13
Reencuentro con Paul, y aparición sorpresa de otra persona.
El regreso a Londres fue algo tranquilo durante el vuelo, aunque llegue mi y cansada a casa. Al llegar, mire a mi familia y amigos que me esperaban.
Sonreí ampliamente, y me puse a festejar con ellos, por lo que quede más cansada, y al terminó de la fiesta, llegue a mi habitación, me puse el pijama y caí en un sueño profundo de demasiadas horas junto con mis padres.
A pesar de que me levanté tarde y con algo de energía. Estaba sentada en una cafetería hablando con Julián, mi mejor amigo, de lo que había pasado durante la gira: las risas, las anécdotas, las nuevas amistades, incluso mi "relación" con Nikki Sixx.
Termine de contarle lo que pasó, incluyendo lo de ayer en el vuelo: estaba viendo una película con James que terminamos debatiendo acerca del tema de los extraterrestres. Tome un sorbo de mi café, y mire a Julián, quien tenía las manos en la sien mirando su café.
-Dua, no puedo creer... -hizo una breve pausa, y me miro-, otra vez. Es un idiota ese tal Nikki. No sabe de lo que se pierde.
-No me quejó, volvió con su esposa -comente un poco dolida por lo que había dicho-, y claro, espero que sea feliz con ella y sus tres hijos.
-No te desanimes -agrego este sonriendome-, sabes que allá afuera hay mejores que ese, como el tipo Vince, del que me hablaste. O Axl Rose, ¿no lo recuerdas?
Sonreí al escuchar esos dos nombres: Vince, quien se volvió mi mejor amigo durante la gira. Axl, un amigo con quien solía hablarle cada vez que me lo encontraba, o incluso, nos llamábamos a veces para hablar de X cosa
-Si, pero Axl tiene novia y Vince esposa y creo que una hija en camino -respondi suspirando un poco-. Todo a su tiempo. Por el momento, debo de superar a Nikki, no quiero una relación ahora.
-Yo sólo decía -Julian alzó sus manos inocentemente-, pero si, ya llegará alguien mejor. ¡¿Qué crees?! -exclamo contento y una sonrisa volvió a formarse en sus labios-. ¡Ya tengo novio!
- ¡Qué bueno! -dije de igual manera sonriendo-. Cuéntame todo.
Si, Julián era gay. Ese mismo día me contó todo acerca de su relación. Estaba muy feliz por el.
Pasaron alrededor de tres meses después de la despedida de Mötley Crüe y Los Ángeles. Y créanme, me ha costado y cuesta mucho superarlo.
Tal vez se preguntarán: ¿aún te comunicabas con Mötley Crüe? Si, hablaba aún con ellos. Con Vince era con quien hablaba más por teléfono. Durante todas mis llamadas, su esposa ya me reconocía, incluso ella me contaba cosas suyas; que hasta se oía a Vince de fondo quejándose. Con Mick era bromas, a pesar de que su novia era algo reservada; con el siempre hacia todo tipo de bromas y hablabamos de todo. Con Tommy era lo mismo que Mick, pero más bromas pesadas.
Colgue el teléfono después de una larga charla con Vince acerca de: "¿Cómo cuidar a un bebé?", debido a que su hija acababa de nacer, la bella Skylar. Grite de emoción por la noticia, aunque después fui callada por mi hermana, quien estaba estudiando para su examen.
A pesar de que ahora Vince entendía de que no podía ir a verlo (cuestiones familiares y me estaba dando un descanso por los cambios de horario que tuve durante la gira), pero un día de estos (antes de que fuera su bautizo) iría a ver a la pequeña.
En eso, se oyó como habían tocado la puerta. Frunci el ceño levemente, se me hacia raro que me hablarán a esta hora. Mire el reloj de la pared, faltaban veinte minutos para las ocho.
Fui a la ventana, mire por fuera y era nada más que Alex, una amiga. Suspire pesadamente, y abrí la puerta.
- ¡Dua! -exclamo, me saludo de beso y se ajustó más su chamarra de cuero. Era muy linda: ojos verdes, cabello ondulado color castaño claro, labios definidos, vestía un ligero vestido rayado con un abrigo y ligeros tacones negros-. ¡Vamos a un bar! Es que me quedé de ver con una persona y...
- ¿Quieres que te acompañe para que no estés sola en caso de que no aparezca tu Romeo? -pregunte irónica, y tome un suéter holgado con capucha del perchero. Cerré la puerta detrás mío-. ¿O que consiga un galán? Aún así, vamos, no tengo nada que hacer.
- ¡Gracias! -exclamo abrazandome rápido y camino rápido, mientras que yo la seguía a paso lento pensativa.
Llevaba el suéter, más unos jeans de mezclilla rectos y rotos; y unos tenis Nike blancos. Mientras escuchaba a la contraria su historia de como había conocido al tipo ese que era su cita; yo sólo estaba pensando en no entretenerme con nadie aún. La ruptura aún no la superaba a un nivel bueno, y mucho menos lo haría con alguien nuevo. Si tarde con Paul, me imagino con Nikki.
Llegando al bar "London & Beer", entramos, por lo que nos sentamos en la barra. El local era pequeño, pero con demasiada gente. Las paredes beige que hacían juego con la luz. Habían mesas de billas, mesas para tomar, un toca discos, mesas de apuestas, incluso a las once empezaban los bailes de ambos sexos en el tubo.
Pedí algo sencillo: un ligero tequila, mientras que mi amiga sólo miraba a los lados buscando a su Romeo, hasta que al fin sonrió.
-Ire a verlo, no me dejes -rio leve y se fue con su amado.
-Como digas -solte sin mirarla y tomaba lo último que quedaba de la bebida.
Ladee mi cabeza a un lado, estaba aburrida. Deje mi dinero en la barra, estaba apuntó de irme cuando en eso oí la voz de mi ex.
- ¡Dua! ¡Qué agradable sorpresa! -grito Paul y nos saludamos de beso- ¿Qué te trae por aquí?
-Vine a acompañar a una amiga, y yo me voy porque tengo mejores cosas que hacer -menti tratando de no hablarle tanto, y más por la vergüenza que pase meses atrás.
-Espera -me tomo del brazo y me miro con ojos de perrito-, tengo que hablar contigo.
Suspire levemente, y le hice la señal con la mano de que me siguiera. Pase por la gente sin problemas, hasta llegar a la puerta trasera del local. Salí de este, y baje las escaleras que daban al pavimento y un callejón con una salida, aunque tenía una reja con la puerta abierta.
Mire detrás mio, y vi a Paul sonriente. Me cruce de brazos y hable.
- ¿Qué quieres tratar?
-Pues... -miro al cielo oscuro, y después a mi-, ¿me darías otra...?
-No -interrumpi mirándolo con seriedad.
-Dua, por favor -rogo el contrario mirándome y se acomodaba su cabello-, ya han pasado dos años, y ¿aún sigues sin perdonarme?
-Si te perdono, pero eso no quita que sólo me quisiste para un rato. Aparte, estoy superando una ruptura, aún no quiero a nadie a mi lado.
-Bien -Paul bajo la mirada y río de manera escalofriante, algo que nunca había escuchado en mi vida-. Lo haré por la mala.
Fue rápido para ser verdad. Me tomo bruscamente de las muñecas y me acorralo contra la pared. Forcejeaba el soltarme de su agarre, pero sólo me lleve que me apretara más mis muñecas.
- ¡Sueltame! -grite tratando de patearlo, pero era inútil.
- ¡Trate de hacerlo por las buenas, aunque veo que querrás hacerlo por las malas! -sonrio de una manera que nunca pensé verlo tan malo. Acercó su lengua, y comenzó a lamer mi mejilla hasta llegar a mi cuello.
Sin embargo, aproveche para darle un cabezazo, provocando que me soltara y se tocará la nariz sangrante. Aproveche ese momento para correr a la reja, pero me volvió a jalar del brazo haciendome caer al suelo.
- ¡¿Crees que te ibas a librar de mi, Dua?! -grito muy enfadado, mientras yo estaba a rastras y retrocedía en el suelo.
Llegué a la pared, trague en seco nerviosa. Aunque se escuchó un silbido detrás de nosotros.
- ¿No te enseñaron modales, o por lo menos... -el extraño hizo una pausa, y tomo del hombro a Paul haciendolo ver, y era la persona que me extraño ver en Londres: Nikki-, No tratar así a una dama?
Sin dolor, le golpeó fuertemente, haciendo caer a Paul. Me miro sonriendo leve, y me tendió la mano. La tome con gusto, y me levanté de golpe, sintiendo sus cálidos brazos rodeando mi cuerpo. Estaba a punto de llorar en su pecho, cuando en eso Paul se levantó.
- ¡¿Eso es lo que tienes, rockero de mierda?! -insulto haciendo una pose de pelea.
-Yo me encargo -dijo Nikki haciendome para atrás con una sonrisa divertida-. Nadie toca a mi chica.
Se abalanzó hacia Paúl, y esquivó sus golpes, cuando aprovechó para darle dos en la mejilla, y otro en su mentón. Sin embargo, estuvo desprevenido y recibió uno en su rostro.
- ¡Nikki! -exclame preocupada para acercarme a el, y tratar de pararlo.
El sólo sonrió, y empezó a golpear a Paul, incluso le dio un cabezazo dejandolo inconsciente en el suelo. Se volteó para mirarme sonriendo, pero sólo lo empuje levemente.
- ¡¿Estas loco?! -mire a Paul inconsciente y sangrante en el suelo, por lo que agarré una botella de cerveza vacía, y se la puse en su mano.
- ¡¿Así me agradeces?! -exclamo provocando que volteara a verlo, mientras un trueno sonaba entre nosotros.
-Para empezar, ¿que mierda haces aquí? -pregunte comenzando a sentir la lluvia que caía sobre nosotros, pero vi algo que me preocupo más: el labio del azabache comenzó a sangrar, al igual que su nariz.
Me acerqué a el rápido antes de que contestará, y le puse un papel rápido antes de que hablará.
- ¡¿Dónde estás durmiendo?! ¡Tengo que curarte ese labio -lo tome de la mano, y lo jale bruscamente hacia afuera conmigo, cuando vi una motocicleta Harley Davidson recargada en la pared- ¡Más te vale llevarme a tu hotel para que pueda curarte ese labio y tal vez, esa nariz!
-Como digas, bonita -rio leve, y se subió en la motocicleta. Me subí detrás suyo, y me paso el casco de esta misma. Me agarre de su cintura para no caer, hasta que se escuchó que arrancó el motor de esta, y desapareciamos del lado trasero del bar, siendo empapados por la lluvia.
¿Qué querría el bajista?
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