(Desde el punto de vista Victoria)

De pronto suelta mis manos y lo veo ponerse de pie se está quitando la camisa y el pantalón.

Me pongo nerviosa y siento mal genio. ¿Es en serio?

No puedo creer que me trajera acá para solo para hacerme esto.

Ya le había dicho en la tarde que no quería hacerlo.

¿Es que acaso solo piensa en sexo? ¿Solo para eso me quiere?

Pero después veo como su cuerpo se tensa, su cabeza está hacia arriba y sus ojos fijos en la luna, oigo un crujido horrible como si se estuviera rompiendo algo.

Luego no puedo creer lo que mis ojos ven.

Se transforma en un Lobo gigante. ¡Un Lobo!!

¡Dios esto no puede ser!

Debo estar alucinando, ¡algo me debió caer mal con la comida! ¡Mis ojos me deben estar engañando! Me duele la cabeza del miedo, mi cuerpo se paraliza.

Es gris, de ojos negros, debe medir como 3 metros, tal vez más.

Me mira fijamente, es bastante aterrador.

¡Lo peor de todo es que ya lo he visto! ¡Claro que sí! Es el cuadro que tiene Dániel en la habitación.

Quiero correr, pero mis piernas no responden estoy completamente petrificada del miedo y él poquito a poquito se acerca a mí, me olfatea, es muy imponente.

Me cubro la cara, por instinto me tiro al suelo y me pongo en posición fetal, tengo mis rodillas pegadas al pecho y mi cuerpo tiembla como gelatina.

Esto no me puede estar pasando a mí. ¡Me va a devorar! Con un solo mordisco estaré sin cabeza.

¡No es así como quiero que termine mi vida!

¡No aguanto más y empiezo a llorar!

- ¡Por favor, por favor, no me hagas daño! - Le suplico.

El lobo me pasa la lengua por el cuello. Gruñe. El miedo que siento es impresionante.

Luego con su trompa me obliga a levantar la cara para quedar frente a frente y me lame.

Sus ojos brillan y lo reconozco eran los mismos ojos que vi el día que me trajo a casa y me tomó a la fuerza y también son los mismos que me estrellaron contra el árbol hoy.

Mi corazón se va a salir del pecho. Cierro con fuerza los ojos, pienso en mi madre. ¿Por qué Dios mío? Yo solo quería trabajar y ayudarla.

Ahora ella ni siquiera tendrá un cuerpo para sepultar y poder despedirse.

Pienso en el dolor que le causará.

Me arrepiento tanto de haber aceptado ese trabajo. Nunca debí salir de mi país.

Todos mis sentidos están completamente alertas, espero su ataque, sus mordidas, algo... Pero no pasa nada. ¡No se escucha nada!

Después de un momento solo siento unas manos acariciando mi cara.

Se ha vuelto a transformar en humano, pero sus ojos no cambian.

-Mi Luna soy Logan- Me dice con una voz ronca, gruesa e intimidante. - Te espere por mucho tiempo. ¡No puedes imaginar cuanto! Sé que debes estar confundida y atemorizada. Pero debes saber que yo jamás te lastimaría. Rogaba a la diosa cada día por conocerte, por encontrarte.

¡Mi vida estaba vacía y sin propósito hasta que ocurrió el milagro! ­- Sus ojos son hipnóticos, hechiceros y los míos se pierden en el mientras habla - Dániel y yo te vamos a proteger siempre, este vínculo no es como el que conoces, el de los humanos es débil, carnal, ellos cambian de pareja todo el tiempo. Su amor es endeble. Pero esto es para siempre. – me observa en busca de respuesta, pero soy incapaz de hablar - Victoria, sé que es difícil de procesar, de creer. Pero solo necesitas algo de tiempo. Seguramente después de que te marquemos tú también empezarás a sentir lo mismo, entenderás con más intensidad los sentimientos de los que te hablo - Me dice.

¿Marcarme? ¿Qué es lo que me está diciendo?

- Perdóname por lo que pasó hoy. Mis sentidos son demasiado agudos y pude sentir tu excitación, estabas mojada, tenías deseo y lo tomé como una señal. No quería asustarte - Me dice y besa mi frente.

Luego sus ojos cambian y vuelve a estar Dániel en su lugar con sus ojos grises.

- ¿Qué es esto? ¿Esto no puede ser real? - Digo entre sollozos... Mi cabeza se va a estallar.

Él me abraza, pero yo trato de zafarme, me toma un poco más fuerte.

- Quiero salir de acá!!! - Lloro

- Esto es lo que soy Victoria. Soy un licántropo. Soy el Alfa de esta manada. Somos mitad lobo y mitad humano. Cuando nacemos la diosa nos destina una pareja y la mía eres tú. No me temas amor, por favor. - Me dice aún sin soltarme.

Me duele la cabeza, estas cosas no ocurren en la vida real.

Esto debe ser un sueño, me repito. Luego siento que mis piernas pierden fuerza y caigo en sus brazos desmayada.

Sus brazos me reciben, me sostiene y espera hasta que despierto. No tengo fuerza para hablar, estoy en estado de shock.

Cuando estoy un poco más calmada y consciente. Él se viste nuevamente y toma mi mano.

Camino de manera automática siguiendo sus pasos hasta llegar a casa.

Tengo mil preguntas en la cabeza.

¿Cómo puede ser posible? Esto solo pasa en las películas de ficción. ¿Me va a convertir en lo mismo que él?

Llegamos y algunos miembros de la manada están en la entrada, los veo a todos con temor.

Mi instinto de supervivencia me dice que estoy en grave peligro. Deseo salir corriendo. ¡Escapar de acá! Si todos son iguales... Estoy perdida.

Subimos a la habitación y me sienta en la cama. Se arrodilla frente a mí, toma mis manos.

Lo piensa un momento y luego lo escucho.

- Háblame amor! - Trato, quisiera gritar. Pero mi garganta es cerrada

- Di algo, por favor mi Luna - Me dice nuevamente, pero es que esto me supera, yo de verdad no puedo creer que esto me esté pasando.

¿Será que sufrí algún accidente? ¿Estaré en coma? ¡Debo estar imaginando todo esto!

-Victoria! ¡Habla! - Me dice tocando mi cara! Su voz fuerte y demandante me hacen ver que es real.