Capítulo 4.
────Narrador Externo────
Sentía mucho frío, un frío tremendo le calaba hasta los huesos, ni las tres mantas sobre su cuerpo lograban regular su temperatura.
─¿Necesitas otra manta?.
La voz de Loke retumbo en la habitación, Lucy no hizo más que darse la vuelta del lugar donde reposaba mirando a su espíritu observarla desde el sofá al otro lado de la habitación.
─Enciende la chimenea.─Murmuró tapándose hasta el rostro.
Loke suspiro obedeciendo la orden. Miro a su portadora con gran pena, desde que se había enterado de su "condición" había pasado un mes, un mes en que no había gran cambio. Ella seguía sin hablar mucho, recluida en la habitación, aveces durmiendo, otras llorando, otras simplemente en silencio mirando por la ventana.
Lucy se marchitaba ante sus ojos.
Había momentos en los que esto cambiaba. Todos los días sin falta, sus amigos la visitaban a excepción de Natsu y Gray, Lucy aun con mucho pesar detestaba la idea de compartir un entorno junto a otro chico que no fuese Loke, sabía que ellos jamás la dañarían pero su cuerpo reaccionaba sin su permiso, aquello también afectaba más a la rubia. Tampoco soportaba el contacto directo con alguien más, se había vuelto difícil.
─¿Necesitas algo más? ¿Un vaso de agua? ¿Algo de sopa caliente?.
─No, por ahora no.
─Lucy.─Este se acerco un poco más, al ver que ella no reacciono se sentó en la cama a su lado.─¿Hay algo que pueda hacer para ayudarte?
Silencio.
─Lucy.
─Loke, aprecio la ayuda de todos.─Su voz sonó quebrada, al borde del llanto.─Que más quisiera yo que pudiesen hacer algo, pero no, no hay nada que me haga sentir mejor. Siento que todo esto sea así.
─Yo...
Las palabras del pelianaranjado se vieron interrumpidas por unos leves golpes en la puerta del apartamento.
─Iré a abrir ¿esta bien?.
De nuevo ella guardo silencio, él lo tomo como afirmación.
Loke fue en dirección a la puerta y al abrirla el asombro fue evidente, Natsu estaba allí con una gran caja entre sus brazos.
─Natsu, no creo que sea buen momento.
─Necesito verla.─Suplico desviando la mirada.
Desde aquel suceso él solo había intentado verla tres veces, más por rencor hacia sí mismo. Aquel día que se propusieron encontrar a esa panda de desgraciados que tanto habían dañado a Lucy jamás los encontraron, él había alargado la búsqueda sin resultado alguno. Había fallado en protegerla y a la par, fallado en darles su merecido a aquellos malnacidos.
─Natsu, ella aun no esta lista.
─No puede seguir así Loke, no puedo dejarla hundirse aun más. No puedo con esto, no puedo vivir sabiendo que ella no esta bien, ella me importa y si no quiere verme más bien, que me lo diga a la cara, de igual forma no voy a hacerle caso hasta que vea de nuevo aquella chispa de vida en sus ojos. Quiero hacer esto por ella, déjame intentarlo, por favor.─Rogó elevando la mirada hacia la del espíritu.
Loke suspiro, el también deseaba lo mejor para ella, todos lo querían. Era mejor intentar a dejarla hundirse aun más.
─Pasa.─Se hizo a un lado dando permiso al pelirrosa de entrar.
Caminaron por el pasillo hasta estar ante aquella habitación. Ambos se detuvieron en el marco de la puerta.
─Lucy, estaré en la cocina preparando algo, si sucede algo solo tienes que llamarme ¿bien?.
Nuevamente, silencio.
Natsu miro con preocupación a Loke quien no hizo más que negar y alejarse hacia la cocina con la cabeza baja.
Natsu permaneció de pie, contemplando a aquella chica darle la espalda envuelta en varias capas de mantas, tan solo podía ver uno que otro mechon rubio.
─Lucy, estoy aquí.─Hablo lo más tenue y cauteloso posible.
─¿Natsu...?.
Finalmente vio otro movimiento, esta se reincorporo de a poco hasta sentarse en la cama. Su cabeza permaneció gacha sin mirarlo.
─¿Qué haces aquí?.─Un temblor pudo escucharse dentro de la oración.
─Yo...─Suspiro tomando valor, intento sonar lo más animado posible.─Obviamente vengo a ver a mi amiga ¿es eso algo malo?.
─No es que sea malo pero...Natsu, yo...─Escucho un sollozo salir, alarmado intento acercarse pero al dar un par de pasos ella finalmente se giro para encararlo.
Su rostro estaba bañado en lágrimas, estaba muy pálida, sus ojos estaban hinchados mientras unas ojeras se dejaban ver. Su expresión era de terror puro.
─¡No te acerques más!.─Suplicó.
Natsu no pudo hacer más que mirarla dolido, lo que menos quería era asustarla. Por un momento Lucy reacciono al ver la mirada del Dragneel, respiro profundo e intento contener el llanto.
─Solo no estés muy cerca ¿bien?.─El rostro de Natsu se ilumino brevemente.─Siéntate en el sofá, allí esta bien para mi...
Él obedeció la orden sin quejas, dejo la caja a un lado suyo. Lucy por su parte intentaba secar sus lágrimas, tomo de la mesita de noche un pañuelo limpiando todo su rostro.
─¿Qué hay en esa caja?.─Murmuró terminando de limpiar cualquier rastro de lágrimas.
Natsu sonrió levemente, pese a toda la situación pudo ver un rostro curioso en ella, un rostro sin tristeza.
─Pues...
─No me digas que es una de tus bromitas por que si es así...
─¡No es eso!.─Él no pudo contener su risa, por un momento estaba allí su Lucy, la que iba a regañarlo y echarlo a patadas claro.─Es algo más, algo que creo te gustará.
Lucy volvió a recostarse pero aun mirando a Natsu.
─Traje un par de cosas, por ejemplo...─Este empezó a revolver el contenido de la caja, sacando una muñeca de allí.─¡Ta-da!.
La muñeca era en sí sencilla, de felpa hecha a mano, un cabello rubio de estambre, ojos de botón mal alineados y una línea curva de color rojo a manera de boca.
─¿Eso es...?
─La hice yo, ¿a las chicas les gustan los peluches, no?
Lucy miro con detenimiento a la muñeca.
─Su cara esta rara.
─Eres tú.
Lucy hizo un intento por sonreír.
─¿Te ha costado mucho?
─Pues...¡no entiendo mucho eso de cocer, agujas y demás! ¿Cómo es eso que cada cosa lleva un patrón? casi me termino rompiendo la cabeza, pinche mucho los dedos para ser sincero.
Lucy volvió a sentarse en la cama.
─¿Puedo acercarme a dártela?
Ella lo medito unos segundos, termino asintiendo.
Natsu se puso en pie caminando cauteloso, extendió la muñeca hasta ella. Lucy dudo nuevamente pero lentamente fue alzando su mano hasta tener la muñeca en su mano. Natsu entonces retrocedió y volvió a su lugar.
Lucy ya con la muñeca en sus manos comenzó a analizarla, mirando cada detalle, ahora podía vislumbrar la costura la cual se suponía no debía verse, definitivamente Natsu la había hecho.
─¿Y bien?.
─Me encanta, gracias Natsu.
─¡Oh, también hay un par de cosas más!.
Ante la mirada de Lucy este empezó a sacar un sinfín de porta retratos, cada uno con diferentes fotos.
─¡Te has perdido de mucho! ¡Mira esto!.─Alzó una foto en alto.
En la foto se podía ver a Gray recostado en una mesa del gremio sin camisa, estaba rayado por todos lados con marcador y, como cereza al pastel, se podía ver a una Juvia a punto de lanzarse sobre él.
─¿Quieres saber que paso? Digamos que Juvia lo emborracho y claro, la exquisita obra de arte de su cuerpo es hecha por mi.─Fanfarroneo dándose un par de golpes sobre el pecho.─¡También esta esta!.
Y así el comenzó a enseñarle cientos de fotos, algunas cosas habían sucedido en su ausencia, otras en viajes pasados en los que ella había asistido. Natsu no dejaba de hablar y hablar sobre todas y cada una de ellas.
─¡Esta es mi favorita!.
En ese momento él le mostró una foto de ambos, no tendría más de 5 meses, fue durante una misión en equipo. En ella estaban ambos enganchados del brazo, sonriendo a la cámara, Natsu con su sonrisa de siempre y Lucy de igual forma solo que tenía helado de chocolate embarrado por el rostro.
─Estábamos regresando de misión, hacia mucho calor, renegabas demasiado y terminamos por parar en el pueblo más cercano, comiste un helado de chocolate y al terminar me preguntaste si te habías manchado el rostro. Recuerdo que te dije que no e inmediatamente pedí a la primera persona que paso una foto.─Su sonrisa se fue acrecentando a media que continuaba con el relato.─¡Al verla no hiciste más que golpearme! Estabas realmente molesta mientras yo no dejaba de reírme de ti, dijiste que ibas a vengarte. Antes de llegar al gremio me pusiste el pie haciéndome tropezar...caí en un charco de lodo....
Natsu la miro recriminatoriamente sin desvanecer la sonrisa de su rostro, Lucy por su parte miraba a otro lado nostálgica y al fin, pequeña pero verdadera, una sonrisa en ella.
─Gracias Natsu, necesitaba esto.─Se giro a verlo y solo por unos momentos pudo verlo a los ojos para terminar desviando la mirada.
Su semblante triste regreso alertando a su contrario.
─¿Hice algo mal?.
Ella negó con la cabeza.
─Yo soy la que estoy mal, tu no has hecho más que intentar hacerme feliz y te lo agradezco profundamente, siento mucho no ser la más grata compañía...
─No es tu culpa Luce. Necesitas tiempo, pero, por un momento sonreíste, se que nada será igual pero...quiero que sepas que No estas sola, no estas sola en esto.
─Natsu, lo estoy, estoy sola.─Se cubrió el rostro con ambas manos.─Yo...aun me cuesta confiar, aun me duele todo esto, no hago más que preocuparlos, tengo que estar sola
─Lucy.─Natsu comenzó a acercarse lentamente.─Mírame.
Ella permaneció en la misma posición sin moverse un poco.
Sabía que sería arriesgado pero aun así lo hizo. Tomo una de sus muñecas con suavidad, ella se sobresalto pero no lo alejo, él lo tomo como permiso y fue a tomar de igual forma su otra muñeca.
─Mírame, no tengas miedo.
Ella comenzó a temblar, aun así no se removió. Poco a poco elevo su mirada para ver aquella de color jade.
─Esta todo bien. No importa el tiempo que lleve, no me importa si has cambiado o cambiaras, jamás voy a rechazarte, todo lo que ha pasado es ahora parte de ti, no puedo cambiar las cosas pero puedo hacerte olvidar y superar, puedo estar aquí contigo, me podrás gritar que me vaya, que te suelte, que no quieres saber más de mi pero siempre voy a regresar. Erza, Happy, Gray, Wendy, Charle, todos, todos te queremos y aceptamos, estamos aquí contigo por que nos importas. Nadie debe de estar solo y mucho menos tu. Déjame intentar sanarte, déjame verte, déjame estar aquí contigo, no es por pena o algo parecido, es por ti, por que me importas.
Cada palabra conmovió más y más el corazón de Lucy, las lágrimas salieron de nuevo.
─Abrázame tonto, por favor, lo necesito.
Sin decir más el accedió, la tomo en sus brazos con sumo cuidado temiendo que fuese a romperse. El cuerpo de ella dejo de temblar aun así el llanto se intensifico. El comenzó a acariciar su cabello con dulzura intentando apaciguar aquella amargura.
─Todo estará bien, lo prometo.─Murmuró en su oído.
─Natsu, tengo miedo, por favor, no quiero estar sola. Estoy demasiado confundida, asustada, nose que será de mi vida, de la vida que ahora esta en mí.─Pronunció lo último abrazándolo con más fuerza.─Este ser no tiene la culpa de nada, nose que voy a hacer, no estoy lista para esto, tengo miedo de todo.
Natsu tomo aire intentando pronunciar con la mayor calma lo siguiente.
─Nunca estamos preparados para todo Lucy, ¿estabas preparada cuando nos conocimos por primera vez, lo esperabas?.─Ella guardo silencio.─Hay cosas que son espontaneas, lógicamente sentirás miedo pero no vas a atravesar esto sola, no más.
─¿Prometes que no vas a dejarme sola?.─Gimoteó.
─Lo prometo, si tengo que venir todos los días lo haré, si tengo que cumplir y satisfacer todos tus gustos y antojos lo haré, incluso si me llamas en la madrugada. Incluso si tengo que ser tu sirviente las veinticuatro horas, haré esto. Prometo estar siempre aquí Luce.
Lucy no hizo más que asentir en repetidas ocasiones agradeciendo un sin fin de veces, las lágrimas no cesaban pero al menos, algo de carga por fin se había ido.
Loke miraba la escena desde el marco de la puerta, sonrió, por fin había esperanza, rogaba que aquello terminará pronto y poder ver a aquella chica sonreír como siempre ya que eso se lo merecía más que nadie. Tenía la certeza de que al lado de Natsu esto sería más que posible.
Lucy no estaba más sola, jamás lo estaría.
Continuará.
¡Espero les haya gustado dulzuras mías! A partir de esta semana esta historia será actualizada cada jueves, nos vemos hasta la siguiente semana dulzuras <3.
Att: TreasureDream.
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