Arthur está demasiado viejo para lidiar con algo así.

"¿Podrías sólo quedarte quieto?" Murmura entre dientes, mientras termina de recorrer el nudo de la corbata y acomodar el cuello de la camisa.

"¿Por qué no puedo ir en ropa casual?" John pregunta entonces, haciendo una mueca de disgusto mientras se separa de Arthur y se mira en el espejo; se ve demasiado… pretencioso, sí, se ve justo como Dutch cuando se alista para ir a dar clases.

"Porque vamos al teatro. Su fuéramos al bar entonces podrías usar lo que te venga en gana"  ¿Cómo era posible que un adulto como John le diera más problemas de los que Isaac?

Era una noche importante, al menos para Arthur, John por su parte no tenía ni idea de por qué Arthur estaba actuando un poco como un idiota sin razón aparente.

"¿Y por qué tenemos que ir al teatro?" John estaba lejos de ser del tipo culto y, por supuesto, odiaba los lugares pretenciosos donde lo hicieran sentir inferior, así que un teatro o la ópera serían los últimos sitios a donde iría.

Sin embargo tras casi media hora ahí estaban los tres bajando de la camioneta de Arthur, siendo Isaac el mejor vestido de ellos, con su pequeño traje impoluto y una pajarita roja adornando su cuello.

Tienen asientos en la cuarta fila, el más pequeño pasa primero, después Arthur y finalmente John.

"Hamlet" John recuerda el nombre, desde luego, le había pagado diez dólares a Mary-Beth por hacer su ensayo porque fue incapaz de pasar de la cuarta página del libro, sin embargo, verlo en una representación era aún mejor, el propio Arthur y el niño parecían más que concentrados en la presentación, especialmente cuando aparecía un tal Polonio, menudo nombre de mierda, pero el actor, un hombre poco corpulento y de pelo cano era bueno.

Al final no había sido tan malo como John temía. Incluso encontró entretenida la obra, sin embargo,  cuando estaba listo para levantarse e irse, la fuerte mano de Arthur lo detuvo, tomándolo de la muñeca.

"Estamos esperando a alguien." Explicó el rubio con una sonrisa maliciosa.

¿Esperando? ¿Por qué no le había dicho nada?

Casi para cuando el lugar estaba vacío se unió a ellos otro hombre, el mismo que había hecho de Polonio, Isaac se lanzó a sus brazos y Arthur tomó a John de la mano, acercándose también.

Fue demasiado para su mente el procesar todo lo que estaba pasando, y lo siguiente que sabe, es que ese hombre se llama Hosea y es el padre adoptivo de Arthur y Abigail.

"¿Así que es él?" Cuando el señor Mattews sonríe, algunas arrugas se marcan un poco más alrededor de sus ojos mientras mira a John y estrecha su mano mientras espera la respuesta de Arthur.

"Sí, es John."

¿Arthur le había hablado de él a su padre? ¿Por qué ni siquiera le había dicho que lo iba a presentar? Marston quería en el fondo ser tragado por la tierra y ser arrojado a cualquier lugar lejos de ahí.

Una palmada en el hombro de parte de Hosea lo hace espabilar sólo para darse cuenta que el hombre lo miraba con aprobación.

No está seguro de que Arthur le hubiera comentado el tipo de relación que tenían, no dado la simpatía que mostraba el hombre.

"Bueno… " Hosea se volvió hacia Arthur "Apruebo que te guste, Arthur" Hosea no conocía a John más allá de lo que sus hijos pudieran haber mencionado antes, pero basta con ver la forma en que John mira a Arthur para saber que su muchacho estará en buenas manos.

La quijada de John cae de forma caricaturesca; habría dado por sentado que el padre de Arthur sería igual que Dutch y, sin embargo, el hombre le estaba dando el visto bueno. ¿Qué más podía pedir?

Por otra parte, Isaac cubre su boca con sus regordetas manitos en señal de sorpresa, para él, era toda una revelación saber que a su padre le gustaba John y que no sólo se trataba de un amigo (incluso daba por sentado que John se perdía fácilmente y por ello de vez en cuando tomaba su mano, guiandolo tal vez, justo como hacía con él).

"Bueno, venga, vayamos a casa, me gustaría conocer un poco más lo que se traen ustedes dos entre manos." Sentencia finalmente el mayor, yendo al frente, saliendo del teatro junto a los otros tres chicos.

Hosea va en su propio auto y lleva a Isaac consigo, pues al niño le encanta subir en el viejo Camaro del abuelo, despidiéndose brevemente de Arthur y John con un abrazo a cada uno.

"Pudiste avisarme que ibas a presentarme a tu padre" Suelta John una vez que el auto de Hosea se pone en marcha, dejándolos solos.

Arthur responde con unas risitas burlonas. "Oh no, tu me presentaste a Dutch de manera improvisada, creo que ahora estamos a mano" Su aire burlesco se apaga cuando recibe un suave codazo de John como advertencia y una mirada de reproche junto a un ceño fruncido que se le antoja demasiado adorable.

"Lo de Dutch fue un encuentro casual, pero esto fue premeditado, tú grandísimo idiot-…"  Las palabras de Marston que restan por decir se atascan en su garganta cuando las manos de Arthur se encuentran tomando sus mejillas, su pulgar incluso acaricia las cicatrices que hay en la mejilla izquierda de John. El chico tiembla en un escalofrío por la cercanía.

Pronto sus manos se encuentran sobre las de Morgan, está embriagado ante el aroma a cedro que desprende la colonia de Arthur, perdido en sus ojos azules, pensando en lo malditamente afortunado que es de tener un hombre así.

"¿Podrías perdonarme por tomar ventaja de ponerte en situaciones que, evidentemente tengo premeditadas?"  El chico no responde, sus manos pasan a sujetar el cabello arenoso del mayor para atraerlo y besarlo.

Ha pasado tiempo desde que alguno de los dos hace algo así, habíancompartido un beso en la primera cita, sí, pero esto es más que un beso fugaz, no es sino un beso torpe, no es nada pasional, pero tampoco tierno, uno se aferra al otro, como si no quisieran separarse y sin embargo Arthur es el primero en alejarse  buscando su inhalador del bolsillo de su chaqueta y usarlo.

Un poco de tos y Morgan parece estar un poco mejor, solo un poco, se ha olvidado casi por un segundo de lo importante que es respirar para un sujeto con asma. Le sonríe a John un poco avergonzado, sus mejillas están levemente rosadas y John solo ríe un poco.

"¿Te dejé sin aliento acaso?" Alza la ceja y pregunta en un tono retador, obteniendo un asentimiento.

Oh vaya…