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advertencias:
Historia completamente ficticia, no busco ofender ni lastimar a los personajes, tampoco quiero que se normalice nada de lo escribo ya que no es real, si esta historia no es de tu agrado, te sugiero que no la leas. Comentarios ofensivos hacia la historia serán borrados y el usuario bloqueado.
Relación amorosa entre alumna y profesor (YoonJi cuenta con 18 años)// moral y ética dudosas// smut ligero y raro (?)//personajes mentalmente inestables//
Jung HoSeok no es un buen profesor. No puede considerarse uno con la moral y ética equilibrada, menos cuando sus rodillas están dobladas en el suelo.
Porque YoonJi no le permite moverse de allí.
Aquella postura provoca mas que simples calambres, tiene claro que estar posicionado de esa forma estimula con éxito la mente de su alumna.
Como un profesor de literatura, que enseña el arte de la escritura y lenguaje esta así... de rodillas ante la petición de una alumna.
Una relación como la de ellos es considerada prohibida por la sociedad , sin duda alguna también peligrosa. El problema principal aquí es... a HoSeok parece importarle poco.
Su vida como la conoce puede quemarse y volverse cenizas en segundos. Aun así él seguiría con la mente puesta en la pálida piel que expone YoonJi, sumado al hecho de que las muestra descaradamente frente a sus ojos como si nada.
Oh... YoonJi es tan inteligente , HoSeok siente que los años en los que estuvo formándose no le sirvieron para una mierda.
Pensar en todo el riesgo que contrae estar cerca de su alumna no lo salvara de lo que se aproxima ahora. Su perdición ha logrado encerrarlo en el cuarto donde se guardan las pelotas, y pasadas las siete de la tarde... nadie vendrá.
El dolor en sus rodillas no es lo único que lo pone tenso, la gélida mirada de la chica juega un papel importante en sus emociones. Tratar de entender al menos un cuarto de lo que sucede en la mente de YoonJi debería ser considerado un logro.
—¿Tienes idea de lo que haremos hoy en este lugar?—la voz femenina hizo al fin su presencia, y HoSeok la siente reproducirse por toda su piel como un maldito eco (incluso se le erizaron los vellos de los brazos).
Hoy apenas terminó de dictar su clase, la exigente voz de su alumna lo sacó de allí para encerrarlo en donde se encuentran ahora, por lo que seria correcto responder que no tiene la más mínima idea del porqué están aquí encerrados.
HoSeok sin darse cuenta, ¿entrego tanto poder a YoonJi?
¿Los escasos y cortos dos besos que se dieron? ¿Que se haya cruzado de piernas en plena clase, mostrando un poco de puntilla bajo la falda? ¿Haberse relamido los labios incontables veces mientras sostenía su mirada en él?
No importa lo incrédulas que suenan esas respuestas. La realidad es que Jung HoSeok ahora depende enteramente de las decisiones de YoonJi. Ni más, ni menos que eso.
Tiene que responder.
—No... no lo sé—su mirada va hacia los ojos ajenos, esperando algún tipo de señal, ojala su respuesta no sea tomaba de mala forma por no tener en claro lo que harán. Por suerte, YoonJi parece aceptar su respuesta, eso es lo que deduce HoSeok con verla curvar sus labios en una pequeña mueca de satisfacción.
Tan, tan estúpido.
—Voy a hacer de cuenta que en verdad no lo sabes, y como soy tu alumna ejemplar te lo explicare de una forma sencilla—HoSeok tendría que sentirse sumamente ofendido porque YoonJi acaba de llamarlo mentiroso, pero no hay una pizca de molestia.
No obstante, la sonrisa de ella se intensifica, como si dentro de su cuerpo hubiera solo felicidad (y malas intenciones), toda posibilidad de ofenderse queda atrás.
HoSeok traga saliva.
—Antes que nada—busca dentro de su bolso escolar y muestra un objeto metálico; uno que hace abrir en grande los ojos del aludido—.Tengo un arma en mi bolso—dice ella con una sincera sonrisa, sus rectos dientes brillan en la habitación.
El aire abandona por completo la habitación—o al profesor—
En sus posibilidades podría tener un ataque de pánico al ver a su alumna portar un arma, y se la muestra feliz, como si fuera su pertenencia más preciada. El pensamiento de su alumna disparandole no se hace esperar, las lágrimas salen en cuestión de segundos.
—N-no quiero morir—niega de un lado a otro, asustado—.Voy a renunciar como profesor si es lo que necesitas, l-lamento haber entendido mal tus intenciones conmigo, pero por favor, no... —HoSeok crea un mar de lágrimas surcando en toda su cara. De inmediato, la chica se arrodilla junto a él, sujetando su barbilla para que levante el rostro.
YoonJi piensa que los ojos enrojecidos de HoSeok le dan un toque tan bello a su perfilado rostro.
—Bebé... no voy a matarte, lo juro. Te pusiste todo llorón y no me dejaste terminar de hablar—los largos dedos de la pelinegra acarician con premura los cabellos del profesor. El arma sigue en una de sus manos. Bien, YoonJi no precisa matarlo, pero si necesita el arma para cumplir con uno de sus tantos caprichos enfermizos. Y HoSeok es el indicado.
—En-entonces... el arma... —pregunta con dificultad, siente la garganta extremadamente seca por la impresión de ver aquel metal de la muerte. Ella vuelve a sonreír en respuesta a todo... En respuesta a nada.
—El arma vendría a ser como mi propio pene—responde con toda la confianza del mundo, antes de que HoSeok pueda formar siquiera una sílaba ella continua hablando—¿Sabes por qué la considero así?—HoSeok no quiere responder más nada. Considerar un arma que sirve para matar como un genital masculino es claramente prueba de que YoonJi no esta completamente en todos sus sentidos.
Quizás si detiene este juego ahora y busca ayuda...
YoonJi comprende que HoSeok no va a responder una pregunta como esa, ¡Lo mejor es darle una pequeña ayudita!
—Porque al igual que un pene, esta apunta y dispara.
—YoonJi, esto no te está haciendo bien, si me dejas puedo buscar ayuda...—si tenía más para decir quedó atascado en su garganta. ya que las suaves caricias se convirtieron en un leve tirón.
—Hay veces, en que las cosas no cuentan con un punto intermedio. Y yo soy una de ellas—hubo otro tirón que provoca un jadeo salir de los labios del profesor.
Oh, HoSeok lo sabe, con YoonJi nunca encontrara un punto de equilibrio, porque ella parece vivir cada día como si fuera el último. En un primer lugar eso fue el paso que dio inicio al enamoramiento por la pelinegra, pueden tener toda la razón del mundo en decirle que el también es un enfermo de mierda por andar con su alumna y que encima de todo, tenga tendencias extrañas a la hora de sobrellevar una relación.
Si el esta igual de enfermo que YoonJi... no hay necesidad de pedir ayuda.
Los labios de ella se acercan a uno de los oídos de HoSeok, soltando palabras que, además de causarle escalofríos por el cálido contacto, también lo estremecen.
—Quiero que me la chupes .
.
.
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🌙
Es pocas palabras, el sabor no es de lo mejor, sabe a metal amargo, pero YoonJi se lo pidió. Él debe cumplir con lo orden. Si alguien lo viera ahora, chupando el cañón entero del arma mientras que YoonJi lo sostiene por el mango... ¿qué dirán de él?
Probablemente dirán que perdió la cabeza. Podrían estar en lo cierto.
Sus rodillas dobladas duelen como el infierno mismo pero a la vez le gusta ser sometido por aquel ardor, y si es sincero consigo mismo, tampoco se ve cumpliendo un rol activo en el acto sexual. Es más feliz siendo guiado a que tenga que comenzar todo por su cuenta.
—Tócate—exige con voz demandante y HoSeok tiene que dejar de concentrarse en chupar para mirarla a los ojos y tratar de comprender el significado de aquello. Nunca se había tocado frente a otra persona, en sentido de la masturbación. Otro gran paso que saltaría por su alumna.
Sin mediar palabras, la pelinegra aleja el arma de la boca—ensalivada por HoSeok— apartándola, solo para aproximarse más al hombre. Sus manos se mueven con energía sobre el pantalón y respectivo cinturón.
—¡P-puedo solo!—exclama con las orejas ardiendo (por no decir todo el rostro también). YoonJi ignora los reclamos de su bebé y prosigue a desabrochar la molesta hebilla.
—Déjame ayudarte, sabes que esto me pertenece tanto como a ti—aprieta con ansias el bulto bajo la tela de la ropa interior, HoSeok jadea. Mierda, no esta muy duro pero en definitiva su miembro requiere atención. De un movimiento, la tela queda abajo y el pene queda expuesto al exterior.
—Te vas a tocar mientras me la chupas. Puedes empezar ahora—su alumna vino directamente desde el infierno para hacerlo pecar de esta manera tan adictiva. En cuanto vuelve a sujetar el arma, los labios del moreno se posicionaron en el cañón calentando la saliva que quedó sobre ella, y en respuesta al otro deber coloca su mano derecha sobre miembro comenzando a subir y bajar lento para lograr endurecerla.
Entonces cierra los ojos e imagina. Imagina que la punta del arma realmente es el pene de su alumna, uno grande; grueso; venoso y lleno de pre semen. Listo para acabar en su boca, la idea simplemente le fascina y por ende, consigue estar completamente duro.
—Lo estas haciendo de maravilla, bebé—YoonJi necesita hacerle saber a su profesor que verlo chupar y succionar el cañón—sin contar que desde su barbilla se recorre todo un camino de baba—mientras se masturba de arriba hacia abajo la pone caliente.
Mas que caliente. Sus bragas pueden contar lo húmeda que está allá abajo.
Quiere guardar en su memoria este glorioso momento. Además, necesita probar que tan buenos son los labios del hombre contra los suyos. Sin más, retira de nuevo el arma de esos candentes labios y esta vez, recibe un gruñido por ello. Ella ríe complacida por tal actitud.
—Se que es hermoso chuparme, pero mis labios también quieren un poco de diversión—no tuvo que pedirlo dos veces, HoSeok la empuja contra su cuerpo y la apresa en un fogoso beso. Sus lenguas se tocan en un sin fin de movimientos erráticos. Tanta saliva para compartir y mezclarse establece el camino de la perdición... más de lo que ya estaba.
Si le pagaran a Min YoonJi por cortar la cosa en la mejor parte seria millonaria. Pero por ahora, se conforma con tener a HoSeok a su merced. Abandona el interior de la boca de HoSeok con mucha saliva para dar, así que levanta su palma y escupe sobre ella.
—Déjame continuar—HoSeok la mira extrañado. Comprende segundos después a lo que se refiere, suelta sin más el agarre del miembro erecto (soltando un jadeo agudo en el proceso) y se la deja en bandeja para que hiciera lo que quiera.
La saliva impacta de inmediato con la piel sensible,un apreton también otorga corrientes eléctricas—por así decirlo—sobre el cuerpo del moreno.
—Ah, YoonJi, eso no... —y que si todo es políticamente incorrecto, YoonJi lo desea al igual que él. Una enfermiza pero inevitable relación comienza y no hay quien pueda detenerlos. Ya no, si las rodillas de HoSeok arden del dolor, no hay piedad, en donde solo rige el placer.
En unos cuantos movimientos se corre HoSeok sobre la mano de la pelinegra. Para ese momento, el profesor se encuentra hecho un desastre, con el cabello pegado a la frente por el sudor; sin mencionar la baba que permanece fresca sobre su mandíbula.
La mano manchada de semen sube sin temor hacia los labios de YoonJi, chupando los dedos... uno por uno.
—Exquisito, profesor—dice, sin dejar de limpiarlos.
Queda claro entonces, que tanto el profesor HoSeok como la alumna YoonJi no conocen un punto intermedio. Podrían estar tan bien como tan mal...
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Uy. Bueno este si que es un smut bastante diferente. Tenía ganas de escribir algo que rompiera un poco con los patrones normales de sexo(ponele ) jaja. Espero haberlo logrado aunque sea un %50
Todos los créditos le pertenecen a la artista en cuestión. Su dibujo me inspiro a escribir esto ggg
La pueden encontrar en twitter como: @skccj0 (ya no se si la imagen esta publica ya que recibí una denuncia de alguien, cualquier cosa sigan mejor a la artista en su cuenta personal)
Saluditos^^
Corregido y editado: 26 de noviembre del 2020
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