Capítulo 10: Calidez y seguridad (parte 01)

Sanji tenía enfrente los distintos platos que quería que se usaran en el proyecto. Tenían buen aspecto, pero también debían tener un buen sabor. No usar las especias adecuadas en la cantidad exacta podría arruinarlo todo. Sanji los fue probando uno por uno.

Cuando acabó, se colocó enfrente del equipo de cocina. - Es perfecto. Todo es perfecto. Gracias a todos habéis hecho un gran trabajo.

Todos aplaudieron y se sintieron muy aliviados del trabajo que hicieron. - No obstante…debéis mantener la receta y aseguraros de comprobar los alérgenos, no podemos permitirnos ninguna demanda. Ahora a descansar. Os lo merecéis.

Todos se fueron a descansar menos Sanji. Quería asegurarse de que las recetas estaban bien. Sintió una presencia detrás suya. - Veo que estás algo ocupado, Sanji.

- J-jefe…estaba revisando los menús que preparamos para el proyecto. Quiero que esto salga bien.

- Saldrá bien, estoy seguro.

Sanji dio un respingo cuando sintió las manos del peliverde en sus hombros. - Deberías relajarte, ¿sabes? No puedo permitir que una promesa de la cocina esté sobrecargado.

- Estoy bien…cocinar siempre me ha relajado desde que tengo memoria.

Zoro sonrió y quiso probar algo. - Bueno, entonces de dejaré con tu cocina y tus recetas.

El rubio se sobresaltó cuando sintió que Zoro le trazó la columna. Y se puso como un tomate cuando sintió el cálido aliento de Zoro en su cuello. - Espero muchas cosas de ti, ricitos.

Se marchó. Sanji se quedó petrificado. La caricia y el aliento de Zoro aún quemaban en su piel. Quizá tenía razón y debería descansar un poco. Pero este proyecto dependía principalmente de él. Así que decidió continuar mejorando las recetas que él mismo diseñó.

Después un rato, sus compañeros de equipo volvieron y continuaron dónde lo dejó. Robin apareció cuando Sanji iba a ir a su puesto de siempre. - Sanji, Zoro quiere hablar de algo importante contigo en su oficina.

Sanji tragó. - V-voy… - Estaba bastante nervioso en ese momento. ¿Habrá hecho algo que no debería haber hecho? Intentó despreocuparse.

Llegó a la oficina y ahí estaba Zoro colgando el teléfono. Abrió la puerta. - ¿J-jefe?

- Sanji. Ven, siéntate.

Sanji tomó asiento. - ¿Ocurre algo, señor?

- Tengo que encargarte algo muy importante.

Sanji respiró hondo. - ¿De qué se trata?

Zoro sacó un papel y se lo entregó a Sanji. En él, se informaba de una convención de gastronomía que se veía muy importante. - Se trata de una convención gastronómica muy importante. Van a asistir chefs, inversores, exportadores y críticos gastronómicos. Y este año, vamos a aprovechar la oportunidad.

- ¿Qué quiere decir, señor?

Zoro sonrió. - Quiero que los seduzcas con tu cocina, Sanji. En otras palabras, quiero que te encargues del banquete de la convención.

Sanji palideció. - ¿¡Q-qué!? ¿¡Un banquete para una convención!? ¡E-es casi una locura! ¡Nunca he hecho algo de tal magnitud!

- Y esta es una gran oportunidad.

- P-pero…es mucha gente…no sé si…

- Sanji.

El rubio levantó la mirada. Zoro lo miraba muy serio, pero había algo de comprensión en esa mirada. - Sé que es mucho trabajo. Pero si te lo pido a ti, es porque creo que harás un buen trabajo. Si necesitas algo, yo lo pondré a tu disposición.

- Aún así…es mucho trabajo y responsabilidad…

- Lo entiendo. Pero realmente confío en que puedas hacerlo. Sin embargo, admiro mucho que muestres tus límites, Sanji.

Sanji lo pensó por un momento. Si bien parecía que Zoro lo estaba manipulando, Sanji pensó que tal vez se estaba subestimando. - Voy a necesitar bastante ayuda y productos frescos.

- Por supuesto.

- Y también acceso a toda la maquinaria y material de cocina, así como ayudantes de cocina.

- Todo lo que necesites estará a tu disposición.

Sanji se quedó algo más tranquilo. - ¿Cuándo es la convención?

- Dentro de cuatro días. Te pasaré toda la información necesaria por e-mail. Y si necesitas ayuda, puedes contar con Robin cuando quieras.

- Gracias, señor.

Zoro sonrió. - ¿Por qué no te tomas el resto del día libre? Relájate, ponte al día con los estudios…quiero que estés descansado para la convención.

Sanji se extrañó un poco. - ¿D-disculpe?

- Tú también vendrás, ¿no? Quiero que mis posibles socios sepan quién ha creado las delicias que van a probar.

Sanji se puso rojo. No esperaba que Zoro le invitara a la convención. Aunque desde otro punto de vista, podría ser una buena oportunidad para él y para la empresa. Se levantó, le dio las gracias y se marchó.

Afuera hacía bastante frío. Eran mediados de diciembre y había algo de nieve por la acera. Sanji quería llegar a casa lo antes posible para preparar el banquete. Aparte, también quería aprovechar para estar al día con las asignaturas de la universidad.

Llegó casi a la hora del almuerzo. No tenía mucha hambre, así que se preparó un panini simple y un zumo de naranja. Sanji tuvo un almuerzo bastante tranquilo. Encendió la tele para ver las noticias. Se sorprendió un poco.

"En otras noticias, el hombre que fue agredido hace unos pocos días, sigue en estado grave, pero no se teme por su vida."

Sanji se preocupó un poco. Recientemente, la violencia callejera estaba en auge en Nueva York. Sin embargo, la siguiente noticia le animó un poco.

"En los últimos días, Roronoa Foods está en boca de toda la gente. Esto es gracias al anuncio de un nuevo producto que según el CEO, estará a la venta en primavera. Todos sus socios están emocionados con saber de qué tratará el proyecto."

Sanji terminó de comer y fue a lavar los platos. En ese momento, tocaron a su puerta. Fue a abrir la puerta y tuvo una grata sorpresa. - Hola Sanji.

- ¡Ace! Que agradable sorpresa, pasa vamos.

El pelinegro accedió a pasar. - ¿Te preparo algo de comer, Ace? ¿Tienes hambre?

- Oh no, no es necesario, he comido un kebab mixto, pero si me pudieras preparar algo para bajar el almuerzo.

Sanji sonrió. - Te prepararé un zumo de naranja entonces. ¿Azúcar?

- No gracias.

Sanji se puso a preparar el zumo. No esperaba que Ace le visitara hoy. - Oye, ¿qué tal en el trabajo?

- Un poco estresante, pero bien. Ahora tengo que organizar un banquete para muchos posibles socios para la empresa.

Ace silbó. - Suena muy atareado.

- Lo es. Además tengo que estar al tanto de las alergias e intolerancias para evitar cualquier problema.

- No te preocupes. Estoy convencido de que encontrarás una forma de satisfacerlos a todos.

Sanji suspiró. - Ojalá sea así…

[•••]

Zoro se encontraba al teléfono. Quería confirmar las asistencias de la convención y anotar si alguno tiene alergias o intolerancias. - Entonces, ¿podemos contar con usted? (•••) Fantástico, muchas gracias por llamar.

En ese momento, alguien tocó la puerta. - Pase.

Era Robin, pero traía una expresión de repulsión y odio. - Zoro, tienes visita.

- ¿Quién es?

Robin suspiró. - Sólo voy a pedirte que no cometas ninguna estupidez, ¿de acuerdo?

Zoro se pellizcó el puente de la nariz. - Es ella otra vez, ¿verdad?

- Te mentiría si dijera que no. ¿Quieres que la eche de aquí?

- No, déjalo Robin. Ya me encargo yo.

Robin se retiró. En ese momento, apareció una chica joven, con el pelo verde turquesa y bastante radiante. - ¡Hola Zorito!

Zoro suspiró. - Señor dame paciencia… hola Hiyori, ¿puedo ayudarte en algo?

La chica se sentó frente a su escritorio aún sonriendo. - Bueno…pasaba por aquí y pensé que podríamos, no sé, tener una cita o algo.

- Hiyori, ya te lo he dejado claro, a ti y a tu padre de todas las formas posibles. No voy a volver contigo.

- Pero, ¿por qué? Creo que hicimos una buena pareja y…

Zoro se puso serio. - No me vengas con esos numeritos Hiyori. Sé que sabes que ahora estoy ganando mucho dinero, y por eso quieres volver.

- ¡No, no! Sólo te echo de menos, ¿por qué no podemos darnos otra oportunidad? ¿Hay alguien?

- Primero, no pienso salir con una cazafortunas como tú y segundo, aún si hubiera alguien, no tengo porqué decirte nada. Ahora largo, tengo mucho lío.

- ¡Pero yo-

- Basta Hiyori. Lo nuestro se acabó, punto. Así que vete antes de que llame a los de seguridad.

La chica se molestó y se fue. Zoro se dejó caer en su sillón. Estaba teniendo un día tranquilo y agradable, hasta que Hiyori le visitó. Ahora mismo estaba demasiado ocupado comprobando como iba con el proyecto y atendiendo a sus inversores.

Robin entró poco después. - ¿Otra vez con el mismo tema?

- Siento que cada vez que entra escucho a un disco rallado.

- Bueno, está claro que es una chica muy insistente. ¿Vas a contárselo a Sanji?

Zoro suspiró. - No lo sé Robin…siento que…debería hacerlo, pero por otra parte…no es como si fuera mi novio o algo…

- Pero, ¿tú quieres que lo sea, no?

Zoro le miró serio. - Me gustaría. Pero temo que si nos hacemos pareja…se vea agobiado por reuniounes, paparazzis, entrevistas…no quiero forzarle a nada de eso, Robin.

Robin suspiró y le sonrió. - Zoro. Sé que lo elegiste a dedo, ¿sabes?

Zoro se sorprendió. - ¿¡Qué!? ¿C-cómo has…?

- Me doy cuenta de cosas, Zoro. Sé que había personas con más cualificación, y sin embargo, elegiste a Sanji. Creo que fue amor a primera vista, ¿o fue algo más?

Zoro se cubrió la cara. - ¿Se lo contarás a alguien?

- No Zoro. Eres mi amigo y quiero seas feliz. Pero tendrás que contárselo a Sanji en algún momento.

- Lo sé Robin…gracias…

[•••]

Ya era medianoche. Sanji estaba en su pequeño estudio con una taza de café. Preparar un banquete de esta magnitud era un auténtico reto, sobre todo por los invitados. Decidió respirar hondo. Tenía que mantwner la calma para hacer un buen trabajo, después de todo, Zoro había depositado su confianza en él.

Pensó en algo que pudiera funcionar. Algo que emocionara a los comensales y que al mismo tiempo no los aburriera. Tal vez un menú progresivo… - Sí, eso podría funcionar.

Sanji empezó a buscar las recetas que pensaba que podrían funcionar. Una vez que las encontró, apuntó las recetas en su libreta y al lado de cada una, colocó un post it con la justificación de por qué eligió ese plato. Cerró su portátil y cuando se levantó, dejó caer en la cama. Mañana empezaría el trabajo duro. Y estaba emocionado.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top