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Bankotsu llamo a su enfermera personal para que viniera rápidamente y auxiliara a Kagome. Cada minuto que pasaba le preocupaba más, la azabache no se movía del suelo pero sí veía que su respiración era demasiada pausada. Se estiro para tocarla y se espantó, Kagome estaba caliente.

— ¿Señor Bankotsu? — se oyó la voz de la enfermera en la silenciosa casa.

— ¡En la sala! — grito en cuanto escucho la voz de su cuidadora.

— ¿Qué pasó? ¿Qué le paso a la señora?

— Ayúdala por favor.

— Esta hirviendo... tiene fiebre — la enfermera con bastante fuerza a pesar de su menudo cuerpo la alzo a Kagome con facilidad gracias a la mecánica corporal aplicada, la llevo hasta la habitación de la azabache que se encontraba en la planta baja a un lado de la habitación de Bankotsu — Hay que llevarla a un médico señor...

— ¡No! — exclamo Bankotsu, sí hacían eso, la familia de Kagome no se despegarían de ella y se enterarían de que la azabache tenía su vida apartada y desconocida por su familia — Llama a nuestro médico, que nuestras familias no se enteren...

— Sí señor.

El médico llegó y su diagnóstico fue sobre esfuerzo, su cuerpo se tenía que tomar un descanso. La fiebre no le bajaba por lo que receto algunos antibióticos y absoluto reposo, al menos hasta que pudiera ponerse de pie sin tambalear.

Pero hay algo que el doctor no podía diagnosticar y eso era su corazón herido por la ausencia en su vida del hombre  al que amaba.

— A penas regresaste hace mes y medio al trabajo y ya estuviste trabajando de más...sino te conociera no sabría que querías hacer, pero te conozco y tú querías que el tiempo pasará rápido cielo — murmuro Bankotsu al lado de la cama de su esposa, sentando en su necesaria silla de ruedas.

Tal vez se arrepentiría de esta decisión, pero era lo único que podía hacer  por el bien de su amada.

°°°

Miroku se mantuvo de pie frente a su nuevo jefe interino, Sesshomaru se encontraba leyendo los informes del día que su mano derecha en la empresa le acaba de entregar.

— Veo que adaptaste la oficina a tu estilo... — comentó Miroku notando el cambio de muebles en la antigua oficina de su mejor amigo.

— Eran muy vulgares para mi estilo, así que los reemplace de acuerdo a mi estilo, moderno y sobrios... — respondió el peli plata sin despegar la vista de los papeles en sus manos.

— Y sí que son sobrios...

—  Miroku ¿Cómo es esto de que la directora de Marketing está con licencia médica? — preguntó Sesshomaru en cuánto termino de leer el informe — ¿No se ha mejorado en 3 días?  ¿Qué tiene?

— Fiebre alta, no logra reaccionar adecuadamente — explicó Miroku tomando asiento  en la silla frente a su amigo dictador.

— ¿En dónde está internada?

— En su casa, un médico va todos los días y tiene una enfermera personal.

— ¿No dices que tiene esposo?

— Tiene cáncer.

— Oh...bueno, firmaré esto pero si no mejora en los próximos dos días mandaré a alguien a verificar su salud.

— Como ordene su majestad.

— Que gracioso — sarcástico soltó Sesshomaru — Consultaré con mi hermano su rendimiento en la empresa, seguro debe sonarle el nombre — despreocupado dijo Sesshomaru entregándole el papel firmado a Miroku.

— ¿Enserio es necesario consultarlo con Inuyasha? — Sesshomaru frunció su ceño de manera sospechosa.

— ¿Por qué? ¿Hay algún problema con eso?

— No, nada. Pero como mano derecha de Inuyasha y ahora tuya, puedes consultarme a mí, solo digo...

— Lo consultare con mi hermano si no te molesta ¿Estás bien con eso? — levanto su ceja de manera irónica. 

— No, es una excelente idea — forzadamente sonrió su colega.

Y justo que Miroku estaba haciendo lo posible para que su mejor amigo no se enterara del estado de su ex amante.

°°°

Sesshomaru era todo menos estúpido, aunque nadie se lo dijera solo había logrado vincular a esa mujer con su estúpido e irresponsable hermano. Seguramente esa mujer tenía algo que ver con la crisis que su hermano menor había pasado semanas atrás. 

Tomo la ventaja del tiempo y antes de que su hermano llegará del trabajo se reunió con su padre para poder hablar sobre esta reciente situación.

— Hola hijo — saludo Inu No al verlo llegar a la sala de su hogar — ¿Qué tal tu día?

— Hola papá —  Sesshomaru se sentó frente a él  — Hay un tema que tocar...

— Dime — Inu No tomo su postura seria prestando atención a su hijo mayor. 

— Iré directo al grano de mi conclusión ¿Sabías que tu hijito tenía una aventura mientras estaba casado?

— Ja'  — se carcajeo el patriarca tomando como broma lo reciente dicho por su hijo — Imposible Sesshomaru...

— Con la terrible esposa que tenía es más que obvio que buscaba o tenía a alguien — Sesshomaru saco de su maletín un par de hojas entregándoselas a su padre — Mi recomendación es despedirla o sugerirla a otra empresa para que no esté involucrada para nada con Corporaciones Taisho.

— Eso no es ético Sesshomaru, no hay que darle castigo por meterse con el estúpido de Inuyasha. Conociéndolo, seguro él fue el primero que comenzó todo... — murmuro después de leer el contenido de las hojas.

— Lee su nombre otra vez... — tranquilo Sesshomaru cruzo sus piernas recostándose en el espaldar del sofá.

— Kagome Higurashi... momento ¿Kagome Higurashi? ¡Es la hija de Naraku! — miro confundido y furioso a su hijo — ¿Esto es verdad?

— Lo es... ¿ahora sí piensas en mí recomendación?

— ¿Naraku mando a su hija a vigilar nuestros movimientos? — mascullo apretando las hojas de papeles en sus manos, estaba furioso.

— No sé nada sobre eso y no creo que sea cierto. Nuestras ganancias y proyectos no se vieron para nada afectados desde que esa mujer trabaja en la empresa.

— ¿Dónde está ahora?

— Tiene licencia médica, al parecer es grave... — blanqueo los ojos Sesshomaru — Podríamos usar esto como...

— ¿Qué dijiste? — ambos peli platas giraron sus cabezas en la misma dirección, Inuyasha estaba de pie en la entrada de la sala.

— Nada — Sesshomaru aparento indiferencia y preparo sus cosas para marcharse de la sala.

— No, dijiste que está enferma y es grave — Inuyasha con sus ojos abiertos avanzo hasta su padre tomando las hojas de papel de sus manos.

— ¿Qué tanto escuchaste? — cuestiono su hermano.

— ¡Lo suficiente para saber qué quieres despedirla por algo que ella no comenzó! — bramo Inuyasha empezando a leer el contenido de los papeles.

— Escuchó todo...— murmuro Inu No.

— Inuyasha es por tu bien, sino no me estaría involucrando en tu mierda — Sesshomaru quiso quitarle de las manos los papeles que leía, pero Inuyasha esquivo su movimiento.

— ¿Dejarla sin trabajo es por mí bien? 

— Inuyasha basta — Inu No se puso de pie — Sabes que esto es lo correcto...

— ¿Aquí está su nuevo domicilio? Tengo que verla... — Inuyasha ignoraba toda la verdad y realidad que su padre y hermano le querían hacer notar.

— ¡Inuyasha alto! — grito su padre al ver la intención de su hijo al querer irse — Déjala, está casada, su esposo cuidará de ella.

— ¡Ni siquiera él se puede cuidar así mismo! — grito Inuyasha.

— Eso es verdad... — murmuro Sesshomaru conociendo la desafortunada condición del esposo de su empleada.

— Es la hija de Naraku, déjala.

— Tu rivalidad con ese hombre no me involucra a mí o a ella.

— Hijo...ella acabará contigo...

— Kagome me ayudo a despertar, ahora es mí turno de ayudarla papá — y sin decir más, salió de su hogar corriendo con prisa, esquivando en el camino a su madre.

— ¡Inuyasha vuelve! — Inu No grito, pero no escucho el regreso de su hijo, al contrario, escucho la puerta ser azotada.

— ¿Pero qué pasa aquí? — exclamo Izayoi haciendo presencia en la sala después de haber escuchado gritos incomprensibles.

— ¡Pasa que tú hijo se volvió loco! — exclamo el patriarca señalando a su esposa.

— ¿¡Ahora es mi hijo!? — respondió de la misma manera auto señalándose.

— Uhh... — Sesshomaru en silencio termino por recoger sus cosas y huyo de la situación de muerte en la que su padre solo se metió.

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