Amaneció, y ambos se quedaron en la cama por mucho tiempo, hasta que el dueño de la casa decidió levantarse primero para darse una ducha. TaeHyung ni siquiera se dió cuenta de que su mejor amigo se levantó hasta que este mismo lo despertó. Estaba casi sonámbulo.

—Levántate, ya dormiste demasiado.

—Mmh, ¿y qué? —susurró el menor, dándose la vuelta. Quedó bocabajo en la cama.

JiMin lo miró de reojo, sonriendo al detallar la escena. TaeHyung estaba en ropa interior y su cabello era un desastre.

Al tenerlo así, JiMin quiso atreverse a darle una palmada en el trasero... Pero tal vez era demasiado, y no quería parecer gay. Su amigo Kim malinterpretaría las cosas.

—Hoy en la tarde iremos donde Nam, ¿no? —se acercó a donde estaba su amigo, parándose a un lado de la cama.

—Mmh —volvió a quejarse—. Supongo... ¿Hay algún plan en específico?

—Jugaremos en la consola nueva que compró... Y escuché que había conseguido jugadores nuevos en el FIFA, así que quiero probarlos antes de comprármelos yo.

—Suena bien... ¿Irán chicas? —preguntó, por fin, dándose la vuelta otra vez.

Se tomó unos segundos en enderezarse y sentarse sobre la cama. Al hacerlo, vió que JiMin acababa de bañarse, ya que sólo lo cubría una toalla blanca. Se empezaban a notar muy bien los resultados del gym, pero no iba a halagarlo ahora, ya que estaban en otro tema de conversación.

—Que yo sepa, no. ¿Por qué irían chicas a jugar un videojuego de fútbol?

—No lo sé, tal vez la novia de Nam quiera llevar a sus amigas —comentó con una sonrisita.

—Nam no tiene novia aún, ¿no ves que la que le gusta no le hace caso? —se burló también— Bueno, al menos ahora habla con más mujeres que tú.

—Hey, yo hablo con mujeres —se llevó ambas manos arriba, intentando acomodar sus mechas castañas. Parecía estar enredado.

—¿Te digo la verdad? Tú pareces gay —después de decir eso, JiMin se encogió de hombros, desatándose la toalla de la cadera para usarla en secar su cabello.

TaeHyung se quedó un momento en silencio. No es que le sorprendiera mucho que su amigo haya hecho eso, sino que creía, era la primera vez. En vez de quedarse viéndole, soltó una risa.

—Creo que si alguien aquí es gay, eres tú.

—Por favor, soy el chico más heterosexual que conoces —se mofó el pelinegro, ahora bajando la toalla para secarse bien el cuello.

—No exactamente, creo que ayer estabas diciendo que querías follarme —su sonrisa se volvió en una pícara.

—No, pana. Me sacaste de contexto.

—¡Literalmente fue lo que dijiste! Y a ver, Park, me siento halagado... Pero no, a mí me atraen las mujeres y ya está.

—Al igual que a mí —rodó los ojos—. Me arrepiento de haber hecho ese comentario, ¿bien? No estaba siendo sincero.

TaeHyung se colocó de pie, y sin avisar de nada, se bajó la ropa interior. Fue un poco repentino, y a diferencia de este último, JiMin se quedó un poco absorto.

—Sí, claro. Yo creo que te estás volteando hacia el otro lado, eh —dijo, echándose el cabello para atrás—. Me iré a bañar.

—Ah... Mmh, no te tardes mucho.

—¿Quieres ir conmigo?

—No, ya me bañé. ¿No lo ves?

—Ajá, pero pensé que querrías darte otro remojón conmigo —soltó junto a una risa burlona.

—Guacala. No, gracias.

TaeHyung asintió y se dirigió al baño.

2 p.m. JiMin y TaeHyung se dirigieron a la casa de NamJoon. Habían comprado entre los dos una bolsa de papas fritas y una botella de coca cola. No es que tuvieran la mejor dieta, pero no encontraban nada mejor para comer mientras jugaban.

Cuando llegaron, se saludaron y entraron a la sala. Los dos mejores amigos se tumbaron en un sofá, mientras Nam estaba en otro individual.

No se pusieron a jugar de una vez, sino que Nam estaba compartiendo lo que veía en su celular, al televisor. Estaba en Twitter, mostrándole al par unas prendas de ropa para preguntarles su opinión. Gracias a esto, vieron un par de cosas que Nam tenía en esta aplicación, hicieron bromas y comenzaron otro tema de conversación.

—¿Cuántas pajas te haces al día, compa? —preguntó TaeHyung a tono de burla.

—No más de una, en serio. No sé por qué tengo tanta cosa aquí —comenzó a reír.

—Y eso que te veías tan serio, huh. Eres la definición de pajero.

—¡No mientas! —renegó el mayor de los tres—. Nadie puede ser más pajero que tú, Tae. A ver, muestra tu Twitter.

—No, ¿para qué? Tú muestra tus likes.

NamJoon rió, y sin rechistar, lo hizo en serio. Se puso de pie y le pasó el teléfono a JiMin. Luego, se devolvió y volvió a sentarse.

—Revisen, van a encontrar muy pocas cosas raras.

JiMin sonrió y comenzó a scrollear por los likes del chico.

A medida que bajaba, aparecían vídeos y fotos, pero la mayoría eran de jugadores de fútbol, cartas del FIFA, Minecraft, y demás aplicaciones. Sólo paró cuando vió una foto de una chica semi desnuda. Miró al chico con una mirada incriminante.

—¿Y esto, NamJoon?

TaeHyung, quien estaba mirando en la pantalla grande, emitió un sonido como de silbido.

—Es una actriz de una película, ¿bien? Me gustó su trabajo.

—¿Qué tipo de película? —le cuestionó el pelinegro, bajando y encontrando más contenido de la misma mujer.

—Está muy linda —opinó TaeHyung.

Por alguna razón, JiMin se detuvo y miró a su amigo con el ceño fruncido.

—Cerdo.

—¿Por qué? Es la verdad... Es muy sexy.

JiMin rodó los ojos, saliéndose de la aplicación.

—Bien, ya no más. No planeo que se exciten ni nada así.

—Aguafiestas —dijo Nam—. ¿Y qué tiene? Estamos en confianza.

—Es que... A JiMin le gustan otro tipo de cosas.

—Cállate, Kim TaeHyung —habló el mencionado.

—¿Cómo? —preguntó NamJoon, confundido.

—Sí —afirmó, casi pasándose por encima de JiMin para tomar el teléfono del mayor. Abrió Twitter de nuevo.

El pelinegro soltó un suspiro al ver que TaeHyung colocaba "femboys" en el buscador de la aplicación.

—JiMin, ¿eres gay? —dijo Nam.

—¡No! —exclamó y le arrebató de nuevo el teléfono ajeno, quitando eso de la pantalla.

—¡Bueno, bueno, ya! No más de jugar con mis cosas.

Se puso de pie de nuevo y le quitó de las manos su teléfono, ahora fingiendo enojo.

—Hablen de otra cosa —susurró JiMin.

TaeHyung miró de reojo a su mejor amigo en silencio, esperando no haberla cagado. Sabía que era un chiste, pero lo que no sabía era cómo reaccionaría NamJoon a ese tipo de bromas.

—Claro —habló de nuevo el mayor.