Mi Asistente y Amante
*Pov Leona*
K', Kula y Whip se instalaron en el mismo hotel conmigo y con Vanessa en vista de que no encontraron otro lugar para refugiarse. Sin embargo, no pasó una hora de estar ubicados en sus habitaciones cuando los problemas empezaron después de que K' se negara a comprar el helado de fresa que tanto le gusta a Kula. Tras sentirse dolida con su comentario, ella se marchó del hotel en presencia de todos y llegó a un parque cercano a donde estamos nosotros, allí se echó a llorar y a pensar porqué K' le armó un serio desplante ni bien pisaron Japón y cuando estuvo un poco más calmada, se tropezó con alguien que no pensó toparse hasta ahora: Benimaru. Allí, ambos se conocen e intercambiaron alguna que otra palabra, pero al verlos juntos, Vanessa y yo nos acercamos para agradecer al joven por dar con la ubicación de Kula y para aprovechar la ocasión de reunirse, la llevamos a pasear y comprar el helado de fresa que tanto pedía desde que la niña, junto con K' y Whip, tocaron suelo nipón por primera vez. El paseo duró hasta la noche donde volvimos al hotel, pero todo se echó por la borda cuando Benimaru quedó en shock ante la presencia de K' y su mal humor quedó evidenciado cuando ignoró mi comentario y sin reparo alguno, lo reproché por esa actitud que la avergonzó frente a todos, pero felizmente el rubio admitió su error y yo lo perdoné aunque no pudo sentir esa frustración interna de no dar con el paradero de Pipa tras dos días de búsqueda incansable que realicé por mi cuenta, pero por desgracia, no tenía el resultado que esperaba. Sin embargo, para que no esté tan mal, le dí palabras de ánimo para que no pierda la esperanza de dar con su paradero y con un ardiente beso, fuimos al segundo piso de su mansión topándome con el maravilloso diseño que poseía Benimaru en su cuarto. Cuando me vió ponerse cómoda en su cama y vestida con el pantalón de una pijama rosada que saqué de su clóset, este dejó a un lado los nervios y formuló esta pregunta que yo no esperaba oír desde que lo conocí.
Mansión de Benimaru, 11:43pm.
"¿Quieres acostarte conmigo?", preguntó Benimaru así de fácil y con total seguridad, mi rostro se tornó rosado en un abrir de cerrar de ojos porque tenia miedo de romper las reglas de la milicia si, de alguna u otra manera, caería en la tentación y me entregaría en sus brazos por primera vez... Tras pensarlo por unos breves segundos estando sola en el baño y pese a la eternidad que duró según él, ella por fin tenía su respuesta...
"¡Wow!... No se que pensar, Benimaru. Tu pregunta me dio muchas vueltas a mi cabeza... Nunca imaginé que fueras capaz de preguntarme algo que no lo tenía en mente...", dije, pero él había esperado mucho a que respondiera y hasta ahora, no hubo nada que saliera de mi boca.
"¿Adonde quieres llegar, Leona? Realmente no deseas que tengamos intimidad solo por una vez y de la forma que, ni en tus sueños, imaginaste tener... ¿Eso es o me equivoco?", preguntó Benimaru pensando que, si yo daba marcha atrás con mi respuesta que debía dar, se enojaría y terminaría conmigo.
"No, no vayas a pensar que me retracto o algo por el estilo... Ni tampoco creas que estoy dando vueltas al mismo asunto porque eso no te está gustando... Lo que te quería decir es que... Estoy preparada para afrontar nuevas cosas porque tu me estas ayudando a ser mejor persona y cambiando mi manera de ser sin dejar a un lado mis orígenes porque estar en la milicia es también parte de mi vida. Así que... Para no dar más vueltas al asunto, te diré que... Sí, quiero hacer el amor contigo", dije devolviendo el alma y el aliento al cuerpo de Benimaru.
"Oh, mi amor... No sabes lo mucho que anhelaba oír de tus labios que sí querías hacerlo... Ay, te amo... por fin, podré verte desnuda para tener relaciones como nunca te lo hicieron en tu vida... Nadie podrá elevarte al cielo de la forma como te lo haré yo... Nadie como el gran...", dijo, mientras me ayudaba a retirar el sostén con sutileza, acariciando mi espalda y dando un beso agresivo que recorrió hasta su pecho, pero antes, ambos declamamos al unísono la última parte de la frase que salió de su boca.
"Be... Benimaru Nikaido...", dijeron los dos susurrando, dejando escapar la respiración porque eran conscientes de que les espera una noche larga, llena de lujuria y pasión.
Canción de Fondo:
"Love me like you do", Ellie Goulding.
Nuestras miradas clavadas entre sí pedían a gritos dejarnos llevar por el deseo, nuestros cuerpos querían entrar en calor de una vez y esta sería la oportunidad perfecta para envolvernos entre las sábanas y entregarnos a la pasión pues éramos conscientes de que no debíamos desaprovecharla matando el tiempo haciendo cosas triviales. Me eché en su cama y permití que Benimaru me quitara el pantalón de pijama y la ropa interior que llevé puesta dejando sin nada a la imaginación, el hacía lo propio retirando sus jeans y lanzándolo al piso para luego entrar y fundirse en un abrazo que me sentó, mientras rasguñaba la espalda, para seguir con continúos y apasionados besos que no me dejaban respirar.
Sus besos transmitía toda dulzura, pero noté que el fuego se desprendió de sus ojos porque se notaba que le gustaba mucho dejarse llevarse por la pasión. Cada roce delicado que rozó mi piel hizo que despertara en mí una nueva versión porque nunca me sentí tan deseada y amada a la vez... Cada abrazo que me daba era como si reposara en un árbol localizado en los alrededores de la milicia y respiraba el aire más fresco, pero aunque ahora era en un ambiente distinto. Es la primera vez que me acoste y sostuve relaciones con quien yo amaba...
Canción de Fondo:
"I love you", Little Mix".
"Siento como una sensación de adrenalina se apodere de mi cuerpo... dejé que toda mi imaginación se eche a volar y todo te lo debo a tí, mi amor, porque me estás enseñando a que pierda un poco la inseguridad que tenía oculto en mí", dije, sintiendo que mi cuerpo arda de pasión producto de esos besos que Benimaru me dejaba en mi cuerpo, mientras seguíamos dando rienda suelta a nuestro amor reluciente que, con el tiempo, era aún más fuerte.
"No te preocupes, lo estamos haciendo despacio sin eso te cause daño alguno porque es lo menos que te haría... Esto es top secret...", dijo Benimaru en voz baja y cerca a mis oídos y que, al oírlos con atención, sentía un poco de escalofríos que recorrían por todo mi cuerpo.
"Sí... Y ya que lo mencionas... Muchas preguntas se vinieron a mi mente. ¿Qué pasaría si el comandante mis colegas se enteran que tuvimos relaciones? ¿Qué pensarán de mí? ¿Me expulsarán del cuartel?", pregunté, teniendo algo de miedo si todos escuchan que nos acostamos.
"No te preocupes... Todo va salir bien... Yo me encargaré que nadie lo sepa porque lo que queremos es que sigas la soldado tan ruda como amable que eres...", respondió, mientras me besó castamente en la boca y se acostó cubriendo su cuerpo con las sábanas de seda blanca.
"Yo ya no sé si quiero continuar en la milicia... A veces, siento la presión del comandante, que es mi padre, que me manda hacer cosas que no quiero realizar, pero lo hago porque él es implacable aunque es bueno a la vez", dije, recostándome y mirándolo a la cara a la vez que platicamos.
"Tranquila... Tú siéntete bien con lo que más te gusta... Recuerda que está también nuestra misión de encontrar a Pipa... y no nos vamos a detener hasta que la hallemos ya sea en Japón o en cualquier parte", dijo Benimaru que tocó mi rostro y besó mi mano.
"Lo sé... Mientras Pipa esté en peligro vagando día y noche en las calles, no estaremos tranquilos porque puede que esos abusivos hagan lo que les dé la gana. No quiero pensar en lo peor para tu perrita...", dije, mientras unas lágrimas escaparon de mis ojos.
"Mi amor... Te agradezco el inmenso apoyo que me das a pesar que no conoces a mi perrita. Tu honestidad e instinto de heroína me hacen pensar que eres una amante de los animales, tu los amas tanto como yo te amo a ti... He pensado hasta regalarte un perrito en compensación por todo lo que venimos haciendo hasta ahora", dijo Benimaru que me besó en el pelo para luego conversar hasta quedarnos dormidos porque al día siguiente seguíamos con la rutina de levantarnos temprano y salir para proseguir con la búsqueda.
"¿En serio? Muchas gracias... Eres tan gentil, me encantaría que sea también una hembrita como tú para que Pipa tenga alguien con quien jugar, ¿no? (Asiente) Jajajaja... Oye, mejor vamos a dormir y pensar en otro día muy productivo que tendremos mañana. Descansa y gracias por este día tan hermoso que compartí contigo...", dije, mientras bostecé y me dormí.
Mientras dormíamos arropados en la cama de Benimaru y cubiertos entre las sábanas blancas, cansados de someternos ante tantas muestras de afecto que nos dimos en su gran cama y con el fondo de la torrencial lluvia que caía en las calles, una hermosa y enigmática mujer aparecía en la mansión de Duke oculta bajo el disfraz de una domadora circense. Su nombre es Lien Neville y por alguna razón no quería ser asediada por la prensa debido a su profesión que realiza. Ella es británica, de cabello rubio con ondas grandes, ojos azules, piel blanca como la leche, mide casi 1.81 y es de contextura delgada, ella es experta en ataques con pistolas y escopetas y fue ex miembro del Ikari Team aunque optó por traicionarlos porque servir a la patria no era divertido según sus palabras y años después, se convirtió en una asesina en serie y vino a Japón a pedido de Billy Kane para trabajar con su patrón como una de sus sirvientes a cambio de recibir mucho dinero por cada misión cumplida que realizaba.
Mansión de Duke, 12:39am.
"Hola, muchacho... Disculpa la molestia si llego a esta hora... ¿Acaso eres tú el que me sugirió que viniera aquí para trabajar bajo las órdenes del Señor Duke?", preguntó Lien al llegar y entrar a la mansión mostrando el afiche que tenía a la mano y decía necesitar de una asistente para trabajar con Duke.
"Sí, soy yo... Bienvenida a la mansión, preciosa... Me llamo Billy Kane y desde hoy, seremos compañeros en el crimen", dijo el joven quitando su pañuelo de su país sobre su cabeza en señal de bienvenida para Lien.
"Jajajaja... ¿Estás bromeando, verdad? ¿Tú y yo seremos colegas? Jajajaja, no necesito de alguien para que me cubra las espaldas, yo trabajo por mi cuenta para el patrón... De frente te lo aclaro en tu cara pelada para que no existan malos entendidos entre los tres", dijo Lien que venía a la mansión sin pelos en la lengua.
"Pero, ¿qué clase de mujer eres?...", dijo Billy intimidado por la belleza de Lien que no se andaba con rodeos.
"Yo soy una mujer que no viene hacer amigos, además, nunca los tuve en mi vida... Como dije, yo bailo con mi propio pañuelo, siempre bajo los mandatos del patrón y cargo con problemas míos y no ajenos... Ahora, ¿dónde está el pinche hombre que tanto me menciona? ¿Por qué no baja ya mismo? Quiero recibir sus órdenes de una vez si es que se atreve a dar la cara", dijo Lien, cruzada de brazos.
"Ay, me das miedo con tu actitud de mandona... La otra chica que trabajó aquí era más educada que tú aunque un poco menos recatada en cuanto a su ropa y carácter, pero ya no trabaja más en la Gran Casa... En fin, es otra historia... Ven, acompáñame al salón donde ahí esperarás hasta que aparezca el Señor Duke", dijo Billy que dejó a Lien en el sofá.
"Muy bien, supongo que debo esperar al Señor Duke aquí, ¿no?... Ok, ojalá no me vaya quedar dormida en este cómodo salón... Ah, una cosa más, no me gusta que me diga mandona... Yo siempre fuí así y no me gustaría que alguien me cuestione por como soy", dijo Lien que se echó en el sofá, pero poco después se durmió porque se cansaba de caminar para llegar aquí.
"No creo que debería ponerse otra ropa porque... llegó aquí en medio de la lluvia y...", dijo Billy, pero Lien se quedó dormida y de inmediato subió a la habitación del patrón Duke para avisar sobre su llegada.
Habitación de Duke, 1:03am.
"¿Qué son estas horas que vienes, Billy? ¿No deberías dormirte ahora?", preguntó Duke que se enojó luego de recibir la visita de Billy en su cuarto.
"Disculpa, Señor Duke... La visita, la señorita Lien Neville, se quedó dormida en el sofá con su ropa puesta y totalmente mojada por la lluvia que no cesa de caer...", dijo Billy tras dar una corta reverencia a su patrón.
"Hmph... Déjala que duerma... Ya mañana la atenderé. Me imagino que esta chica es justo como aparece en la foto del volante, ¿no?", preguntó Duke que, tras ponerse en pie, no dejó de mirar la foto de Lien.
"Sí... Es justo la mujer perfecta para usted... Y viéndola de pies a cabeza, creo que podría quedarse más tiempo trabajando para nosotros, ¿no cree?", preguntó Billy, pero Duke solo atinó a sonreír con algo de malicia.
Horas después... 6:16am.
"Ay... ¿Qué hora es? Ay... Me duele mucho la cabeza, tengo un apetito voraz y yo que pensé que no me dormiría aquí, pero de tanto aguardar por el patrón Duke, acabé en brazos de Morfeo... Y lo peor es que dormí muy poco", se dijo Lien a si misma, pero después de levantarse del sofá, se topó con el patrón.
"Me hubiese dicho para preparar algo de comer. Ahí tenemos a los mejores cocineros que le pueden preparar los platos que usted desee... Ah... Ahí está el señor Duke...", dijo Billy que se alejó de Lien para recibir a Duke.
"¿Me esperabas, mujer?", preguntó Duke que bajó las escaleras.
"Ah... Sí... ¿Por qué usted se demoró? Yo llegué ayer a la mansión para trabajar bajo sus órdenes, pero... este señor quiso atenderme primero", dijo Lien, pero Duke la interrumpe.
"Sí, Billy ya me lo dijo todo y hasta me dijo que se quedó dormida en mi sofá... Ya no me dio tiempo para darle algo de ropa para que se cambie por la que está mojada. Retírese, déjanos solos... Primero que nada, lamento la demora, señorita, ¿cómo te llamas?", dijo Duke que estrechó su mano para saludar a Lien con elegancia.
"No se preocupe, Señor Duke... Me llamo Lien Neville... Es un placer conocerlo... (estrechando su mano) Billy me sugirió que trabaje para usted... ¿Será que puede concederme ese deseo de servirle fielmente a su persona?", preguntó Lien, arrodillada y haciendo reverencia hacia Duke.
"Pero por supuesto... Usted es muy bienvenida a mis aposentos cuando quiera... Nos vendría muy bien una compañía femenina en nuestra brigada de ladrones... Pero antes iremos al cuarto porque debe pasar por una especie de ritual, eso lo hago con todas mis mujeres que pasan por mi humilde morada y desean contar conmigo para lo que sea", dijo Duke, mientras ambos subían a su cuarto, tomados de la mano.
"Ésta es una habitación muy hermosa, pocas veces vista para mi que me acostumbré a estar en cuartos casi venidos a menos... ¿Y esto?", preguntó Lien, mientras tocaba el body de cuero rojo que lo sacó de una caja encontrada en su recamara.
"Ésta será tu prenda de vestir... La próxima semana se abrirá la temporada en la carpa del mejor circo en Japón y tú serás la domadora de hombres... Y también de mascotas", dijo Duke, mientras miraba a Lien visiblemente asombrada porque pensó que este es un trabajo fácil para ella, pero la rubia cree lo contrario.
"Oye, Señor... ¿Me ve que tengo cara de prostituta? Este trabajo no es para mí porque no se puede combinar el trabajo en el circo con el oficio más antiguo del mundo a la vez", dijo Lien fastidiada porque Duke la usa para satisfacer sus fantasías.
"No, no me malinterprete... Esto no tiene que ver con lo que usted piensa, Señorita... Es sólo un trabajo que hará en el circo... Imagínese, la van a ver muchos niños bailando con las mascotas y los hombres en el show... Vamos, Lien... Acepte esta propuesta que será por los meses que durará la temporada de circo y le ponemos fin a este asunto...", aclaró Duke, pero Lien se retira del cuarto rechazando la propuesta de Duke y bajó las escaleras totalmente temerosa.
"Está loco... Ni crea que voy a prestarme para hacer cosas que salgan de su imaginación y tampoco van conmigo... Lo siento, pero yo me voy de su mansión, hasta luego...", dijo Lien, pero, para su sorpresa, se encontró con perros rabiosos que bloquearon la salida de la mansión.
"¿Señor Duke?", pregunto Billy que no pudo salir por la presencia de los perros furiosos que asustaron a Lien.
"¡Duke! ¡Ayuda, por favor! ¡Odio a los perros rabiosos!", gritó Lien que no soporta ver como estos tiernos canes se convirtieron en feroces animales.
"Jajajaja... Supongo que ya viste a mis perros rabiosos, ¿no? No les tengas miedo, ellos solo obedecen a las órdenes de su amo, o sea yo...", dijo Duke, mientras Lien sigue mirando esos ojos de furia y odio que tienen los perros aunque desconoce la razón de porque los canes actúan así.
"¿Qué? O sea, me dices que no les tenga miedo a estos perros pese a que actúan como alma que se los lleva al diablo... Esto es muy cruel de tu parte, yo me voy y no me obligue a cambiar de parecer porque la respuesta ante su propuesta es un 'No'...", dijo Lien, pero Duke ordena a uno de sus perros asustarla con sus mordidas.
"¿Sabes lo que pasa si no aceptas mi propuesta? Jajajaja... Se supone que esto sería una súplica, pero ahora... Es una obligación, aparte tienes que pasar todas las noches conmigo y fingir ser mi amante... Te irá fatal si no lo haces...", amenazó Duke, mientras Lien lo mira con cara de desprecio y vergüenza.
Lien esta atrapada en la Gran Casa, no puede reaccionar ni defenderse ante los ataques de Duke, prácticamente el encontró su punto débil ni bien ella se topó con la maldad hecho persona. Mientras la asesina en serie intenta escapar de los perros malignos, Leona y Benimaru tratan de no revelar su romance al mundo y se arriesgan a jugar con fuego entregándose de mil y un maneras. ¿Será posible de que ellos puedan dar un paso más en su lucha por encontrar a Pipa antes que Duke le lave el cerebro?
*Continuará*
*Les advierto que este capítulo tuvo escenas para adultos que pudo no ser apto para todos los lectores. Si lo leen será bajo su responsabilidad con tal de que no trate de herir sus susceptibilidades porque esto dará un giro de 360 grados a la trama*.
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