— ¡Yoongi! — el mencionado reconoció la voz y lo único que hizo fue ignorarla — ¡oye! Necesito tu ayuda.

— no me importa. — dijo sin mirarlo.

— ¿por qué me hablas de esa manera? Necesito un favor.

— ¿Cómo quieres que te hable, Hoseok? Sabes que te detesto, no sé porque te acercas a mí.

— Sólo quiero que me ayudes a arreglar unas cosas con JenHa.

— ¿Por qué quieres que te ayude con ella? Es tu novia, debes hacerlo tú. — Caminó hasta su habitación y se quedó afuera pensando — ¿qué necesitas? — preguntó al darse cuenta de que el menor lo estaba siguiendo.

— que me ayudes a hablar con ella, no quiere escucharme.

— ¿por qué no me sorprende que la hayas cagado tan rápido?

— nisiquiera fue mi culpa, sólo hablé de Taehyung y se enojó.

— ¿qué decías de Taehyung? — el mayor se acercó lentamente a él.

— lo estúpido que fue — rió pero toda risa acabó cuando sintió el golpe de Yoongi contra su mejilla — ¿qué mierda te pasa? — gritó desde el piso donde había caído antes por el golpe.

— ¡eso mismo te pregunto a ti! ¡Me estás pidiendo ayuda con JenHa y vienes a hablar mierda de Taehyung! ¿Ahora entiendes por qué te detesto? — se agachó para quedar frente a él.

— ¡eres un estúpido! ¿por qué te enojas tanto cuándo digo algo sobre él? ¿te enoja porque sabes que es verdad? — rió.

— ¿la verdad? La única verdad aquí es que eres un idiota malagradecido. Sabes las cosas que Taehyung hizo por ti, sin embargo no te importó, tuviste los huevos para serle infiel ahora ten los huevos para aceptar tu la realidad.

— yo nunca aceptaré algo que no es real, podría hacer que te arrepientas ahora mismo si no estuviera débil.

— ¿débil? ¿por qué? ¿por qué discutiste con JenHa? me alegra eso, porque significa que se está dado cuenta de lo repugnante que eres. — golpeó la pared lastimando sus nudillos y se levantó — y una cosa más.

— ¿qué? —dijo mientras se levantaba.

— quiero que tengas en cuenta que esto no es nada comparado a las ganas que tengo de golpearte. — susurró en tono amenzante para después entrar a su habitación y tirarse a la cama con una gran sonrisa.

La felicidad viene por el hecho de defender a Taehyung, porque una vez más pudo defender a su pequeño, a ese lindo chico que le alegraba los días y le tranquilizaba el alma.