2013. febrero.

Luego de un mes de noviazgo, Jungkook había planeado llevar a Myungji a la playa a ver las estrellas de mar que su padre le mostraba cuando era pequeño. Sin embargo, los planes se habían cancelado debido a que desde la mañana no había parado de llover y por ende los padres de ambos chicos les negaron el permiso de salir ese día.

Jungkook estaba muy desanimado, tanto que ni siquiera quería conectarse a jugar Overwatch con sus amigos que tanto le insistían.

—"¿Qué pasó? —Le preguntó Yoongi en una llamada.

Sabía que si Jungkook no quería jugar entonces era que algo le había pasado y temía que las cosas con Myungji no andaran bien.

—"¿Te ha botado? ¿Te ha sido infiel?" —Preguntó con preocupación.

—"Está lloviendo y no la puedo llevar a la playa, hyung".

—"Ah... Niño tonto, en serio me preocupaste" —Dijo esbozando una sonrisa de alivio al otro lado del parlante.

El silencio del menor le dio por entendido que necesitaba darle un plan alternativo para que no estuviese tan triste.

—"Entonces ve y dibújale una tú".

—"¿Qué?" —Abrió los ojos como platos.

—"Ve a visitarla, Kook".

Y sin mediar más palabras se puso su impermeable amarillo y salió corriendo de la casa ante la mirada atónita de sus padres que le preguntaban a dónde iba con ese clima.

A Jungkook se le mojaron los zapatos y las gotas de lluvia le golpearon la cara mientras corría siete cuadras al oeste de la ciudad para ir a casa de Myungji pero supo que todo había valido la pena cuando ella le abrió la puerta y lo recibió con una sonrisa.

— ¿Te gusta dibujar, em? —Así le había empezado a llamar debido a que su nombre comenzaba por "m".

— Sólo caricaturas y garabatos pero... ¿me vas a enseñar? —Le dijo regalándole una sonrisa tímida mientras se colocaba un mechón de cabello tras la oreja.

— Te voy a enseñar.

— Entonces... —Lo tomó por el brazo para que pasara y no siguiera mojándose —¿Después podemos ver una película? —Preguntó sonrojada —Mi papá dice que acaban de estrenar una buena.

— La que a ti más te guste.

— Está bien. Avísale a tus papás que estás aquí —Dijo ayudándolo a quitarse el impermeable y pasándole una toalla.

— Qué frío —El chico se abrazó así mismo y segundos después el corazón se le volvió más cálido cuando Myungji lo rodeó con sus brazos llegándole por el pecho debido a lo bajita que era.

— Qué frío, qué frío estás... —Le acurrucó pasándole los brazos de arriba abajo para calentarlo.

Y lo logró, le volvió tibia la piel y el corazón.