Una mañana soleada de la más cotidiana posible, la brisa fresca recorría las casas de muchas personas hasta los edificios de la gran ciudad lo sentia.

En un pequeño departamento un hermoso joven de cabellos verdes claros y piel tan blanca como la nieve, dormía plácidamente hasta que el sonido de su alarma lo desperto, busco con su mano sus lentes que estaba en su velador al encontralos frotó un poco su ojo y se puso los lentes que resaltaban sus hermosos ojos amatistas-violeta.

No era el único que despertaba pues un pequeño pelirrojo y de piel blanca como degel despertaba a su lado, cuando desperto totalmente abrazo a su "madre" con dulzura y un beso en su mejilla.

Si esa era la mañana cotidiana de degel crystal un joven estudiante universitario becado de 20 años, a primera vista se ve como un joven normal pero cuando ven a su pequeño hijo camus crystal de 6 años caminar a lado suyo creen muchas cosas, varias teorías recorren la cabeza de las personas que ven a degel pero nadie sabe la verdad.

Aunque degel recibe muchas críticas de parte de la sociedad no le importaba nada, ver la sonrisa de su hijo camus le fortalecía cada día. Tenerlo fue una bendición aunque así no lo vea la gente.

-buen día papi!

- buen día camie, vamos a bañarnos para ir a la escuela.- menciono degel con una sonrisa maternal.

- si! -El pequeño pelirrojo salto por unos momentos en la cama y corrió al baño, degel lo alcanzo en unos segundos así juntos tomaban un refrescante baño antes de ir a sus respectivos centros de estudios.

Degel pacientemente vestía al pequeño con su uniforme y cepillaba el cabello de su hijo luego el pequeño ayudaba a su padre a cambiarse era lindo ver al pequeño amarrale la corbata a su padre.

Ambos ya estaban con sus uniformes listos para ir a estudiar pero antes degel preparaba una comida nutritiva y saludable para su pequeño hijo en 20 minutos.

El pequeño camus sabia que aveces por comer despacio su padre llegaba tarde a la universidad así que comida lo más rápido que podia.

-Camie, más despacio así vas a terminar atragantandote.

-Atraga...que? Bueno no importa...si no como rápido llegarás tarde a la universidad papi

-No importa, come despacio yo tengo tiempo.- Sonrió a la misma vez que le limpiaba las mejillas con una servilleta pues su pequeño hijo comía tan rápido que se manchaba con la comida en cambio degel comía despacio sabia que llegaba media hora tarde a la universidad y que posiblemente perdiera un examen pero aun así no quería preocupar a su hijo que aunque tuviera una corta edad entendía casi todo a su alrededor, luego ya veria como haría para recuperar su nota en ese examen.

-Terminaste cariño?- Pregunto al terminar de comer y mostarle una hermosa sonrisa a su querido hijo

-Si, papi! La comida estaba deliciosa!-repondio más que alegre y sin que degel le dijera algo fue inmediatamente al baño a lavarse los dientes para ir a la escuela en eso el joven Degel aprovecharía para lavar los trastes. Antes de ir a su centro de estudios le gustaba dejar todo limpió y en su lugar.

No tardó mucho y el pequeño pelirrojo tampoco, asi que el mayor lavo sus manos y tomo a su hijo de la suya para ir caminando hasta la escuela del pequeño camus.

La escuela del menor no quedaba lejos así que caminaban para ahorrar un poco más de dinero, no era fácil para degel mantenerse con el dinero de la beca así que debía ahorrar lo más que pudiera.

En el camino degel jugaba con su hijo o le hacia preguntas pero el amor maternal siempre estaba presente. No importa como llego camus a sus brazos tenerlo fue su mayor bendicion aunque la gente de su alrededor no viera lo mismo.

-cinco por dos?

-diez!

-Perfecto camie! Sigue así y serás el numero uno de tu clase

-Pero si ya lo soy!

-Lo se cariño, eres el mejor de todos!

Sin avisar el joven cargo a su pequeño hijo entre sus brazos y lo llevo corriendo hasta la escuela de camus, la escuela del pequeño era una de las más prestigiosas y solo entraban los mejores alumnos aquellos que tenian excelentes notas o gente adinerada.

Pagar la escuela de camus no fue problema para degel, ya que en realidad su amado hijo había ganado una beca, los niveles de aprendizaje del pelirrojo sorprendía a los maestros y el director no podía perder una joya tan valiosa así que al pequeño le dio una beca.

Que mas podia pedir degel? Su hijo era su mayor orgullo.

-ya me debo ir camie, estudia y has caso en todo lo que te diga tu maestra

-Igualmente papi! Estudia y no llegues tarde a recogerme.- hizo un adorable puchero a lo cual degel le dio un beso en la mejilla para que luego viera a su pequeño hijo entrará a su salón.

Una vez que no vio la silueta de su hijo corrió lo más rápido que pudo para llegar a la universidad ya llevaba una hora de retraso, hacia un gran esfuerzo para no fallar en nada era agotador pero todo esfuerzo tenia fruto.

Así eran las mañanas del joven y soltero padre de camus.