De nuevo tú te cuelas en mis huesos

Dejándome tú beso

Junto el corazón

Y otra vez tú, abriéndome tus alas me sacas de las malas rachas de dolor

Porque tú eres el ángel que quiero yo

Markjin y Mark estaban en el jardín jugando fútbol mientras Jinyoung estaba sentado dentro de su casa editando la historia que le tocaba. Por un momento se distrajo y se paró a la ventana, miro a sus dos personas favoritas jugando y riendo, Mark de repente corrió hacia su hijo y lo abrazó, mientras Markie sonreía.

En su vida Jinyoung había tenido momentos preciosos a lado de su hijo, recuerda el día que nació, vio a las parejas juntas y él estaba completamente solo. Sin embargo ese momento cuando estaba ya en el quirófano, cerró los ojos y recordó los momentos tan preciosos que había vivido con su mejor amigo, sus risas, sus tonterías e incluso esos gustos tan peculiares. Recordó cuando Mark se enfermó y se quedó en su departamento a cuidarlo, pero el llanto lo saco de sus tan preciosos recuerdos.

-Es un Varón – Había dicho el doctor.

Lo limpiaron y se lo acercaron para que viera.

-¡Markjin! Papá te ama y siempre estaré contigo.

Cómo ese, había tantos, pero ver a Mark jugar con su hijo como si se conocieran de toda la vida le hizo soltar una lágrima porque al menos en su corazón, con ahora otro bebé en el vientre, se sentía el hombre más feliz del mundo y podía catalogar ese como uno de sus momentos más felices.

Aún recuerda las miles de cosas que pasaron en su mente cuando volvió a ver a Mark y sonrió, todo parecía tan irreal y a la vez tan hermoso.

-¿Papá estás bien? – No se dio cuenta en qué momento entraron sus dos hombres.

-¡Si! Solo me cansé de estar sentado.

-¿Mi hermanita es difícil?

- Hermanito – Dijo Mark – Será un varón.

- Papi ¿Puedes decirle a mi papá que estoy enojado con él? Porque es obvio que será una preciosa niña, además se va a parecer a ti.

-¡Mírate! Eres igualito a mí, por eso eres guapo.

-¿Quien dijo que soy guapo?

-Ven aquí pequeño diablito.

Y se desató otra pequeña guerra, Jinyoung estaba tan enamorado de su vida, de su familia.

...

Ha pasado un mes y para Mark ha sido todo un cambio radical, de principio a fin.

Desde tener una pareja hormonal por el embarazo y un adolescente que habla de matrimonio, si la vida de "casado" era súper complicada.

Jinyoung no se lo ponía fácil ni a él, ni a Markjin, ambos estaban que respiraban hondo y contaban hasta diez, porque Jin embarazado era de las cosas más difíciles que había tratado en su vida.

-Wheein me dio una idea.

-Te escucho.

-¿Han tenido una cita?

-¿Una cita?

-¡Si! Una donde salgan a cenar y le des flores, todas esas cosas que pasan en los dramas.

-¡Si! – Markjin miro a su padre con la ceja alzada y Mark trato de recordar la cita que supuestamente habían tenido – Creo que no.

-Entonces tengan una, a lo mejor eso haría feliz a mi papá, aunque sea por unas horas, porque juro por Milo que si vuelve a llorar porque no salió la mancha de mi ropa me voy a casa de Dae a vivir.

-No es que sea chismoso ¿Pero cómo va eso de Baek con Chanyeol? – Así se llamaba el padre de Dae.

-Dice Wheein que su papá de Dae le mando flores y fingió tener una reacción alérgica, después lo invitó a cenar y le dijo que tenía una espantosa diarrea – Markjin frunció el ceño – Mi suegro es complicado.

-Y el papá de Dae muy insistente.

-Se ve que nos has visto a Dae correr detrás de Minseok.

-Estos niños de ahora – Suspiro – Creo que si organizaré una cita con tu papá, además una vez que tenga la panza enorme dudo que pueda caminar.

-Yo no quiero tener hijos, las personas embarazadas son horribles.

-¿Estás diciendo que soy horrible? – Al parecer no estaban del todo solos – Markjin Tuan ¿Por qué crees que soy horrible?

-No es eso, papá, juro que...

-Basta, mi hijo cree que soy horrible...

Mark se paró y palmeo su hombro - Todo tuyo campeón – Y se retiró del lugar para dejar a Markjin con su padre.

...

Jinyoung despertó con un dolor de espalda terrible, ni siquiera tenía el vientre abultado y ya estaba de achacoso, solo quería comer, llorar y dormir.

-Jin te tengo una sorpresa.

-Que no sea un animal por favor, Markie hacía lo mismo todo el tiempo.

-De hecho fue él quien me dio la idea, el hoy se irá a casa de Dae a pasar el día. Tú y yo vamos a tener una cita.

-¿Una cita?

-¡Claro! Nunca hemos tenido una ¿Qué te parece? – Jinyoung hizo un puchero y empezó a llorar – No, si no quieres no mi amor

-Nuestra primera citaaaaaa, si quiero.

Después de una hora, ambos estaban arreglados casualmente y Mark hizo lo que un caballero haría, le abrió la puerta de la casa, del auto y demás, lo trataría como un príncipe.

-¿Te gustaría un desayuno americano? Supe que hay un IHOP

-Oh, deseo tanto eso.

Mark sonrió y manejo a donde su príncipe quería.

Estar de esa manera con Jin le hizo muy feliz, porque se fue a tiempo atrás cuando hacían esto una y otra vez.

Después se fueron al centro comercial a ver una película, además entraron a varias tiendas y compraron ropa de familia. Cuando terminaron eran casi las tres de la tarde y fueron a comer comida callejera como cuando eran más jóvenes, comiendo un poco de cada puesto.

Mark sugirió ir al parque de un millón de rosas y Jinyoung acepto encantado. Para su buena suerte apenas y había gente.

-Esto es hermoso.

-Como tú.

-¿Mark crees que hubiéramos funcionado como pareja desde el principio?

-Aunque todo se hizo mal, creo que todo sucedió de la manera que debió haber sido – Mark lo miró – Pero si hay algo que me arrepiento y es no haberte dicho mis sentimientos.

-Yo tampoco los dije.

-Pero yo lo sabía y pensándolo bien, creo que jamás lo he hecho correctamente.

Mark tomo ambas manos y lo miró fijamente, el corazón de Jin se sintió acelerar.

-Cuando te vi por primera vez, supe que serías un problema, uno de esos problemas que se quedan grabados en tu corazón de una manera permanente. Saber que eras alguien libre, sin ataduras o prejuicios hizo que te tomara más atención de lo normal. Nunca me dolió o me encelo ver que eras tan libre, ver qué ibas de uno a otro, siempre creí que era la persona que necesitaba en mi vida, alguien que disfrutara la vida como le diera en gana, jamás pensé en retraerte, además yo era igual, incluso peor. La orgía básicamente fue un pretexto para mirarte, para sentirte, para desearte aun más y lo hice, esa misma noche te hice mío y solo para mí – Sonrió de lado al recordar – Dijiste "Te amo" tantas veces y me sentí tan afortunado, porque Park Jinyoung el chico libre había sido atrapado solamente por mí. Te amé de todas las maneras posibles, incluso en tu ausencia jamás deje de pensar en ti. Siempre creí que el amor estaba sobre valorado, entonces llegaste tú, eres la única excepción Jinyoung. Te amo con toda mi alma, gracias por Markjin, gracias por mi nuevo o nueva hija, gracias por nacer, gracias por vivir, gracias por ser mío.

-Mark... Yo... Esto... Mark, te amo con toda mi alma.

-Jinyoung ¿Te quieres casar conmigo? – Jin se quedó en shock – Sé que no tengo un anillo ahora, sé que es tan inesperado, porque juro que esto no estaba planeado ¿Pero que en nuestra vida lo está?

-¡Mark! Yo si quiero casarme contigo

Y se acercaron para darse un beso, un beso que sabía mejor a cualquiera que se hubieran dado.

...

-¿Crees que si le llevo a Min el videojuego que quiere me haga caso?

-¿Por qué no mejor lo dejas de acosar?

-Porque ese nene me ama, yo lo sé.

Markjin puso los ojos en blanco y vio el carro de su papá estacionarse, se despidió de Dae y de su padre quien estaba hablando por teléfono con Baek pidiéndole una cita más.

Nuevamente puso los ojos en blanco y salió a encontrarse con sus padres.

-Ustedes se ven muy felices.

-Markie, nos vamos a casar – Soltó sin más Jinyoung – Después de que nazca tu hermanito o hermanita.

-Me parece genial porque les preparare una sorpresa para ese día.

Aunque dijo eso, Jinyoung sabía que la sorpresa no era tan feliz para él, además que tuvo muy poca delicadeza para decirlo. Cuando llegaron a su casa Mark subió a tomar una ducha y Markjin salió al patio y simplemente se sentó en una silla, Jin no perdió la oportunidad de salir.

-¿Estás bien?

-Claro, solo algo sorprendido.

-¿Cómo vas con el maestro Kim?

-¡Bien! Pero él no enseña cómo manejar estos sentimientos ¿Sabes? A pesar de que mi papá tiene un tiempo con nosotros a veces es difícil, incluso tengo que luchar conmigo mismo es terrible tener que decirte a ti mismo que vas a estar bien.

-Mi amor, haz crecido tanto.

-Creo que estoy listo para iniciar una nueva vida de verdad ¿Me esperas aquí? – Jinyoung asintió y vio cómo su hijo corrió por las escaleras, y en poco tiempo bajo con algo en manos.

-He guardo esto tanto tiempo.

Era una foto de Jinyoung, Jackson y el, ese día habían salido a comer y un fotógrafo del lugar les tomo una foto que después les regaló.

-La tuve guardada como un recuerdo de que no importa lo feliz que seas, siempre alguien te va a lastimar.

-¿Qué quieres hacer con ella?

-Quiero romperla - Miro la foto – ¿Sabes? Te confíe a mi papá – Jin entendió que le hablaba a Jackson – Te confíe lo que más amo y deje que entraras a mi vida, nos rompiste el corazón a ambos y por tu culpa sufrí mucho e hice sufrir a mis papás, pero todos tenemos derecho a ser felices.

El niño partió la foto en todos los cachitos que pudo y lloró, porque dentro de él sintió que dejo una carga y una culpa que no era suya, Jinyoung se sintió tan orgulloso, porque su hijo, con trece años le había dado más lecciones de vida que cualquier otro, lo abrazo y le dio un beso.

-¿Sabes? Eres lo mejor que me ha pasado, gracias por elegirme como tú papá.

-Eso ¿Significa que me perdonas de verdad?

-Perdóname tú a mí.

Abrazados entendieron que lo que habían pasado había sido la lección más dolorosa de su vida, pero la mejor enseñanza y Mark había llegado a su vida a sumar y no a restar como aquel mal hombre que tuvieron la desgracia de conocer. Markjin tocó el vientre de su papá y le dio un beso.

-Yo cuidaré que no salgas lastimada. Seré el mejor hermano mayor del mundo, te lo juro.

-Ella lo sabe.

-¿También quieres una niña?

-Pero no le digas a Mark.

Nuevamente se abrazaron y está vez emprendieron camino adentro dónde Mark ya los estaba esperando, que bonito día habían pasado, que bonita familia tenían ahora, que bonita la vida que tendrían.