Capítulo 8.- Chocolate
Chocolate caliente para el corazón de los adolescentes.
No había probabilidad que Yaoyorozou fuera una mala persona, lo detuvo antes de que cayera por el puente. Claro que la sensatez lo había bofeteado cuando ya había transcurrido cerca de cinco minutos de viaje, bien pudo lanzarse del auto pero ya le daba pereza.
No podía evitar mirar debes en cuando a la mujer, era alguien bastante hermosa y no dudaba que alguien como ella sufriera por problemas tan insignificantes como los que él pasaba. Ella se daba cuenta de las miradas de él y no evitaba sonreírle con ternura como si él fuera la persona más hermosa del planeta.
Pero para si mismo, él es la persona más asquerosa de todas.
¿Alguien como ella en verdad no sufría en la vida?, ¿Amaba vivir?, ¿Amaba los amaneceres grises?, ¿Las personas que ella amaba también la lastimaban?. Puede que todas las respuestas a esas preguntas tengan una afirmación positiva y tal vez algunas tengan una negación, ella también es un ser humano, no es alguien que pueda pasar desapercibido con una vida perfecta porque nadie en toda la vida es perfecto.
Él no lo es, no es perfecto. Sufre mucho o incluso muy poco pero de todas formas le duele.
De una manera agradece el silencio que hay, puede que a veces suela ser molesto por el ruido de su mente pero por ahora está bien, no tiene muchas ganas de charlar ni de escuchar música. Solo mirar por la ventana y saber que Momo está con él.
Ve carros pasar y algunas personas que al parecer van a sus horas de jornada.
—Hemos llegado— anunció la mujer.
El miro el lugar, era una cafetería que jamás había visto antes.
Era nueva.
Bajaron del auto para finalmente entrar al local, por fuera le había dado la idea de tener buena pinta.
—Es bonita— murmuró en voz baja.
Habían unas cuantas meses con sillas y las paredes estaban pintadas de un color azul pastel ademas en las paredes estaban algunos dibujos de tazas de cafés y pasteles.
—Gracias, el diseño fue mi idea, pero vamos a sentarnos— le sonrió señalando una mesa—. Awase.
Era el nombre que había mencionado en el puente.
—LLEGAS TARDE— gritó alguien en donde se suponía se preparan las bebidas.
—Llego justo a tiempo, y traje compañía—saludó ella siguiendo caminando hacia la mesa.
Kirishima la siguió para después sentarse en la mesa que estaba en el puesto tres a lado de una ventana. Vio salir a un hombre de una puerta para después salir de una barra que separaba el lugar.
Era un hombre joven de ojos verdes y cabello negro que era detenido por una bandana. Vestía un pantalón de mezclilla negro con unos tenis grises y una sudadera azúl.
—El es el color rojo su nombre es Eijiro Kirishima, lo encontré en el puente. Vimos el amanecer juntos.
¿Color rojo?, ¿Que era eso?. No entendía nada.
—Es un placer conocerte Kirishima, soy Yosetsu Awase— se presentó para sentarse en frente de el.
—Igualmente— susurro.
Momo le dijo al hombre que tomarían chocolate, el respondió que vendría con las bebidas en un momento.
Momo le comentó que la cafetería llevaba más de un año en funcionamiento, eso lo hizo sentir estúpido porque nunca la había visto o le había prestado atención.
—Aqui tienes espero te guste— le sonrió Awase con una sonrisa.
Depósito la taza en frente de el sobre la mesa.
Puede ver la bebida caliente en frente de el, es chocolate.
Demasiadas calorías.
Un revoltijo en su estómago provocó que quisiera vomitar.
Le costaría bajar todas ellas, probablemente no debería de comer ninguna fruta por al menos dos semanas completas.
—Muchas gracias— susurra.
Ahora se lamenta demasiado el haber aceptado la invitación.
Toma la taza para llevarla hacia sus labios y darle un pequeño sorbo, sabía rico.
Ya no recordaba la última vez que había probado algo tan delicioso.
Un ruido hizo que dejará de pensar para voltear a dónde provenía. Un joven salía de la cocina, vestía el uniforme de su misma escuela, su cabello era cubierto por el gorro de la sudadera que llevaba debajo del suéter del uniforme, una mochila negra colgaba descansaba en su espalda y su llevaba un cubrebocas negro pero podía ver sus ojos.
Eran de un color rojo, como los suyos.
—Me voy— dijo el para salir de la barra y meter sus manos en los bolsillos del pantalón.
—Que te vaya bien, nos vemos mas tarde— se despidió Momo del joven.
—Aja— respondió para dirigirse hacia la salida.
El silencio se manifestó nuevamente, los adultos se dedicaban a tomar sus bebidas y el a observar la taza.
—¿A qué escuela vas Kirishima?— rompió el silencio Awase.
—A la preparatoria UA— contestó mirándolo.
—Es una buena escuela, Momo y yo también estudiamos ahí en nuestra adolescencia— miro de reojo a la mujer que asentía con la cabeza.
—Y ahora Katsuki. Va en el segundo año clase A si mal no recuerdo— completó Momo.
Eso hizo que arquera un poco la ceja, era su mismo año y su clase. Nunca antes había visto al chico bueno tampoco es que le viera la cara pero tampoco el nombre le sonaba.
—Comprendo.
Era incómodo hablar, no era bueno en las conversaciones con otras personas.
—Sabes tus ojos son muy hermosos a pesar que estén vacíos— Observó a Momo que le había llamado la atención con ese comentario.
Awase tomaba de su taza.
—¿Perdón?— preguntó confundido.
—Lo que quiere decir es que no lucen cálidos ni vivos, puedes tener una enorme sonrisa en tu rostro pero no luces feliz— explicó el hombre depositando la taza en la mesa.
—Puedo deducir que te muestras feliz ante todo el mundo pero en realidad solo es una máscara que cubre un rostro triste— eso le sorprendió.
Ambos adultos hablaban como si le conocieran.
No dijo nada, no tenía ganas de decir algo. Solo asintió dando a entender que comprendía lo que decían, probablemente era cierto o más bien lo era. El lo sabía, no por algo se veía todas las mañanas al espejo mirando el asco de persona que era.
Pero que mas daba, a ellos no les debería de importar y a el debería de valer le completamente.
—Nadie es feliz— finalmente habló haciendo que el hombre mirará de reojo a la chica mientras ella solo le miraba.
Eso era verdad, solo existían momentos de felicidad y tal vez en verdad la felicidad no existía. No es que piense toda esa mierda por lo patética y horrible que era su vida, si no que desde pequeño lo había comprendido.
—Tienes razón, pero existen momentos de felicidad. En cada vida existe algo.
—Pero al parecer a sido difícil tu vida ¿Verdad?.— argumento Awase.
No comprendía absolutamente nada, ¿Porque decían todas esas cosas?. Además, ¿Porque no se callaban?, Harían que le comenzará a doler la cabeza si seguían hablando de todo eso.
Ya no había motivo para quedarse.
Agradeció por la taza de chocolate.
—Yo tengo que irme, muchas gracias— hizo una pequeña reverencia.
Los adultos aún se encontraban sentados en la mesa, le miraban con sorpresa pero sonrieron.
—A sido un placer Kirishima, si llegarás a necesitar algo más no dudes en venir— se levantó Momo para tomar su mano, eso le sorprendió.
—Seras bien recibido— se unió Awase el cuál le revolvió el cabello.
Sintió calidez.
La mañana había sido demasiado extraña, el queriendo se suicidar y una mujer lo detuvo arrastrándolo a una cafetería donde le hablaron sobre lo que reflejaban sus ojos.
¿Cómo es que unos completos extraños sabían perfectamente que mentía y sus amigos no?.
Creía haber superado que les valía a sus amigos pero ahora le molestaba y tenía ganas de golpear algo fuertemente.
Además que había consumido chocolate, le costaría demás bajarlo.
No quería arruinar más su cuerpo de lo que ya estaba, su vida era una mierda. No debió de haber salido de cama, se hubiera tomado el día.
Soltó un suspiro para finalmente dejarse caer en su pupitre, vaya inicio.
—¿Haz despertado mal?— la voz de Sero le trajo a la realidad.
El joven se se encontraba sentado en el pupitre de a lado sonriéndole.
Le devolvió la sonrisa. No había otra manera para evitar que le hiciera preguntas o que molestará.
—Para nada, más bien se me hizo algo tarde— contestó acomodándose mejor.
Otra vez mintiendo, ya había olvidado cuando había sido la última vez que había dicho la verdad.
—Eso es raro viniendo de ti— le respondió.
Si tan solo supiera que tantas cosas raras hacia se sorprendería. Siguieron charlando un par de minutos para ser interrumpidos por la entrada ruidosa de un compañero.
Era nada más ni menos que el chico de la cafetería, estaba completamente seguro.
Además esos ojos rojos como la sangre le miraron por un par de segundos, eso le daba más sentido.
—¿Quien es?— se atrevió a preguntar mirando como el chico se sentaba en su lugar.
—¿Cómo que quien es?, Es Katsuki Bakugou. Está con nosotros desde que iniciamos el primer año— respondió el pelinegro en voz baja.
Bakugou se quitó el gorro de su sudadera y después el cubrebocas para guardarlo en su mochila, ante la mirada atenta de Kirishima.
—Nunca le había prestado atención— contestó.
—Tampoco es que llame mucho la atención en clases, aunque tiene un humor pésimo. Se agarró a golpes con Monoma— recordaba a ese tipo, en la secundaria le había dicho gordo.
Las clases iniciaron, nada más interesante que álgebra, historia y Química como primeras tres antes del receso, no era bueno en ninguna de esas materias. Probablemente terminaría reprobando, y se estaría lamentando por ser tan maldito mediocre y no aprovechar sus estudios.
Si se que se conocía perfectamente.
En el receso solo tomo un poco de agua, argumentando que había desayunado muy bien. Sus amigos se tragaron aquella patética mentira, el tenía la culpa por no ser honesto.
Cuando volvieron al salón el profesor comento que hablarían unos minutos sobre un tema importante.
En el pizarrón escribio la palabra suicidio, con letras muy grandes.
Algunos murmuraron en voz pidiendo una explicación.
El comentó que se trataba sobre lo que había ocurrido con una compañera de un grado superior que se había suicidado un par de meses atrás. Estuvo cerca de diez minutos hablando sobre la importancia de la vida y el gran vacío que dejan las personas que toman la decisión de suicidarse.
Kirishima se sintió extraño, es como si la charla únicamente fuera para.
El profesor también dijo que si alguien estaba pasando por malos momentos, se acercarán a él o algún otro docente. No estaban solos y ellos harían todo lo posible para ayudar, dicho esto comenzó a repartir unas hojas.
En ella se veía un teléfono como logo, y el nombre de la campaña de ayuda «Línea de vida» con varios números telefónicos, además de una frase en contra del suicidio.
Sonaba tan bien, pero si alguien se enteraba que él había marcado por ayuda se burlarian de él.
No lo soportaría.
—Profesor, ¿La escuela está detrás de este proyecto?— preguntó Jirou levantándose de su asiente.
Eso le dio curiosidad, sí es que era verdad. En definitiva no llamaría. Sus profesores se darían cuenta que era él.
—Para nada, este call Center lleva activo apenas dos años. Así que si alguno de ustedes piensa en buscar ayudar no lo dude en llamar, por favor— contestó con voz tranquila el mayor.
Nadie más comentó algo más. Las clases continuaron con normalidad pero él estuvo unos cuantos segundos más mirando la hoja.
Pero finalmente la guardo en su mochila, tal vez y solo tal vez la sacaría para llamar por curiosidad.
Sabía que necesitaba ayuda pero no había mucha probabilidad que le ayudarán. Esta tan roto y su vida era tan miserable, el miedo lo envolvía cada momento y está siendo lastimado todo el rato.
Necesitaba esperanza y algo que lo aferrara a seguir viviendo. Soltó un suspiro para mirar hacia la pizarra y dibujar una sonrisa en su rostro.
Alguien le miró de reojo, no pudiendo evitar soltar un bufido en voz baja.
Otro fingiendo que era feliz y no estaba destruido.
Debería de llamar si es que necesitaba ayuda, no debería de dejar a un lado todo lo que sentía porque el suicidio no era la solución.
Nota: Sí mucho tiempo para la mierda que acabo de escribir.
Tengo pensado eliminar el fic y iniciarlo de nuevo. Hay algunas cosas que pienso eliminar y modificar pero aún no lo sé.
También tuve una charla bastante interesante con un psicólogo por lo que pondré lo que hablé con él en este fic.
Dejen sus ideas, teorías y comentarios de lo que les pareció el fic.
Muchas gracias por leer y si no me siguen los invito a hacerlo, también pueden seguirme en mis cuentas.
Segunda cuenta: KidowKidow
Tercera cuenta: AdrielDen
También si le gusta el MiriTama pasen a leer mi nuevo fic.
Próxima actualización el 07 de Octubre.
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