"ganas"

—Park... Idiota —le musitó al oído—. Eres mi mejor amigo.

JiMin, que estaba prácticamente subido encima suyo, parecía hacerle caso omiso a esto. Se separó un segundo de su cuello.

—Dije que te follaría... Como compas, ¿no? Vamos a experimentar —propuso, bajando de nuevo para dejar besos una y otra vez.

—Sí, claro. Te meteré el pene como compas —se burló TaeHyung.

—¿Eh? Estás confundido, amigo… —comentó, retrocediendo para quedar apoyado en sus rodillas.

Aprovechando que lo tenía en la posición perfecta, tomó el inicio de la sudadera de tela suave con ambas manos y la llevó hasta abajo. Estaba dispuesto a desnudarlo por completo.

—Tú no meterás nada, Kim.

—Oh, ¿qué? Lo siento, pero yo quiero follarte a tí —se inclinó un poco, con intenciones de sentarse, pero JiMin lo detuvo, y además, lo terminó empujando con más fuerza contra la cama—. No, no, Park... Espera. Soy hetero, lo normal es que quiera ser el activo.

—Sí, ajá. Yo también soy hetero, lo normal es que yo te lo meta, ¿no? —se volvió a trepar encima, agarrando ambas manos de su amigo y presionandolas lado a lado en la cama—. Tranquilo, creo que te gustará... Además, acabas de decir que te gustan los hombres.

—Me dolerá...

—¿Por qué lo dices? ¿porqué la tengo más grande que tú? —inquirió con una expresión de burla.

—Hey, no. Eso es debatible —rió—. Aún así, no... Convénceme.

—Huh, ¿de verdad? —ahora, sonrió de lado, inclinándose para tenerlo cerca y besarlo en la mejilla. Lentamente, fue bajando hacia su mandíbula, y luego su cuello.

—Sí.. Pero, si no lo haces, tú te dejarás follar por mí.

—Eso no va a pasar, no te preocupes.

—Sí, ya veremos —dijo, desafiante.

Un segundo después de que la voz del castaño sonara, JiMin comenzó a repartir besos intensos a lo largo del pecho ajeno. De un segundo a otro, comenzaron a hacerse húmedos, y en ese momento, JiMin bajó hasta la pelvis de su mejor amigo.

—Ah... Espera. ¿Qué piensas-

—Cállate, idiota.

TaeHyung soltó una risa en voz alta.

—Estás a punto de hacer la cosa más homosexual del mundo. ¿Es en serio?

—¿Sí? Más te vale no soltar ni un solo gemido, Kim.

El mayor estaba a punto de cuestionarle esto último, pero JiMin no le iba a mucho caso y se sostuvo con sus rodillas. Estaba totalmente inclinado hacia TaeHyung y a muy poca distancia.

—No, no vas… —susurró, pero sí, sí iba.

JiMin rozó con su lengua la punta del miembro del castaño, mientras a la vez fijó sus ojos rasgados en la reacción que podía tener.

Creyó que no iría mucho más allá, pero se equivocó. JiMin introdujo la primera parte del miembro a su boca, para luego cerrar los ojos y, levemente, balancear su cabeza de adelante hacia atrás.

Al principio, no sentía nada fuera de lo normal. Cuando recibía orales de sus exs, no es que fuera la sensación más placentera del mundo. Todas hacían lo mismo: Mover su cabeza como robot en un mismo patrón, pero había algo diferente en lo que hacía su mejor amigo... Usaba su lengua, hacía círculos sobre su glande y eso lo estaba volviendo loco.

¿No era muy gay si gemía por una mamada que le estaba haciendo otro hombre?

—Park… —susurró. Intentó no verlo por estar metiendo sus ojos en el techo, pero al momento que una sensación más allá lo atacó, no pudo evitar bajar la cabeza.

Por obvias razones, JiMin no pudo atender a su llamado, y lo único que hizo, fue darle una palmada en la pierna a TaeHyung a la vez que movía su cabeza y lengua con más intensidad.

No pudo evitarlo, soltó un gemido. Aunque era heterosexual y se supone que nunca en su vida había tenido un pene en la boca, el desgraciado lo hacía tan bien, que TaeHyung simplemente se estremecía. Como siguiera así, un hombre lo haría correrse.

—Mmh, Park JiMin —jadeó, bajando una de sus manos para sostener el cabello oscuro del mayor entre sus manos. Tiró de ellos, intentando hacerlo mover más rápido, ya que sentía que estaba a punto.

Al momento en que TaeHyung comenzó a soltar gemidos que no parecían parar, JiMin se lo sacó de la boca y siguió estimulando únicamente con sus manos. No quería sentir fluidos en su boca, no realmente.

—Nunca creí verte así —comentó JiMin con una voz suave, mirando con una sonrisita al otro. TaeHyung ya había cerrado los ojos, parecía no poder más.

—Bi-Bien.

—¿Bien? —repitió el mayor.

—Fóllame... Quiero que me folles.

—¿Sí? ¿Eso quieres? —siguió preguntando, parecía estar divirtiéndose.

—Que- Que sí.

—¿No eras hetero? —cuestionó, moviendo sus manos de una forma más fuerte. Se notaba que quería llegar a algo.

—Ah, ¡no! Mierda, siempre quise que me folles.

—Eso es algo diferente, eh. ¿Por qué no me dijiste antes?

—Porque... No sé qué ibas a pensar de mí, ¡Dios! JiMin, voy a- a correrme.

—¿Sí?

—¡Sí! —si pudiera expresar su enojo ante las constantes preguntas, lo haría, pero estaba muy ocupado intentando lidiar con el placer que se le estaba brindando. Su mente estaba nublada y sólo podía sentir que estaba a punto de eyacular—. Mierda, ¡Park JiMin- mmh!

Quién lo viera, gritando el nombre de su mejor amigo. En lo único que pensaba el pelinegro, era en por qué nunca había experimentado aquello antes.

Como antes había avisado, TaeHyung terminó corriéndose trás un jadeo. Su pecho subía y bajaba debido a su respiración y cerró los ojos más tranquilamente.

—¿Te gustó?

—Cállate, hombre —susurró TaeHyung. La verdad, el hecho de haber sentido ese placer en poco tiempo lo hizo relajarse bastante. No quería abrir los ojos.

—¿Callarme? Claro que no... Creo que ahora haremos algo más —habló, ahora desvistiéndose él también por completo.

—No estoy seguro de que me gustará más de lo que dolerá, que idea tan tonta.

—Lo haré suave. ¿No ves que te quiero?

Ver a su amigo desnudo lo había hecho sentir algo diferente. Era molesto, porque siempre sentía que quería follar a una chica, pero ahora tenía ganas de ser dominado por ese chico pelinegro. Le dolía en el ego de cierta forma. De verdad estaba dispuesto a hacer aquello...

—Bien, adelante, Park. Si quieres, no seas tan suave conmigo.

—Que cambio tan repentino —murmuró, subiéndose a la cama de rodillas. Alzó las piernas de TaeHyung para separarlas un poco y también ponerlas en la posición correcta.

—No hagas que me arrepienta.

JiMin mostró una sonrisa, y cuando estaba a punto de hacer algo más, una notificación sonó.

No era su tono, por lo que JiMin se dió cuenta de que era el celular de su amigo. Estiró su mano para tomarlo, ya que no estaba muy lejos de ellos.

—¿Qué es? —inquirió TaeHyung, quien estaba esperando.

—DaHyun... ¿Hablas con DaHyun?

—Ah, verdad que tengo su número —respondió, más bien tranquilo.

—¿Qué mierda te está mandando?

—¿De qué?

—Dice que te está enviando unas fotos, pero ni siquiera quiero abrir eso. ¿Le pediste nudes?

—¿No? —contestó de nuevo el menor, como si estuviera intentando hacer memoria—. Creo que le escribí en la madrugada, y apenas viene a contestarme... No recuerdo haber estado caliente mientras le hablaba.

—Que asco, Kim.

—Ya, olvida eso —rodó los ojos y de nuevo, esperó a que JiMin hiciera algo más. Sin embargo, se quedó quieto mirando la pantalla—. ¿Park?

—Si dijiste que desde antes querías que te follara, ¿por qué hablas con otras chicas?

—Umh- ¿Disculpa?

Mientras le discutía esto, volvió a sonar el teléfono del castaño.

Era un mensaje largo, por lo que sólo se vió la primera parte: "Tú también me gustas..." JiMin soltó el teléfono sobre la cama.

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