¿Por Que?

Mierda, lo había descubierto, era una de ellos. La maldita Cabello era uno de esos demonios, tenía que correr a casa para reportarlo.

Veo un momento a hacia ella, seguia como si nada, con su gesto de aburrimiento fingiendo normalidad mientras leia un libro en nuestro salón de clases.

¿Qué será? Vampiro, cambia forma, bruja.. Hay muchas opciones ¿sospecharía si salgo ahora mismo del salón?

Ella pareció distraerse de su lectura un momento viendo hacia al frente, como si alguien la hubiera llamado y parecía estar escuchando algo, de repente clava su mirada en mí.

Una jodida mirada letal. Mierda ¿se dio cuenta de lo que soy? La cruz sobre mi pecho no ayuda mucho, pero mucha gente lo usa por moda, no creo que lo deduzca así.

Trago saliva y comienzo a sudar regresando mi vista al frente, se que entre los mencionados no tienen el poder de leer la mente, no había manera de que sepa que la descubrí.

A todo esto ¿cómo es posible que haya pasado por alto el control de mi familia y el mío?  De no ser por pura casualidad aun estaria ignorante de la abominación que hay entre nosotros y que en cualquier momento nos puede matar.

Nuestro instinto natural no falla, nacimos para destruir a estas asquerosas criaturas, eso fue lo que me enseñaron toda la vida. Entonces… ¿como? Lo peor de todo eran sus ojos, eran de un color común, generalmente esas criaturas llevaban ojos claros para disfrazar un poco su brillo sobrenatural.

Aun sentía su fuerte mirada sobre mi, sentia que sus ojos eran taladros y me estaban agujereando. Me limpió el sudor de la frente, faltaban poco minutos para la salida. Trago saliva, solo tenia que correr lo más rapido que pudiera y perderme entre la gente, no iba a hacer nada si estaba rodeada de humanos.

Por fin solo aquella campana infernal, pero antes de que parpadeara ya estaba sentada en mi mesa.

— ¿podemos hablar un momento, Lauren? — me susurró. — los demás alumnos nos vieron con confusión por un momento pero igual siguieron su camino hasta dejar el aula totalmente sola. Se una fuerte brisa se cerró la puerta.

— No hay nada que hablar, Camila— hablo firme y meto la mano en mi bolsillo, tenia la navaja de plata bendita.

— tenemos mucho que hablar, linda. — se acerca un poco ami y yo aprovecho para sacar la navaja y cortarla.

Pero era excesivamente rápida, eso solo sirvió para que sujetara mi muñeca tan fuerte como para que suelte la navaja y me jalara de la camisa para finalmente pegarme muy fuerte contra la pared, dejandome sin aire del duro golpe.

— que lastima que fuera real — niega con la cabeza — me caes bien Jauregui ¿porque tenías que ser cazadora?

—¿que eres? — trato de patearla pero llevó sus manos a mi cuello.

— su peor pesadilla — no se que ocurrio o que hizo, pero de repente todo mi sentido volvió advirtiendome del enorme peligro en el que estaba, mi cuerpo comenzó a temblar demasiado y el miedo se apodero de mi cuerpo, trato con todas mis fuerzas salir de su agarre, todas y cada una de mis terminaciones me lanzaban un claro mensaje: huye.

Ella afloja un poco su agarre, yo abro los ojos y me topo con los de ella, no eran rojos, ni amarillos ni turquesas, no completamente. Eran los tres colores  divididos entre sí. Camila es la raza nueva de la que estaban hablando los jefes, la que edtaba asecinando a las otras criaturas.

— ya descubriste que soy.— me suelta y yo de repente dejo de sentir aquel panico desgarrador. Caigo de rodillas tosiendo para recuperar el aire perdido. — esto es solo una advertencia, Lauren. — se agacha a mi lado y sin que le provocara ningún daño toma el cuchillo de plata bendita. — Tu le llegas a decir a alguien de nosotros o de mi… — comienza a acomodar mi ropa — y morirá. — pasa una mano por mi cabello, sus ojos volvieron a ser totalmente marrones. — ya sabemos como trabanjan, no somos como los demás imbeciles que solo les atacan y ya. Van a enviar a varios y escucha bien esto Lauren, todo aquel al que envíen… Morira, pero recuerda que no los mataremos nosotros, si no tu. — dejo un suave beso en mi mejilla y en otro parpadeo ya no la ví y la puerta estaba abierta. — presiono fuerte mi mano donde ella habia dejado el cuchillo.

Debil, débil, debil, debil.

¿De que sirvió tanto entrenamiento, por tantos años?

Mierda

Estuve a punto de morir

Llevo una mano a mi mejilla ¿o no? ¿Camila me hubiera hecho lo mismo de no ser cazadora? Mierda, no me puedo confundir, la criatura son malas, son demonios, son atrocidades, no tienen sentimientos.

Pero no me mató, pudo hacerlo. Pero no lo hizo y puede controlar su esencia a conveniencia. Por eso no la habian descubierto… Por otro lado mi miedo… nunca habia sentido una esencia tan fuerte, estas criaturas son más fuertes de lo que alguna vez haya estudiado, por eso son capaces de matar al resto de las criaturas con facilidad.

Esto lo tiene que saber mi papá. Intento levantarme.

Todo aquel al que envíen, morira”

— ¡mierda! — golpeo la pared, esta se agrieta un poco — ¿de que mierda sirve que existamos únicamente para hacerles frente? Si me inmovilizo en dos movimientos — miro la daga, ni la plata ni la bendición le hizo siquiera cosquillas ¿que demonios son esas cosas?

Suelto un suspiro frustado.

¿Por que no me mató?

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top