2018. noviembre.

Jungkook llegó a casa con el corazón en la boca de tanto correr y una vez cerró la puerta tras él Taehyung salió a su encuentro y arrugó el ceño cuando lo vio sentado en el suelo con la respiración acelerada.

— ¡Kookie! —Los ojos enrojecidos del menor llamaron la atención del castaño —¿Qué pasa? ¿Qué tienes? —Se acercó hasta él y se colocó a su altura.

El chico lo miraba en silencio aún tratando de recobrar el aliento que había perdido e intentando calmar su ansiedad luego de lo que había pasado. Se sentía como un terrible ser humano por haber dejado a aquella chica con la palabra en la boca pero más terrible se sentía al pensar que no pudo salir de su ataque de pánico por sí solo.

— Yo... eh.

— ¿Te sientes mal? —Taehyung lo revisaba como si estuviese buscando alguna herida visible en el chico —¡Yoongi!

— ¿Qué pasa Jungkook? —El mayor llegó a la sala con el ceño fruncido.

Ambos se preocupaban por el peli negro, sabían que era frágil y que constantemente estaba batallando consigo mismo, con el mundo, con todo, por eso ante la mínima señal de que algo pudiera estar yendo mal ambos activaban sus alertas.

— Yo... —Bajó la mirada —El ahorcado —Confesó finalmente.

— ¿Dónde te atrapó? —Taehyung le acarició el cabello con suavidad.

Jungkook llamaba "el ahorcado" a sus ataques de pánico justo porque los describía como algo que lo dejaba sin aire y le aprisionaba.

— En la salida de la tienda, sin querer empujé a una chica, yo... lo siento, no pude... —Empezaba a agitarse de nuevo.

— Cálmate —Le dijo Yoongi —Estás aquí con nosotros otra vez, nada va a pasarte —Le hablaba como un hermano mayor protector.

Se quedaron en silencio un rato mientras Jungkook lograba tranquilizarse por completo en los brazos de su amigo Taehyung quien no dejaba de azuzarlo y decirle que todo estaba bien. El menor se ahorró la parte de la historia donde figuraba la extraña chica que lo tranquilizó y luego de sacudir su cabeza y borrar lo que acababa de pasar hacía un rato se levantó dispuesto a sacar la cena de las bolsas del supermercado.

— Yo me la llevaré a la habitación, coman ustedes —Le dijo Yoongi.

Los dos menores se hicieron compañía en la cocina y Taehyung miraba de vez en cuando a su amigo preocupado por ver que aún no lograba recuperarse y que los ataques de pánico lo atrapaban en cualquier rincón haciendo miserable al pobre peli negro.

Aunque eran mejor los ataques que tenerlo deprimido en cama por casi un año y luego otros  más sin poder llevar una vida normal.

— ¿Cómo te preparas para mañana? —Masculló el castaño.

El otro se encogió de hombros con la mirada clavada en la comida. Taehyung sonrió levemente pues Jungkook comiendo le recordaba a un ratón.

— Te irá bien, ¿ya has preparado tu cámara y eso?

— Sí, sólo me falta llenar una planilla.

— ¡Bien! —Celebró su amigo —No puedo esperar a ver como te va.

Jungkook se mordió el labio por dentro y sintió el nerviosismo corriendo por sus venas al pensar que tendría que enfrentarse a un montón de gente desconocida. 

Tras cenar se fue directamente a su habitación para llenar la dichosa planilla y antes de apagar las luces para ir a dormir decidió escribirle a em como todos los martes en la noche.

Abrió el cuaderno azul con delicadeza, el mismo que usaba desde hacía un año y que se había convertido en su confidente cada martes al anochecer.

me he perdido un poco, no podía respirar esta vez

¿em? una chica me ayudó aunque no estoy seguro de cómo lucía.

¿no debí correr, cierto? pero tenía miedo y mucho.

ojalá su mano hubiese sido la tuya, hubiese respirado más rápido.

mañana no sé qué esperar, ¿y si me da un ataque?

tengo miedo, em.

yoongi dice que cuente en mi cabeza y tae piensa que me irá bien

¿tú crees?...

te extraño, em.

hasta el próximo martes.

❀

si supieran lo mucho que me gusta escribir esto

aunque sea sencillo... lo siento si es tan simple,

lxs quiero.