¿Qué haremos?

Los jadeos que emitía nos hicieron sobresaltar.

El sudor caía por su cuerpo haciendo que sus formas se marcarán aún más.

Ella presiona nuestras manos hasta que sus nudillos se ponen blancos por la fuerza que hace.

Su cuerpo se contorsiona y al principio pienso que puede ser el principio de una convulsión, el calor de su cuerpo ha bajado, pero puede ser fiebre interna.

Pero luego sus gemidos me hacen notar que es un orgasmo lo que está viviendo.

Disfruto ver su cara, sus expresiones son nuevas para mí.

No se le entiende bien lo que dice, apenas son susurros, pero claramente el nombre de Daimon sale en repetidas ocasiones de su boca.

Lo está llamando a él.

Siento impotencia, rabia.

Las pocas veces que hemos estado juntos me he dejado llevar por mi instinto y siempre termino arruinando el momento.

Me duele saber que su primer orgasmo ha sido en sueños a pesar de que ha estado en mis manos.

Daimon solo la mira tratando de controlar su excitación.

No soporto más y la empiezo a despertar.

Esta situación me está sobrepasando.

Pasa un tiempo que se me hace eterno hasta que ella por fin empieza a tomar conciencia.

- Yooo, yooo, ustedes estaban... - Ella nos mira con confusión, esta avergonzada.

No quiero confirmarle sus temores, pero seguramente más de uno en casa creería que estábamos de fiesta con ella al oír los fuertes ruidos que salían de la habitación.

- Esto es una verdadera tortura!!! ¡Ella! Sus gemidos, ¡su cuerpo! No soy de palo.

Si no salgo ahora, no me podre controlar. - Por fin Daimon rompe su silencio.

Entonces me llega como un golpe la realidad que se avecina.

Ella nos necesita a los dos.

O eso quiero creer, quiero pensar que también soy necesario para ella, lo deseo con todas mis fuerzas.

Si su vínculo con él fuera más fuerte y quisiera sacarme de sí vida, este sería mi final.

- Cuando pase su calor y llegue su celo... No quiero tener que hacer esto - Hablo más para mí que para ellos.

Me conozco. No podría soportar ver como Daimon la toma, como toca su cuerpo que hasta ahora ha sido solo mío.

- No sé qué me pasa! ¡Lo juro! Yo solo... No quiero lastimar a nadie. No entiendo porque me está pasando esto. - Es su voz abatida.

- Tranquila amor, ¡eso lo sabemos! Esta ha sido una noche difícil para todos. - Le digo besando su mano. - Ya está amaneciendo, mandare a buscar al anciano antes de que emprendan viaje. Debe existir alguna solución - Les digo y conecto con Frank para que se encargue de buscarlos.

- No piensas tráelo acá, ¿verdad? Si vuelven sus sueños o su calor, ellos van a ver su cuerpo - Dice Daimon irritado al pensar que dejare que otro macho la vea o se le acerque.

En eso nos parecemos bastante, juntos somos territoriales y celosos.

- No! Los atenderé afuera. A duras penas y soporto que tú la veas. - Gruño al responder.

Me levanto y ella se queja, no quiere que me aleje.

Busco rápidamente la camisa que tenía puesta en la reunión.

- ¿Intentamos? - Le digo a ella mostrándosela cuando la encuentro. - Amor, necesito salir un momento, tratare de no tardar, me sentiría más tranquilo si te la dejas poner. Tiene mi olor así me sentirás a tu lado ¿Si? - Frank golpea, está en la puerta con el anciano y su Beta.

- ¿No iras lejos verdad? - Entre tanto caos me siento contento de que ella me necesite, me quiera cerca.

- ¿Vamos juntos? - Pregunta Daimon

- No sé si se quiera quedar sola. - Lo miro y la miro.

- Creo que deseo ir a tomar un baño, siento el cuerpo demasiado cansado. Y tengo un poco de hambre - Me dice avergonzada.

Daimon sale directo al baño y prepara la tina.

Mientras tanto yo la ayudo a levantar, ella toma la sábana tratando de amarrarla con fuerza.

- ¿Te da pena que te vea? Tengo tu cuerpo grabado en la mente. Conozco cada curva de memoria.

Podría recorrerte con los ojos cerrados. -Le digo al oído abrazándola por la espalda y poniendo mis manos en su cadera.

Pegando mi erección a su culo que me enloquece.

Se escucha un gruñido mientras mi hermano se acerca.

- Te espero afuera. Y deberías dejar las manos quietas - Dice mal humorado

Lo compadezco porque yo también se lo que es sentir tanta frustración sexual.

La ayudo a entrar a la tina y salgo rápidamente para no hacerlos esperar más pero solo encuentro al Beta y el anciano esperando junto a Frank.

Miro a lado y lado y lo escucho en las escaleras

- Susy ya se está encargando de la comida, empecemos ahora o ella se va a congelar- Dice quitándose los vendajes.

Sus heridas ya están prácticamente cicatrizadas.

El anciano acerca su mano a su pecho y él se aleja por instinto.

- Ustedes tienen heridas que deben cerrar para poder ser felices.

Vuelven al sitio de donde vinieron, compartiendo un solo vientre. Una mujer les dio la vida y ahora una mujer les dará razones para vivir.

Si los dos tiran cada uno por su lado, la única afectada será ella. - Daimon lo escucha concentrado mirando a la puerta.

- ¿Quiero saber si existe alguna solución? ¿Algo que podamos hacer? - Le digo y Daimon me fulmina con la mirada.

- ¿Hacer de qué? ¿Romper el vínculo? - Me pregunta el anciano.

- Bueno ella solo lleva mi marca. El vínculo de ellos aún no se ha sellado. Si no lo hiciera o si él la rechazara ¿Podría funcionar? - Le digo sin mirarlo.

- YO NO PUEDO! No podría, aunque quisiera rechazarla. ¡Yo... yo la amo! No necesito marcarla para confirmar mis sentimientos. Si ella me rechaza lo aceptaré y me iré, no me interpondré en su felicidad.

¡Yo no elegí esto! - Dice sin mirarme, pero sé que habla desde su corazón.

- Daimon, no quiero que sufras! No sé porque nos pasó esto, si existe mil mujeres para elegir.

Tampoco entiendo porque nos alejamos tanto.

Pero a pesar de todo eres mi hermano, eres mi sangre. - Las palabras salen de mi sin que logre retenerlas, es como si mi barrera se estuviera cayendo


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top