20
¿Cómo se atrevía a llamarle por ese nombre?
La voz de em le llegó en un recuerdo fugaz luego de que Ukyo hablara tan despreocupadamente.
Jungkook salió al pequeño patio del lugar, el mismo que había visto temprano antes de entrar y se sentó en una de las bancas de madera para intentar calmarse. Aún tenía la respiración agitada.
Sabía que no había comenzado con buen pie y que ahora había llamado la atención de todos en el salón luego de gritarle a Ukyo pero... ¿cómo iba ella a pedirle semejante cosa?
Estaba demente.
Tenía que volver a clases, en menos de cinco minutos el otro profesor entraría y velo allí, sentado en la banca con el rostro escondido entre las manos.
Debió quedarse en casa, tomar clases particulares, debió...
Recordó entonces que Yoongi lo mataría si se la pasaba todo el día en la casa vagando en pijamas y que Taehyung no dejaría de molestarlo hasta que encontrara un curso nuevo.
Pero pese a que pensó en todo ello y que definitivamente debía volver al salón, Jungkook se saltó la segunda hora por quedarse dormido en la banca mientras ahondaba en los recuerdos de em y en las mil maneras de no llamar la atención.
Falló.
— Oye, quiero comer y tú estás ocupando mi banca —Dijo la voz de una chica, Kook sólo sintió el tirón en el hombro y dio un respingo —¿Qué? No soy un fantasma, cara de conejo.
— Tú... ¿qué? —Jungkook enarcó una ceja y se levantó de la banca para hacer una leve reverencia de forma automática.
— ¿Te moverás? —La rubia sonrió divertida y se sentó en el lugar donde había estado Jungkook.
Jungkook se talló los ojos para espabilarse y arrugó su nariz cuando sintió que ardía un poco a causa del frío de la mañana.
— ¿Por qué sigues allí de pie mirándome? —Preguntó la chica. Lo cierto es que ahora Jungkook la reconocía.
— Tú estabas ahí en el salón.
— Sí, soy nueva como tú. Me siento cerca de ti, ¿te enteras apenas ahora?
Jungkook se mordió el labio inferior.
— Me llamo Risa —Estiró su mano y Jungkook notó que tenía la muñeca forrada de pulseras de colores —Extiende tu mano, ¿vale?
— Ah —El chico estrechó suavemente la mano de la rubia y subió la mirada para fijarse en que las personas de su salón empezaban a salir por la puerta del edificio.
— Tenemos media hora libre para comer. ¿Te has saltado la segunda hora para dormir? —Preguntó con sarcasmo —Creí que sólo habías huido luego de gritarle de esa forma a Ukyo.
Ukyo estaba de pie en el edificio cubriéndose el cuello con su bufanda mientras escondía las manos en su suéter. La chica parecía una niña perdida intentando encajar con los demás mientras miraba como ya cada quien hacía grupo.
Incluso Jungkook estaba hablando con alguien.
— No quise gritarle.
— Eso no cambia que te saltaste la clase, cara de conejo.
Kook bajó la mirada y frunció el ceño mientras que Risa lo miraba divertido al tiempo que se tomaba un jugo.
— No me llames así.
— Lo siento pero olvidé como te llamabas. Ah, es que ni siquiera me dijiste tu nombre —Dijo burlesca y Kook rodó los ojos.
Esta chica le colmaba un poco la paciencia pero de pronto su ceño dejó de estar arrugado cuando vio que Ukyo miraba en su dirección. Se le paralizó el corazón y su cara de terror cuando la vio sonreírle hizo que Risa se girara a ver cuál era la causa de su expresión.
— ¿Le tienes miedo a Ukyo? Si ella es como un cachorro bebé.
— ¿Cómo sabes eso? Apenas se han conocido hoy.
Risa se encogió de hombros.
— Parece un cachorro y a los cachorros no se les grita.
Jungkook empezó a temblar en su lugar cuando Ukyo empezó a caminar hacia él con una sonrisa boba en los labios.
Cachorro o no, había dicho una estupidez en el salón. Aunque eso no quitaba el hecho de que él se tenía que disculpar por haberle gritado pero...
Miró hacia todos lados para encontrar un lugar donde esconderse antes de que Ukyo llegara hacia donde estaba, sin embargo, no hizo falta, Risa se levantó de la banca y se giró para saludar a Ukyo.
— Mira Ukyo, sé que quieres conocer al chico pero ¿no le ves la cara aterrado que tiene? Deberías mantener tu distancia.
— Hola Risa —Dijo ella aún con esa sonrisa boba en los labios —Sólo quería saludar a Jung...
Jungkook estaba tieso en su lugar, ¿por qué la presencia de esa chica le incomodaba tanto? Quizás fue por las erróneas palabras que eligió para intentar hablar con él y porque de todos en el salón se había acercado justamente a su lugar.
— Ukyo, estoy hablando con él. Después lo saludas, ¿sí? —Risa le regaló una sonrisa forzada a la de cabello corto y tomó a Jungkook por una muñeca —Vamos.
Pero a pesar de que Jungkook le agradecía internamente a Risa que le hubiese evitado un ataque de ansiedad al alejarlo de Ukyo, no podía dejar de pensar en el puchero y la mirada triste que la chica había puesto cuando por curiosidad miró sobre su hombro mientras se alejaba de ella hacia el otro lado del patio.
¿Puedo llamarte jeongguk?
No, Ukyo. No puedes hacerlo porque ese nombre le pertenece a mi novia... y sólo em puede llamarme así.
Quizás eran sólo esas simples palabras las que debió decir y arreglar el malentendido pero para Jungkook era difícil. Era sumamente difícil encarar las cosas y responder con normalidad cuando cualquier recuerdo le traía de vuelta a em.
Los recuerdos de ella eran intocables. Ella era intocable.
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