CAPITULO 17. Crudo
—¿Tienes mi chaqueta negra de jeans?—Rámses había esperado que Gabriel saliese de su habitación para preguntarle.
—¿La que me queda mejor a mí que a ti? Si, está en mi habitación—estaba más risueño que nunca.
Rámses entró a su cuarto y no tardó ni tres minutos cuando pegó un gruñido.
—¿Qué mierda es esto?—dijo enseñándole su mano a Gabriel. Desde donde yo estaba no veía lo que le mostraba.
—¿Tu qué crees que sea?.
Rámses achicó los ojos y vio lo que estaba en su mano. Su cara se contrajo en una mueca espantosa.
—Vous êtes un cochon! Pourquoi ne nettoyez-vous pas? Brut!.¡Eres un puerco! ¿Por qué no limpias? ¡Que asco!.
Gabriel se reía y cuando el portugués se quitó de mi campo de visión vi a Rámses correr al baño con su mano adelante, como si llevase una bomba en ella.
—¿Qué pasó?.
—Que Gabriel es un asqueroso
Y entonces vi a Gabriel como se orinaba encima, literalmente, de la risa. Su jeans comenzó a teñirse de un color más oscuro en el camino que recorría su orina hasta el suelo. Ni siquiera verse a si mismo cubierto de sus propias orinas, lo pudo calmar. Estaba asfixiándose y moriría feliz.
—La venganza es dulce, dulce—gimoteaba con gran dificultad, creo que esas serian sus últimas palabras.
Rámses se lavaba la mano con tanto ímpetu que se arrancaría la piel. Ni un cirujano a punto de realizar una operación se lavaría tanto la mano.
— Je vais couper ma putain de main mais d'abord je vais couper son putain de pénis en premier — Me cortaré la puta mano pero primero le cortaré primero el puto pene—gruñía enardecido, con sus dientes apretados, su cara enrojecida, sus venas marcadas en el cuello y en el brazo.
No estaba entendiendo nada de lo ocurrido, así que me apresuré a lavar mis manos, estaba terminando de desayunar, para ayudar a Rámses, me preocupaba que se lastimase la mano; además me preocupaba que si no se arrancaba la mano, de verdad quisiera matar al portugués. Y entonces la puerta principal se abrió, con nuestros padres saludando, felices, pero se tragaron sus palabras cuando vieron a Gabriel orinado en medio de la sala, sentado en su propio charco aun riéndose y a Rámses insultándolo desde el baño, en múltiples idiomas, furioso como nunca.
Gracias a Dios que habían llegado porque no creo que yo hubiese podido detener a Rámses de quedarse sin hermano.
—¿Pero qué ha pasado?—Fernando estaba confundido, Mike y Hayden no tenían palabras. El diplomático olisqueó el aire alrededor de Gabriel y arrugó la nariz al tiempo que retrocedía.
Hayden y Mike estaban petrificados viendo la escena, confundidos.
—Que Rámses—gimoteó Gabriel, ahogado entre risas, intentó apoyarse en el piso para levantarse pero se resbaló en su propio charco, lo que empeoró su risa—, conoció a sus sobrinos.
No entendí.
Rámses seguía lavándose la mano, sus insultos ya eran alaridos inentendibles, su lengua se enredaba y no ayudaba los tics nerviosos de su rostro. Gabriel comenzó a ahogarse con su propia saliva, riendo sin parar. Mike asqueado se tapó la nariz por el olor del orine. Hayden aguantó la risa tapándose la boca con su mano y Fernando separó ligeramente sus piernas, flexionó las rodillas y alzó sus manos. Parecía una de las posiciones de defensa de Donovan cuando estaba a punto de saltar sobre algún jugador del equipo rival, solo que era Fernando preparándose para contener a Rámses quien amenazaba con salir muy pronto del baño.
Y yo seguía sin entender.
El francés salió del baño y se estrelló con su papá, como si este fuese un muro que evitaba que uno de sus hijos fuese asesinado y que el otro se convirtiera en homicida. Hayden se apresuró a ayudar a Fernando a contener a ese francés enardecido, un toro cegado por el rojo, un jaguar apunto de saltar sobre su presa.
Y la presa en el piso riéndose, levantándose de a poco con ayuda de Mike, y el palo de la escoba que le tendió para ayudarlo. Mi pomposo abogado no lo tocaría lleno de orine.
Rámses vociferaba en francés lo que creía eran las formas en que lo mataría, Gabriel respondía entre risas en Portugués; Hayden pedía a Gabriel que se callara en Español, Mike en ingles. Fernando rogaba a Rámses en francés que se calmase y entre tantos idiomas poco entendía lo que se estaban diciendo, era muy difícil seguir el paso de tantas traducciones simultaneas.
"Rámses conoció a sus sobrinos" repetí para mí misma tratando de entender por qué mi novio estaba a punto de matar a Gabriel. "Rámses conoció a sus sobrinos", sus sobrinos.
—¿Alguien quiere explicarme?—atiné a decir.
Gabriel volvió a reír con renovada fuerza.
—Bebes crudos, Beleza
Y entonces entendí.
¡Que asco!
Rámses renovó fuerzas y volvió a cargar contra sus padres, haciéndolos retroceder, mataría a su hermano ese día. Mike se apresuró a ayudar a Gabriel para alejarlo del terremoto francés. De verdad debería estar su vida en peligro para que Mike ignorara las manos húmedas de orine de Gabriel.
Costó unas cuantas horas para los ánimos se calmaran pero cuando lo lograron Gabriel fue a bañase no sin antes limpiar su desastre, momento que aprovechó Mike para inmortalizar ese día. Los hermanos no se hablaba, pero eso era mejor a tener que seguir evitando un crimen.
Habíamos perdido la reservación para el almuerzo, que teníamos, el verdadero motivo por el que Rámses quería su chaqueta y nuestros padres habían llegado. Así que tuvimos que ir a otro sitio para comer, ahora la cena, y fue después de haber comido el postre, y mientras esperábamos que rellenaran nuestras copas de vino, que Hayden y Ulises nos soltaron una gran noticia.
—Ulises consiguió una beca para la universidad de Heidelberg, en Alemania.
Debimos haber gritado de alegría, pero las caras largas de Ulises y Hayden nos dejaron claro que no era una noticia que debíamos celebrar. Una beca en otro país implicaba marcharse.
—¿Por cuánto tiempo tendrás que irte?—Ulises no me respondió, aunque la pequeña mueca que hizo con su boca dijo mucho más.
—Comenzará las clases en dos semanas, así que se irá pasado mañana a su país para pasar tiempo con su familia, y luego de allí a Alemania.
—¿Por cuánto tiempo?—insistí ahora mirando a Hayden.
—Hasta que termine la carrera.
Una carrera que estaba apenas comenzando. Ulises se iría por tiempo indefinido.
—Heidelberg es una de las mejores universidades de medicina del mundo, la más importante en toda Europa en investigación biomédica donde es pionera. Es una excelente oportunidad para su carrera, irrepetible, irrefutable—Fernando palmeó la espalda de Ulises, felicitándolo.
—E Irrechazable, por eso no le pedí que se quedara. Y por lo que implica una oportunidad tan importante como esa, no puede irse con ninguna carga, ni siquiera con la de una relación a distancia.
—También es una universidad bastante exclusiva, no todo el mundo puede postularse a sus becas y quedar. Debes estar orgulloso de ti mismo Ulises—Mike alzó la copa y felicitó a Ulises en la distancia.
—Lo lamento—fue todo lo que pude susurrarle a Hayden mientras que el resto felicitaba a Ulises y también daban palabras de ánimo a Hayden.
—Me alegro mucho por ti, Uli, en serio que si, pero te voy a extrañar y...—miré a mi doctor contestar de una forma tan fría que me preocupé. ¿Estaría tragándose sus sentimientos?. Terminar con tu pareja, una con la que habías pasado por tanto, no debería ser fácil.
Para ninguno.
Sabía que Ulises amaba a Hayden, así que tomar esta decisión tampoco pudo ser simple para él. Extendí mi mano por encima de la mesa y apreté la mano de Ulises, su sonrisa ahora fue un poco más sincera.
—Estoy bien, en serio. No fue una decisión fácil—contó—, pero al mismo tiempo lo fue. Me gusta el campo investigativo de la medicina, así que cuando me postulé a esa beca lo hice persiguiendo un sueño que creí inalcanzable, imaginen lo que sentí cuando me aceptaron. Hayd y yo hablamos mucho sobre la posibilidad de una relación a distancia, pero los horarios de los doctores ya son lo suficientemente complicados como para estar en países distintos, con huso horario distinto.
—Estoy muy feliz y orgullo de él—agregó Hayden—, ninguna relación debe limitar los sueños y metas.
Cuando salimos del restaurante, Hayden se fue con Mike y Fernando porque tendrían una reunión en relación a su caso, pues tendrán una audiencia administrativa en el hospital y debían prepararse, era algo que habían planeado hacer en la tarde, pero considerando todo el caos de la mañana, no les quedó de otra que reunirse en la noche.
Así que les pedí a Rámses y a Gabriel que me dejaran en casa de Hayden y Ulises, me ofrecí para ayudar a mi amigo a empacar y aprovecharíamos el tiempo a solas para conversar.
—Hace algún tiempo que no estábamos bien. Después de que salió del hospital fue difícil regresar a la normalidad y ambos se lo atribuimos a todo lo que habíamos vivido desde que se descubrió nuestra relación, pero cuando estuvimos vacacionando en casa de tu papá, cuando ya no teníamos problemas de depresión, de intentos de suicidio, de mis clases, de su trabajo, de estar escondidos, los problemas seguían allí. Los silencios incómodos no se fueron, y las conversaciones casi desaparecieron. Nos queremos, pero creo que el amor lo agotamos.
—Yo... lo lamento Uli, muchísimo—me sorprendió lo que me dijo, jamás hubiese pensando que las cosas entre ellos estaban así.
—Está bien Amelia, en serio. Lo hablamos en la casa de tu papá incluso, terminamos desde entonces, pero decidimos esperar antes de decir algo. De hecho, él me ayudó a postularme a la beca de Alemania, porque el día que terminamos entre todas las cosas que nos dijimos, me sinceré, le dije que me encantaría aprender otro idioma, viajar, conocer el mundo. Ejercer la medicina en distintos países como él hizo, pero él ya no está pensando en viajar, él quiere estabilizarse con su familia, incluso su sueño de un hijo lo logró con Jeremy, y yo quisiera una familia, pero no hoy, no en este momento. Nuestras vidas van por rumbo distinto o quizás vamos en etapas distintas. Yo podría quedarme, pero ¿si después se lo reprocho?, y él podría seguirme pero ¿Por cuánto tiempo? Aquí esta su familia, con ustedes, ¿realmente sería bueno para él alejarse de todos? Yo no lo creía así, y lo mismo pensó él. Y entonces comenzamos a notar la diferencia de edad entre nosotros y una vez que la vimos, no pudimos ignorarla. Me habló de la beca y me dijo que tenía un antiguo profesor trabajando en esa universidad, y que podría pedirle una entrevista para que pudiera recomendarme. Yo envié mi postulación y él habló con su profesor.
—Te ves feliz—Ulises no había dejado de sonreír en ningún momento cuando tocó el tema de su beca, ni un solo momento. Estaba emocionado.
—Lo estoy. Quiero decir, estoy triste por Hayden, pero no me siento despechado ni dolido, sé que él tampoco, y estoy feliz por lo que me depara el futuro. El cambio que daré será de 90°. ¡Dios! Alemania, ni en mis mejores sueños. Pasaré un tiempo con mi familia antes de este cambio, los pasajes para ir a verlos serán costosos, así que no sé cuándo pueda volver a mi país.
—¿Vivirás en el campus? ¿Qué te cubre la beca?.
—Es una beca parcial, cubre el 70% del costo de los estudios y me dan la residencia en el campus. Incluso ya me asignaron habitación y mis compañeros de piso incluso ya me escribieron, la universidad se encargará de todo, junto con la fundación "Si se puede".
—¿Qué fundación es esa?.
—Es una fundación que se encarga de otorgar becas de estudio para chicos y chicas de bajos recursos. Tengo la beca con la universidad para el 70% de la matricula, y la fundación me ayudará con el restante y todos los gastos de alojamiento y traslado. Incluso me darán una asignación mensual para mis gastos por los primeros 3 años de carrera. Para el cuarto año comenzaríamos a realizar las practicas pagadas en distintos laboratorios, así que no dependería de lo que me entregue la fundación.
No podía no estar feliz por él. Y si Hayden tampoco estaba triste ¿Quién era yo para estarlo?. Porque cuando pensaba en ellos separados, claro que me dolía, tanto como me dolió la separación de Donovan e Isaack.
Mientras recogíamos sus cosas, algo para lo cual tenía muy poco tiempo, Ulises siguió contándome todo lo de la universidad, me mostró incluso fotos del campus, de la ciudad donde viviría, de lo que sería su residencia, de sus compañeros, y del curso intensivo de alemán que estaba tomando.
Al día siguiente haríamos una reunión en casa de Hayden para poder despedirnos como era debido. La verdad era que la relación de ellos había acabado de la mejor forma que podía acabar una relación, sin hacerse daño, sin sufrir, con un acuerdo mutuo donde ambos perdían, pero por un buen motivo.
—Dime que irán a visitarme—Ulises sonreía de oreja a oreja aunque había cierta melancolía en su mirada.
—¡Claro que si! Arrastraré a todos para conocer Alemania.
—Si es que Rámses vuelve a dirigirle la palabra a Gabriel—burló.
—Lo hará eventualmente, no puede estar para siempre enojado.
—Tocó a sus sobrinos crudos. No puedo creer que Gabriel los haya llamado así.
Habían pasado 3 días desde que Ulises se había marchado definitivamente a Alemania. La reunión que hicimos en casa de Hayden fue bastante emotiva para mi porque fue la última noche que Ulises durmió en el departamento de Hayden. De verdad habían terminado mucho antes de lo que nosotros nos enteramos, porque cuando Hayden lo llevó hasta su dormitorio, donde pasaría los últimos días antes de partir a su país, se despidieron con un apretado abrazo. Yo había acompañado a Hayden, pensando que estaría muy afectado luego de la despedida, sin embargo él estaba tranquilo, anímicamente bien, tanto que se había ido a un hotel Spa, para pasar un momento a solas. Lo vigilaba de cerca, cosa que a él no le daba mucha gracia, pero no dejaba de atenderme ninguna de mis llamadas de vigilancia, me quedé tranquila cuando vi el hotel donde se estaba hospedando.
Con la mudanza de Ulises, Jeremy se quedaría con Hayden a vivir, algo que lo había entusiasmado, después de todo se llevaban bastante bien.
Keithan, nos mandó varias propuestas para que nuestros papás las revisaran, así que cuando terminaron esos días de relax que Hayden pidió, se reunieron en el departamento y se dedicaron a revisar las opciones que Keithan nos dio. Rámses y Gabriel se ejercitaban, finalmente se habían reconciliad.
Y Jeremy y yo veíamos un poco de televisión, lo estaba tratando de distraer del teléfono considerando que esperaba ansiosamente la respuesta de su papá. Con mi ayuda le enviamos varios mensajes a quien decía ser su papá, tratando de arreglar aquellos mensajes que Jeremy envió borracho, explicándole no solo como se sentía con respecto a él sino también lo que estaba buscando: saber más de su mamá.
Hayden daba opiniones sobre la ubicación de los departamentos y Fernando sobre el espacio, pero Mike estaba completamente perdido dentro de su celular, disculpándose varias veces por no estar atento.
—Hablo con Johana—explicó en una de las oportunidades que Mike demandó su atención—. Tenía días sin responderme y por fin lo ha hecho.
Keithan me enseñó un hermoso departamento que tenía 3 habitaciones, pero la más pequeña la podíamos transformar en un walk in closet, para compensar el tamaño de los closets en las otras habitaciones. Tenía dos baños igualmente, pero una sala tan grande como las dos habitaciones juntas y una cocina completamente aparte, con su comedor. A mí me había encantado, sobre todo porque quedaba en un piso alto y tenía unos ventanales inmensos que daban una excelente vista de la ciudad.
Pero Gabriel y Rámses, prefirieron otro departamento, que era tan grande que definitivamente necesitaríamos ayuda para la limpieza.
—¿Cuándo me quitarás el yeso? Te puedo buscar un cuchillo en la cocina y terminamos con esto—Gabriel intentaba rascarse el brazo por dentro del yeso, metiendo un lápiz por el borde.
—Te dije que no, y te enyesaré la otra mano si sigues escribiéndome en la madrugada para que te lo quite—respondió el doctor.
—¡Por favor!—gimoteó el portugués.
—No te quitaré el yeso antes de la fecha solo para que puedas masturbarte.
—¡Pero me estoy volviendo loco!. Iré a un prostíbulo para que alguien lo haga por mí.
Mike sacó dinero de su bolsillo y sin despegar la vista de su teléfono, se lo tendió a Gabriel, pero antes de que el portugués pudiera tomar el dinero, Fernando se lo arrebató y se lo guardó en su bolsillo.
—No seas sinvergüenza, tu no estas enyesado, has tu propio trabajo—Mike sonrió y Fernando le dio un pequeño golpe en la cabeza.
—¡Hey!—se quejó Gabriel cuando no pudo tomar el dinero—. Bien, pero si no me van a ayudar con mi problema del yeso, entonces hagan algo con Rámses.
Gabriel mostró su teléfono donde sabía que Rámses estaba enviándole porno cada 5 minutos. Rámses había sido implacable con su venganza por los sobrinos no cocidos que tuvo en su mano.
—Hijo, ¿puedes parar?—le preguntó Fernando a Rámses.
—Estoy fortaleciendo su carácter.
—Hayd, por favor—Gabriel lo perseguía por toda la casa, no le estaba dando tregua.
—¿Has pensado en algo para recuperarla?—le pregunté a Mike.
—Viajaré a hablar con ella, siempre le he respetado su espacio, pero me plantaré en casa de sus papás y no me iré de allí hasta que me perdone.
—O que te saque la policía—agregó Fernando—. A tu plan le falta muchísimo para ser un plan digno de perdón. Recuerda aquel paseo en globo aerostático que hice con Karen, eso si fue un verdadero gesto.
—¿Y qué perdón buscabas?—Gabriel sintió intriga.
—El punto es que lo logré—su papá como siempre evitaba responder muchas de sus preguntas.
Mike atendió una llamada de su oficina, para lo que se alejó al balcón, cuando regresó al poco rato estaba serio, con el ceño fruncido. La poca felicidad que había logrado conversando con Johana, se había esfumado.
—De la oficina me acaban de informar algunas cosas y necesito que me escuchen con atención. Lo primero es que la compañía que contratamos para investigar la falla del vehículo que rentamos por fin envió el informe de la revisión. El auto fue intencionalmente alterado. El desperfecto que hizo que los frenos le fallaran al auto, no pudo haber sido culpa de la empresa que rentó el vehículo, según indican la alteración que consiguieron en el auto se hace con una maquinaria especial con la que no cuenta la empresa de renta del vehículo. Están sugiriendo que considerando que la ciudad estaba en medio de una crisis de protestas xenofóbicas, y que pudo haber sido un ataque directamente contra Fernando.
Todos nos quedamos en silencio, yo estaba asustada ante esa posibilidad.
—Tendré que avisar a la embajada—informó Fernando—. No puedo dejar pasar por alto algo así.
Todos coincidimos que era lo correcto.
—Lo segundo que me avisaron es con respecto a Rosalía.
Respiré profundo, escuchar su nombre nunca venía acompañado de ninguna frase buena.
—Yo mandé a vigilar a Rosalía desde el momento en que supe que estaba embarazada, quería ser precavido, y me acaban de reportar que no ha asistido a sus últimas consultas médicas, tampoco ha acudido a ninguna farmacia, por lo que se sospecha que no está tomando las vitaminas que debería. Pero, como si eso no fuese poco, la vieron entrar a un restaurante y ordenar vino para la cena. No salió ebria pero tampoco estaba en condiciones de manejar.
—Eso no es...—comenzó a decir Rámses, pero Mike lo interrumpió.
—Si, sé que eso no es tan determinante, sin embargo partamos del hecho que cuando una mujer está embarazada, su principal prioridad por instinto natural es de proteger al bebe que está gestando. Y no es lo que ella está haciendo. Ameth coincidió conmigo.
—¿Cómo lo sabe mi papá?
—Estando de vacaciones le informé lo que estaba haciendo con Rosalía y estuvo de acuerdo, de hecho, el también tenía a una persona vigilándola. Rosalía durante el embarazo de Amelia, mientras creía que contaba con el apoyo de Ameth, se cuidó con esmero, pero cuando Ameth comenzó a dejarle claro que él y ella no formarían una familia, se descuidó enormemente. Una actitud que Ameth indica que coincide con lo que está haciendo ahora.
—¿Crees que está buscando una forma de provocarse un aborto?—preguntó Fernando.
—Por lo avanzado que está el embarazo no podría causarse un aborto por tomarse una botella de vino, o dejar las vitaminas—agregó Hayden.
—Problemas psicológicos tiene, así que tampoco es sorpresiva esta actitud—Rámses estaba de brazos cruzados, el nombre de Rosalía lo colocaba de mal humor inmediatamente—. Quizás alguna depresión por el embarazo, en ella no sería nada nuevo ni nada atípico.
—No entiendo por qué seguirla. ¿Acaso es un peligro para nosotros? ¿Crees que haya podido tener algo que ver con la falla en el auto de Gabriel?.
Los vi intercambiar miradas, sin responderme, sin embargo Mike fue el único que se atrevió a hablar.
—Amelia, la mandamos a seguir porque es tu hermano o hermana lo que ella lleva en su vientre. Ella ciertamente no es una persona racional, no está bien de la cabeza, eso lo tenemos muy claro, pero está embarazada y todo apunta a que dará a luz. No nos pidas que ignoremos el hecho de que podría ser tu hermano o hermana a quien ella ponga en riesgo. Tu abuela, por cierto, también sabe que la estamos vigilando de cerca, también se preocupa por su futuro nieto o nieta.
—Dicho esto—continuó Fernando—. ¿Has tomado alguna decisión con respecto a ese bebe?.
Y aunque sé que nada tenía que ver su pregunta con el bebé que perdí, mis pensamientos igualmente me llevaron hasta ese sitio oscuro, donde sentía que mi indecisión fue la culpable de la perdida.
—Sigo sin saber que hacer—y no mentí, mi cabeza seguía enormemente confundida—. Entiendo que es mi hermano o hermana lo que está gestando, que tiene mi sangre, mis genes, pero también los de Stuart. ¿Lo han pensado? Tendría que vivir o criar a un hijo de Stuart. ¿Y si saca sus ojos? Tendría que verlos todos los días, sin poder evitar recordar a ese mal nacido. No es una decisión fácil de tomar, quizás para ustedes lo es, pero seré yo quién cambie su vida y quién deberá vivir con el hijo de Stuart.
Después de unos segundos eternos de silencio, Mike nuevamente habló.
—No imagino lo que sería estar en tus zapatos y lamento que estés en una situación como esta, pero deberás tomar una decisión antes de que Stuart lo reconozca como su hijo. Puede hacerlo antes incluso antes del nacimiento así que no creas que tienes mucho tiempo para decidirte. Si él lo reconoce como su hijo, tendrá el apellido de un violador y secuestrador; y podría obtener derechos de visitas, podría pedirlos en un Tribunal.
—Viajaré este próximo fin de semana a ver a mi abuela. Estaré por allá 4 días, yo...
—No prometas regresar con una decisión, Mia—Hayden se sentó a mi lado—, solo aprovecha ese tiempo para que pienses las cosas. De a poco te deberás acercar a darnos una respuesta.
—Su decisión aun está muy cruda—burló Gabriel y Rámses le lanzó una mirada que pretendía asesinarlo de forma lenta y dolorosa.
~ ~ ~ ~ ~
Nota de Autora:
Gracias a todes por sus palabras de apoyo por la perdida de mi familia y por sus palabras de aliento para mi situación laboral.
Lamentablemente esta ultima no ha mejorado y fue tanto el nivel de estrés que viví la semana pasada que el miércoles tuve un colapso nervioso que desencadenó en un ataque de ansiedad que hizo que mi cara y manos se durmieran, me diera taquicardia y que pasara unas 6 horas llorando sin parar. Ahora estoy de reposo medico tratando de calmar mis niveles de ansiedad. Pero se que Dios no me pone en el camino un obstáculo que no me crea capaz de superar, y es a eso que me aferro. Estoy cuidando de mi salud emocional con apoyo de mi familia, de mi pareja y de mis amigos.
Y así como muchas personas entran a nuestra vida, también salen, dejando una marca, una huella. Hoy le decimos adiós a Ulises, porque debe seguir explorando el mundo.
Los invito a pasar por JUEVES CURIOSOS, el domingo pasado hice varias actualizaciones que espero que les guste.
Suscríbanse al grupo de FB, se llama NO JUZGUES LA PORTADA.
Baisers et Abraços
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