Señorito Benimaru

*POV Leona*

Tratar con desprecio al joven del look vanguardista después de tropezar cuando bajé del bus quizá sea el primer error que cometí desde que llegué a Japón. ¿Qué había de malo en ello? Nada... Simplemente, aún no me acostumbro a que los hombres me llenen de piropos no sólo cuando estoy ejerciendo las actividades en la milicia o salgo a caminar por la calle porque siento que me acosan y eso me atormenta. Mi rostro de tristeza lo decía todo, pues me arrepiento de armar el desplante y en lugar de eso, pensé en no descartar toparme de nuevo con él para, por lo menos, pedirle disculpas por el incidente. Mientras esto sucedía, encontré en los alrededores un aviso colgado en un poste de luz donde se publicó la desaparición de un perro y me lancé a la aventura de buscarlo pues, la última vez que se le vio fue en una carpa circense que estaba a medio construir. En su camino, conocí a Vanessa, una joven boxeadora que me reconoció por su vestuario de militar que lucía y mi rostro, allí aproveché para preguntarle si vio al perro que se perdió y si conoce a su dueño. Al principio, Vanessa se negó en darme su apoyo porque lo suyo era ser pugilista, pero luego se comprometió en ayudarme a identificar, mediante la nómina de peleadores que integran cada edición del torneo KOF, al personaje detrás de las siglas BN y el resultado arrojó que el poseedor de Pipa era un joven llamado Benimaru Nikaido, precisamente era el mismo chico cuando se tropezó al salir del bus. Ahora mi próximo paso será ir en su búsqueda, pero según las advertencias de Vanessa, yo debería cuidarse porque este muchacho es un conquistador de mujeres y puede que yo sea su próxima víctima.

PD: Esta parte va dedicada a mi gran amigo BrolyVanHellsing47.

Por otro lado, pasaban por la calle dos jovenes: Ángel, una joven de cabellos blancos y ojos azules, vestida con una blusa escotada de mangas largas de cuero negro, una truza delgada de azul marino, pantalones de vaquero con chaparreras y botines negros, y Billy, un hombre británico que lleva sobre su cabellera rubia un pañuelo color rojo con líneas gruesas blancas y azules que se cruzan entre sí y vestido con un polo rojo estampado con letras negras grandes, chaqueta gris, jeans plomas y zapatillas, llegan a Japón por primera vez para ponerse bajo las órdenes de un malvado personaje llamado Duke, un experto en la explotación de mascotas y personas, un delincuente peligroso que pesa sobre su contra miles de cargos en su contra por dichos delitos y que salió en libertad por falta de pruebas en estos casos. El es un hombre de 30 años, de tez morena, ojos marrones, musculoso, con el cabello negro y corto con iluminaciones rubias, se viste con una camisa gris y rojo mezclado con variados diseños y una enorme "D" estampada en la parte de atrás, además de un pantalón negro y zapatos de cuero rojos.

Gran Casa de Duke, 6:09am.

"Señor Duke, veo que tiene una gran cantidad de mascotas... ¿Que piensa hacer con ellas?", preguntó Billy admirado por la gran colección de perros que tiene metido en las jaulas.

"Voy a hacerlos trabajar en un circo cuya carpa se construirá pronto cerca de Japón y el trabajo será tan arduo que si una de mis mascotas me obedecen, el castigo que les espera a todos será brutal", dijo Duke. 

"¿Cómo consiguió a esos canes?", preguntó Ángel observando a un perro doberman metido en su jaula.

"Pues, me las compré en una tienda de mascotas... ¿No soy hermosos?", dijo Duke, pero en realidad, él miente porque la mayoría de los perros que consiguió se las robó ni bien las encuentra por la calle y las toma como suyos a través de un extraño experimento hecho por el mismo.

"A mí me encantan estas razas de perros... Los bulldog... Pues son de esos salvajes que meten miedo a las personas con sólo un ladrido y tienen ganas de morder lo que sea que ven", dijo Billy, mientras mira a lo lejos a Ángel mimando a un perro.

"Y mi señor, ¿qué raza canina le falta por coleccionar? Ya los tiene casi todos...", preguntó Ángel.

"Me faltan los perros tiernos como el chihuahua y el shitzu... Y ya que lo preguntas, ustedes serán los encargados de traer cualquiera de ellos ni bien los ven por la calle... Dentro de dos meses, abrirán la carpa para todo el público y voy aprovechar ese tiempo para entrenarlos de manera estricta, así como yo quiero... Si no están capacitados para ello, los dejaré libres para que deambulen por la calle y se mueran de frío y hambre... Así va a hacer...", dijo Duke tomando un puñal filudo y cortando en dos un limón que había en la mesa.

"¿Cuándo entraremos al ruedo para ir por esas mascotas?", preguntó Ángel sin tratar de ocultar su entusiasmo por comenzar a robar los perros de raza tierna que ella y Billy encuentren por todas las calles de Japón.

"Hoy mismo... Espero saber que alcanzarán resultados positivos esta noche y si no lo hacen, no pongan un pie en esta mansión hasta que acaten con la orden, ¿esta claro?", mandó Duke, mientras Billy y Ángel le hacían reverencia a su patrón.

Por otro lado, me hice pasar por hombre vistiéndome con un polo blanco, una chaqueta amarilla y negra más jeans grises y zapatilla para salir del hotel muy temprano en busca de Benimaru con la consigna de que el sepa identificar a su perra perdida Pipa y me ayude a encontrarla antes que otros se apoderen de su mascota. A mí se me ocurrió salir así porque quería ser inmune a los encantos de este joven, según las advertencias dadas por Vanessa, pero a estas alturas, ya me sucumbió su belleza al conocerlo en el paradero del bus y a pesar de querer contarlo todo, debía ocultarlo para levantar sospechas sobre su existencia. De todas formas, mi intención de ir como hombre era para no enamorarse de él aunque lo veo difícil pues siempre está en mis pensamientos y hasta ahora, no tuve el valor de quitármelo de la mente por la escena en la que nos conocimos y nos perdimos por varios minutos con el corazón latiendo a mil por hora, pero al tratarlo feo, me sentí muy mal y mi intención de verlo de nuevo fue para pedirle perdón por mi mala actitud, dejar atrás todo y seguir como si nada pasara. Miré mi reloj, aún era temprano, y pensé que debía entrar en acción para no perder más tiempo y seguir con la misión.

En la calle, 7:37am.

"Bueno, Benimaru quizá este en este hotel instalado desde hace ya tiempo... Me voy a meter y me haré pasar por alguien conocido para que no me manden a la cárcel si me descubren... Así que, la función comienza ahora...", pensé, pero en eso, Vanessa la llama...

"¿Vanessa? ¿Por qué me llamas a esta hora justo cuando estoy a poco de ingresar a un hotel donde, supuestamente, Benimaru puede estar ahí? Me harás perder mi tiempo", dije cuando ya tenía varios minutos fuera del hotel y me oculté en un rincón para hablar con Vanessa en un momento crucial para mí.

"¿Si? Casi lo olvido... ¿En qué hotel estás para darte el alcance de inmediato?", preguntó Vanessa que tenía la iniciativa de apoyarme con la misión como quedamos ayer.

"¿Qué? Por favor, no te metas en esta parte de la misión por ahora... Yo te diré después si lo completé o no y además, aún es temprano para ti, así que sigue durmiendo...", dije estando a metros de otro hotel lujoso.

"Ok... Te lo encargo... Solo ten cuidado con eso de que te descubran por la calle. Voy a mandar a mi hijo Tyler al colegio, ¿no te dije que soy madre?", mencionó Vanessa que cogió una donut de chocolate.

"¿Si? Ah, eso no lo sabía. Luego me lo cuentas largo y tendido porque creo que ya ví a mi presa perfecta saliendo del hotel. Nos hablamos luego, adiós...", dije cuando de repente vi salir a Benimaru del hotel y pretendí confundirlo con una joven rubia de pelo largo y lacio hacia abajo, un look que era muy similar al suyo.

"Ok, adiós, qué tengas suerte con tu búsqueda y cualquier novedad que tengas, me avisas", dijo Vanessa, colgando su teléfono y cruzando sus dedos para que me vaya bien en esta parte de la misión.

"Sé que estas aquí, Nikaido... De la increíble Leona Heidern no podrás huir", pensé y en cuanto vio a la rubia, corría como loca como si fuera una atleta y traté de alcanzarla hasta un banco, pero no pudo conseguirlo lo que me obligó a postrarme en un poste de luz para esperarla.

"No me hagas esperar más tiempo, Señorito Benimaru... Lo voy a perseguir por donde sea hasta alcanzarlo", de nuevo pensé y cuando la rubia dejaba el banco, opté por caminar despacio para seguir alcanzarlo, pero para mi mala suerte, antes de llegar a su mansión, tuve un mal paso al no pisar bien la vereda rodeada de baches y acabé en el suelo con la cara manchada, la rodilla enrojecida y el tobillo lesionado.

"¡Demonios, mi rodilla! ¡Mi tobillo! Me duele mucho... Justo ahora me pasan estas cosas... Joven, ¿me puede llevar de vuelta al hotel?", pregunté quejandome de dolor y captando la atención de Benimaru quien no lo pensó dos veces, accedió a mi llamado y me llevó hacia su hermosa mansión cargada de sus brazos.

"¿Sí? ¿Yo? Su rodilla esta sangrando... ¿La puedo llevar a mi mansión?", preguntó esa rubia para lo cual asentí con la cabeza sin vacilarlo.

Canción de Fondo:
"No hay nadie más", Sebastián Yatra.

Mansión de Benimaru...

"¿Se encuentra bien, lady? ¿No se hizo mucho daño?", preguntó el joven, mientras su empleada llamada Rachel le abrió la puerta de su mansión para que ambos entren de frente al sofá.

"¿Un momento? ¿Tú eres... chico o chica? Porque antes de ir en su búsqueda ví pasar a una mujer con el mismo look que usted... ¿O es que acaso me equivoco? Porque, de ser así, le ofrezco una sincera disculpa...", dije para despejar la duda que tenía de confundir a Benimaru con una joven casi de su edad.

"No se preocupe, todos me dicen que me parezco a una chica por mi look, pero yo soy un chico... ¿Qué digo chico? Soy hombre... Y me encanta recibir a mujeres bellas como tú en mi mansión... Deja que me presente... Benimaru Nikaido para servir a usted", se presentó el joven ante mí tocando mi mano y besándola con suma elegancia.

"¿Tú eres... el dueño de Pipa? Vaya, hasta que por fin lo conozco... Me acuerdo que nos chocamos en el paradero y usted me lanzó piropos que me ofendieron... literalmente. Fui muy tonta al decirle cosas feas y de eso me sentí mal... (estrechando mi mano para presentarne) Mucho gusto, soy la soldado Leona Heidern y le pido que vea esto...", dije mostrándole a Benimaru el anuncio que encontré hace días en la calle sobre la desaparición de su perrita Pipa.

"Encuéntrame... Mi nombre es Pipa...".

"¿Es Pipa? ¿Mi perrita? ¿De dónde sacaste el anuncio de su extravío?", preguntó el joven perdido en la confusión y mirando el afiche donde aparecía la foto de Pipa.

"Eso es lo de menos... Benimaru, vine a Japón con la consigna de encontrar a tu perrita Pipa y para eso, te pido que te unas a mí en esta misión antes que otros la hallen y se hagan dueños de tu mascota... No permitas que este hermoso shitzu caiga en malas manos", le supliqué para que, junto con Benimaru, recorramos todo Japón con tal de ubicar a Pipa.

"Mira, no es por ofender, pero yo no puedo lidiar con mercenarias como tú... ¿Con que clase de persona debo tratar para que me ayude a encontrar a Pipa?", decía un angustiado Benimaru cuyas lágrimas estaban a punto de salir sobre sus ojos azules.

"Escúchame sólo por un momento, por Dios... No soy una mercenaria, ni mucho menos vengo con cuchillos, escopetas, metralletas o lo que este a mi alcance para matar gente inocente porque no me apetece nada ni tampoco ser asesina a sueldo no es lo mío. Soy una militar que viene aquí a Japón con una misión bajo el brazo en la que tú estás involucrado porque se trata de Pipa y su vida dependerá de lo que hagamos nosotros. Ahora, ¿me ayudaras a encontrar a tu perrita? O si no, me veré en la obligación de regresar a mi cuartel y ya no volverás a verme. Tu decides...", le dije dejando las cosas claras y le pase la pelota para que quede en cancha de Benimaru.

"Madame... Acepto su ayuda... Vamos a unirnos para encontrar a mi Pipa, la réplica que tengo de la cadena de oro, hecha de plata con mis iniciales impresas en zafiro, nos llevará hacia ella donde quiera que esté", dijo el joven para satisfacción mía.

"Gracias... Muchas, muchas gracias por acceder a mi ayuda para cumplir con la misión, Benimaru... Ahora juntos iniciaremos la llamada Operación Pipa y no pararemos hasta encontrarla... ¿Listo?", dije haciendo mi respectivo saludo militar frente a Benimaru que atinó a sonreír.

"Para lo que sea... Siempre ando listo", respondió Benimaru que se acerca para abrazarme aunque poco o nada sepamos de nuestras vidas entre sí, pues aún no nos conocemos del todo.

"Ok, no perdamos tiempo... Iremos recorriendo todo Japón, toda Asia o todo el mundo si es que se puede, para recuperar a Pipa... Pero no me puedo levantar, me duele el tobillo... Creo que me lo doble cuando me caí... ¿Le puedes decir a tu empleada que traiga algo para curarme? No puedo salir a cumplir nuestra misión en estas condiciones", dije quejándome de nuevo por la herida en mi tobillo y quería ponerme en pie, pero terminé por sentarse de nuevo en la sala porque la lesión persistía y era cada vez más doloroso, mientras Rachel trae una cubeta de hielo y una venda para curar el tobillo lastimado.

Mientras la joven empleada me atiende con paciencia, esperando que mi tobillo se restablezca poco a poco con la condición de que no haga un movimiento brusco, puse mis ojos en ese chico que, al fin, pude conocer y hablar por primera vez aunque no tuve el valor de pedirle disculpas por aquel choque que causamos la última vez que se vieron en la parada del bus y, a la vez, quería aclarar las cosas. Por ende, yo busqué un momento para ponerme de pie sin ayuda ni dolor que me moleste, quise acercarme hacia Benimaru y hablar de dicho asunto con la sinceridad y la seriedad que la caracteriza.

Esta parte se le dedico a Vniixx 21_Fer Rain_Rguez KNSssoul shadowbot32 ReginaYagamiCrimson y AngelMey2.

"Oye señorito, ¿tienes un momento? Quiero hablar con usted un instante de algo que nada tiene que ver con nuestra misión", le pedí con mi dedo índice izquierdo que Benimaru se acerque a la sala para conversar.

"Oh... ¿De qué se trata? Espero que no sea nada malo de que comentar... Soy todo ojos y oídos", dijo Benimaru.

"Quería ofrecerle unas disculpas por gritarle en la parada del bus después de tropezarnos y caer al asfalto. Cometí el error no sólo de eso sino también de llamarle la atención por confundirlo con un extraño que me acosaba por decirme 'hermosa'... ¿Crees que lo soy?", pregunté un tanto nerviosa por tenerlo cerca de mí, pero en ese instante, Benimaru se acercó y tratando de controlar sus poderes eléctricos, me agarró de la cintura entrando en calor.

Canción de Fondo:
"A thousand years", Christina Perri.

"Claro que lo eres, Leona... Nunca había visto a una chica tan ruda y sexy como tú, tu espíritu de lucha purifica mi corazón y me hace latir con fuerza a tal punto de tener ganas de besarla", dijo Benimaru que me miró sin detenerse y me robó un beso por primera vez.

"¿Ese beso que me diste significa que mis disculpas fueron aceptadas?", pregunté con mi rostro enjorecido y mirando como Benimaru sonreía tras besarme y tocar lentamente mi piel con delicadeza a tal punto que le devolví ese gesto apasionado con la misma intensidad con la que recibí lo que sería mi primer beso.

"Definitivamente, es un sí... Baby...", susurraba Benimaru a mis oídos y sintiendo cómo todo mi cuerpo se erizaba por completo, mientras él tomó mi rostro y volvió a besarme con agresividad y pasión.

No pasó ni una semana desde que pisé Japón y lo que, en un principio, iba a disfrutar de unas emocionantes vacaciones pedidas por la milicia, se convirtieron en meses de puro trabajo y encima, el destino se encargó de estampar mi cara con un chico que ni siquiera sabe de mi vida, sólo está unida a el gracias a Pipa, la perrita perdida de Benimaru, el joven de cabello lacio y rubio se involucró en la misión. Nunca me besé con ningún hombre ni dejé que tocara mi cuerpo de la forma tan delicada como él lo hizo, sus poderes eléctricos y sexy sonrisa se diferencian mucho de mi fuerte y dominante carácter que poseo, pero con el tiempo me daré cuenta que, hasta la mujer más dura y agresiva, será domada por el amor.

*Continuará*

*Como se pudieron percatar, ellos se conocieron en la mansión de Benimaru y al instante, una mirada y un cosquilleo eléctrico los llevaron a enamorarse dándose su primer beso. Esto es el principio de su mágica aventura en Japón donde la consigna será encontrar a Pipa antes que sea muy tarde*.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top