(Desde el punto de vista de Daimon)

Al cruzar el río y pisar mi nuevo territorio, no puedo evitar que a mi mente lleguen las imágenes del primer día que la vi en este mismo sitio. Lo recuerdo con dolor, fue una semana llena de sufrimiento

Pero los designios de la diosa son así, a veces parece que la oscuridad será absoluta y de pronto los rayos de sol llegan para iluminar todo.

Jamás habría podido imaginar cuantos cambios traería a mi vida esta mujer.

Ahora mi corazón tiene una razón para latir, tengo ganas de vivir, de luchar por ella.

¡Estoy tan agradecido por haber decidido asistir a esta reunión!

Miro la cicatriz que quedo en mi pecho y siento que ha sido un precio mínimo en comparación de la felicidad que estoy viviendo. Llegué con las manos vacías y hoy amanecí con nuevos miembros para mi manada, nuevo territorio, la reconciliación con mi hermano y lo más importante, regreso con la seguridad de haber encontrado a mi Luna y haber sido aceptado.

Samuel había realizado una excelente labor con los hombres que envió Dániel, son bastante intimidantes, esa fue una buena decisión. De manera que cuando arribe ya todos esperaban mi presencia, El espacio es productivo y bien distribuido. Me gusta.

Según lo que ocurra esta noche en la cena decidiré si me establezco acá. Así que no pierdo más tiempo, los cuellos expuestos me hacen ver que me aceptan como su Alfa. Creo el enlace para que quedemos unidos y les doy la bienvenida, asegurándoles que estarán protegidos bajo mi mando. Ahora somos una familia.

Me temo que Samuel no podrá solo con tanto trabajo, pero no nombraré a un Beta auxiliar hasta hablar con mi hermano.

Por las insinuaciones de esta mañana existe la posibilidad de que nos traslademos los tres a una sola casa, (cosa que me emociona, no quiero estar lejos de ella).

Supongo que en ese caso elegiríamos esta zona, para poder estar más protegidos.

Antes de partir les pido que inicien la limpieza del suelo para ir adelantando trabajo.

Cruzo el río nadando y al salir noto la presencia de alguien cerca.

De entre los árboles sale Joseph.

- Te estaba esperando - Me dice en cuanto me acerco.

- Según por lo que vi, te ha servido nuestro servicio. Haz logrado regresar a casa, Dániel te ha aceptado y la humana a caído a tus pies. - continúa.

- ¿Cuál servicio Joseph? - No entiendo de qué habla.

- jajaja no puedo creer que no lo hallas notado.

Mi esposa Nala busco a la humana antes de iniciar la reunión y le dio un poco de "llama celo". Y por lo que he escuchado funcionó. Ahora que tu hermano esta con la guardia baja podrás atacar, robar su manada y reclamar su Luna. Todo lo que habías deseado - Dice con arrogancia.

No lo pienso, lo tomo del cuello y lo estrelló contra unos de los árboles haciéndolo jadear cuando su espalda cruje a razón del golpe.

- Uno: Ella tiene un nombre y es Victoria, además es tu Luna, y debes hablar con respeto cuando la nombres.

Dos: No tengo la intención de atacar a mi hermano y tampoco pienso quitarle lo que le pertenece.

Y tres: No te pedí que le dieras nada, ella me hubiera reconocido sin necesidad de darle esa droga. Ese fue un acto imprudente. - Le digo apretado los dientes.

Me siento culpable de ser el causante del dolor que experimento con el calor, su cuerpo no está diseñado para un celo animal. ¡Ahora cuando inicie su ovulación los síntomas serán mucho peores!

- Nosotros... solo queríamos ser de ayuda. Lo lamento - Dice y le entiendo, mis planes hasta hace dos días eran completamente diferentes.

- Lo más prudente es que nadie se entere de esto. Se podría presentar para malos entendidos. Lo mejor será que te radiques con tu familia en el territorio donde está tu hija. No quiero que Victoria pueda reconocer a tu esposa y me relacionen con esto. Samuel te buscara para ayudarte a instalar. - Le digo y me encamino.

- Daimon, lo hicimos tratando de servirte - Me dice nuevamente

- Si lo sé. De momento haz lo que te pido, y ya veremos de qué manera puedo compensar tu colaboración. Pero quiero que quede claro que no estoy de acuerdo con lo que hiciste. Debiste consultar. - Le digo y corro, me siento urgente por verla.

Recorro los pasos y siento mis pies felices de regresar a mi hogar, de sentirme en casa.

- Debes pedirle que nos acompañe para llevarla y presentarla con los nuestros - Es la voz de Máximo.

- No sé qué pensara Dániel de eso, no creo que esté de acuerdo y ya he avanzado bastante como para echarlo a perder. Pero igual se lo preguntaré. -

- Dile que si la manada la reconoce la va a proteger. Y eso es verdad. - Tiene razón.

En cuanto llego al sendero de entrada la veo agachada en el jardín jugando con algunos niños a su alrededor.

No puedo evitar recordar su cuerpo desnudo en la bañera y los gemidos que brotaron de sus hermosos labios mencionando mi nombre.

Mi verga se pone erecta solo con pensar que no falta tanto para que ese sueño se haga realidad. Para sentir su humedad y fundirme en sus entrañas.

Poder recorrer su cuerpo con mi lengua, y llevarla a la gloria. Mis manos están ansiosas por sentir su piel, quiero desnudarla y...

¡Ay no! ¡Me está mirando y yo que podría perfectamente caminar en tres piernas en este momento!

Respiro tratando de ordenarle a mi cuerpo que se relaje, no quiero que su primera impresión sea esta. Pensara que soy un pervertido.

Mi campo de visión está tan centrado en ella, que no noto a Samuel hasta que esta frente a mí.

- ¿Necesitas agua fría Alfa? - Me dice levantado una de sus cejas. ¿O planeas sacarle un ojo a alguien? - Escucho su risa burlona

- Ella es demasiado perfecta. - Levantó las manos en signo de derrota. - Y tu Samuel estas buscando que yo te de una paliza! - Le digo dándole un puño en el brazo.

- Los niños le lucen bastante, ¿no te parece? - Lo escucho lejano.

La miro embelesado y pienso exactamente lo mismo.

- Lo que daría por verla cargando un hijo mío. - Le digo suspirando.