» D I E C I S É I S


Una semana había pasado y al parecer no tenías intenciones de aclarar lo que había sucedido. No sé si fue idea mía o no, pero claramente no tenías intenciones de hacerlo, no sabía si eso me molestaba o me desilusionaba.


Creí que empezábamos a tener algo. Sin embargo, habías vuelto a ser el mismo ser despiadado que jugaba con las mujeres como si se tratasen de objetos. Una clara razón para alejarme de ti.


—Emma —su dulce voz me hizo detener el paso en mitad del pasillo.


Una parte de mí quería pensar en que aquella voz masculina eras tú, lo que claramente al fijarme no lo eras.


—Hola —sonreí sutilmente. Jeremy me miraba fijamente, penetrando con sus hermosos ojos esmeralda—, ¿ocurre algo? —pregunté al darme cuenta que no dejaba de observarme.


Últimamente nuestra cercanía había aumentado. Ahora nos sentábamos juntos, caminábamos juntos por los pastillos y se sentía bien. Jeremy me hacía sentir importante, y aunque no lo quisiera admitir, era mi primer amigo del sexo masculino al que no le daba temor ocultarme.


Tenías que aprender a hacer lo mismo.


—No, no... —respondió sin borrar la sonrisa de su rostro. —Em, ¿almorzamos juntos?


¿Cómo podía negarme? Nos estábamos conociendo, profundizando más en los gustos del otro, los intereses y lo que nos fastidiaba. Era tan simple conversar con él, que en algún momento fuiste segundo plano.


—Claro —le devolví la sonrisa recordando que era la primera vez en la semana que comería con Jeremy. Estaba ansiosa.


—Bien. Iré a dejar algunas cosas al casillero y vuelvo.


Asentí levemente con la cabeza y lo vi alejarse. No sabía por qué la extraña sensación en mi estómago, pero continué el paso con las curvas elevadas en mis labios. Sin embargo, unos brazos me detuvieron al aferrarme con su cuerpo.


—¿Q-qué mierda? —murmuré entre dientes. Me sentía asustada, sin saber qué es lo que estaba ocurriendo, hasta que te observé directamente a los ojos, entonces me di cuenta que eras tú.


—¿Qué tienes con él? —tu voz era grave, ronca y con enfado. Te observé en silencio por lacónicos segundos al percatarme que tu respiración era agitada y tu pecho subía y bajaba con rapidez. —¡Responde! —gritaste una vez que quitaste tu tacto.


No sabía si reír pensando en que se trataba de una broma o salir de ahí sin responder nada porque no lo merecías. ¿Por qué debía dar explicaciones si no me saludabas?


—No es problema tuyo —respondí con voz firme. Tragué saliva y estuve decidida a alejarme de ti, sin embargo, tus manos viajaron suavemente por mi cintura, dejándome con las palabras en la boca.


—Lo es —tu respiración se sentía demasiado cerca y la proximidad entre ambos se acortaba—, claro que sí —trataste de responder con calma.


Te vi cerrar los ojos unos segundos y tus manos subieron hasta mi rostro. Pensé cientos de formas en las que decir que te alejaras, pero no fui capaz de hacerlo. Me gustaba tenerte cerca, sentir tu perfume, tu respiración. Tenía la necesidad de tenerte así, conmigo, aunque fuese solo por un par de minutos sin que nadie más nos lograra interrumpir.


—Me cabrea verte con él —admitiste en un susurro. Acercaste tu frente junto a la mía y te mantuviste ahí, continuando tu confesión. —Estoy celoso de Jeremy...


—Marc...


Negaste rápidamente con la cabeza, haciendo que me volviera a tragar mis palabras. Detuviste tu mirada en la mía, y sonreí internamente.


Sin esperarlo, juntaste tus labios con los míos, envolviéndome en tu aura. Sentí muchas emociones juntas y no sabía cómo reaccionar sin alejarte de mí, así que, solo seguí tu juego.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top