El Experimento del Patrón

*Pov Leona*

Benimaru y yo pasamos toda la noche en su mansión lujosa, no en vano averigué con Vanessa que era hijo de una pareja de millonarios (es japonés, pero de ascendencia americana), pero más que nada nos instalamos en su habitación mirando toda la maravilla de cosas que estaba equipada el lugar. Al verlo sin camisa y con el cabello rubio liso tirado hacia abajo, el se acercó con toda su seguridad y me preguntó si quería acostarme con él... Esta interrogante no se me pasó por mi cabeza y por tal razón, debía estar un rato sola para pensar y meditar si es que quería entrar al siguiente nivel de mi relación con él. Al final, tras hacerlo esperar demasiado cosa que a él no le gustó y tampoco debía ser así, acepté pues quería experimentar cosas nuevas pues nunca había hecho esto en mi vida, pero nada cambiaría lo que soy en realidad y el origen de donde vengo ni tampoco el hecho de pasar una noche con el hombre que amo. Así que, sin hacer más preámbulo, nos desvestimos de a poco y con la dulce mirada que tenía clavada sobre la mía, nos besamos apasionadamente hasta dejarnos llevar por la pasión. Al principio, tuve tanto miedo de que saliera un poco herida emocionalmente y lo que pensarán los demás sobre esto, especialmente, los de la milicia, pero él me aclaró que no me pasaría nada y que lo menos quería era hacerme daño; al final, mientras conversamos en la cama, estando de madrugada y bajo una torrencial llovizna, nos dormimos cansados de tanta intimidad que debíamos repetir en otro momento y en privado si es posible. Por otro lado, Lien Neville, una bella mujer británica que se dedica al sicariato, llegó a la Gran Casa a pedido de Billy Kane para trabajar al servicio de Duke quien le propuso entrar a la carpa del circo y dedicarse a domar a mascotas y hombres. A ella no le gustó la idea porque pensó que la verán como una prostituta y al instante, se negó hacerlo, pero al tratar de salir de su Gran Casa al amanecer del día siguiente, unos perros rabiosos trataron de asustarla con sus ladridos al mismo tiempo que Duke forzó a que no sólo acepte el empleo en el circo sino también que sea su amante por el tiempo que dure la temporada en la carpa circense.

Gran Casa de Duke, 6:48am.

"¿Quieres que sea tu amante? ¿Acaso eres un demente pervertido? Me estás utilizando para llegar a esto... Yo no pienso trabajar con hombres que usan su cerebro para complacer sus fantasías con quien sea...", dijo Lien, pero Duke la golpea con un puñetazo en sus labios que la hace sacar sangre aunque se los limpia con su lengua.

"Pues acostúmbrate a ello porque tendrás que trabajar según mis reglas que pongo aquí. Ah, te digo una cosa: cuando pisaste un pie en mi Gran Casa, debiste pensarlo dos veces antes de que existieran las consecuencias... Y mira con que te encuentras: unos perros rabiosos y enojados con intrusos como tu, pero son fieles a su amo", dijo Duke, pero Lien no baja los brazos y lo empuja contra la pared.

"¡Eres un bastardo! ¡Hijo de p***a! No te atrevas a pegarme ni que vengas a manipularme a tu antojo... Y saca a tus perros amaestrados de mi camino, no los quiero ver...", dijo Lien que se arma de valor y lo encara.

"Ok... Retírense... Vayan a sus celdas... De acuerdo, te lo voy a pedir por última vez... Trabaja para mi en el circo y ganarás mucho dinero en efectivo por cada show que realices. Ya no te pido que seas mi amante porque eso sería exagerado, pero espero que al fin aceptes mi oferta sólo por esta temporada de circo", dijo Duke que se retractó de hacerle la propuesta indecente a Lien.

"Ok... Esta bien, acepto... Sólo con la condición de que la paga sea buena al final de cada función, nada más y no vuelva a propasarse conmigo ni tampoco a agredirme. Si no me da el dinero prometido, romperé el papel en pedacotos... Y bien, ¿dónde está el contrato?", dijo Lien que, al final, aceptó trabajar para Duke como domadora en el circo.

"Aquí se lo traigo... Firme aquí... Gracias y bienvenida a mi equipo. Ahora, quizá se este preguntando cómo estos preciosos canes actúan así de malos y coléricos... Bien, pasemos al sótano de mi casa y se lo mostraré", dijo Duke, mientras ambos se dirigen a una especie de mazmorra en el sótano donde ocultan a sus perros.

"¿Qué es esto, Duke? ¿Esta es una especie de...? ¿Guarida secreta?", preguntó Lien recorriendo el lugar mostrando cierto miedo por la temática de su terrorífica morada.

"Esto yo lo considero como mi laboratorio secreto, aquí esta mi experimento guardado bajo siete llaves... Le denomino el Control Mental Canino, mira este pequeño video donde ahí explica al detalle como uno perro de cualquier raza es sometido a esta especie de lavado de cerebro usando este somnífero para dormir y este casco donde le borró todas las memorias de su vida anterior para que cuando despierte sea un can salvaje y agresivo que sólo obedece mis órdenes", explicó Duke, mientras Lien queda muy asustada por todo lo que ve en el vídeo.

"No sé con que clase de científico y psicópata estoy lidiando, pero esto no me gusta en absoluto... Estos animales indefensos no tienen porqué ser tratados como conejillos de indias para cumplir con todos tus mandatos", criticó Lien, pero a Duke poco o nada le importan sus duros cuestionamientos hacia el CMC.

"¿Estás tratando de cuestionar mi experimento? Recuerda que firmaste un contrato y lo tienes que cumplir a como dé lugar, pero tienes que cuidar bien tu puesto porque, ante cualquier error, te despido y buscaré otra chica que sea mejor que tú para que te reemplace", dijo Duke.

"Ok... Ok... Voy a fingir que no pasó nada y me retractaré en lo que dije. Escucha, tengo que volver al hotel, pero... Antes de irme, le preguntaré, ¿cuándo comezamos con esto?", preguntó la joven, mientras ambos salían del sótano con dirección a la salida de la Gran Casa.

"En dos semanas, pero necesito que la próxima semana esté aquí porque necesito que me ayudes a robar a un perro... Aquí esta el nombre de la desafortunada víctima", dijo Duke mostrando el expediente del perro a quien usaría en el CMC y se lo pasó a Lien para echarle una rápida ojeada.

"Ok... Estaré la próxima semana para cumplir con su orden si esta dentro de mis posibilidades... Sin más que decir, me retiro, hasta luego", dijo Lien que se va tumbando la puerta de la casa con lágrimas en los ojos.

Resulta que la perra a quien Duke le tiene echando un ojo es nada menos que Pipa, la mascota de Benimaru. Si la capturan, ella sería la última que falta para completar su colección de perros salvajes que trabajarán en el circo donde será Lien quien los dome a su gusto y recibirá mucha paga por cada función que hagan en la carpa durante la temporada. Parece fácil, pero ella se lo pondrá complicado pues hará de todo para que su plan no salga como él quiere. Mientras tanto, me levanté muy temprano como siempre y salí del hotel totalmente con otro aroma dejando a mi pareja sólo y dormido, puesto que me dí una ducha previa para que, al estar en la calle, nadie que se cruce en mi camino note que huelo a sexo tras aquella maravillosa noche que la pasé con él en su mansión y en la que terminamos por acostarnos y dar rienda suelta a nuestra pasión. Antes, le dejé una nota para que Benimaru lo lea cuando se despierte...

Mansión de Benimaru, 5:48am.

"Benimaru: Perdón si me fuí de la mansión rápido, es que el trabajo me llama y debo seguir buscando a Pipa por todas partes. Si quieres, puedes darme el alcance en una cuadra para continúar nuestra búsqueda, la misión no puede quedarse en el olvido".

"Ya se nos adelantó, es hora de darle el alcance... Aquí voy, Pipa... No descansaré hasta que vaya al rescate... Es una promesa que, ante Leona y a mi mismo, lo cumpliré...", así fue la promesa que se hizo Benimaru.

Así fue como él salió raudamente de su mansión, con una ducha previa y rápida para que desaparezca el olor el sexo que se quedó impregnado en su cuerpo. A estas alturas, ya no debe haber margen de errores, ambos tienen que encontrar a Pipa antes que Lien lo encuentre primero y se lo lleve a la Gran Casa de Duke para someter al CMC. Mientras tanto, Vanessa y Whip encuentran una noticia en los periódicos donde hablan sobre el experimento que pone al descubierto al explotador animal.

"¿Whip, leíste esto?", preguntó Vanessa mostrando la foto de Duke que acompaña la noticia del diario.

"¿De qué se trata?", respondio Whip.

"Te lo leeré... Famoso científico Duke Volkroff presentó en exclusiva durante una reunión con sus socios y colegas su nuevo casco capaz para manipular animales y convertirlos en perros salvajes", leyó Vanessa.

"¿Duke Volkroff? Ese nombre me suena familiar... Leona, Ralf y Clark saben algo de este señor y lo llegaron a conocer, pero después jamás se supo sobre él tras los torneos a nivel individual... En cuanto a Benimaru, él no lo conoce hasta donde sé... Creo que debería hacer un reporte preliminar y luego reunirlos a todos para investigar a este personaje", dijo Whip teniendo la firme intención de reunir a todos los Ikari Warriors para realizar esta investigación.

"No, Whip, no es necesario que te involucres en esto. Deja que Leona y Benimaru se encarguen de la búsqueda de Pipa; a propósito, debo darle parte a los dos sobre esta noticia porque puede que sea una pista para que den con el paradero de Pipa", dijo Vanessa asignando a Whip a otra misión.

"Ok... Yo me ocuparé de saber quien es el tal Duke aunque me hubiera gustado tenerlos a todos juntos para hacer este trabajo en equipo como en los mejores tiempos de la milicia", dijo Whip cuya mente se perdió en el tiempo tras no poder hacer la reunión que tanto quería desde que tomamos caminos separados a raíz de nuestro permiso vacacional.

"Ay, Seirah, pronto los Ikari volverán a juntarse cuando encuentren a Pipa o se acaben las vacaciones... Así que, lamentarte no te sirvió de nada, pero temo por Leona que, en cuanto se cumpla la misión se separe de Benimaru...", dijo Vanessa dejando sola a Whip en su habitación.

"No pienses en eso... Separarse no está en el libreto de Leona y Benimaru. Además, el destino tiene mejores planes para ambos más allá de la misión que los une, ya lo verás", dijo Whip que dejó pensativa a Vanessa.

Mientras tanto, en una calle cerca a uno de los hoteles más lujoso de Tokio, Benimaru acudió a mi llamado según la nota que dejé en su mansión cuando estuvo aún dormido y me dio el alcance para seguir buscando a Pipa. Mientras caminamos para conseguir un taxi, la gente ya no nos mira de mala forma a pesar de que anoche tuvimos sexo por primera vez, ellos se cruzan por donde estamos y como si nada, dejan que prosigamos con nuestras andadas, era como si pasaramos desapercibidos ante el tumulto de personas que cuidan sus pasos con tal que no saliéramos hechos puré, era como si la sociedad se pintaba de un tono invisible y que él y yo éramos una pareja común y corriente que caminaba y caminaba sin parar en medio de toda la odisea citadina. En ese entonces, nos dimos cuenta que los prejuicios y las discriminaciones de la sociedad quedaron a un lado, pero debíamos seguir luchando contra eso que va atormentarnos y no nos dejará en paz hasta después de encontrar a nuestra extraviada y aunque gracias a una señal del destino enviada por Pipa y el poder del amor, entendimos que, en este mundo, no existe nadie alrededor excepto por Benimaru y yo.

Okinawa (Japón), 10:32am.

"Vaya, llevamos tres horas fuera de Tokio y no hicimos una pinche parada en un restaurante para comer... Tengo mucha hambre...", protestó el joven de la suave cabellera lacia y rubia.

"Debiste salir de casa comiendo lo que había en el refrigerador y llevarte alguna merienda porque el viaje que hicimos fue un poco largo y tedioso, pero igual seguimos cumpliendo con nuestra misión. ¿Qué hora tienes?", pregunté porque estuvimos en otra prefectura buscando a la gente que se acercó a nosotros para saber si han visto a Pipa, pero no alcanzó el resultado que queríamos.

"10:33am... A esta hora, como que hace hambre, ¿no?", preguntó él, pero yo estaba en lo mío hasta que... mi estómago estaba sucumbiendo ante el hambre pese a resistirlo como lo hace cualquier valiente soldado.

"Jajajaja... Tú también tienes hambre, Leona... Y yo que pensaba que soldados como tú eran capaces de resistir todo", bromeó Benimaru, cosa que, con todo respeto, no me gusta.

"Bueno, ya estuvo bueno con tus Beni bromas... Tenemos que parar por una fuente de soda para desayunar y recargar nuestras energías antes de seguir buscando a Pipa", dije, pero en eso, una llamada nos puso en alerta.

"¿Alo, Leona?", dijo Vanessa.

"Sí, Vanessa. ¿Cómo estás?", respondí.

"Bien, ¿estás con Benimaru?", Vanessa me devolvía la pregunta.

"Sí, el me dio el alcance para viajar lejos de Tokio para seguir buscando a Pipa, estamos en la prefectura de Okinawa, a tres horas de allá", dije, mientras entramos al restaurante.

"Ah ok... Necesito que tu y Benimaru presten mucha atención porque es urgente que lo sepan.. ¿Conocen a Duke Volkroff?", preguntó Vanessa.

"Bueno, yo sí, al menos por mi parte aunque no sé si él lo conoce. Bien, ¿qué hay con este personaje?", dije, extrañada porque creo que ella investigó algo importante sobre él.

"Resulta que este hombre podría estar detrás de Pipa... Me fijé en un diario que el creó un casco lava cerebros para convertir perros de cualquier raza en feroces canes...", dijo Vanessa que leía la noticia en internet.

"¿En serio? ¡Cielos! Temo que pase lo mismo con Pipa porque si ya tiene suficientes perros, ¿para qué se fija en ella? Bueno, ya veré cómo podemos ir por ella, pero por lo pronto, le diré a Benimaru sobre esto y en un par de horas, ya estaremos de regreso en Tokio... Ok, un abrazo, bye", dije, colgando la llamada de Vanessa.

Mi cara no salía de mi asombro tras oír la pista que nos hacía falta y que, gracias a Vanessa, vislumbra un poco el panorama en nuestra búsqueda por Pipa. No se con qué cara le tendré que decir a Benimaru y cómo él irá a reaccionar, pero por lo pronto, me hizo un gesto pidiéndome que venga a la mesa blanca que escogió para ambos y yo seguía con mi teléfono conversando con Vanessa sin tener algún fin, pero debía parar porque ya hacía hambre aunque tenía la intención de contarle personalmente a la pelirroja que tuve sexo con él por primera vez en mi vida.

"¿Con quién hablaste?", preguntó él.

"Con Vanessa... Benimaru, tengo un asunto muy serio que contar...", dije mirando atentamente sus ojos y esperando por una reacción suya inmediata en cuánto le diga todo lo que conversé con la agente.

"¿Qué pasa? ¿Acaso se trata de Pipa?", preguntó Benimaru, asustado.

"Es sobre dicho asunto, pero... Hay una pista que nos podría llevar a ella. ¿Tu conoces a Duke Volkroff?", dije para confirmar de antemano que Benimaru nunca conoció a Duke.

"No... ¿Qué quieres decir con eso?", me preguntó con esos ojos azules que le brillaban puesto que la pista nos podría acercar más a Pipa.

"Resulta que... este hombre podría atrapar primero a Pipa gracias a un casco que lava el cerebro de los perros y los vuelve en animales salvajes. Ahora, si queremos tenerla de vuelta, hay que intensificar más la búsqueda, mandar refuerzos y así, recuperarla antes que ese señor dé un paso por delante de nosotros", dije tomando sus manos y mirando como le caían sus lágrimas de a poco.

"Pero... Leona... Pipa y tú son mi vida, no quiero que ninguna se fueran de mi lado... Sabes que soy un poco sensible ante estos asuntos y odio estar llorando, pero es la verdad porque este asunto nos compete a los dos", dijo un triste Benimaru que me abrazó entre sollozos.

"No hay tiempo para lamentos. Como dije, redoblemos nuestros esfuerzos para llegar primero a rescatar a Pipa antes que sea demasiado tarde... Aparte, debemos investigar a ese Duke Volkroff y cuales son sus malas intenciones para tratar a sus animales con total desparpajo... Por lo pronto, come porque nuestro camino a casa será tan pronto como crees", dije, mientras nos llegó la comida que pedimos en el menú.

El desayuno fue tan corto porque apenas tomamos té y salimos llevando nuestras dos cajas de 20 makis de diferentes rellenos para comerlas en el hotel cuando estaríamos de regreso y cuidando que no se deshagan. El tiempo estaba corriendo en contra, debíamos enfocar en investigar a Duke Volkroff, un pseudo científico, y por qué trata de explotar y maltratar a inocentes perros para luego, manipularlos a su antojo usando una máquina lava cerebros. Mientras estamos en camino de vuelta a Tokio sin darnos un respiro para buscar a Pipa en Okinawa, vimos un aviso en lo alto del edificio que funcionaba como instituto que anunciaba el estreno de la temporada del Circo Magic Dreams que será en cinco días, significa que debemos entrar en acción ya mismo para arruinar los planes de Duke y rescatar a Pipa, así podemos disfrutar el resto de mis vacaciones sin presiones ni contratiempos. Al fin y al cabo, Benimaru me lo agradecerá.

*Continuará*

*Quiero agradecer la paciencia que tienen todos para leer la historia. Este capítulo lo estoy editando sin perder la esencia que tiene mi obra, esto va dedicado para Rain_Rguez 21_Fer AngelMey2 kAsakura BrolyVanHellsing47 y a todos mis fieles lectores. Gracias*.

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