Desde entonces no te había vuelto a ver, y esperaba que así siguiera por el resto de mi vida, pero nada podía ser perfectamente imperfecto.

Tenía el presentimiento que me evitabas o que simplemente te diste cuenta que realmente ese beso había sido un completo error, aunque para mí, fue lo más perfecto de la vida. Si tuviera opciones para cambiar el pasado, sinceramente no lo haría.

Para ser sincera, el resto de fin de semana no logré dormir ni estudiar correctamente, ya que lo único que pensaba era en el beso que nos habíamos dado, y realmente tenía ansias de hablar de aquello, saber qué había significado para ti.

Después de un par de minutos que comenzara a sonar el timbre, me dirigí a mi casillero rezando para encontrarte, pues no habías asistido a la primera clase, y eso me preocupaba.

—Emma —fue entonces que te escuché que me llamabas. Me quedé en completo silencio, bloqueada, sin saber si girar y dar cara o quedarme como una completa boba y hacer que te ignoraba.

Evidentemente escogí la primera opción, claro.

—¿Sí? —traté de sonar lo más normal del mundo, como si nada hubiese ocurrido hacía dos noches atrás. Esperaba que tú hicieras lo mismo, porque para mí no era sencillo mirarte a los ojos.

—Quería... —comenzaste a dudar y llevaste la mano hacia tu cabeza para alborotar tu cabello. Quien te conociera a la perfección sabría que eso significaba una sola cosa: estabas totalmente nervioso. —Quería hablar sobre lo que pasó la otra noche.

Sabía que esto debía ocurrir en algún momento, pero simplemente me limité a pensar las formas en las que respondería, más no se me había ocurrido nada aún, así que improvisé.

—Oh, eso... yo-no —aunque mi cabeza pensara mil cosas, mi boca no plasmaba en total claridad lo que deseaba decir—, no te preocupes. Cualquiera con un par de tragos confunde sus sentimientos —te dije finalmente.

Claramente mentía.

No podía mirarte a los ojos y decir lo mucho que te quería solo por ser tú, o simplemente decir lo bien que te quedaba aquella camisa beige nueva. O que ese había sido mi primer beso y que lo recordaría por el resto de mi vida.

Fue entonces que suspiraste aliviado, y era algo que tu rostro reflejaba a la perfección.

—Es bueno saber eso, Emma —una sonrisa se comenzó a formar en tus labios. Eras la perfección hecha hombre. —Porque la verdad no sé que hubiese hecho si se hubiesen malinterpretado las cosas... ya sabes, me gusta Vanessa, la prima de Jeremy, y no quiero que piense que juego con las mujeres —confirmaste lo que más temía.

Una parte de mí sentía el rechazo que ese beso te había provocado, pero por otro lado me lo esperaba. Así que sinceramente no sabía como sentirme al respecto, ni tampoco como responder a tu confesión, que claramente no era para mí.

Preferí no responder y solo asentir con una sonrisa fingida, ¿qué más podía hacer si no que estar feliz por ti?

Al final, todo había vuelto a ser como antes. Tu lejanía se había vuelto más evidente y la proximidad entre nosotros ya no existía más.

...

Lamento la demora c: pero espero les haya gustado jiji