como si ellos dos fuesen propiedad del uno al otro.
Caminaban como los reyes del pasillo en cámara lenta siendo la envidia de todos. Todos los que pasaban alrededor de ellos los miraban o con sonrisas atontadas o con celos.
Hasta que llegaron al casillero de Patricia. Ella abrió su propio casillero e instantáneamente Gulf reposo su espalda contra el casillero de en lado (su casillero también) y sacó su teléfono para textear.
Mientras Patricia rebuscaba entre los libros guardados, ella escucho a su amigo reírse torpemente. De la manera en que se ríe cuando está enamoradito.
—Y ahora a quién le vas a romper el corazón.— Ella pregunta.
—¿Disculpa? Yo no rompo corazones.— Él dice en su defensa volteando a mirarla mientras ella lo mira por encima de su casillero. —Yo me los como.— Él dice lo último con una sonrisa descarada guiñando un ojo.
Así es: Gulf El Rompecorazones, cada mes conocía a alguien por internet y si no era bueno en la cama...
FLASHBACK (UN MES ATRÁS):
Un desconocido gemía alborotosamente dentro de una habitación crema sentado detrás de Gulf quién estaba plenamente aburrido sosteniendose un cachete con un puño y mirando en su teléfono mientras que su parte trasera recibía de aquel hombre, el hombre preguntaba agitadamente: «¿Te gusta? ¿Te gusta cómo te lo hago?»
A lo que el desinteresado de Gulf alzó su mirada del teléfono pensándo en qué contestación darle. Plenamente aburrido. Pero decidió ir directo al punto: «Si no estoy gimiendo ¿crees que me va a gustar?» Él suelta sin censura alguna.
El chico se detiene a verlo todo pasmadito y aplena sus labiecitos para mirar a todos lados con incomodez.
FIN DEL FLASHBACK.
O no era para nada interesante, les daba la patada del siglo y bye-bye. Nunca jamás se escucharía algo de ese chico.
Patricia ríe con su amigo. —¿Cómo se ve este?
—Mira.
Gulf le muestra su teléfono una foto y es un chico guapo pelinegro de hombros increíblemente anchos con un mentón tensado y grueso. Cejas delgas pero gruesas y ojos pequeños café oscuros como el abismo. Sip, sexy.
—Wow. Qué guapo.— Ella se impresiona.
—De hecho, llevamos cuatro meses hablando.
—¡¿QUÉ?! Pero los meses anteriores...
—Sí, sí, follé con chicos pero ey, no somos novios todavía. Puedo coger con cualquiera.
Menciona Gulf y Patricia sonríe. —Me alegra que al fin estés hablando más con un chico. Te veo en clase, comportate.
—Lo haré.
—Te quiero.
—Yo más.
Él dice y ella se va con una sonrisita. Gulf se le queda mirando con cariño antes de mirar casualmente a su teléfono y respinga.
—Mierda. Una foto de su pene.— Murmura mientras camina todo confiado rasgandose la nuca. —Me cago en la madre, está bien bueno.
Él dice y se va de ese pasillo para ir a su clase.
•••
Desde que Patricia tuvo a Gulf a su lado y estaba rodeada de más personas, ya no podía ver las figuras tenebrosas de las personas. De repente eso quedó en el pasado. Como una simple fase oscura en su edad infantil. No volvieron a mostrarseles o tal vez su don se fue perdiendo con el tiempo.
Ahora mismo estaba en clase sentada en su pupitre poniendole atención al maestro Bright. Este enseñaba inglés. Era un hombre joven, guapo con flequillos a los lados de su cabeza. Vestía camisas de botones regularmente pero destacaban sus hombros toscos y su dotado trasero con los pantalones negros que llevaba además zapatos oscuros.
Él escribía en el pizarrón con la tiza. Escribiendo letras cursivas en blanco. Algunos estaban durmiendo y otros poniendo atención o simplemente escribiendo como Patricia.
—Les encargo la tarea de ver la película Unbroken, el soldado que acaba en la milicia de los japoneses. Quiero que redacten un ensayo y,— Al voltear hacia los alumnos vio a Patricia vestida como porrista y tuvo que reintegrar sus palabras o los estudiantes enseguida se burlarían de él. Patricia alzó su mirada. Viéndolo con normalidad. —y que tenga seis párrafos.— Dice todo agitado como si eso último no lo hubiese planeado. Escucha las quejas de los estudiantes excepto de Patricia. Patricia ríe ante las quejas porque para ella hacer ensayos no era ningún problema.
—¡Ya me oyeron!— Dice divertidamente el maestro regresando al escritorio.
El timbre suena y todos se ponen de pie para marcharse. Todos yéndose. Patricia se pone de pie, enganchandose una de las mangas del bulto sobre su hombro para comenzar a caminar.
Pero justo dando unos pasos, el maestro Bright se ha colocado frente a ella con una emocionada y bonita sonrisa. —Oye.— Él llama y ella se extraña. Están muy cerca. —Ah. Sí. Lo.siento.— Él retrocede unos pasos y ella se siente un poco más cómoda así que sonríe con sus labios.
—¿Ya podrás participar en los eventos de las noches? Practicabas mucho para ello.— Dice el maestro contento por ella.
—Sí, yo-- ¿Cómo usted sabe que practicaba mucho?
—Ah, yo...— Él vuelve a actuar nervioso.
FLASHBACK (Cinco meses atrás):
El maestro Bright iba pasando por las puertas del gimnasio para salir hacia el estacionamiento trasero, pero al mirar por los cristales del gimnasio y escuchar chillidos de tenis: asomó su rostro al borde abierto que la puerta permitía ver y en ese enorme suelo liso para los jugadores de la escuela, se encontraba Patricia solamente.
Ella bailando con un pantalón negro deportivo de bordes anchos, tenis blancas y una camisa ajustada blanca. Su cabello suelto moviéndose con ella.
Ella deslizaba sus pies y cuerpo a un lado con un vaivén lento de caderas, sensualmente destacando su abdomen y volvía mover su cabeza de tal forma en que su cabello se moviera al otro lado de su cuello mientras ahora daba pasos hacia adelante danzando sus brazos por alrededor de su rostro.
El pequeño radio reproducía la musica y ella cantaba la música manoseando todo el aire.
Bright ríe cuando en un momento de inspiración, la chica torpemente se abofetea con un: «¡Auch!» y ella mira su propia mano con un puchero. —El universo no quiere que yo cante.— Se queja en bajito.
Eso hizo brillar los ojitos del profesor antes de completamente irse cuando ella voltea hacia la puerta. Presintiendo que alguien la miraba.
—Me lo dijeron. Las chicas hablan mucho de tus avances. Felicidades.— Cuenta el profesor.
Eso hace sonreír a Patricia. —Gracias.
—Sí, claro.
—Me voy.
—De acuerdo. Nos vemos.
—Adiós.
Ella se despide y él cierra con presión sus ojitos porque cree haberse mostrado muy tonto. Ella sin embargo, solamente sale del salón con una pequeña sonrisa de labios toda motivada.
*N/A: Aww😍💖 Espero les haya gustado, intente añadir momentitos cómicos. Vamos yendo suave antes de que comience todo el revuelo de terror.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top