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Desde hacía dos días que no se habían vuelto a encontrar. A pesar de que Inuyasha haya sacado el número de contacto de esa hermosa pelinegra de su ficha de contratación.

Al leerla descubrió que está soltera - algo de vital importancia - su dirección, 26 años, sus estudios, ahora sabía porque la habían elegido directora del departamento de márquetin, sus estudios eras excepcionales, su título universitario con honoríficos aparte de que ya había trabajado en una empresa en otro país, referencias de su antiguo jefe eran modestas pero acertadas en palabras del rendimiento exitoso que Kagome había tenido.

Tenía dos número de emergencia, uno de una mujer con su mismo apellidos y el otro el nombre de un hombre ¿Quién era Koga Wolf? Suspiro y dejo de leer esa parte, la regla número 3, tenía que recordarla.

Desde el día en que descubrió la ficha de Kagome no había dejado de leerla. Era seria y aplicada en su trabajo, esperaba no arruinar lo que en años ella misma formó.

Ya había ido a la clínica a realizarse un examen médico de lo que exactamente Kagome quería saber para estar segura de seguir avanzando. Y no lo admitiría en voz alta, pero él también estaba preocupado, después de todo veía a tres mujeres, siempre usaba el preservativo pero no podía asegurar que en unas de esas tantas borracheras o inconsciencia de él mismo se haya olvidado de ponérselo.

Al salir del trabajo iría a buscar los resultados. Tampoco desde su encuentro fogoso en la oficina de Kagome no se había vuelto a ver con ninguna de sus amantes, quería guardar energías para cuándo su encuentro con la hermosa azabache se efectúe.

Salió de la oficina 30 minutos antes que todos, bajo por el elevador y al salir hacía el estacionamiento reconoció el Mercedes que su futura amante manejaba marchándose de la empresa.

Esa mujer sí que se mandaba sola.

Subió a su auto deportivo y con agilidad salió del estacionamiento camino a la clínica a buscar sus resultados.

Desde un adolescente que no había ido al médico o se había realizado un chequeo de rutina, desde que empezó a mandarse solo, su madre lo había dejado de llevar anualmente a una revisión completa médica. Ahora volvía al médico gracias a una mujer, mujer a la que él solo quería tener relaciones sexuales..

Se estaciono fuera de la clínica y creyó una coincidencia, pero delante de su coche estaba uno parecido al de su hermosa empleada. Seguro era coincidencia, entró a la clínica y fue directo hacía la ventanilla de análisis.

- ¿Kagome?

- ¿Señor Taisho?

¿La había llamado por su nombre? ¡Sí, la había llamado por su nombre! Se había delatado solo, delató el que haya investigado sobre ella.

- ¿Me llamo por mi nombre? - miro con reproche la peli negra.

- ¿Qué haces aquí? - Inuyasha intento cambiar de tema.

- No me cambie de tema ¿Leyó mi currículum?

- ¿Acaso es un crimen? Tengo todo el derecho, soy el jefe - alardeo soberbio - ¿Qué haces aquí?

- Buscó mi examen médico ¿Usted igual? - el peli plata asintió acercándose más, hacía dos días que no se veían y ya ansiaba probar esos labios carnosos, esta vez solo los tenía cubierto con bálsamo labial haciéndolos más apetecible.

- Señor Taisho - Kagome quiso alejarse pero el, la retuvo de la mano, sostuvo su cintura acercándosela.

- No te vi en dos días...

- ¿Lleva la cuenta? - se rio Kagome.

- Un beso.

- Aquí no.

- Uno chiquito...

- No señor, aquí no - paranoica la pelinegra observo a sus costados, pasillo vacío.

- Uno y ya... - Kagome iba a negarse obligadamente una vez más, pero él no la dejo.

Delicadamente la atrajo para besarla mientras acariciaba su cintura a través del abrigo que llevaba puesto. La acarició con su lengua en el interior de su boca, explorando y saboreando. Cuánto le excitaba el simple hecho de besar sus labios, su fragancia a vainilla y flores lo enloquecían, eran como feromonas para enloquecerlo y engancharlo a ella más de lo que ya estaba.

- ¡Hum, hum! - el carraspeo detrás suyo hizo que se dejarán de besar rápidamente, Kagome bajo su rostro evitando que viera su avergonzado rostro, Inuyasha solo sonrió a la señora detrás de la ventanilla - Lo siento pero este lugar no es para demostraciones sexualmente afectivas

- Disculpe, no volverá a pasar aquí - con burla soltó Inuyasha mientras abrazaba a la azabache que se encontraba jurando en susurros.

- ¿Qué buscan?

- Análisis médicos... - volteó los ojos Inuyasha.

- Nombre y apellido - aburrida pregunto la señora.

- Inuyasha Taisho y Kagome Higurashi.

- Necesito sus identificaciones - Inuyasha sacó su billetera de su bolsillo del pantalón y de esta salió su documento. Kagome giro y hurgo su bolso hasta encontrar su documento entregándolo al mismo tiempo que el peli plata.

- Ahora vuelvo, sin besos por favor - la mujer se marchó en busca de los análisis.

- ¡Dios! - exclamo Kagome al encontrarse sola con su jefe - ¡Le dije que no! - Kagome le grito y le dio un manotazo en su brazo

- No me pegues...dame un beso - Inuyasha quiso volver acercarse pero esta volteó su rostro.

- Silencio, ahí viene - murmuro Kagome mirando al frente, la anciana mujer se acercaba con dos hojas de papel en su mano.

- En la puerta tres, toquen y esperen, el doctor les leerá el resultado - le entrego las dos hojas de papel junto con su documento de identidad.

- Gracias - agradeció esta vez Kagome y antes de que tomará su documento y hoja de resultado su jefe las tomo y empezó a caminar por el pasillo.

- Aquí, puerta tres... - murmuro Inuyasha y toco más de tres veces la puerta de madera.

- Suficiente, seguro ya escuchó - Kagome le arrebató su hoja y su documento, quiso intentar descifrar por ella misma las extrañas palabras y los números extraños pero no pudo.

La puerta se abrió en donde salió un médico con bata blanca que los miro.

- ¿Son parejas?

- No.

- Sí.

Ambos se miraron con sus ceños fruncidos y decidieron cambiar su respuesta.

- Sí.

- No.

- Algo así - sonrieron ambos nerviosos, el doctor hizo entrar a ambos. Se sentaron en las dos sillas vacías frente al escritorio.

- Muchas veces las parejas se avergüenzan en estos momentos, pero no tiene por qué ser así. Después de todo este es solo un chequeo para estar seguro con uno mismo - hablo el médico tomando asiento frente a ambos - Sus papeles - Inuyasha y Kagome le dieron las hojas de papel.

- ¿Esto cómo funciona? Solo nos dice que estamos bien y ya ¿No? - preguntó Inuyasha

- En conclusión sí - respondió el médico mientras leía primero una hoja - Higurashi...Kagome - miro a la azabache y sonrió - Todo en orden, eres una mujer muy sana.

- Gracias - sonrió la azabache orgullosa.

- Taisho...Inuyasha - miro al peli plata - todo en orden, pero evita el estrés, tienes tu presión normalmente alta. Recomiendo que vuelvas en un mes para volver a chequear eso.

- Bien - masculló Inuyasha, ese estrés solo se lo debía a su odiosa esposa.

- Es todo, disfruten de su sexualidad segura ¿Preservativos? - ofreció el médico poniéndose de pie.

- Gracias pero tengo los míos - Inuyasha giro hasta la puerta listo para irse.

- Yo sí, gracias - dijo Kagome tomando unos cuantos en su mano derecha.

Inuyasha la observo mientras caminaban fuera de la clínica ¿Para qué quería esos preservativos? Como quería preguntar pero la regla número 3 se lo impedía. ¡Las reglas!

- Ya somos amantes Kagome - hablo Inuyasha fuera de la clínica frente a sus dos coches.

- Oficialmente sí - asintió Kagome - Somos amantes.

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Y aquí un nuevo capítulo queridos ♡♡♡ espero les este gustando ya que me emociona mucho esta nueva historia InuxKag☆

Pregunta seria : ¿Ustedes ven a detalle las imágenes que pongo al principio y final de cada capítulo?