Dos días después

Kazuma, Darkness y Megumin estaban sentados en una mesa en el salón del gremio. Kazuma y Darkness bebían cerveza mientras Megumin bebía un poco de jugo de piña recién exprimido. Darkness deliberadamente no miraba a Kazuma.

"Oye, vamos, Darkness, no puedes seguir enojada conmigo" suspiró Kazuma. "Te dije que lo sentía, e incluso me diste un puñetazo. ¿Qué más quieres?"

Ella lo miró sólo el tiempo suficiente para fulminarlo con la mirada, luego inmediatamente apartó la mirada mientras tomaba un trago de cerveza.

"Está bien" Kazuma vació su taza y se puso de pie. "Voy a drenar el agua del duende".

Tan pronto como Kazuma estuvo fuera del alcance del oído, Megumin se volvió hacia su compañera de equipo.

"Entonces, ¿qué hizo esta vez? ¿Robarte las bragas? ¿Echarte un vistazo mientras te bañabas? ¿Entrar a escondidas en tu habitación a altas horas de la noche y empezar a hacer ejercicios para ganar puntos por atrocidades?"

"Lo siento, Megumin. Pero realmente no puedo hablar de ello. Solo puedo decir que él se aprovechó de mi confianza y me hizo hacer algo por él de lo que me arrepiento profundamente." Bebió un trago de cerveza.

Megumin asintió con simpatía. "Sí, debe ser horrible darle tu virginidad a un tipo como él".

Darkness escupió la cerveza de su boca y miró horrorizada a Megumin. "¡¿Q... qué?!"

Megumin se encogió de hombros. "Quiero decir que era inevitable que sucediera tarde o temprano. Es un pervertido total y tú vives con él. Pero, aunque es un idiota, también es un buen líder de equipo, muy rico y no es demasiado desagradable a la vista. Puedo imaginar cómo podría aprovecharse de ti en un momento de debilidad. Además, he visto la forma en que lo miras".

"¿Q... qué quieres decir con eso? ¡No tengo ningún sentimiento romántico hacia Kazuma en absoluto! ¡Lo veo como un amigo y compatriota y nada más!"

"Sí, claro" Megumin puso en blanco su único ojo visible. El otro estaba cubierto con un parche.

"¡Es cierto!"

"Entonces ¿por qué le diste tu primer regalo?"

"¡No lo hice! ¡Todavía soy una doncella virgen!"

"¿En realidad?"

"¡Sí! ¡Lo juro por Eris!"

Megumin se detuvo y pensó: "Entonces, ¿usaste la boca?"

"¡No!"

"¿Mano?"

"¡No!"

"¿Pies?"

"¡Ack! ¡Deja de decir esas cosas repugnantes! ¿Cómo puedes saber sobre este tipo de asuntos a tu edad?"

"¿Qué quieres decir?" resopló Megumin. "¡Soy una mujer adulta de catorce años! Además, asistí a la Prisión Roja con un grupo de chicas mayores. Las cosas sexuales y la moda eran las únicas cosas de las que hablaban."

"Megumin, ¿fuiste encarcelada? ¿Qué tipo de crimen cometiste?"

"No era una prisión. Bueno, lo era en cierto modo, pero en realidad era lo que llamábamos la escuela de magia en mi pueblo".

"En cualquier caso, ¡deja de hacer esas acusaciones infundadas! ¡No hay absolutamente nada de naturaleza inmoral entre Kazuma y yo!"

"Entonces, ¿qué te tiene tan enojado?"

"¡Es algo que no puedo discutir contigo!"

"Oigan, ¿por qué demonios están gritando ustedes dos?" Kazuma regresó a la mesa. "Las oí gritar desde el baño."

"¡Kazuma!" Darkness se volvió hacia él. "¡Dile a Megumin que tú y yo nunca hemos hecho nada ni siquiera remotamente sexual!"

La miró confundido. "¿Te refieres a todo excepto aquella vez que te até a la cama?"

"¡¿Qué hiciste qué?!" jadeó Megumin.

La cara de Darkness se puso roja como un tomate cuando se dio cuenta de que el bullicioso salón del gremio estaba tan silencioso como una tumba. Miró a su alrededor y vio que todos los rostros se giraban en su dirección y los miraban. Levantó un puño en el aire y gritó a todo pulmón.

"¡Todos regresen a sus bebidas y conversaciones o juro por Eris que golpearé a cada uno de ustedes!"

Todos rápidamente comenzaron a beber y a hablar de nuevo mientras Kazuma se sentaba de nuevo para ser interrogado por Megumin. Pronto se disculpó con Darkness y le pidió que no lo golpeara.

Finalmente, se decidió que dejaría que Darkness eligiera su próximo trabajo y que ella finalmente lo perdonaría por lo que fuera que hubiera hecho para molestarla.