Aveces temprano, otras veces tarde en los peores casos fuera de hora, asi llegaba degel a su universidad para todo padre siempre va poner a su hijo en primer lugar, degel seguía esa ley al pie de la letra, no importaba que llevará tarde y fuera castigado que su hijo estuviera bien alimentado para empezar un buen día en su escuela debia dar lo mejor; aunque fuera el primer año de estudios primarios del pequeño debia ser el numero uno y el pequeño camus nunca fallaba las espectativa de su padre eso tranquilizaba a degel.

Cuando terminó de correr el joven ya se encontraba en la puerta de su salón, justo ahora le tocaba química y su profesor no era bueno con la tardanza es más, no la aceptaba con sierto temor toco educadamente la puerta a lo cual el profesor de degel no tardó en abrir.

-Vaya, pero si es el joven cystal, dígame señor estas son horas de llegar?- Pregunto el profesor de más o menos cincuenta años cabellos largos y blancos que miraba su reloj y a degel con desaprobación

-Lo siento profesor sage...tenía que dejar a mi pequeño hijo en la escuela.- menciono con la cabeza agachada y frotando su brazo con su manos algo apenado al decir eso, no le gustaba poner excusas pero esa la unica forma de entrar.

-Entiendo su situación joven crystal  pero debio pensar dos veces antes de meterse al mundo de los adultos siendo apenas un niño, ahora casi todas mis clases debo soportar tus tardanzas e interrupciones como ve usted no es el único estudiante y su tardanza no sólo me molesta a mi sino a sus compañeros. -de esa manera era las veces que el profesor de química sermoneaba a degel aunque no era el único profesor casi todos le decían lo mismo pero a "palabras necias, oidos sordos" era lo que degel se repetía dentro suyo cada vez que escuchaba la voz de reclamos de sus maestros.

-Lo siento...

-que se puede hacer? entre en silencio y sin molestar a nadie joven crystal

-Gracias.- dijo degel para luego entrar al salón con la cabeza agachada y como si fuera la cosa más extraña todas las miradas de los alumnos se posaron en el, los rumores y murmullos de las personas llenaron el salón, degel no era tonto sabia claramente que hablaban de el pero aun así no le imcomodaba. Se sentó en una de las mesas que estaban en el medio y su mirada se concentró en la pizarra sin tomar importancia a los murmullos de sus compañeros.

Al que no le gustó el ruido que empezó a formarce fue al profesor el cual solo suspiro para luego levantar la voz y sus alumnos le prestarán atención.

-Jóvenes alumnos creo que aun seguimos en clases, esperen la hora de la merienda para conversar sus asuntos personales ahora continuamos las clases.- después de la llamada de atención todos volvieron a concentrarce en cada detalle se la explicación que daba el profesor, degel tomaba apuntes de las cosas más importantes que daba a conocer su profesor.

Ahora para el joven padre, aparte de educar a su pequeño y único hijo, era graduarse de la universidad con las mejores calificaciónes y concluir su carrera de "ciencias naturales" si terminaba como el se lo proponía eso cambiaría su vida totalmente y la de su pequeño camus.

Tenía que salir adelante por su cuenta, porque estaba solo no tenía apoyo de ninguna otra persona porque sus padres murieron cuando apenas el tenia 14 años así que desde esa fecha tuvo que mantenerse por su cuenta. Trabajando y educandose por su cuenta.

Esa parte de la historia de Degel, solo causaba más rumores sobre el; como el que tuvo un amante en el que se refugió para que lo apoyará, ya que no tenía a sus padres  o que luego de la muerte de sus padres no soportó el dolor así que se dejo llevar por malos pasos lo cual le conducio a que lo violaran y de esa forma naciera el pequeño camus. Obviamente solo mentiras y falsos testimonios que la gente sustentaba sin prueba alguna contra el joven.

La mañana trascurrio como todas, tranquila y segura, degel no tenía amigos tampoco nadie se le acercaba, el tomaba su merienda lejos de todos mientras comía leía un libro, el era un estudiante que no perdia tiempo y aprovechaba cada segundo.

Sus compañeros pensaban que era raro y como sabían supuestamente su historia no se juntaban con el. En la hora de trabajos grupales el peliverde sobraba por lo que lo realizaba solo y sacando excelentes calificaciónes era un beneficio de trabajar solo y a tu manera.

Después de las clases mañaneras degel esparaba la salida con impaciencia, una vez que la campana sonará el joven era el primero en salir donde nuevamente corría lo más rápido que sus piernas le permitian, la razón era simple, el salia más tarde que su hijo y para el maestro del menor, no le gustaba esa "irresponsabilidad" del joven Degel.

En todo lo que degel hacia tenia un toque de voluntad y responsabilidad y trataba de realizar todo de la mejor manera, era difícil ser padre soltero pero el no se arrepentia de nada y cada día agradecía las bendiciones que le daban.