3: "No quiero perderte" parte 1
"Tuve tantos momentos felices, que olvido lo triste que fue
Darte de mi alma,
lo que tú echaste a perder."
~Saturno
(Pablo Alborán)~
Era un sábado calmado para la clase 3-A en las residencias, ya sólo faltaba menos de una semana para terminar sus estudios y graduarse, así que habían acordado planear lo que sería la fiesta de graduación.
La gran mayoría de los compañeros se encontraban sentados en la sala común haciendo los preparativos.
- junto a Iida-san, hablamos con el profesor Aizawa para que nos diese la autorización de poder hacer la fiesta de graduación aquí mismo y dijo que no había problema, solo si manteníamos la compostura.- Explicaba la afable Yaoyorozu.
- es decir que no deben ocurrir peleas, malos entendidos, alguna que otra cosa que no guarde la compostura, no pueden andar por ahí emborrachándose a lo desquiciado y tampoco...
- ¡ay! Le quitas la diversión a la vida...- interrumpía Sero al presidente de la clase.
- solo estoy siendo respetuoso con la institución que ha sido nuestro hogar por 3 años, somos la cara pública de U.A. Debemos demostrar lo digna y excelente que es esta academia- respondía el de lentes, indignado.
- ¡¿o sea que no habrá nada de tragos?! ¿Ni siquiera una simple cervecita?- dijo exaltado Kaminari.
- y qué, ¿la música será un vals o qué?- soltó Jiro, haciendo reír a todos.
- no, no sea extremistas tampoco. Claro que habrá tragos y si habrá música para bailar y divertirse. Lo que quiere decir Iida-san es que podemos divertirnos... solo no se aloquen demasiado- decía la tierna Yaomomo.
Del ascensor aparecía una apagada Ochako entrando a la estancia. Para la pobre era un día de aquellos en el que todo se te acumula. Cómo ya se le estaba haciendo costumbre, se sentía cansada, desanimada y lo peor es que ya llevaba un buen tiempo sin comer bien, ya que todo le daba asco o lo vomitaba. Decidió que salir de su cuarto y compartir un poco con sus compañeros quizás la ayudaría a distraerse un poco.
- ¿te habías fijado lo grande que están sus pech...?- dijo Mineta en un susurro a Kaminari quien lo interrumpió dándole un codazo en la boca del estómago antes que terminase la frase.
- sí pero, ¡such!...- le contestó el otro en un susurro, pidiéndole que no diga nada.
- ¡chicos, queriendo aportar un poco a la fiesta he decidido encargarme de los aperitivos!- Sato salía de la cocina llevando una bandeja llena de comida.
- ¡uy que bien, comida gratis!- decía Hagakure con entusiasmo.
- he hecho estos de muestra para que me den su opinión.
- ¿qué es?- preguntaba Tsuyu.
- aperitivos y dulces Americanos, creí que sería un buen gesto para despedir a Midoriya- al terminar lo dicho se dio cuenta de que había metido la pata, percatándose de la presencia de Uraraka.
- ¡uy! nos lleva la...- soltó Mina, quien ya estaba recuperada.
- ¿qué es eso?- pregunto la castaña siendo hipnotizada por el aroma.
- ¡oh! Uraraka lo siento mucho, no me di cuenta de que...
- que rico...- lo interrumpió, comiendo con ganas una golosina que había sacado de la bandeja. Llevaba tanto tiempo sin comer bien que su estómago despertó el deseo de comerse todo lo de la bandeja. Saco un postre más grande que el anterior y comenzó a comérselo desesperada, como si no hubiera un mañana.
- cuidado Uraraka, come más despacio...- decía Todoroki impresionado de que le cállese tanta comida en la boca.
- ¿no que a Uraraka le gustaba solo la comida japonesa?- soltó Kirishima también impactado de ver la forma en la que comía la castaña.
- se suponía que sí.- le respondía Sero.
- se supone que era para todos...- decía Hagakure con melancolía.
- ¡silencio, quiero más! ¿Hay más?- preguntaba Ochako con un rostro amenazante.
- eh... creo que quedan algunos bocadillos en la cocina.- le respondía titubeante Sugarman.
- mmm... ¡esto está delicioso!- decía saboreando todo.
Estaba concentrada en saborear su delicioso alimento, hasta que un sonido particular que hace mucho tiempo no oía la saco de su burbuja, haciendo que su corazón se acelerara.
Fijó su mirada a la procedencia de esa risa y se fijó que Deku y Hatsume reían a carcajadas en el porche de la residencia.
Estaba riendo.
Estaba bien...
Pero no era con ella...
- iré... a la cocina a buscar más comida...- dijo con su voz temblorosa, no pudo controlar a tiempo el nudo en la garganta y los ojos aguados, y todos los que estaban ahí presentes se percataron de ello.
Literalmente corrió a la cocina mientras todos la veían alejarse sin saber que hacer.
- excuse moi- soltó Aoyama en medio del silencio incómodo, yendo a la cocina.
- ¡oh!, creo que también iré a la cocina, para preparar más postres- dijo Sato.
Dentro de la cocina, nuestra chica intentaba controlar sus lágrimas que desbordaban por sus ojos y silenciar sus sollozos. Se sentía tan avergonzada de haber hecho esa escena en medio de todos, pero era como si sus emociones estuvieran incontrolables.
- ya Ochako... basta, basta... deja de llorar, deja de llorar... ¿por qué te afecta tanto?...- se decía a si misma.
- ¿mademoiselle Uraraka?
- ¡Aoyama!- dijo Uraraka sorprendida, limpiando su rostro rápidamente.- ¿qué haces aquí?, ¿necesitas algo?- dijo intentando darle una sonrisa amable.
- bueno, eso era lo que yo quería preguntarte a ti, ¿necesitas algo?... la verdad me gustaría animarte.- A Uraraka le sorprendió la amabilidad del chico brillante, ya que no se lo esperaba. No eran cercanos.
Fingiendo una sonrisa y ánimo dijo:
- ¡no, gracias! estoy bien, enserio. ¿por qué querrías animarme? no es nada, solo estoy... un poco cansada.- sin querer se le escapo un sollozo pero intento fingirlo con la sonrisa más falsa que había hecho en su vida.
- bueno... se que no somos amigos, ni cercanos siquiera pero... la verdad me entristece ver a las personas con dolor de ''estómago'', yo se como duele eso. Y tu muchas veces has sido amable conmigo.
- ¿yo?- se sorprendió de lo dicho, ya que no recordaba ningún momento en particular vivido con el chico brillante.
- tu siempre has sido amable con nosotros Uraraka- decía Sato ingresando a la cocina y yendo directo al estante donde estaban los aperitivos.- No te das cuenta de ello, porque es algo natural en ti pero... la verdad es que en incontables ocasiones nos has levantado el ánimo a todos. Ten, son para ti.- dijo entregándole una bandeja llena con los aperitivos que quedaban.
- ¡y esto de mi parte también! nada como un cremoso queso para animarte.- Aoyama ponía un queso en la bandeja.
Ochako estaba realmente impresionada, no se esperaba para nada esto.
- pero... yo comí demasiados, los demás no probaron nada...- dijo avergonzada de la escena que había montado hace un rato.
- ¡oh, no te preocupes! puedo hacer más para ellos. Por lo que vi, la comida americana te cayó bastante bien al estómago, así que de aquí a la graduación ¡seré tu chef personal!- dijo entusiasmado el grandote.
Nuevamente sintió un nudo en la garganta pero esta vez, emocionada por la linda actitud que estaban teniendo con ella.
- hey, Uraraka-san...- Iida-kun había aparecido en la entrada y los otros dos muchachos se retiraron en silencio.
La chica de mejillas rosadas, dejo la bandeja sobre el estante y giro a ver a su amigo de frente, quien lentamente se acercaba a ella.
- se que me dirás que ''estas bien'', a pesar de que no lo estás- extendió los brazos hacia ella- pero, lamento solo haberme concentrado en animarlo solo a él cuando también soy tu amigo desde hace tres años ya.
La castaña no respondió nada, solo se permitió dejarse ser vulnerable un momento y llorar frente a Iida (cosa que no le gustaba hacer en frente de nadie, ni siquiera de Izuku que solo la había visto llorar un vez sin ella darse cuenta) y aceptar el abrazo de su amigo.
Mientras lloraba en silencio acurrucada en el torso de su alto amigo, Iida le daba palmaditas en la espalda en un intento de consuelo.
- lo extraño mucho... nunca pensé que me dolería tanto no estar cerca de él...- y empezó a hablar desahogándose.
- es entendible Uraraka-san... tú le quieres y estoy seguro de que él aún te quiere a ti, solo tal vez hay que darle un tiempo más...
- yo... de verdad pensé que en cuanto estuviese mejor, volvería a compartir con todos, conmigo... pero... ya ha pasado un mes- respiró intentado calmar sus sollozos para proseguir- volvió a hablar y actuar como siempre con casi todos... excepto yo... tal vez... tal vez se dio cuenta de que en realidad no corresponde a mis sentimientos...
- no lo sabes Uraraka-san, quizá sólo no se siente listo emocionalmente...
- sabes Iida-kun... si él deja de corresponderme, si se dio cuenta de que solo me ve como una amiga para él, yo me conformaría con eso...
- ¿qué dices Uraraka-san? Como dije, no sabes realmente si dejo de quererte...
- se dio cuenta de que le gustaba, después de que yo me le declarase...- aclaró ella, recordando cómo inició su relación- probablemente confundió sus sentimientos y ahora se dio cuenta... pero...
Abrazo con más fuerza a su amigo, dejando que la cascada de sus ojos desbordara otra vez.
- solo quiero volver a tener su amistad... solo eso...- realmente ella se sentiría feliz solo volviendo a ser la amiga de Deku, no importaba si él le correspondía o no, su amistad tenía incluso más valor que sus propios sentimientos. Y es que esa era la razón de que su relación fuera tan especial, ellos continuaron siendo mejores amigos incluso en su noviazgo.
No podía perder esa conexión, todo menos eso...
- veré que puedo hacer...- le dijo Iida, no muy convencido de sus palabras. Ahora conocía la postura de Uraraka desde sus propias palabras pero...
"¿Qué pasa por la mente de Midoriya-kun ante este asunto? ¿Qué sentirá él realmente por Uraraka-san?"
Mientras esto acontecía, los demás compañeros se quedaron aún en silencio, algunos impactados, otros incómodos por la situación y otros, los más cercanos a la ex pareja, observando a Midoriya quien no se había percatado del momento incómodo que se había generado adentro.
Mina, quien estaba cabreada con la situación y tenía la sospecha atorada en la garganta, rompió el hielo parándose estrepitosamente y tirando del brazo a su amiga invisible.
- ¡hay que hablar!- dijo sin más tirando de Hagakure hacia el ascensor.
- ¿qué?- dijo ella, confundida y dejándose llevar.
- necesito contarte algo... ¡no es nada importante, sigan planeando la fiesta!- dijo a quienes las observaban yéndose- ¡quiero mucho tequila, anoten eso!- dijo antes de que se cerrase el ascensor, mientras los demás retomaban la planeación, dejando ir el momento incómodo.
Paso apenas 1 minuto en el ascensor en el que Mina no dijo absolutamente nada, ya que se encontraba sumergida en sus pensamientos, comiéndose las uñas nerviosa.
- Mina... el brazo ya se me está entumeciendo...
- ¡ay lo siento!- dijo soltando el brazo de la pobre chica.
- ay, gracias...- dijo Toru respirando relajada- ¿qué sucede? ¿Por qué actúas tan raro?
Ambas salieron al piso de las chicas y se dirigieron al cuarto de Mina. Luego de que la pelirosada revisó bien que no hubiese nadie en el pasillo, se soltó a hablar:
- ¡dime que te has dado cuenta de lo raro que actúa Uraraka!
- ah... ¿cómo raro? ¿Lo dices por su ruptura con Midoriya?
- ¡no, no hablo de eso! Hablo de ags... ¿recuerdas cuando yo empecé a sentirme extraña?
- ¿te refieres a...?- respondió la chica, dudosa.
- ¡sí!
- ¿tú crees que Uraraka...?
- tal vez sea sólo sea mi imaginación pero ¡ah por favor, las señales están ahí! ¡Me sorprende que ella no sospeche nada!
- tienes razón... ahora que recuerdo, a tenido síntomas muy sospechosos...- dijo Hagakure empezando a hacerse sospechas también.
- los mareos y náuseas...- empezó a contabilizar Mina.
- sus comidas favoritas le dan asco...- le siguió la invisible.
- ¡vomita más que cuando estábamos en primer año!
- el cansancio y sueño recurrente... además de los antojos extraños que tiene... ¡no puede ser, Uraraka está...!
- ¡no lo sabemos aún! Recuerda que solo son sospechas, quizás sólo sea una falsa alarma como me sucedió a mi...
- pero... ¿y si no es una falsa alarma? ¿Y si ella aún no sospecha nada porque no ha podido concentrarse gracias a su ruptura? ¡Oh!- dijo exaltada poniendo sus manos en su boca.
- ¿Toru?- soltó Mina, asustada de lo que se vendría.
- Midoriya se va a otro continente... si no lo confirmamos pronto, entonces...
Se produjo un silencio tenso entre las dos amigas.
- hablaré con ella hoy en la noche, mejor prevenir que lamentar...- afirmó Mina decidida.
~
Ya era la tarde noche en las residencias e Izuku algo ansioso, guardaba en la maleta su nuevo equipo de ayuda que le había fabricado Mei por petición de él.
- estos nuevos guantes te ayudarán mucho con tu evolucionado Quirk cuando estes en USA. Espero si que los hagas durar porque ya no tendrás los repuestos, y los repuestos de los repuestos que suelo guardar.
- ¿tienes repuestos de tus "baby's"?
- ¡oh no! Solo que después de segundo año, debido a la gran demanda que me dabas; junto a Power Loader decidimos crear una sección en el taller donde guardo específicamente todos los repuestos que tengan que ver contigo. Hasta tiene un letrero puesto que dice: "uso exclusivo para el huesos-rotos".
Eso hizo que estallara en una fuerte y estrepitosa carcajada, que contagió a Mei. Llevaba mucho sin reírse así.
Sonrió recordando la corta charla de esa tarde. Extrañaría a su rara y loca amiga Mei. Extrañaría a la clase 3-A, a sus amigos.
Extrañaría a Ochako...
Claro que se dió cuenta de cómo Ochako reaccionó cuando lo vió con Hatsume.
Nunca a dejado de estar pendiente de ella y moría de ganas de volver a abrazarla, sentir su calor, oler su aroma y sentir sus esponjosos y suaves labios en su boca, pero...
El maldito de Shigaraki...
Ocurrió en su último día de práctica en la agencia de Endeavor...
Fue una fuga en acción máxima, los villanos aún tenían prisioneras a algunas chicas que estuvieron secuestradas. No podían dejarlos escapar por nada.
En eso (y por órdenes de Endeavor), Deku utilizó su látigo negro para alcanzar las 4 ruedas de la camioneta, cada vez perfeccionaba este don en particular.
Fue tanta la fuerza acumulada por la rabia que ejerció, que las cuatro ruedas se salieron del su eje y la camioneta quedó sin movilidad.
Todos los demás héroes fueron rápidos, algunos a socorrer a las víctimas y otros a atrapar a los villanos. Deku manejado por la rabia fue directo a inmovilizar al líder de la banda de "trata de blancas". Lo contuvo con su látigo negro en lo que la patrulla llegaba con urgencia.
Todo parecía ir bien, hasta que el maldito empezó a reír...
- no te gustaría para nada tener a tu linda novia de mejillas rosadas metida en esto ¿verdad?- le dijo entre toses.
Eso alarmó a Izuku...
- el jefe nos indicó quién era... cuántos años tiene, estatura, color de ojos y cabello, hasta lo que le gusta comer y hasta cuantas veces va al baño, jajajajaja es una locura cuanta vigilancia le tiene, jejejeje....- volvió a toser esta vez escupiendo sangre- es muy bonita, curvilínea y con buen trasero, perfecta para mis negocios. El jefe dijo que nos la entregaría si a cambio te entregábamos a ti... y al parecer pronto podremos finalizar la transacción...
Entonces Izuku reaccionó.
- ¡NI SIQUIERA PIENSES EN PONERLE UN DEDO ENCIMA, OÍSTE BASTARDO!- decía enfurecido y apretando el agarre del látigo negro, llegando a asfixiar al delincuente.
- Midoriya-kun... ¡Midoriya! ¡Midoriya, ya basta!- gritaba Todoroki a lo lejos quien logró ver cómo Deku poseído por una ira extrañamente desconocida, apretaba al delincuente con intenciones de matarlo.- ¡Midoriya, basta! ¡Reacciona!
Apretó sus ojos con frustración, volviendo a la realidad...
Nunca había sentido tanto miedo e ira a la vez...
No sabía dónde, no sabía cómo, lo que si era claro es que Shigaraki tenía los ojos puestos en Uraraka, ya que sabía que ella era la segunda persona más importante para él, luego de su madre.
El maldito había hecho pública la existencia de su ángel en todo el mundo de la villanía y ahora ella no estaba a salvo.
No podía perder a Ochako, todo menos eso...
"Debe haber alguna manera... Algo para que Ochako deje de ser un objetivo y no corra peligro..."
Unos golpecitos en su puerta lo sacaron de su trance.
- entre.- dijo, ya más calmado.
Iida-kun entraba al cuarto con precaución, aún seguía sopesando la corta charla que había tenido con Uraraka-san.
"¿Cómo podría ayudar a que mis dos amigos volviesen a ser felices juntos?... es complicado."
- Iida-kun, hola- dijo de manera relajada el pecoso- dime, ¿qué sucede?
- ¡oh! No es nada malo, tranquilo. ¿Recuerdas que Kaminari nos invitó hoy a una partida en su cuarto?
- ¡oh cierto! Jeje lo había olvidado, he tenido la cabeza metida en organizarme para el viaje- respondió cerrando su maleta y acomodándola en una esquina.
- bueno, venía a buscarte para que fuéramos juntos, claro si deseas ir.
- ¡claro! Sería bueno, así me distraigo por un rato...
Iida, tomándose la libertad, fue a sentarse en la silla del escritorio, mientras Midoriya acomodaba las cobijas de su cama.
- y, ¿cómo va todo esto del viaje? ¿estás nervioso?- empezó a comentar Iida, buscando tema de conversación.
- ¡uf!, ni te imaginas cuánto... pero sé que será bueno.
- es una gran oportunidad sin duda, espero que allá puedas adquirir toda la experiencia necesaria que buscas.- dijo Iida con elocuencia.
- gracias Iida-kun...- le respondió el peliverde con una sonrisa chueca.
- aunque debo admitir que extrañare tu desafiante "rivalidad", me hará falta el chico obstinado al cual querer adelantar- soltó una pequeña carcajada antes de proseguir- aunque con tu viaje debo decir que me siento como si ya hubiese perdido la carrera contra ti, me llevas una gran delantera amigo.
- bueno... todo por buscar ser el mejor héroe ¿no?- "Iida-kun, si tan solo supieses las verdaderas razones..."
- también extrañare a mi buen amigo, que me hizo entrar en razón cuando me puse cabezota y que, al mismo tiempo tenía que vigilar por lo testarudo que podía llegar a ser.
Ambos rieron ante lo dicho.
- también te voy a extrañar, ¡pero bueno! Lo dices como si ya me hubiese ido y solo fuese un recuerdo para ti- respondía el peliverde- tampoco me voy a esfumar de la tierra; seguiré en contacto contigo y Todoroki-kun, después de todo son los únicos amigos reales que he tenido, pienso conservarlos por un tiempo más.- decía avergonzado, rascándose la cabeza.
- ¿y Uraraka-san?- "aquí voy..."
Midoriya se tensó al escuchar ese nombre.
- ¿qué... pasa con ella?
- ella también es tu amiga, o bueno lo era. Y creo, que la amiga más incondicional que has tenido, de hecho.- Recalco Iida-kun.
- eso es... complicado.- respondía el peliverde cabizbajo, sentándose en su cama.
Iida se acomodó en el asiento antes de seguir.
- no es que me quiera meter en sus asuntos o algo así, pero, a ambos les hacía muy bien su amistad... y me refiero a aquella época en la que aún no nacía una relación entre ustedes dos.
Izuku se quedó callado, recordando lo bien que le hacía su Ochako... la extrañaba mucho.
- puedo notar que la extrañas, Midoriya-kun... quizás, sería bueno que antes de tu partida, soluciones las cosas con ella. Estoy seguro de que Uraraka será comprensible si hablas con ella.
"Si, ella siempre es comprensible, siempre es amable y paciente cuando se trata de mi..."
- gracias Iida-kun, pero...-suspiró antes de seguir- vamos donde Kaminari, se hará tarde... luego pensaré en esto, con más calma.
"Lo siento Iida-kun, pero... si supieras la completa realidad de lo qué pasa, te darías cuenta de la complicada situación en la que estoy".
——————————
Continúa>>>
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