Dudas
¡Esos labios me están llevando al cielo! Las sensaciones en mi cuerpo me hacen olvidar del resto del mundo Mis manos la tocan para asegurarme que no es un sueño lo que está pasando.
Disfruto lo adictiva que es, su sabor. Pero esto no calma mi hambre! ¡Quiero más! ¡Quiero todo! ¡Es una necesidad! Sus manos atrayéndome con ganas, el calor que se siente salir de su centro.
Deseo detener el tiempo y no soltarla jamás, pero un gruñido hace que ella se asuste y me empuja para que me levante.
¡Mi mal genio es palpable! ¿De verdad debía venir a buscarnos?
Me incorporo y la ayudo a levantar, pero no se ve a nadie cerca, aunque el olor de Dániel está en el ambiente.
- Es mejor regresar a casa ahora - Su voz suena asustada, temerosa.
- ¿Le tienes miedo? - Le pregunto tomando su mano temblorosa
- No es eso, yo no debería estar acá. No debí besarte - Niega con la cabeza y me molesta que se esté arrepintiendo.
- ¿Por qué no debías hacerlo? Yo también soy tu pareja - Me planto frente a ella
- Daimon, estamos en el territorio de tu hermano, yo... yo llevo su marca. Hacer esto es como si le estuviera siendo infiel - Me dice tocando su cuello
- ¿Qué qué? ¿Es eso lo que te preocupa? Podría marcarte ahora si eso solucionara tus prejuicios. Bueno claro está que no quisiera hacerlo como lo hizo él. Yo quiero avanzar a tu ritmo. ¡Pero Victoria no soy tu amante! ¡No me trates como tal! No tenemos que vernos a escondidas. - Le digo frustrado mientras caminamos
En la entrada esta Dániel parado.
Ella trata de soltar mi mano, pero se lo impido.
- No, ¡no lo hagas! ¡Por favor! - Le digo apretando los dientes - No te sueltes.
Dániel se acerca y su mirada me fulmina, pero no comenta nada.
- ¿Amor, que tal tu paseo? Llegué a casa y no te encontré - Le dice besando su frente y tomando su mano libre - Creí que me iban a esperar para hablar los tres. - Lo dice como poniéndole la cereza al pastel y terminar de hacerla sentir culpable.
- ¡Si, lo lamento! Yo solo quería caminar un poco y bueno... Daimon estaba llegando y creí que podía preguntar por su nueva manada. - ¿Por qué diablos esta tan nerviosa?
¡Me enfurece que le de tantas explicaciones! ¡Maldigo el día que la encontró!!! ¡Si yo hubiera llegado primero...Ahhh! Qué más da pensar en lo que hubiera pasado y no paso.
- ¿Daimon, sabes porque razón Joseph ha decidido dejar la manada? - Me pregunta haciendo que la sangre me baje a los pies.
- ¿Por qué habría de saberlo? - Su mirada inquisidora hace sentir que sabe lo que pasó.
- Porque vi a tu Beta con ellos. - No quiero que ella dude más sobre lo que siente por mí, no quiero que piense que todo no ha sido más que un engaño.
- Dániel por favor! No tengo el control absoluto sobre con quien y de que temas hablan mis hombres. - Le digo tratando de que el asunto quede ahí, pero lo conozco y sé que no estará tranquilo hasta averiguar todo.
- ¿Sabes dónde está Ashley? ¿Acaso la recibiste en tu manada? ¿Sera esa la razón de que ellos se estén cambiando de ubicación ahora? - Ella me mira y en sus ojos veo duda, como si de momento recordara algo.
- Dániel por favor, no hagas esto! ¡Yo solo quería compartir un momento con ella! ¡Deseaba conocerla un poco! No hicimos nada, ¡tú lo sabes! - Digo tratando de respirar normal, no quiero que note mi nerviosismo.
- Entonces ella si está en tu manada. - Afirma convencido al notar la evasión de mi respuesta.
- Dániel! Dejemos el tema ya, por favor. Me siento incomoda con esta discusión. - Dice ella haciéndolo callar por fin.
Pero ya ha puesto la duda en ella y acá no voy a caer solo. Si quiere que hagamos esto, pues así será.
- Sabes creí que podríamos hablar un poco más. Yo tengo demasiada curiosidad por saber que pasó después de que la marcaste. ¿Siempre la tratas así? Porque las lágrimas de ella no eran de placer, ¡de eso estoy seguro! - Le digo listo para lo que pueda pasar
- Eso a ti no te importa! ¡No es de tu incumbencia! ¡Si yo he cometido errores los he pagado con lágrimas de sangre ella lo sabe! - Dice y veo que le duele reconocerlo.
- De acuerdo a eso quería llegar! Solo quiero que cuente lo que hagamos de ahora en adelante. ¡No dejemos que tus errores o los míos dañen el futuro que nos espera! - Él me mira y asiente
- Pero no quiero que vuelvas a tocarla Daimon! ¡De lo contrario tendremos problemas! - Ah no eso si no! Y lo fulmino con mirada antes de hablar
- Ella no es solo tu pareja! ¡No tengo que pedirte permiso para tenerla a mi lado! - Le digo soltando su mano y apretando los puños.
- NO! - Sus ojos se inyectan de sangre al imaginarme entre sus piernas.
- YA NO MAS! ¿Esto va a ser siempre así? - Pregunta ella molesta mirándonos y no puedo evitar sonreír porque se ve hermosa cuando su ceño se frunce.
Yo levanto las manos en signo de rendición y mi hermano hace lo mismo
- Tu mandas! - Dice él y la veo avanzar camino a casa.
- Tengo hambre, quiero que vallamos a comer - Y eso es suficiente para que los dos nos encaminamos detrás de ella. Ella que apenas nos llega al pecho. Que no tiene poderes, que es humana y acá nos tiene a los dos rendidos a sus pies.
Rápidamente nos ponemos cada uno a su lado y tomamos la mano que nos corresponde.
- ¿Después de la cena vamos a entrenar como en los viejos tiempos? - Me pregunta y se lo que eso significa
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top