Madre e Hijo
Narro yo
Hablan los personajes
Susurros
(Pensamientos)
-acciones-
Lentamente los ojos de Hiroki Mori se abrieron, despertándose después de una buena y reconfortante noche de sueño, lo suficientemente buena como para sanar las heridas...demasiado bueno para ser verdad.
El pelirrubio se levantó sin complicaciones, era demasiado extraño, pero...no le dolía para nada el cuerpo, era inquietantemente normal las sensaciones que tenía en ese momento.
Podía presentir que algo no estaba bien, sus instintos le pedían que corriera, que saliera lo más rápido que podía de ese lugar, que si no lo hacía se arrepentiría después.
Con algo de temor, encendió las luces...y el horror comenzó
La respiración del rubio se empezó a descontrolar, sus temblorosas manos se dirigieron a su cabeza, agarrándose a sí mismo con desesperación, trato de aplicar el viejo y muy cliché truco de pellizcarse para tratar de despertar de un sueño, o este caso una pesadilla para él, pero no...no funciono, esta era la realidad.
El chico cayó al suelo ante el peso de su desgracia, quedando en pose fetal mientras solo podía temblar y balbucear cosas incoherentes. Había despertado en el lugar en el que menos quería estar, aquel infierno del que escapo con coraje y un poco de sentido de supervivencia, su vieja casa.
Todo era como lo recordaba, esa habitación tenía todo en su lugar antes de que se fuera, su escritorio, su armario, su poster y demás cosas decorativas, pero sobre todo...estaba esa asquerosa cama, ese lugar nauseabundo donde perdió a su madre y surgió una mujer que lo despreciaba desde lo más profundo de su ser, todo esto era demasiado para el joven...demasiado para cualquier mente débil.
El suelo pulcro y tapizado no tardó mucho en ser cubierto por la putrefacción de su propio vomito, vomito que no paro de salir hasta que el chico quedo con el estómago completamente vacío, él solo lloraba, lloraba y lloraba a mares, rezándole a dios o a cualquier ente benevolente para que le brinden un poco de compasión, o en un mejor caso...que lo maten y acaben con su sufrimiento.
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Después de minutos de agonía, el chico se levantó hacia el baño, con la intención de limpiarse la suciedad, aún había pánico en su ser, pánico de encontrarse con cualquiera de los responsables de sus desdichas, pero al fin y al cabo...¿Qué podía hacer un inútil como él contra ellos? Si alguna vez tuvo la oportunidad de competir y ganarle a ese estudiante transferido, era única y exclusivamente por esos poderes, por esa bendición que le cayó del cielo y lo saco de ese abismo oscuro en el que estaba.
Miro sus propios brazos, habían vuelto a hacer los brazos débiles e inútiles de antes, brazos tan poco varoniles que parecían los de una niña dulce y refinada, característica que también tenían sus piernas.
En un lamentable intento de recuperar las esperanzas, de creer que nada era falso, este trato de disparar una telaraña de sus muñecas, fracasando miserablemente, como era típico en el.
Todas esas vivencias, amistades, enseñanzas, y demás cosas...¿Todo fue una mentira? Un sueño o quizás un método de defensa que creo su cerebro ante todo ese tormento por el que estaba pasando.
¿Él siendo un héroe que salvaba a las personas y que estaba por enfrentarse a un lagarto mutante? Eso solo sonaba como un mal chiste, este era el mundo real, donde esas cosas fantasiosas no existían.
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Cuando encendió las luces del baño y vio con más detenimiento su cuerpo, no le quedaron dudas. Su cuerpo era tan miserable y penoso como antes, toda parte de su ser sin excepción.
Hiroki: -mirando al espejo- así que esta es mi realidad...
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Luego de un largo y para nada relajante baño, nuestro protagonista estaba en su sala, sentado en uno de los muebles...
¿Qué estaba esperando? Ni él lo sabía...
Podía correr y huir, pero...¿A dónde iría? ¿Cómo sobreviviría? ¿Quién diablos le daría un lugar para quedarse o si quiera un trabajo a una aberración como él?
Pero quedarse tampoco no era una opción, aquellas personas que lo apuñalaron por la espalda no parecían tener el más mínimo ápice de arrepentimiento, si no fuera que su mentira salió a la luz, todas ellas hubieran seguido con la misma rutina que las tenia encantadas, quien sabe, hasta podrían hacer algo mucho peor que solo mandarle videos...
Esto ultimo hizo que se decidiera a hacer algo de una vez, con o sin poderes, no les iba a dar el lujo de que lo humillaran, el no era ese tipo de personas.
Pero antes de que pudiera hacer cualquier tipo de cosa, algo ocurrió que hizo que todos sus instintos se alteren nuevamente, un chirriante y agudo sonido de puerta abriéndose invadió el lugar.
Hiroki no lograba reaccionar de ninguna forma ante eso, no es que no le importara, simplemente su cuerpo no le respondía, como si una fuerza mayor lo estuviera controlando, quería gritar, correr o hacer cualquier cosa que no sea estar ahí, pero simplemente no conseguía moverse, aunque sea un misero centímetro de donde estaba.
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Tras la puerta apareció una figura masculina, considerablemente alta (1.84 metros) que contaba con un físico más que aceptable, pero lo que más resaltaba de esta persona eran dos detalles en específico, el primero era que poseía una cabellera rubia muy parecida a la de nuestro prota, el segundo era mas complejo de explicar que una simple cualidad física, aquel hombre trasmitía un aura de paz tan intensa que con su sola presencia consiguió eliminar todo el ambiente negativo que había en el lugar, llenando el corazón de Hiroki de una tranquilidad y seguridad que hace mucho tiempo no sentía.
Y hablando del menor de los Mori, este aún no se libraba de su asombro, no decía una palabra, tampoco hacia un gesto o expresión, completamente anonado solo observo como aquella figura se le acercaba, hasta que finalmente estaba en frente suyo, mirándolo con una sonrisa que no ocultaba ningún tipo de mala intención, una sonrisa genuina.
???: veo que ya te encuentras mejor...
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Hijo...
Hiroki: pa...pá.
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El padre del chico le dio un cálido y reconfortante abrazo a su hijo, un gesto que a cualquiera le hubiera hecho sentir felicidad, aunque en el caso de Hiroki se podría esperar que este se quiebre en llanto, después de todo estaba viendo a aquel familiar que perdió hace años, una perdida que le dio un objetivo claro que seguir en ese momento de su vida, entrenar y hacerse fuerte para ser el hombre de la casa.
Pero...algo no estaba bien, para nada bien y Hiroki lo sabía con certeza, el mundo no podía ser tan generoso con él.
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Hiroki: pa...papá...¿Dónde estabas? -pregunto con cautela.
P. Hiroki: Pues fui a trabajar, pero olvide algo en casa asi que me regrese, ¿Qué me dices tú, ya te recuperaste de la fiebre?
Hiroki: s-si...ya me recuperé...-dijo bastante incomodo- o-oye padre...¿Sabes dónde están mamá y mi hermana?
P. Hiroki: tú madre fue a visitar a una amiga suya y tu hermana está en la escuela, ¿Por qué lo preguntas?
Hiroki: po-por nada papa, solo era curiosidad -dijo con claras intenciones de ocultar la verdad.
P. Hiroki: Hijo... ¿En serio estas bien? No es normal que me hagas esa clase de preguntas, además que pareces angustiado.
Hiroki: Padre en serio estoy bien -dijo tratando de sonreír lo más sinceramente posible.
P. Hiroki: bueno hijo, te creeré, pero si tienes dudas o estás así por alguien que te este molestando, podemos hablar de ello cuando regrese del trabajo, recuerda que siempre estaré aquí para ti -dijo para darle un abrazo de despedida y luego caminar hacia a la puerta- trata de no hacer mucho esfuerzo, aun tienes que recuperarte.
Finalmente, el mayor se fue, dejando a Hiroki aún sin entender nada de lo que estaba pasando.
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Reencontrarse después de mucho tiempo con un familiar al que apreciabas mucho, para cualquiera hubiera sido motivo suficiente para ser un mar de llanto, el momento ideal para mostrar el lado frágil que todos de alguna u otra forma tratamos de ocultar, esto solo se intensifica si hablamos de alguien a quien creíamos muerto, pero todo lo dicho anteriormente estaba muy lejos de ser lo que sentía Hiroki Mori, había mas dudas que certezas en su cabeza, esto sumado a una sensación de incierto total, como si aquel escenario en el que estaba fuera algo no real, pero a la vez algo que ya vivió, todo era muy confuso, y el pelirrubio solo podía estar seguro de algo.
Hiroki: ese hombre...él...él no es mi padre...esto...esto no es real, es demasiado bueno para serlo...
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"Tienes razón..."
Hiroki: ¿QUIEN DIJO ESO? -pregunto exaltado.
"atrás tuyo niño..."
Para este punto, Hiroki no entendía ni lo más mínimo de lo que estaba pasando, primero despertó en su casa, luego perdió sus poderes, seguido de ese vio a su padre volver de la tumba ¿Y ahora se estaba viendo a si mismo?
¿Estaba en la realidad, en un sueño o en alguna especie de dimensión alterna? Estaba claro que no tenía una respuesta ante tal incógnita
Hiroki: pero...que rayos...tú...¿Tú eres yo?
Pero aquella visión de sí mismo no dijo nada, simplemente se le quedo viendo con una expresión para nada amigable
Hiroki: OYE TE ESTOY HABLANDO, ¿PUEDES AL MENOS RESPONDER?
Nuevamente recibiría silencio...
Hiroki: BIEN...¡TE HARE HABLAR A LA FUERZA¡
El rubio se lanzaría a golpear a su version "arácnida", pero no esperaba ser recibido con un fuerte codazo en todo el rostro que lo dejaría tumbado en el suelo
"siempre tan impulsivo e idiota, por eso lo pierdes todo..." -se acercó hasta donde estaba Hiroki y se puso de cuclillas- "tienes que cambiar esa actitud de una buena vez, no dejes que se repita..."
Hiroki: no entiendo...¿Qué estas tratando de decirme?
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"Ya es momento de que despiertes, Hiroki..."
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Hiroki: ¡AHHHHHHHH! -se levantaría de golpe, cayendo de la cama.
Abruptamente el chico pegaría un brinco que lo haría llegar al techo, quedando pegado en él, tratando de calmarse y respirar
Hiroki: e-estoy...¿Realmente despierto? -se preguntó a si mismo mientras volvía al suelo.
El pelirrubio arácnido dio un rápido vistazo por todo el lugar, viendo que estaba en el mismo departamento en el que había estado viviendo desde hace varias semanas, todo estaba en su lugar, incluido el retrato de su padre que tenía en su mesa de noche
Hiroki: -sentándose en el borde de su cama- ¿Qué fue todo eso...a que se refería con la última frase...?
Pero antes de que el rubio pudiera sentarse a reflexionar o analizar sobre el sueño que tuvo, sentiría un grave dolor por todo su cuerpo, cosa que haría que este casi se caiga al suelo, logrando agarrarse del borde al último momento
Hiroki: mi-mierda...definitivamente estoy en la realidad, me duele como el infierno -dijo mientras se recostaba nuevamente en su cama- ¿Qué hora es...? -se pregunto a si mismo mientras veía la hora, dándose cuenta de que eran las 4:30 am
Hiroki: aún tengo tiempo para llegar a la escuela, puedo relajarme un poco.
El chico solo cerro sus ojos, mientras trata de aliviar toda la tensión que tenia su ser, a la vez que ignoraba el dolor que tenia su cuerpo, aunque en su mente aún se repetían las últimas palabras que escucho.
"No dejes que se repita..."
Puede que solo sea algo sin ningún tipo de sentido, producto de lo que comenzó como una pesadilla espantosa y termino convirtiéndose en algo inusual, después de todo, no todos los días uno se ve a si mismo en sueños, ¿No?
Pero algo de lo que si estaba seguro es que no podía seguir huyendo de sus problemas, tenia que darle un cierre de una buena vez al asunto que lo venia inquietando desde hace buen tiempo
Hiroki: cámbiate el chip de una buena vez Hiroki -se dijo a si mismo mientras tocaba su cien- nunca me he caracterizado por ser un cobarde o timorato, no debo dejar que la situación me domine...no me gusta la idea de hablar con ellas, pero si no zanjo ese asunto lo mas pronto posible no podre estar tranquilo, y eso es lo que mas necesito en ese momento. No sé si realmente se arrepienten, dudo bastante de eso, pero al menos aclarar las cosas hará que me sienta mejor. -dijo para si mismo mientras se cubría con la manta.
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Tiempo después...
Nuestro protagonista había llegado a su escuela lo más rápido que pudo (obviamente balanceándose), se le había hecho tarde porque durmió de más y porque tuvo que ducharse como 7 veces para quitarse el olor a desagüe que tenía, al final termino entrando a su aula de forma estrepitosa, ganándose las miradas de todos
Hiroki: ¡PROFESOR DISCULPE LA TARDANZA!
Profesor: tarde otra vez joven Mori, se ha vuelto un mal habito suyo -recrimino con molestia.
Hiroki: lo siento en serio, es que me quede dormido y no escuche la alarma -respondió apenado, mientras agachaba la cabeza.
Profesor: pues espero que no ocurra de nuevo o me vere obligado a no dejarle entrar -menciono, en un tono autoritario.
Hiroki: s-si está bien, le prometo que no pasara...
Luego de idas y vueltas el chico por fin se liberaría de tensiones en la comodidad de su asiento, aunque notando que alguien no le quitaba la mirada de encima.
Hiroki: (¿Tomo...? ¿Por qué me mira de esa forma?)
Aunque para Hiroki no pasó desapercibido la mirada molesta e incesante de su amiga tomboy, este decidió ignorarlo momentáneamente, esperando al receso para poder hablar apropiadamente
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12:00 P.M, hora del almuerzo
Mientras los demás alumnos salían con felicidad rumbo al comedor, nuestro protagonista arácnido se acerco para hablar con la pelirroja, sin esperar que ella seria la primera en tomar la palabra
Tomo: Hiroki, ¿Qué rayos te paso? -pregunto con una mirada seria que intimido levemente al rubio.
Hiroki: eso mismo te iba a preguntar a ti, me estabas mirando bastante enojada...¿Hice algo malo?
Tomo: Hiroki...LITERALMENTE DESAPARECISTE A MEDIA CLASE SIN DAR SEÑALES DE VIDA, ¿CÓMO NO QUIERES QUE ME ENOJE? ADEMAS MIRATE, ESTAS MUY LASTIMADO, ¿ACASO TE PELEASTE CON ALGUIEN? -dijo mientras empezaba a sacudir al chico violentamente.
Hiroki: ¡Lo siento, lo siento! ¡Me salió una urgencia y tuve que irme lo más pronto posible! -respondió mientras empezaba a forcejear con la chica.
Tomo: ¿Y POR QUE RAYOS NO ME AVISASTE O CONTESTASTE MIS MENSAJES Y LLAMADAS? ¿SABES LO PREOCUPADA QUE ESTABA?
Hiroki: Tomo, si te tranquilizas prometo explicarte -dijo un tanto desesperado.
Tomo: ...Bien -dijo mientras dejaba de forcejear y cruzaba los brazos.
Hiroki: bueno, lo que paso fue...
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Hiroki: y eso sería todo, las heridas de mi cara me las hice al caer de las escaleras, pero no te preocupes que ya estoy bien. Lamento no haber dado señales de vida, se que te preocupas por mi y te lo agradezco.
Tomo: tsk...está bien, te creeré, pero por favor no vuelvas a hacer eso, con lo inestable que eres me preocupa que llegues a hacer alguna estupidez.
Hiroki: ¿Inestable?
Tomo: inestable mentalmente por lo que te hicieron esas tipas, no soy una experta en psicología, pero estoy segura que nadie queda 100% bien después de todo lo que te ha pasado, ¿Has considerado si quiera ir a terapia? -interrogo con un tono que desprendía seriedad y molestia pero que también expresaba una preocupación notoria.
Hiroki: yo...jamás pensé en eso, honestamente crei que podía cargar con mi dolor solo, pero...mentiría si dijera que no la he pasado mal -replico mientras mantenía la cabeza gacha- a veces quisiera que todo fuera como antes, no porque extrañe o quiera a esas mujeres de nuevo en mi vida, si no porque extraño la simplicidad del pasado, sin embargo soy mas que consciente que en este punto no hay marcha atrás, solo me queda avanzar y no parar -dijo mientras levantaba la mirada y mostraba una sonrisa- te vuelvo a dar las gracias, eres una buena amiga y créeme, realmente te has vuelto alguien muy importante para mí.
Tomo: no es necesario que me agradezcas o digas cosas cursis, es lógico que quiera ayudar a mi amigo -respondió mientras miraba al chico directamente a los ojos- Aunque haya prometido guardar silencio respecto a tu caso, si te veo mal o veo que intentas hacer alguna estupidez te llevare a terapia, si te niegas te llevare a base de golpes -menciono frunciendo el ceño.
Hiroki: Je, cuento con que lo hagas -dijo mientras extendía su puño y los chocaba con el de la pelirroja.
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Time skip, 5:00 PM
Nuestro protagonista se encontraba en un callejón, había estado patrullando por buen rato en búsqueda de encontrar al doctor Connors por algún lado, lastimosamente para su interés no pudo localizarlo, asi que decidió tomar una pequeña pausa y encargarse del otro asunto pendiente que tenia
Hiroki: -suspiro profundamente- no se si estoy listo para esto, pero debo hacerlo, no tengo de otra -pensó mientras terminaba de guardar su traje en su mochila.
Posteriormente a una breve caminata, el mas joven de los Mori estaba frente a la puerta de su viejo hogar, dispuesto a tener la confrontación verbal mas tensa de su vida
El chico se tocaría el pecho, sintiendo como su corazón latía muy rápido, dio otro suspiro largo y se dispuso a tocar la puerta
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Después de algunos unos segundos la puerta se abriría por nada mas ni nada menos que Kaede, quien al ver a su hijo, frunciria el ceño con desprecio y desdén, mientras que Hiroki solo pudo abrir los ojos con sorpresa, Kanako no le había mentido en lo absoluto, su madre si estaba esperando otro hijo
Kaede: Vaya, al fin te dignas en volver a tu casa y ver a tu madre.
Hiroki: esta ya no es mi casa y tu ya no eres mi madre.
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Hiroki: no he venido con la intención de discutir, solo quiero hablar seriamente, asi que te pido que me dejes entrar.
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Kaede: Bien, pasa...
Con lo dicho por la mayor, el chico procedió a adentrarse a la casa, notando como el lugar era un completo desastre, la suciedad residual era completamente repugnante, la basura reinaba por todo el suelo, a la par del olor nauseabundo que podía sentirse incluso desde afuera
Hiroki: (¿cómo puede vivir asi?) -pensó mientras se sentaba en uno de los sillones mohosos de la sala.
Si antes la emoción que predominaba en la mente del pelirrubio era una leve ansiedad, ahora la cosa había cambiado por completo, sentía ira, ira por ver como habían destruido una de las cosas que su padre les había dejado antes de morir, aun recordaba como su padre le contaba historias sobre como trabajo incesantemente para obtener los recursos para poder construir la casa, el hecho de que lo hayan convertido en un basurero para mantener sus orgias y vivir como ratas le hervía la sangre
Kaede: ¿Y bien? ¿De qué quieres hablar?
Hiroki: antes de empezar, ¿dónde está Kanako? Ella también tiene que ser parte de esta conversación.
Kaede: tu hermana no se encuentra ahora mismo. -respondió fríamente.
Hiroki: (Tsk...) bien, voy a ir directo al grano, ya debes saber que estoy enterado de todo el asunto de ustedes con Kokujin, solamente quiero hacer una pregunta...¿Por qué? Y no me des una respuesta vaga como que lo hiciste porque el era un verdadero hombre o por el tamaño de su miembro, quiero una respuesta lógica, una que justifique el hecho de haberme traicionado de esa forma tan cruel, de haberme mentido por mucho tiempo y sobre todas las cosas, de haber faltado el respeto a la memoria de mi padre, responde rápido Kaede. -dijo en un tono cortante, que lograba intimidar ligeramente a Kaede.
Kaede: ...desde que tu padre falleció mi vida se fue al traste, tuve que trabajar día y noche para mantener esta casa en pie, sin importar que tuve que sacrificar varios de mis deseos personales, pero eso no me importo en ese momento...porque tenia mis esperanzas puestas en ti. El día de tu nacimiento me impresiono la similitud que tenias con tu padre, sentía algo extraño en ese momento, pero lo deje pasar.
Kaede: Las cosas cambiaron el día que tu padre se fue en ese accidente, aquel sentimiento raro volvió, y aunque no supe con exactitud de que se trataba, con el tiempo logré descubrirlo...me sentía atraída por ti. Tú eras la copia exacta de él, tanto en tu apariencia como en tu forma de actuar, me hacías recordar muchas cosas del pasado, y creía que al igual que tu padre lo hizo en su momento, podrías sacarme del pozo sin fondo en el que estaba, si lo hacías te convertirías en el hombre de esta casa, y tomarías el rol que tu padre dejo, estando a mi lado para siempre.
Hiroki no pudo seguir escuchando de manera tranquila, no después de que su madre dijera algo así, se levanto abruptamente, las palabras que salieron de esa boca lo dejo en un estado de perturbación y asco total, cosa que su cara reflejaba a la perfección
Hiroki: ¡ESTAS COMPLETAMENTE ENFERMA! -grito con repudio- ¿ESTAS OYENDO LO QUE DICES? TODO LO QUE ME ACABAS DE DECIR ES UN DESEO ENFERMIZO DE COMETER INCESTO, ¡SOY TU HIJO MALDITA SEA! ¿SABES LO MAL QUE ESTA SENTIR ESAS COSAS POR MI?
Kaede lejos de sentirse culpable solo soportaba con fastidio los gritos del rubio, para ella esa impulsividad siempre fue algo que le desagradaba por completo, aquella característica era lo único que diferenciaba a Hiroki de su padre, según ella
Kaede: por favor Hiroki, no te hagas el inocente conmigo ¿Crees que no note como mirabas mis senos o como te ponías cuando Kanako salía de la ducha? Aquí yo no soy la única degenerada -dijo tranquilamente, sin ningún tipo de pertubacion.
Hiroki: no me jodas, ¡NI SIQUIERA ES LA MISMA SITUACIÓN! no voy a negar que si me sentía nervioso al estar cerca de ustedes, pero eran las malditas hormonas adolescentes, jamás hubiera intentado algo contigo o con Kanako, no tiene punto de comparación CON LITERALMENTE UNA MADRE SINTIENDO ATRACCIÓN POR SU HIJO MENOR DE EDAD Y QUERIENDO QUE UN FUTURO ESTE TOME EL ROL DE SU PADRE, ¡ESO ES ENFERMIZO LO MIRES POR DONDE LO MIRES!
Kaede: ¿Puedes dejar de gritar y comportarte como un adulto? Solo pareces un niño berrinchudo que hace escandalo porque las cosas no le salen como quiere -dijo ya bastante fastidiada por la actitud del rubio.
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Hiroki: 15 años...solo tengo 15 años...¿Y me pides que me comporte como un adulto? -pregunto con confusión en su voz- no te entiendo en lo absoluto, tú no eras asi, ¿qué diablos te ocurrió?
Kaede: si me dejas hablar te daré la respuesta.
El chico lo pensó un poco, sabía que gritando o poniéndose violento lograría nada, así que tragándose su propio enojo, decidió acatar la orden de la mayor
Hiroki: ...bien, habla rápido para poder largarme de aquí. -respondió mientras se sentaba nuevamente.
Kaede: Bueno, siguiendo con lo que decia, yo tenia esa idea en mi mente, pero las cosas tomaron un rumbo distinto cuando llego Kokujin a mi vida, fue una noche cuando salí a un bar, el estaba ahí, y desde un primer momento su presencia me atrapo, se veía fuerte, intimidante, pero a la vez jodidamente atrayente, no tardo mucho en acercarse a mi y empezar a cortejarme, y como cualquier hombre que valga la pena logro seducirme en poco tiempo, lo demás te lo dejo a la imaginación. Luego de esa noche me sentí horrible, sentí que le había faltado el respeto a la memoria de mi esposo, viví con remordimiento por bastante tiempo, hasta que llego ese día...-dijo mientras sus mejillas se ruborizaban levemente- el día que me entere que habías sido golpeado por un extranjero con tanta facilidad, que hizo que todas mis expectativas que tenia de ti se desmoronaran, ¿De qué te sirvió entrenar tanto, para supuestamente protegernos, si al final un tipo con pura fuerza física te humillaría fácilmente? Y cuando él llego a esta casa...solo diré que vino para reclamar lo que por derecho le pertenecía, después de eso y con cada vez que Kokujin y yo teníamos intimidad me fui olvidando de todo sentimiento amoroso que tenia hacia ti y hacia tu padre, inclusive el lazo umbilical que teníamos fue reemplazo por un piercing que demostraba mi devoción hacia él, ¿Querías oír una respuesta de porque preferí ser la mujer de Kokujin antes que ser tu madre? Pues ahí la tienes, no hay mas cosas que pueda decir.
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Con cada palabra dicha por aquella mujer, la ira de Hiroki poco a poco fue disminuyendo por raro que parezca, y es que el chico se cuestionó si realmente valía la pena discutir o si quiera tratar de razonar con alguien que estaba en un estado tan desconectado de la realidad, creyendo que lo que decia justificaba sin ningún problema sus acciones y que bajo su perspectiva, no estaba haciendo nada malo, quizás, él también tenía una imagen idealizada de Kaede, quizás y su madre jamás fue tan buena como el creía, eso pensamiento solo empeoro cuando vio el rostro de aquella mujer, un rostro que no mostraba ni un miserable ápice de arrepentimiento, eso hizo que por fin reconociera algo que no había querido aceptar en mucho tiempo, la mujer que tenia en frente no estaba sana mentalmente
Hiroki: -suspira pesadamente- en pocas palabras...mi padre cometió un error al emparejarse con una ninfómana -dijo sin ningún tipo de reparo en sus palabras.
Kaede: ¿Qué cosa has dicho? -pregunto molesta.
Hiroki: Lo que oíste, es lo que me diste a entender con tus palabras, tu jamás me amaste, solo amabas el hecho de que me parecía a papá, pero en cuanto esa imagen idealizada que tenias se derrumbo no lo pensaste dos veces y me desechaste como si fuera un miserable juguete roto que ya no te satisfacía, aunque estoy empezando a cuestionarme si alguna vez amaste a alguien de corazón o solo fingías sentir amor para compensar algún tipo de vacío interno. Ahora que lo analizo con detenimiento, tú no eres una puta como yo creía, ya no siento odio o desprecio por ti, porque ahora te miro y solo puedo ver a alguien que esta mal de la cabeza y que necesita ayuda psicológica con urgencia, eres solo una pobre, enferma y triste mujer solitaria que será desechada en cuanto tu amo se aburra de ti o consiga a alguien mejor, si es que no cambias tu futuro claro.
Kaede: ¡KOKUJIN NO ME ABANDONARA, EL SE COMPROMETIO CONMIGO, VAMOS A TENER UN HIJO Y SEREMOS UNA FAMILIA FELIZ!
Hiroki: realmente eres muy ilusa si crees que eso pasara, Kokujin podrá ser todo lo que tu quieras, pero sigue siendo un adolescente, nadie a esa edad piensa seriamente en compromiso o en formar una familia siendo tan joven, siento lastima, pero no por ti, si no por ese niño que tienes en tu vientre, dime una cosa...si ese niño resulta ser diferente al troglodita de su padre y se vuelve alguien de buenos valores, que no le gustan las peleas y no es bueno en ellas ¿También lo desecharas como a mí? O peor aún, ¿Qué pasa si es mujer? ¿Dejaras que la traten como una puta? No creo que te afecte mucho la verdad, después de todo ya haces eso con Kanako.
Kaede: cállate...
Hiroki: O en un escenario más bizarro y asqueroso, ¿Serias capaz de dejar que ese enfermo toque a su propia hija? ¿A tu propia hija...? Porque si fue capaz de destruir una familia solo por pura diversión o por cumplir sus retorcidos deseos, no creo que no llegue a rebasar los limites de la moral y cometer uno de los pecados mas atroces en la historia de la humanidad.
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Hiroki: ¿no dirás nada? -Kaede solo mira hacia abajo sin articular una sola palabra- sabes, a veces siento miedo por el rumbo que esta tomando este país, las personas hoy en día no son mas que idiotas con deseos mundanos que satisfacer, dándole nula importancia a las consecuencias o a los daños y repercusiones que puedan generar, eso me hizo creer que todo está perdido, que nada valía la pena y que lo mejor que podía hacer es huir a otro pais y comenzar de cero
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Hiroki: pero no, si solo me hundiera en esa creencia me convertiría en parte del problema, y yo prefiero ser parte de la minoría que quiere hacer un cambio, no solo con palabras, si no con acciones, porque creer que todo el mundo es malo y que por eso tenemos el derecho de ser parte de eso, es estúpido. Somos lo que elegimos ser, y siempre podemos elegir hacer lo correcto. -dijo mientras le daba una última mirada, ya no de odio o de desprecio, si no de compasión y lastima- yo creo que todos merecemos una segunda oportunidad, pero solo si estamos dispuestos a cambiar y ser mejores, tristemente no veo eso en ti, no lo ví antes y honestamente dudo verlo en un futuro, así que hasta que no demuestres lo contrario será mejor que nuestros caminos se mantengan separados.
Hiroki después de decir aquello, se levantaría del sofá y caminaría hacia la puerta, todo mientras la mirada atónita e iracunda de Kaede no se le despegaba de encima
Hiroki: me voy, aunque aún tenga asco por las cosas que me has contado, tengo la mente despejada y el corazón en calma, y te agradezco, por mostrarme que camino no debo tomar, y que tipos de personas son las que quiero y no quiero a mi lado. -exclamo para finalmente cerrar la puerta he irse.
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Kaede: mocoso de mierda, esperare con ansias el día en el que por fin pueda destruir tu estúpida voluntad, solo espera, espera y veras como toda esa palabrería no te servirá para nada.
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Time skip, 5: 32 PM
El rubio arácnido se encontraba saliendo de un supermercado, había comprado varia comida enlatada y algo de ramen instantáneo
Hiroki: (se que esto no es lo mas nutritivo y sano del mundo, pero con el poco dinero que tengo mas el hecho que no tengo donde cocinar, no me deja más opción que tomarlo) -dijo para si mismo mientras se colocaba los audífonos para ir entretenido en el camino.
Hiroki: (escuchar música realmente me es de mucha ayuda, me relaja y me hace olvidar las cosas malas por momentos)
Nuestro protagonista iba a continuar rumbo a su departamento si no fuera que logro divisar a una mujer teniendo problemas para cargar varias bolsas, no estaba muy lejos de el, así que no le costaba ayudarla con las bolsas
Hiroki: disculpe señora, déjeme ayudarla con sus compras -dijo mientras la ayudaba a levantar algunas cosas que estaban tiradas en el suelo.
???: Eres muy amable jovencito -dijo mientras le daba una sonrisa cálida al pelirrubio- mi casa no esta muy lejos de aquí, así que el camino no será muy largo.
Hiroki: no se preocupe, después de todo me gusta ayudar -respondió mientras le devolvía la sonrisa y seguía caminando.
Transcurridos unos 16 minutos, tanto la mujer mayor como el pelirrubio habían llegado a la casa de la primera mencionada, a pesar de que el camino fue breve, la mayor le hizo bastante charla al rubio, cosa que le incomodo un poco, ya que no estaba acostumbrado a que alguien de esa edad le hablara como si de un amigo se tratase, peor si le hacía varias preguntas.
Aun así por pura cortesía y respeto, decidió mantenerse amable y responder a todo adecuadamente, después de todo una parte de él aún seguía siendo sociable y extrovertida
Pero volviendo al asunto central, Hiroki ahora se encontraba dejando las compras en la cocina de la casa, un lugar que le pareció bastante humilde, pero a la vez bastante ordenado y limpio
Hiroki: Bueno señora, eso sería todo.
???: te lo agradezco enormemente muchacho -menciono mientras rebuscaba en su bolso para posteriormente sacar unos 250 yenes- ten, se que no es mucho, pero es lo poco con lo puedo recompensarte.
Hiroki: No es necesario señora, lo hice de forma desinteresada.
???: insisto, por favor acéptalo o me sentiré mal.
Hiroki: -dudando un poco- (ahora que vivo solo ese dinero me puede ser de ayuda...) esta bien, pero si alguna vez la vuelvo ayudar no aceptare que me recompense con dinero -menciono mientras sonreía un poco.
???: jejeje, esta bien jovencito, si nos volvemos a encontrar en esa situación, te recompensare de otra forma.
Hiroki: no es necesario, pero si esta bien con eso no me negare.
???: por cierto, si no te molesta decírmelo, ¿Cuál es tu nombre? El mío es Lyra Miller, un gusto conocerte.
Hiroki: encantado de conocerla Miller-san, mi nombre es Hiroki, Hiroki Mori.
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Lyra: Hiroki...¿tu nombre es Hiroki Mori...?
Hiroki: mmm...si, ¿hay algo malo con eso? -pregunto un tanto confuso al ver como la expresión facial de la mujer cambio drásticamente- señora se encuentra bie...-no terminaría de hablar cuando su sentido arácnido le aviso de un peligro, pero al no reaccionar a tiempo recibiría de lleno en el rostro una cachetada.
Hiroki: ¿Qué rayos le ocurre Miller-san? -pregunto mientras se sostenía la mejilla.
Lyra: no finjas que no sabes que pasa, tú eres el delincuente que ha estado molestando a mi hijo, y que lo mando al hospital -recrimino furiosamente.
Hiroki: ¡pero si apenas la conozco, ni siquiera se quien es su hijo!
Lyra: ¿te suena el nombre de "Kokujin"? el mismo chico al que apalizaste solo porque defendió a su novia de que la acosaras sexualmente.
Hiroki: ...dijo...¿Qué su hijo se llama Kokujin? -pregunto totalmente perplejo.
Lyra: así es...¿Por qué me ves con esa expresión de lastima en tu cara? -pregunto mientras no baja la guardia en ningún momento.
Hiroki: ...
Hiroki: señora...yo...no sé cómo decirlo sin que se lo tome a mal, pero...su hijo le ha estado mintiendo.
Lyra: ¿Eh? ¿A qué te refieres con que me ha estado mintiendo? Será mejor que te expliques de una vez si no quieres que te golpee -dijo mientras agarraba una sartén que estaba por la mesa de la cocina.
Hiroki: Pues vera, su hijo en realidad es él que ha me ha estado molestando, él me dio dos palizas realmente graves, una de ellas me mando al hospital y en la otra me dejo amordazado en un taburete.
Lyra: eso no es verdad, mi hijo jamás haría algo así, él es un chico bueno, tú debes estar mintiendo.
Hiroki: señora, no voy a negar que fui yo el que mando al hospital a su hijo, pero créame que tuve mis motivos (mierda...le voy a romper el corazón al decirle esto) su hijo trato de abusar de mi amiga, yo solo la defendí y por eso lo golpee...no, en realidad no solo fue por eso, Kokujin ha estado haciendo mi vida un infierno, se metió con mi novia, mejor amiga, hermana y madre, por su culpa ellas me desprecian y me tachan de inútil, esa es la verdad. -dijo en el tono más compasivo que podía mostrar.
Y como se han de esperar, toda esa información cayo como un balde de agua en la mente de la pobre mujer, quedando horrorizada por los hechos que describió el pelirrubio, pero lo peor del asunto es que ella no dudaba de la veracidad de los hechos, simplemente porque sabia de quien pudo influenciarse para hacer todo eso, después de todo, ella estaba casada con alguien que era capaz de realizar y aprobar esa clase de practicas repugnantes y pecaminosas. Al final, la pobre mujer solo quedo ahí, sin mover ni un solo musculo o articular alguna palabra, como si todo su mundo y por lo que vivía se hubiera quebrado...por aquella persona que ella misma dio a luz.
Lyra: por favor, dime que mientes, dime que solo estas diciendo mentiras para poder salir bien de esta situación, no puede ser que mi hijo sea un enfermo capaz de desgraciarle la vida a alguien solo por diversión. -dijo en un tono quebrado mientras caía al suelo y se agarraba el rostro con desesperación.
Hiroki: lo lamento...hubiera querido no ser yo el que se lo diga, pero si no me cree...tengo una forma de probar que no miento.
Lyra: y...¿Cómo harías eso? -pregunto mientras miraba desconsoladamente al chico.
Hiroki: lo único que debe hacer es rebuscar en la habitación de su hijo, el siempre me enviaba de forma anónima videos porno en los que participaban mis conocidas con él, es la única forma en la que puedo demostrar mi honestidad.
Con alguna de dudas y aun con el alma partida en mil pedazos, Lyra decidió levantarse y dirigirse hacia la habitación de su hijo, Hiroki la acompaño de cerca, el realmente quería irse de lugar, pero sentía que necesitaba ayudar a esa mujer, porque estaba apunto de quebrarse mas de lo que ya estaba
Lentamente y con algo de temor, giro el picaporte de la puerta hasta abrirla por completo, notando como aquella habitación era un desorden total, ropa regada por todas partes, varias bolsas llenas de basura en cada esquina, y lo peor...la habitación emanaba un desagradable olor a sudor y fluidos
Lyra: (¿Es por esto que no me dejaba entrar en su habitación?) -pensó consternada.
Ella no era idiota, sabia a la perfección lo que significaba que ese hedor abunde en el lugar, cosa que solo le perturbaba mas al saber que quizás, y solo quizás, su hija menor estuvo expuesta a eso todo este tiempo
Sin ganas de perder mas el tiempo, la mujer empezó a rebuscar por todos los lugares posibles, primero empezó por los cajones de la mesa de noche, encontrando varias cajas de condones, pero no lo que realmente le interesaba, luego siguió por el armario, encontrando solo ropa y nada mas que eso, vio debajo de la cama, en el escritorio, incluso debajo de la alfombra, pero nada. Por un segundo estuvo a punto de recuperar la fe de que su primogénito no fuera todo lo que aquel chico de cabellera rubia le dijo, lastimosamente a su mente le llego una idea mas donde podía estar esa evidencia
Con las manos temblorosas se dispuso a levantar el colchón de la cama, encontrándose con una desagradable sorpresa
Lyra: OH DIOS NO, NO POR FAVOR, N-NO...
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Nuevamente cambiamos de escenario, ubicándonos en la sala del hogar, donde se encontraba Lyra mirando fijamente a la pantalla de una laptop, lo había visto todo, sin saltarse al más mínimo detalle, lagrimas caían de su rostro en una paralela e irónica similitud de como todo su mundo se estaba o quizás ya se había derrumbado, describir el estado anímico de esta mujer no es fácil, aunque había alguien que si comprendía a la perfección el sentir y el dolor de la mujer
Hiroki: realmente lo lamento señora Miller, se que no es fácil y créeme que entiendo mejor que nadie lo que debe estar sintiendo. -dijo mientras se acercaba y ponía su mano en el hombro de la mayor.
Lyra: no te disculpes, niño -dijo mientras se limpiaba las lágrimas- aquí la culpable soy yo, por no darme cuenta de las claras señales.
Hiroki: no tiene que cargar con la culpa, yo tampoco noté las señales por mucho tiempo, y cuando lo hice fue demasiado tarde, no pude salvarlas de si mismas -dijo mientras apretaba fuertemente su puño.
Lyra: tú no le entiendes, yo realmente pude haber hecho algo para cambiar las cosas, hay algo que no sabes sobre mi hijo y su forma de actuar, el realmente es así por su padre.
Hiroki: ¿Su padre?
Lyra: Todos los actos horribles, y las estupideces racistas sobre la raza superior, las aprendió de su padre, el es exactamente igual o peor que mi hijo. Fui estúpida e ilusa, me mantuve con el solo porque no quería que mis hijos crecieran sin un padre, me prometió que no le enseñaría nada de esas cosas a nuestros hijos, que seria un buen ejemplo...pero me mintió...me vio la cara de estúpida todo este tiempo, por eso es mi culpa...mi culpa -dijo débilmente mientras se levantaba de la silla y caminaba vagamente.
Hiroki: Señora que esta...-no pudo terminar de hablar cuando vio a la mujer ponerse de rodillas en el suelo e inclinarse hasta que su frente toque el suelo.
Lyra: no se mucho sobre la cultura de este pais, pero por lo poco que se, esta es la forma que tienen ustedes de mostrar cuan arrepentido están, así que nuevamente te pido que me perdones por las acciones de mi hijo, mancho tu honor y el de tu familia, estoy dispuesta a hacer cualquier cosa que me pidas en compensación -replico mientras que en ningún momento despego su cabeza del suelo.
Hiroki: Se-señora realmente no es necesario que haga eso -menciono bastante incomodo- no soy tan tradicionalista como para que me gusten ese tipo de gestos, de hecho siempre tuve problemas por actuar diferente a lo usual jejeje -dijo mientras se rascaba la nuca- y tampoco es necesario que me de algo para compensar los daños, lo diré nuevamente y espero que lo entienda, usted no tuvo la culpa de nada, Kokujin no es un ningún niño que no sabe lo que hace, por mas influenciado que pudo haber estado de su padre, nadie lo obligo a hacer todo eso. -dijo mientras ayudaba a la mujer a levantarse.
Lyra: entonces...¿No me guardas rencor? -pregunto con curiosidad.
Hiroki: no tengo motivos para hacerlo, mis problemas no son con usted -dijo mientras le daba una cálida sonrisa a la mujer.
Lyra: Hiroki...realmente eres un buen chico, tienes un corazón de oro -dijo mientras se sentaba en el sofá y suspiraba, tratando de procesar todo de una mejor forma- entonces, si todo esta bien entre nosotros, ¿podrías hacerme un favor?
Hiroki: si claro, ¿de qué se trata?
Lyra: realmente necesito tu ayuda para hacer algo que debí hacer hace mucho tiempo...-dijo mientras se secaba las lágrimas.
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Time skip, 7:20 PM
La sala de la familia Miller se encontraba en un silencio sepulcral, Tanto Hiroki como Lyra esperaban con paciencia la llegada de aquellas dos personas no deseadas, cuando la puerta se abrió la mayor no tardo nada en levantarse y caminar hasta estar frente a frente con aquellos dos hombres, quienes quedaron consternados por la seriedad con la que habían sido recibidos
Hiroki veía todo el escenario a lo lejos, bastante sorprendido por el parecido físico que tenía el bully extranjero con su padre, la única diferencia es que el adulto era notoriamente mas alto y definido que su hijo, debía admitirlo, en un escenario donde estén en igualdad de condiciones, sería una tarea titánica ganarle una pelea
Y sobre Kokujin ya no tenia nada que opinar, toda esta situación había llegado demasiado lejos, y temía que terminara en un conflicto legal, no porque tuviese algo que perder, si no porque era demasiado desgaste anímico y mental por el que no estaba dispuesto a pasar
Aunque estaba más que sorprendido al ver como aquel tipo no parecía inquieto en lo más mínimo, honestamente se esperaba una reacción brusca, como que tratara de golpearlo o lo insultara, pero no ocurrió nada de eso, era tan antinatural que hasta le dio un ligero escalofrió
Lyra: qué bueno que por fin lleguen, tenemos que hablar muy seriamente, en especial contigo hijo -dijo para luego proceder a darle una cachetada con toda su fuerza, dejando una marca notoria en su rostro, a la vez que este quedaba en shock.
Kokujin: p-pero, ¿PERO QUE DIABLOS TE SUCEDE MADRE? -Pregunto exaltado mientras se sobaba la mejilla, pero solo terminaría recibiendo otra cachetada que genero una tanda de otras 5, una mas fuerte que la otra, aunque todas reflejaban por igual el mismo dolor e ira de una madre herida.
Lyra: dime ¿Por qué? ¿Qué fue lo que hice mal?
Kokujin: madre yo...
Lyra: ¡Y NO TE ATREVAS A MENTIRME O FINGIR QUE NO SABES NADA! -grito, impactando a tanto a Kokujin, como a su padre que miraba todo desde atrás, era la primera vez que la veían en un estado que no fuera dócil y sumiso- si este chico esta aquí, sabes perfectamente porque estoy molesta -dijo mientras señalaba a Hiroki- quiero oír que tienes para decir.
Pero el afroamericano no dijo nada, simplemente agacho la cabeza con vergüenza, lo habían descubierto por fin, y aunque para sus adentros maldecía la situación y maldecía que el inútil, según él, de Hiroki se haya atrevido a delatarlo, no estaba tan loco como para atentar contra su madre, hasta él tenía sus límites, aunque eso para nada lo convertía en un buen hijo, o eliminaba de alguna forma sus pecados.
Mientras tanto nuestro protagonista solo seguía observando, atento para actuar en caso las cosas se descontrolasen. De alguna forma u otra le resultaba satisfactorio todo esto, aunque la lástima que sentía por Lyra no le permitía disfrutar de la situación por completo.
A pesar de todo eso, había algo que lo estaba inquietando desde hace unos segundos, sentía que no le quitaban los ojos de encima, y cuando se fijo a su alrededor, noto como aquel hombre de gran estatura no le quitaba la vista de encima, ni aunque supiera que Hiroki sabia que lo estaba viendo, por el contrario, esto solo lo hizo sonreír de una forma completamente repulsiva, como si se estuviera burlando de él.
Pero volviendo con el conflicto principal, Lyra tenia las manos completamente entumecidas, al no recibir ningún tipo de respuesta por parte de su hijo, dejo que la ira la dominara y digamos que le dio la paliza tradicional latinoamericana a su primogénito
Lyra: LO UNICO QUE QUERIA ES QUE TENGAS UNA VIDA MEJOR QUE LA QUE TUVE YO, ME ESFORCE AL MAXIMO PARA DARTELO TODO...¿Y ASI ME LO PAGAS?
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Kokujin: Nunca te pedí que lo hicieras -respondió con un tono de voz frio y cortante.
Ese fue ultimo golpe, al ya pobre y lastimado corazón de la mujer, quien solo atino a limpiarse las lágrimas que salían a mares de sus cuencas
Lyra: Bien, si así van a ser las cosas, quiero que le pidas perdón de rodillas a Hiroki, y luego de eso te llevare a un internado, para que reformes tu actitud, podrás haber hecho muchas cosas malas, pero sigues siendo mi responsabilidad.
Kokujin: Tsk...no pienso hacer nada de eso -dijo mientras no dejaba de mirar hacia abajo.
Lyra: si no lo haces...te echare de la casa.
Kokujin: ¿EH? TU NO PUEDES HACERME ESO, ¡SOY TU HIJO!
Lyra: y por que eres mi hijo quiero lo mejor para ti, pero si no accedes a mi petición, tendré que tomar esa decisión, aunque mi corazón se rompa en mil pedazos, así aprenderás lo complicado que es la vida en la calle, sabrás lo duro que es trabajar y podrás por fin ser un hombre de verdad. Y en cuanto a ti...-dijo mientras señalaba con desdén a su marido- No tengo forma de expresar todo el resentimiento y odio que te tengo, hiciste mi vida un infierno desde que nos casamos, la única razón por la cual no te grito todas tus verdades, es por respeto a Hiroki, no quiero volver a verte más, quiero el divorcio, y ni siquiera pienses en que te daré la custodia de nuestra hija, me has demostrado que aparte de mala persona eres un padre horrible, así que mejor apresúrate en empacar tus cosas, porque si no Hiroki te sacara a patadas.
El mencionado ya estaba tronándose los puños, preparado para tener que pelear en caso ese tipo se pusiera violento, pero nuevamente recibiría una sorpresa, al ver como aquel hombre lejos de enojarse o pedir perdón, se estaba riendo a carcajadas, como si el hecho de que su propia familia se desmoronara, le pareciera el chiste más gracioso que había oído en su vida
Lyra: ¿Qué diablos te parece tan gracioso? -pregunto mientras su cuerpo empezaba a temblar levemente.
P. Kokujin: me rio por el hecho de que creas que podrás vivir sola por tu cuenta -dijo con cinismo.
Lyra: Cla-claro que puedo, yo soy la que trabaja aquí, he mantenido este hogar desde que llegamos, y a esta familia desde hace mucho tiempo.
P. Kokujin: Por favor Lyra, dejémonos de estupideces, si alguna vez has llegado lejos fue gracias a que vienes de una buena familia, si te quitáramos eso y también tu apariencia, solo obtendríamos a una buena para nada, ¿Crees que realmente a alguien le importas genuinamente? Si la gente es amable contigo solo es por que te quieren llevar a la cama, no sirves para nada más que eso...
Lyra: Ca-cállate...-dijo mientras empezaba a derramar lágrimas.
P. Kokujin: ¿te dolió lo que te dije? -pregunto descaradamente- pues lastima, esa es la pura verdad, je...estoy seguro que ese muchachito solo está aquí porque te quiere fo...-no termino de hablar cuando sintió que un golpe le conectaba de lleno en toda la cara.
Siendo nada más, ni nada menos, que Hiroki, quien ya se había hartado de la palabrería de aquel idiota, y no se la pensó dos veces en golpearlo para cerrarle la boca.
P. Kokujin: mocoso de mierda...para ser un marica japonés si que pegas duro -dijo mientras se tomaba la nariz, de la cual escurría sangre- si quieres pelear, te mostrare quien manda -dijo mientras intentaba golpear la cara del pelirrubio, sin esperar que Hiroki esquivaría su golpe con suma facilidad y se lo regresaría con tanta potencia que le rompería la nariz y lo mandaría directamente al suelo.
Hiroki sin perder un segundo, lo tomaría de la cabeza para estar cara a cara y poderle decirle
Hiroki: quiero que tú y tu estúpido hijo se larguen de esta casa y dejen en paz a Lyra-san, si no lo hacen juro por dios que perderé el control y los mandare al hospital, ¿Entendido?
P. Kokujin: S-si...-dijo débilmente.
Hiroki: no te oí, dije...¿ENTENDIDO? -grito molesto.
P. Kokujin: ¡ESTA BIEN! ¡ESTA BIEN¡ ¡PERO YA DEJAME IR! -grito para luego irse corriendo del miedo hacia su habitación, todo ante las atónitas miradas atónitas de Kokujin y Lyra, si bien sus pensamientos y emociones eran distintas, ambos podían coincidir en una cosa, jamás en su vida esperaron ver a su padre/esposo, quien siempre se jactaba de ser el más rudo y que por eso nadie se metía con él, corriendo despavorido una forma tan miserable y patética.
Hiroki: ¿Y tú que estas esperando? -dijo mientras miraba con desprecio a Kokujin.
El extranjero tragándose su orgullo imito la acción de su padre y se fue con rapidez a su habitación.
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Luego de 15 minutos, tanto padre como hijo, estaban nuevamente en la sala, con sus respectivas maletas y su dignidad completamente muerta
Lyra: en los próximos días te hare llegar los papeles de divorcio, si sabes lo que te conviene será mejor que los firmes.
El mayor no dijo nada, simplemente cruzo la puerta de salida, sin ningún tipo de interés por volver, mientras que Kokujin estaba por hacer lo mismo, hasta que sintió la mano de su madre en el hombro
Lyra: créeme que no hago esto con alguna mala intención, todo lo contrario, quiero lo mejor para ti, pero ya no eres un niño al que tengo que llevar de la mano, si quieres hacer cosas de adultos, tendrás que empezar por las responsabilidades de uno, solo espero que nunca olvides, que pase lo que pase siempre te voy a amar. -dijo mientras trato de darle un último abrazo, pero su mano seria apartada por Kokujin, quien solo se iría sin siquiera mirarla a la cara.
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Silencio, un silencio tan incomodo y aun ambiente tan sepulcral, esa era la situación actual del lugar, mucho peor de como esta antes, nuestro protagonista solo podía consolar nuevamente a aquella mujer que solo era una víctima más, igual que el, mientras que en su mente solo podía preguntarse
¿Cómo es posible que, teniendo como madre a una mujer tan buena, Kokujin haya sido un completo desgraciado?
No tardo mucho en responderse a si mismo, aquel hombre al que le destrozo la nariz era mas que despreciable, mucho peor que Kokujin, a pesar de que era la primera vez que lo veía, ya le había agarrado una repulsión tremenda, pero eso no era el momento de pensar en esas cosas, ahora para el era importante ayudar a Lyra en todo lo que pudiera
Hiroki: señora, si necesita que haga algo o simplemente que me quede aquí y le haga compañía, no dude en pedírmelo.
Lyra: N-no es necesario que lo hagas Hiroki, y-yo quiero estar sola, realmente lo necesito.
Hiroki: bien...pero para cualquier cosa sabe que puede contar conmigo, volveré a verla, se lo prometo -dijo mientras caminaba hacia la puerta y se despedía moviéndolo la mano.
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Horas después...
Aunque Hiroki había prometido darle su espacio a la mujer, este prefirió quedarse por la zona patrullando y cerciorándose de que ella no haga nada estúpido, para su suerte aquella casa tenia una forma en la podía acceder si usaba sus poderes arácnidos, sabia que lo que estaba haciendo estaba mal, era acoso y podía generarle problemas, pero este no podía arriesgarse a que algo malo pasase, conocía y comprendía el dolor por el que ella estaba pasando, así que esa noche Hiroki Mori no se fue del lugar hasta que finalmente vio a Lyra quedarse completamente dormida
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Fin de capitulo
mas de 8000 palabras, me duele la mano carajo, pero por fin hemos regresado gentecita
Se que les dije que lo subiría ayer, pero me agarro tremenda inspiración e hice esto mas largo de lo que esperaba
antes de decir cualquier otra cosa, quiero hacer unas cuantas aclaraciones sobre las edades de los personajes y de paso dar algún que otro dato random sobre los personajes
Empezando por nuestro gallo, Hiroki: Este tiene 15 años a diferencia de su versión canónica que tiene 12, se que dije al principio que tenia 14, pero considero que esta mejor así, además que coincide con la edad de Tomo, al principio del anime (por cierto ella tiene esa misma edad aquí)
-Su personalidad antes de los eventos ntr, era la de alguien extrovertido, sin llegar a exagerar claro.
-académicamente era alguien promedio, los únicos inconvenientes que tenia con sus maestros era que por momentos podía ser alguien muy inquieto, es gracias a Peter (la versión de este fic no el canónico) que mejoro considerablemente en sus calificaciones y empezó a agarrarle cierto gusto.
-Y un dato random que puedo decir sobre esta versión, es que le dan miedo las cucarachas...no me pregunten porque, simplemente le dan miedo y ya.
Ahora pasemos a la mejor madre de toda la ficción, Kaede Mori: No se nos dice en el manga su edad, el autor del manga tampoco a hablado sobre eso, pero yo le calculo una edad entre 35 y 40 años, le pondré 40 años solo por joder :v
-No diré nada sobre ella, porque planeo profundizar mas sobre este personaje en un futuro capitulo
Siguiendo con Kanako Mori: A diferencia de los demás personajes, de ella si se puede calcular su edad, ya que en el manga se dice específicamente que esta en tercer grado de secundaria, y luego de hacer una búsqueda en internet, descubrí que los japoneses cursan 6 años de educación primaria, 3 años de escuela secundaria de nivel inicial (primero, segundo y tercero de secundaria básicamente) y 3 años de secundaria de nivel superior (primero, segundo y tercero de preparatoria), si tenemos en cuenta eso mas el dato de que allá inician la primaria a los 6, la edad aproximada de Kanako en el manga es de 14 a 15 años aproximadamente..., pero en este fic ella tendrá la misma edad que Kokujin, 17 años
Nao y Ayumu por su parte tendrán, 15 y 14 años respectivamente, la primera estando con Hiroki desde el jardín de niños y la otra siendo un grado menor, similar a la historia original
Kenta al igual que Hiroki aumentara su edad a un año, pasando de tener 13 a 14 años, de su madre y padre no diré edades ya que no es relevante, y con respecto a sus bullys pues les pondré la misma edad que Kanako
Tanto Lyra como el padre de Kokujin, tendrán 45 años
Al igual que con Kaede, profundizare mas en el pasado de Lyra en un futuro, lo mismo con su ex esposo, quien por cierto necesita un nombre, así que les agradecería que me den ideas de como llamarlo (tiene que ser un nombre originario de estados unidos)
Y ya para finalizar, he estado muy tentando en introducir a este personaje a la historia
No tendría ningún problema a la hora de hacer que encaje bien en la historia o al momento de darle un desarrollo, mi único inconveniente es que no recuerdo con lujo de claridad todos los detalles de su historia, se como inicia y como termina, pero lo demás no lo tengo tan claro.
Si alguien en los comentarios tiene la amabilidad de darme un resumen de la historia o decirme de algún fic donde se cuente la historia, se lo agradecería bastante, porque siéndoles honesto, no estoy preparado mentalmente para leerla yo mismo otra vez, ni siquiera oírla en un video, simplemente es demasiado para mi
En fin, ahora les pregunto...¿Les gusto?
¿Qué sugerencias me podrían dar?
Sin más que decir me despido, yo soy aljo y nos vemos en una próxima historia, Xiao!!!!
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