08
Javier fue el primero en llegar y como era de esperar, Nico llegó tarde y acompañado por varias chicas que quedaron boquiabiertas al verles juntos.
En cuanto se fueron, Nico le contó que había decidido entrar en el equipo de fútbol, pero Javier le notó demasiado contento.
-Adelante, sorpréndeme. ¿Qué ha pasado?
-La he visto.- Javier no comprendía. ¿A quien había visto? Y antes de que pudiese preguntárselo, continuó.- Me refiero a mi chica misteriosa que me ha tenido loco desde que vine. Estudia aquí.
-¿Ves como ha sido un buen día?
-¿Y tú que hermano? ¿La has visto?
-Más que eso. Va a mi clase, me siento justo detrás de ella, tengo su número de teléfono, ya conozco a sus amigos y hemos quedado de nuevo esta noche.
Nico estaba alucinado. No podía creer que estuviese hablando con su hermano.
-¿No se supone que el que liga soy yo?
-Pero tú no puedes quejarte. Te han acompañado hasta aquí cinco chicas guapísimas.
-Si, pero no tienen nada que ver con ella.- Hacia ya un rato que se habían sentado a desayunar y ya estaban terminando cuando Javier volvió a hablar.
-Quiero que conozcas a Mónica y a sus amigos. Están en la cafetería en este momento.
-Está bien. Veamos como es esa chica.
Cuando llegaron a la cafetería, Javier nos buscó con la mirada y Nico disimuladamente a su chica, aunque no tuvo el mismo éxito que su hermano.
Todos quedaron asombrados. Eran completamente idénticos. Cualquiera podría confundirles.
Javier se desilusionó al no verme allí. Al parecer aun no había vuelto de la prueba para animadoras.
-Estoy segura de que lo conseguirá. Estuvo practicando mucho durante las vacaciones.- dijo Lidia.
-Que pena. Me hubiese gustado que la conocieras.
-No te preocupes. Hay tiempo. Voy a apuntarme al club de fútbol. Nos vemos después.
Se volvió hacia los demás y se despidió.
La pandilla se despidió también y Javier terminó por sentarse con ellos y poco antes de la hora, las chicas fueron a buscarme para ver que tal me había ido. Y yo ya estaba más tranquila después de una ducha rápida.
Javier les había pedido a todos que no le contasen nada acerca de Nico, pues quería hacerlo el mismo.
Salí del gimnasio con una sonrisa en los labios. Tanto esfuerzo había valido la pena. Lo había conseguido.
Las chicas estaban fuera esperándome y se pusieron muy contentas cuando les conté las novedades.
Tenía muchas ganas de hacer el primer ensayo.
Raúl también se alegró mucho cuando se lo conté.
-Por fin. No voy a perderme ni un solo partido.
-He de reconocer que por un momento tuve miedo. Habían chicas realmente buenas.
-Hubiesen perdido a la mejor de no haberte seleccionado.
-Gracias por animarme.
18 de septiembre
Querido diario:
Anoche estaba demasiado cansada para escribir, pero aprovecho ahora que tengo algo de tiempo antes de ir a clase.
Tras terminar ayer las clases, fui al entrenamiento de animadoras, donde nos avisaron que a partir de hoy también veríamos a los del equipo de fútbol. El primer partido tendrá lugar en dos semanas y hay mucho para ensayar.
Por la tarde, salí a dar una vuelta con Clara y me dijo que el fin de semana después de la cena benéfica iremos al parque de atracciones y que sobretodo lleve calzado cómodo porque vamos a tener que andar muchísimo.
Estoy deseando que llegue ese finde.
Si te preguntas por casualidad como fue mi encuentro con Javier por la noche, he de decirte que fue genial.
Creo que ambos llegamos antes de lo acordado.
Otro día más. Aun no podía creerme que fuese oficialmente una animadora. El único inconveniente que le veía era que tenía que ir todos los días con la bolsa de deporte, pero ni siquiera eso conseguía que se me borrase la sonrisa de idiota que se me ponía cada vez que hablaba con Javier.
Después de lo de la noche anterior que otro remedio me quedaba…
Cuando recogíamos las cosas después de la última clase, antes de que yo me fuese a ensayar, nos quedamos un rato hablando.
Raúl no hacia más que quejarse acerca del trabajo de química.
Olga no hacía más que intentar consolarlo.
La pandilla se burlaba de ellos y yo estaba desesperada.
Podía afrontar cualquier asignatura, pero odiaba la química. Me superaba.
-Ya te dije que te quedarás tranquila. Ya verás como es más sencillo de lo que parece.
-Gracias por hacer el trabajo conmigo Javier.
-Gracias a ti.- yo ya noté que Lidia nos miraba atentamente, pero nada me preparó para lo que dijo a continuación.
-Hacéis buena pareja. No me había dado cuenta pero estoy segura de que si os cogierais de la mano, es lo que la gente pensaría.
Por un momento pensé que se me iba a tragar la tierra, y por la cara sonrojada que tenía Javier, creo que se sentía igual que yo.
De camino a casa, después del ensayo no pude evitar sonreír.
Como ya habréis leído antes, ambos llegamos pronto a nuestra cita nocturna.
Hailey y Hobbie parecía muy contentos al volver a verse. Les soltamos para que corriesen y jugasen tranquilamente mientras nosotros hablábamos en los columpios.
-Por fin ha llegado la hora.
-Si, casi me atraganto con la cena por miedo a llegar tarde.
-A mi me ha pasado lo mismo.
-Quisiera preguntarte una cosa y te pido que me contestes sinceramente, ¿de acuerdo?
-Tú dirás.
-¿A ti te ha molestado lo que ha dicho Lidia sobre nosotros? Porque a mi aun me late el corazón a cien por hora.
-A mi también. No sabía que fuese a alegrarme tanto al oírlo.
Cuando nos miramos no tuve ninguna duda. Sabía que él me gustaba y ahora estaba más que claro que yo también le gustaba a él.
Poco a poco acercamos nuestras bocas, y cuando estábamos a punto de besarnos, los ladridos de ambos perros nos interrumpieron.
Sonreímos al separarnos y no volvimos a intentarlo.
-Es tarde. Tengo que irme ya.
-Si, es lo mejor.- tras besarme en la mejilla, se alejó con Hobbie pisándole los talones.
Cuando llegué a casa, subí precipitadamente las escaleras hasta mi habitación, cerré la puerta y cogí el teléfono.
-¿Diga?
-¿Os he despertado?
-No, Estábamos viendo una película. ¿Ocurre algo Mónica?- casi podía oír como Sebastián se levantaba dispuesto a coger el coche por si había pasado algo.
-No. Solo quería hablar.
-Cuéntame entonces. Espera un momento- oí como le decía a Sebastián que se sentara, que no pasaba nada. No pude evitar reírme.- Ya está. Dime.
-¿Te acuerdas de Javier?
-Si.
-Casi nos besamos esta noche.
-¿Hablas en serio? ¿Qué pasó?
-Lidia nos dijo esta tarde que hacíamos buena pareja.
-Si.
-Pues él no había dejado de darle vueltas y yo tampoco, así que salió el tema, y de pronto me vi a punto de besarle.
-¿Qué sentiste cuando casi os besáis?
-No se explicarlo. Lo deseaba con mucha fuerza.
-¿Hay algo que no me has contado?
-No se que siento, pero sea lo que sea no quiero evitarlo.
-¿Es él?- se refería a mi príncipe azul.
-No lo sé. Creo que él siente algo parecido.
-¿Y que vas a hacer?
-Dejaré que las cosas sigan su curso.
-Me parece bien.
-Buenas noches Clara.
-Buenas noches Mónica.
De vuelta al día siguiente. Tenía que centrarme. Mi examen de recuperación era en un par de horas y debía que tener la mente clara.
Me salté un par de clases para ir a la biblioteca y terminar de repasarlo todo. Quería hacerlo bien. No podía fallar.
No vi a la pandilla, ni tampoco a Javier hasta la hora del desayuno y para entonces yo ya había echo el examen y tal y como pensaba, lo había bordado.
No podía estar más contenta, así que mientras esperaba a la pandilla, fui a la cafetería a comer algo.
Allí fue donde Nico me encontró.
Por fin había localizado a la chica de sus sueños, y estaba delante de él, a tan solo unos metros y estaba sola.
Aquel era el momento que tanto había estado esperando.
Se acercó lentamente hasta la mesa en la que estaba hasta que algo le detuvo.
Javier entró en aquel momento en la cafetería y se sentó a mi lado.
No hace falta decir que era como si estuviésemos solos, pues el resto de los alumnos y el ruido que nos rodeaba, desapareció tal y como le vi.
Nico por el contrario no estaba igual. Descubrir que la chica de sus sueños y la de su hermano eran la misma no le dejaba respirar.
-No puede ser… ¿Por qué?- se preguntó en voz alta.
-La vida es injusta, ¿no es cierto?
Nico se volvió para ver quien era la persona que le estaba hablando.
-¿Quién eres?
-Me llamo Miranda y he venido a ofrecerte un trato.
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