Capitulo 20

Mordiéndose el dedo se levantó de su lugar y fue hasta donde él, hace más de dos minutos que el timbre sonó al parecer fue omitido o no escuchado por el rubio.

Los nervios aumentaron en él considerablemente con cada paso que daba, podía escuchar el desboque de su corazón palpitando con rapidez desafrenado. Con una gran bocana de aire se mostró natural, hasta llegar con el protagonista de sus suspiros.

— YeonJun

El rubio se tuvo en media acción de cerrar su casillero al escuchar la voz tan cerca de él, podría reconocerla a millares de kilómetros como también podría descifrar el aroma del perfume del pelinegro con los ojos vendados. Sus dedos temblaron, un nudo se le hizo en la garganta.

No podía verlo.

No después del suceso de ayer.

Apretó sus labios y cerró la mini puerta metálica hasta dejar un poco de su rostro expuesto, enseguida ocultó su mirada tras su flequillo rubio con la intención de evitar el contacto visual con Soobin, pero no podía por más que quisiera. Su cuerpo era como un imán ante el pelinegro atrayendo todo de él.

— ¿Quieres ir a caminar un poco al terminar las clases?

YeonJun deslizó su mirada pausadamente por el rostro de Soobin, por esas lindas mejillas que se tiñen de rojo, su voz casi avergonzada y ese gesto suyo de timidez hizo latir su corazón tan brusco que fue igual que el golpe de una enorme ola caer  hasta perderse en el mar.

¿Qué debería hacer? Recordar aquel fragmento era doloroso, pero, su deseo por querer tener a su lado desesperadamente a Soobin podía más, de manera inevitable, incluso sin decir ni una sola palabra caía rendido ante el pelinegro.

Realmente estaba enamorado. No, más que eso, él realmente amaba a Soobin.

— ¿Caminar? ¿Sólo... nosotros dos? — un deseo de esperanza se instaló en él. Necesitaba pasar más tiempo con Soobin, como antes, ansiaba con ganas de eso.

— Claro ¿porqué no? — fue el momento en que sus ojos se encontraron y chocaron por leves segundos que todo a su alrededor desapareció. Y lo hizo más cuando Soobin se acercó a él, lo suficiente como para sentir de cerca el aroma tan embriagante y adictivo en su nariz — Te veré más tarde

Un beso en su mejilla fue depositado de manera suave, lenta haciendo cerrar sus ojos deseando quedarse así para siempre porque cada segundo con Soobin era lo mejor en su vida.

No le importó que las clases ya hubieran comenzando, ignorando también el hecho del timbre que había sonado. Disfrutaba de los labios rosados encima de su piel, aunque supiera perfectamente que tal vez ya le pertenecía a alguien más. Aún así, sería su único acto de egoísmo.

Y tal vez, un crimen más.

— Soobin...— no evitó que de sus labios escapara un suspiro, sus mejillas ardían vivamente y el aleteo de miles de mariposas nacían en su estómago.

— ¿Sí? — amaba la voz de Soobin cerca de su oído, era como una noche nevada llena de estrellas, suave y ronca como un susurro. Indescriptible con palabras sólo que era otra razón para enamorarse aún más.

Otra de muchas.

— ¿Porqué...no caminamos ahora? — no podía esperar cuatro horas más, necesitaba decir lo que sentía, lo que en su corazón ha vivido encerrado por mucho tiempo y que ya venía siendo hora de sacarlo, dejarlo correr cual arrollo. — ¿Podemos?

— ¿Desde cuándo te volviste tan peligroso YeonJunie? — la risa de Soobin simplemente armonía para sus oídos — Suena que nos meteríamos en problemas pero...

— ¿Pero?

Soobin miró al rubio y sonrió. Hace mucho que no hacían esto desde la secundaria, ser traviesos e ir en contra de las normas escolares.

Cuando no prestaba atención a sus sentimientos ni a su alrededor, tan sólo dedicándose a disfrutar la compañía con YeonJun.

Compañía que él arruinó en el momento que supo que su visión por el rubio iba más allá que una simple amistad.

Porque sólo un chico era el dueño de cada latido de su corazón, de cada pensamiento. Su fortaleza y debilidad.

Mi ángel.

— ¿Sabes qué? — tomó la mano de YeonJun haciéndolo sonreír ante el gesto, su corazón bombeo de tan sólo mirar la hermosa sonrisa en el angelical rostro. Haciéndolo feliz también. — Hay que saltarnos álgebra, es muy aburrido estar ahí.

— ¿Y dónde quedó el Soobin inocente aquí? — la broma del rubio lo hizo aún más feliz, su escencia lo hizo brillar y de repente está extraña tensión que creció entre ambos desapareció como la neblina.

Oh vaya que se sentía tan bien estar así.

— Tal vez sólo quiera saltarme la clase — se encogió de hombros — ¿Te unes al crimen?

YeonJun sin pensarlo se abalanzó en Soobin hasta rodearlo con sus pequeños y delgados brazos, hundiéndose en el pecho de éste. Si era un sueño no quería despertar.

— ¿YeonJun?

— Yo iría a dónde sea contigo Soobin — el pinchazo en su pecho dolió mucho a sabiendas que era probable el rechazo quería decirlo, era la verdad. — Incluso hasta el fin del mundo si es posible, mientras esté contigo, no me importa lo demás.

El pelinegro trato, de verdad, trato mucho de abstenerse a tomar el rostro de YeonJun y acortar la distancia entre sus labios, no quería que YeonJun se alejara por sus acciones. No mentía tampoco cuando decía que, YeonJun era el único motivo por el que él podría seguir hasta el final.

Tragó nervioso, esa desición en su mente fue tomada por su corazón. Ya basta.

YeonJun es el único al que amo.

— Perdóname YeonJun...— susurró abrazándolo por la cintura pegándolo más — De verdad perdóname, soy un idiota.

El pobre YeonJun estaba por morir debido a la cercanía, sus labios temblaban pero picaban por besar los contrarios. Romper de una buena vez aquella distancia y saciar sus deseos.

— Soobin... también debo pedirte perdón — el pelinegro se separó un poco para mirarlo, el rubio viajó su mirada por sus labios y nuevamente a los orbes azules.

— ¿Porqué? Soy yo el único que debe pedir perdón — la voz de Soobin se sintió inesperadamente rota — Yo soy tan malditamente egoísta que desee con todo volver a tenerte aquí, a mi lado, y cuando lo hice ¿qué he hecho? Ignorarte — miró como fruncía su ceño en forma de frustración — Joder, sólo estuve evitandote todo éste tiempo. Soy un cobarde, lo soy.

Soobin se separó de él, su mirada observaba al pelinegro tirar de sus cabellos con desespero y molestia acumulada en él. No comprendía pero, sabía que sólo se ponía así cuando tenía miedo, cuando no podía buscar una solución razonable a algo o simplemente cuando no sabía qué hacer.

Es entonces donde él entraba, dándole consuelo y apoyo en silencio. Ahora no era distinto tan sólo su amistad por Soobin evolucionó a un sentimiento de amor. Nada más.

Inevitable.

Mi conejito.

— No debes de martirizarte por eso Soobin, yo estoy bien — mordió sus labios acercándose hasta posar su mano en el hombro del pelinegro y dejando una suave caricia — Entiendo que tú también necesitas tiempo para ti, lo entiendo así que ya no te lastimes por eso.

— No, no es sólo por eso Yeonjun.

El de ojos avellanas sintió como la mano de Soobin apretaba la suya, como los largos dedos quemaban su piel en un fino roce dejando volver el sonrojo que ya había cesado.

Sus pies dieron un paso atrás luego otro hasta sentir la pared detrás de su espalda, sus mejillas ardían demasiado haciéndole difícil soltar aire para respirar, su estómago se contrajo como si quisieran brotar miles de mariposas.

— Yo quería huir de mis sentimientos...por ti — YeonJun alzó la mirada topandose con los ojos tan malditamente atractivos de ese azul deseoso con preocupación resplandeciente en ellos e incluso algo de miedo.

— ¿Q-Qué? ¿A qué te refieres?

Su mano libre fue a parar en el pecho del pelinegro tomando un puñado de la ropa mientras sentía algunas gotas saladas acumularse en sus ojos.

Éste extraño mirar en los ojos de Soobin jamás lo había visto estremeciendo todo en él.

— Yo...— el apretón en su mano se hizo más fuerte pero sin lastimarlo, ansias y nervios mezclados con desespero lo atacaron.

Soobin bajo su mirada aún sosteniendo la delgada mano entre sus dedos, su garganta temblaba y su voz ansiaba por salir. Quería sacar ésto que lo torturaba desde su corazón.

Quiero ser sincero con éste sentimiento.

— Soobin...

— Me gustas...— fue un hilo de voz que se escuchó perfectamente en el silencio del pasillo — Me gustas YeonJun

Y fue suficiente para dejar escapar la primera lágrima.

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Holi UwU ¿Están bien mis bebitos? ¡Espero que sí (。・ω・。)ノ♡! Quiero decir que falta poquito para que ésta historia llegué a su fin :'^ y también para avisar que estoy haciendo otra :D cuando termine con ésta la publicaré en mi perfil.

También debo decirles a todos ustedes que muchas gracias por sus votos y sus comentarios, me alegran mi vida demasiado 😔👌 ¡Los amo! 💖

— Con todo amorcito, SongJae_Choi.

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