9 / Primera parte


Tengo algo que decirte y no sé cómo empezar a explicar

Lo que te quiero contar (Sabes una cosa)

No encuentro las palabras, ni verso, rima o prosa

Quizá, con una rosa te lo pueda decir

No sé ni desde cuando llegaste, de repente

Mi corazón se puso a cantar (Sabes una cosa)

Te quiero, niña hermosa y te entrego en esta rosa

La vida que me pueda quedar


Como acabo Jaebeom en el auto, ni siquiera él sabe porque estaba en evidente estado de shock aún. Markjin le había aventado mucha información de un momento a otro y supone que él le hablo a Jaebeom o algo parecido. Estaban ya muy cerca de casa de Wheein, para después irse al hospital y Mark estaba muy ansioso.

-¡Esperen, esperen! – La voz de la niña los hizo frenar – Necesito que uno de ustedes adultos compre un six pack de cerveza.

-¡Niña! – Grito Sehun – Eres muy joven para beber.

-Es para mi papá, cuando se entere que tiene que ir a una cita con el papá de Dae tengo que tranquilizarlo, el alcohol lo amansa.

Los adultos se miraron raro, pero aun así le hicieron el favor a la niña, después de todo ella también ayudo a que Markie reflexionara. Se bajaron en una tienda de autoservicio compro las cervezas y vio que en la puerta había un puesto de flores, no dudo Mark en comprarle un ramo a su amado Jin.

Dejaron a la niña en casa y antes de persignarse bajo.

-Adiós Gordi.

-Adiós Wheein.

Nuevamente se miraron los adultos y después miraron al niño, quien seguía viendo a la ventana y suspirando por aquella niña.

-Ella será mi futura esposa – Mark se atraganto con su propia saliva y Jaebeom empezó a reírse – Que bueno que estarás con mi papá para eso.

Jaebeom encendió el carro y se dirigió al hospital que el niño les había indicado, Mark estaba nervioso porque eso que estaba sucediendo era importante para él. Le fue arrebatada la oportunidad de disfrutar el embarazo de su hijo a lado de su pareja, le quitaron la oportunidad de estar en el nacimiento, le quitaron la oportunidad de verlo crecer, esta vez no se lo perdería por nada en el mundo.

Cuando llegaron al hospital Markjin tomo la mano de su papá y le sonrió, Mark no necesito más impulso que ese, se dirigieron a la habitación y cuando abrieron.

Jinyoung no estaba.

-Mierda, mierda – Mark volteo a ver a su hijo, quien fue el que insulto– Doctor, mi papá estaba aquí.

-El joven Park, fue dado de alta.

-¿Qué? – Pregunto el adulto.

-¡Sí! Ya lo mandamos a su casa, ya se encontraba mucho mejor.

-Ha sido la reconciliación más terrible que he visto en mi vida – Empezó Jaebeom – Una niña pidiendo cervezas, un niño de 13 pensando en casarse, entrada dramática y el paciente no está.


...


Youngjae estaba preparando algo de sopa para Jinyoung y pensando cómo le diría que su hijo se volvió a escapar, ese niño necesitaba una patada en las pelotas sí o sí. La puerta fue abierta bruscamente y vio dos sombras pasar velozmente, después vio a su novio entrar lentamente.

-Los Mark han tenido el fracaso más grande del mundo.

-¿Fue a buscarlos?

-Vamos Jae, es hora de que tú y yo hagamos un bebé – Youngjae sonrió y se fue de la casa dejando a la nueva familia, sola.

Los Mark suspiraron y abrieron la puerta lentamente, ahí se encontraba Jinyoung con los ojos cerrados, respirando lentamente, estaba dormido. Fue Markjin quien primero se acercó y acaricio la cabeza de su papá.

-Papi, papi Jin.

-Mi amor, es tarde ¿Dónde estabas?

-Conmigo – Jinyoung creyó que todo fue parte de su imaginación, no tenía ganas de voltear y ver que su mente estaba jugando con él – Voltea.

-Tengo miedo de que no sea real.

-Es real – Le dijo su hijo – Es mi papá.

Jin se sentó con lentitud y su hijo lo ayudo, verlo parado frente a él fue casi tan impactante como el día que se despidió, además Markjin le había dicho papá a Mark.

-Yo fui por él.

-Markie ¿Por qué?

-Porque quiero que seamos una familia, quiero que tengas a mi hermanito, quiero que mark viva con nosotros y seamos felices.

-Pero, hijo tu...

-No podemos elegir si vamos a ser lastimados – Markjin tomo la mano de su papá – ¿Me perdonas por haber sido tan egoísta?

-No mi amor, no tengo nada que perdonarte.

-Yo sé que Mark no te hará daño, al menos no intencionalmente y si lo hace.

-¿Le morderás la pierna?

-Milo y yo – Jinyoung lo abrazo lo más fuerte que pudo – Me voy, los dejo solos.

El niño le dio un beso a su papá y después uno a Mark, para después irse a su habitación, sabía que sus papás tenían que hablar.

-¿Puedes perdonarme? – Pregunto Mark – No debí ceder, dije que no lo haría y lo hice, pero te veía tan mal que no quería seguir contribuyendo a eso, Markjin también era importante para mí.

-Supongo que no tenemos nada que perdonarnos.

-Así que ¿Otro bebé? – Jinyoung se tocó el vientre y empezó a llorar – Jin ¿Qué pasa?

-Yo.... Mark.... Yo...

-Jinyoung...

-No quería tenerlo, estaba asustado, tenía miedo. No quería un bebé más estando solo y no sabía cómo reaccionaría Markjin, pensé en abortarlo y...

-Dime que no...

Pero Jin solo soltó lagrima tras lagrima. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top