3
Había pasado un tiempo. Casi un año desde que un joven humano liberó a los monstruos de su encierro en el subsuelo.
A casi un año siendo el embajador de los monstruos, Frisk, había logrado mucho progreso. Ayudando a los monstruos a como relacionarse y adaptarse al nuevo mundo que los rodeaba. Costó, pero no era algo tan complicado como cuando sé enfrentó a Asriel Dreemur. Aunque si era agotador. Sin contar las demás cosas que tenía que hacer.
Su madre adoptiva lo mandó a estudiar a una escuela donde ella era maestra. Cosa vergonzosa. Casi tanto como ver a Asgore intentar tener una conversación pasiva con la misma Toriel.
Almenos las vacaciones sé acercaban y no había tantos problemas entré monstruos y humanos, Frisk podría disfrutar de un tiempo de vagancia almenos.
Cómo ahora. Frisk sé encontraba acostado en el piso, escuchando música desde un reproductor de MP3 que fue un regaló de su amigo, Napstablook. Obviamente dicho aparato venía con sus canciones como un extra. El humano decidió ponerse a escuchar la música de su amigo a la par qué sé recostaba en el suelo como esa vez que lo invitó a su casa. Era más relajante así.
-¡Frisk!
Dicho sé medio levantó al escuchar la voz de su madre adoptiva. Quien por cierto, abrió de forma algo brusca la puerta y sé le mostraba una genuina sonrisa en su rostro.
Frisk no recordaba ver a su madre adoptiva tan feliz desde que le dijo que quería quedarse con ella. El humano sé preguntó del porqué ahora la monstruo sé encontraba tan feliz ahora. Al verla mejor, recién sé dió cuenta que le trajo una porción de una tarta, seguramente de caracoles.
-¡Feliz cumpleaños mí niño!
Frisk levantó un poco la vista al escuchar el comentario de Toriel. Luego sé acordó de la fecha de hoy y también recordó que hoy era el día de su nacimiento. Claro, no era un día que le daba mucha importancia, ya qué nunca le celebraron dicho día...
Toriel siguió hablando y felicitando a su hijo adoptivo por su cumpleaños. Frisk sé sentía extraño por este tipo de atención.
Aunque bueno, con Toriel sonando tan maternal y dulce, hicieron de esto una experiencia agradable para el joven humano. Nunca espero que recibir un "Feliz cumpleaños" sé sintiera tan bien.
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-¡Frisk!
Dicho humano apenas pudo salir de su cuarto con su porción de tarta en la mano cuando de repente fue levantado por Papyrus.
-¡Escuché por parte de mí hermano que es tu cumpleaños!-Dijo Papyrus con una amplia sonrisa en su huesuda cara.-¡Felicidades amiguito!
Frisk mostró una pequeña sonrisa por un momento antes de volver a su cara neutral.
-Oh, cierto.
Frisk desvió su mirada para ver a su madre adoptiva quién habló.
-Estaba tan emocionada por este día que no pude contenerme en contárselo a mí amigo, Sans.-Dijo Toriel con una mirada nerviosa.-Aunque... eso fue hace poco. Me sorprende qué te aparecerás tan de repente, Papyrus.
-¡Y perder la oportunidad de ser uno de los primeros en felicitar a Frisk por su cumpleaños! Eso nunca!-Dijo Papyrus con euforia.
-Ejem, sí. Hablando de eso. ¿Podrías bajarlo ahora? Por favor?-Pidió, Toriel mientras sé rascaba un poco su peluda mejilla.
-Eh? Oh! Cierto.-Dijo Papyrus al darse cuenta de que seguía manteniendo levantando al joven humano en el aire.-Nye, je, je. Perdón compañero.
El esqueleto bajó al humano. En ése momento, Sans apareció en escena cerca de Frisk.
-Hey Frisk. Tu madre me dijo que hoy era tu cumpleaños.-Dijo Sans para luego lanzarle un guiñó a dicho joven.-Felicidades, Bro. Un año más cerca de terminar como Papyrus y yo.
-¡Sans!
Papyrus gritó con molestía.
-¡Enserio harás chistes en este día tan especial para mí y Frisk!-Dijo con indignación, Papyrus.
Sans sé mostró calmado ante los comentarios de su hermano, cómo siempre.-Bueno... ¿Que no en las fiestas siempre debe haber un comediante? A todos nos gustas reír de vez en cuándo.
Papyrus siguió mostrándose molestó.-¡Almenos trata de evitar hacer tantos chistes de esqueleto!-Dijo él esqueleto empezando a calmarse.-Que sí no la gente se aburre...
-Tranquilo, bro....-Dijo calmado, Sans para luego guiñarle un ojo a su hermano.-En las fiestas siempre soy un SANStastico comediante.
Papyrus volvió a mostrarse enojado mientras trataba de evitar girarle a su hermano de nuevo.
Toriel sé río un poco, para luego concentrase en su hijo adoptivo.-Frisk.
Dicho humano dejó de prestarles atención a los hermanos esqueletos, para mirar a si madre adoptiva.
Toriel le sonrió de forma maternal.-Tenia pensando en hacer una pequeña reunión hoy de tus amigos más cercanos.-Comentó la mujer mayor.-Por ahora iré preparando algo para dicha reunión. Tenía pensando en invitar a la gente por mí misma, pero luego pensé. ¿No sería mejor idea que mí hijo fuera quien avisara a los demás? Así de paso puedes verlos antes de la reunión.
-Oh! ¡Las fiestas de cumpleaños son increíbles!-Dijo Papyrus con emoción inocente.-Digo, nunca eh ido a una más allá de la mía y las de Sans, pero son divertida! Excepto las de Sans...
Dicho esqueleto movió los hombros de forma vaga.-No sé que le vez de malo, hermano. ¿Que tiene de malo una fiesta con comida y un acto de comedia improvisada?
-Estoy seguro que el ketchup no es una buena elección de comida para una fiesta. Sin mencionar qué el acto de comedia eras tu contando chistes por veinticuatro horas seguidas.-Dijo Papyrus poniendo mala cara al recordar esos días.
-Bah.-Dijo Sans sin darle mucha importancia.
-Y que te parece la idea mí niño?-Dijo Toriel quién seguía hablando con su hijo adoptivo.
Frisk estuvo de acuerdo. La idea le atraía más que quedarse en casa a escuchar los chistes de su mamá y su amigo esqueleto. Sí, era mejor sin dudas.
-Oh! Sé me acaba de ocurrir una magnífica idea!-Dijo Papyrus en un tono emocionado mientras fijaba su vista en Toriel.-Señora Toriel, ¿Que tal sí le ayudo en la cocina?
Toriel sé mostró nervosa ante la sugerencia del esqueleto. Aun así intentó sonreír de la mejor manera que le era posible.-Oh, de verdad? Bueno....
Toriel sé quedó sin palabras. Ella al igual de mucha gente sabía que la comida o más bien espagueti echó por el esqueleto de bufanda roja no era muy bueno enrealidad. Sí, es verdad qué había mejorado con el tiempo, pero para una fiesta ..
-Sabes, Pap?
Sans le habló a su hermano de repente mientras tenía una sonrisa calmada.
-Cómo que te apuraste un poco en venir así sin más. Nisiquiera pensantes en comprar un regalo para Frisk antes de venir aquí?
Papyrus abrió los ojos con incredulidad.-¡Es cierto! ¡¿Cómo pude ser tan distraído?!-Dijo él esqueleto para luego alza el pecho.-¡Debo arreglar este error! ¡Le conseguiré a Frisk el mejor regalo al nivel de mí grandeza! Bueno... Y sí no, le conseguiré algo decente almenos! Nye, je, je, je!
Papyrus sé fue del lugar directamente hacía la salida. Toriel suspiró de alivio y luego le agradeció a Sans por "salvarla" a lo cuál él esqueleto respondió con un simple "meh".
Frisk miró toda la escena manteniendo una cara neutral. Luego procedió a despedirse de su madre y su amigo, para luego irse en la misma dirección que Papyrus, pero con un objetivo distinto.
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Frisk ya había pasado a visitar a varios monstruos con los que tenía una amistad más profunda. Undyne, Alphys, hasta Asgore. Aún sabiendo lo mal que su madre adoptiva lo trataba. El humano no perdía esperanzas de que almenos esos dos sé volvieran amigos.
También había invitado a Monster Kid y pensó en invitar a Napstablook, pero recordó que el fantasma y su primo estaban ocupados en una gira mundial.
Y bueno, sólo le quedaba a una persona por invitar.
Muffet.
La había dejado para el final, pensando que a lo mejor podían charla un poco o ir a su fiesta juntos y aprovechar para charlar un poco también. No es qué no le gustará pasar tiempo con los demás, pero disfrutaba el tiempo con Muffet de una forma especial por así decirlo.
Aparte de que no pasan tanto tiempo juntos. Con el siendo el embajador de los monstruos y ella siendo la dueña de un tienda de postres con temática de araña que ganó popularidad en poco tiempo, tenían sus vidas ocupadas. Frisk tenía que aprovechar el tiempo sí no...
El humano ya había llegado a "Muffet Sweets". Así sé llamaba la tienda de pasteles y demás de Muffet. Frisk dejó los pensamientos que estaba teniendo, pues sentía que estaba exagerando un poco.
Al entrar a la tienda, Frisk llamó la atención de las arañas en un momento entré la miradas de algunos humanos dentro del lugar quienes sé preguntaban cómo es que el pequeño joven no se mostraba aterrado al estar rodeado de arañas. Incluso para los que le fascinaba la temática de arañas le daría miedo Edgar en la situación de Frisk.
Pero no Frisk. El humano sé agachó y le sonrió a las arañas a la par qué saludaba con su mano.
No faltó mucho para que la dueña del local apareciera a la par que Frisk escuchaba algunas risitas.
Frisk sé incorporó y sé ruborizo un poco al ver a Muffet con su ropa de trabajo.
Muffet sólo llevaba un simple vestido morado que le llegaba desde el cuello a las rodillas. También tenía algunos detalles de telarañas en la parte de la falda y algunos bolsillos extras. La monstruo tenía su pelo arreglado en dos moños cómo siempre, su estilo de pelo no parecía querer cambiarlo nunca.
Frisk no sé quejaba, le gustaba su estilo de pelo junto con todo lo demás que siempre lograba llamar su atención. Ojalá supiera describir la manera que le hacía sentir.
-Frisk.
Dicho humano despertó de sus pensamientos al escuchar la voz de Muffet. La joven monstruo le estaba sonriendo con amabilidad.
-Que gusto tenerte de vuelta, Frisk. Uhuhu.
Muffet sé río un poco para gusto de Frisk. Al humano le parecía tierna esa risa.
-Iré a atender en un rato. Ahora estoy ocupada como puedes ver.-Dijo Muffet refiriéndose a los demás clientes del lugar.
Frisk intentó avisarle a la monstruo sobre su verdadera intención de haber venido a si local, pero no fue lo suficientemente rápido, pues Muffet ya estaba volviendo al mostrador mientras que él era arrastrado por un montón de arañas que lo llevaron a una de las mesas que tenía el local.
Frisk puso una cara neutra mientras aceptaba el echó de qué debía de esperar un poco más para poder hablar y explicarles sus razones de estar allí a Muffet.
Bueno, almenos puede estar admirando la decoración del lugar. Frisk aún recuerda como sé veía antes. Le sorprendió lo mucho qué Muffet convirtió el lugar a algo más bello a la vista. Le parecía lógico que el lugar ganará popularidad en poco tiempo incluso con arañas en el lugar.
Frisk dejó de mirar la decoración del local para fijar su vista en Muffet. Ella le parecía más bonita que la decoración en sí. Era bueno ver qué su actitud cambio para mejor, por lo menos para dejar de mirar a la gente como un león miraría a una gacela. Aún recuerda sus comentarios de broma sobre comérselo. Era verdad que no tuvieron una muy agradable primera impresión.
Frisk perdió de vista a la chica cuando la misma sé adentró más a la cocina. El humano ahora no podía hacer más que sólo seguir mirando la decoración, la ciudad a través del cristal y las arañas que estaban cerca suyo.
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El tiempo pasó. Frisk notó como era el único en el local luego de que esos otros humanos sé fueran luego de recibir sus comida. El humano no podía evitar preguntarse cuando aparecería Muffet. Pues no la había vuelto a ver luego de que la misma sé fuera a la cocina. Las arañas fueron las que atendieron a los clientes y no vio rastros de ella.
Frisk luego vió cómo las arañas el pequeño letrero de la puerta de abierto a cerrado. Eso solo lo confundió aún más.
El ambiente sé volvió extraño de golpe. Algo que en sí ya debería de acostumbrarse hasta este punto.
Una de las arañas sé puso enfrente del humano para llamar su atención. Cosa que logró. Cuándo Frisk fijo su atención en ella. La araña le mostró un pequeño cartel con algo escrito:"Muffet necesita tu ayuda en la cocina" decía la nota.
Frisk le parecía raro eso. Pensaba que con sus arañas, Muffet ya tenía la ayuda suficiente, pero tampoco iba a pensarlo demasiado. Sí un amigo necesitaba su ayuda. Él estaba determinado en ayudarlo.
Frisk sé levantó de la mesa y fue directo a la cocina. Solo para ver qué todo estaba oscurecido. El humano sé confundió y al principio pensó que a lo mejor sé había quemado un fusible en la cocina y por eso Muffet necesitaba su ayuda. El castaño sé adentró más y luego-
-¡Sorpresa!
Frisk casi que dió un saltó por la sorpresa cuándo las luces sé prendieron y una sonriente monstruo joven le gritó en la cara de repente. El humano luego reaccionó y sé dió cuenta de que sólo era su amiga, Muffet, junto con sus arañas y un pastel pequeño con algunos detalles de arañas.
Frisk aún estaba algo aturdido cuando Muffet lo abrazó de repente mientras le deseaba feliz cumpleaños.
Sentía como su corazón latía peor que cuándo tubo que huir de Undyne por primera vez. Aunque no describiría este sentimiento como miedo. Más bien, algo más cálido .
-Hoy ví a tu amigo huesudo todo alterado.-Dijo Muffet, sacando a Frisk de si pequeño trance.-Vino a preguntarme sobre sí tenía alguna idea de que le podía regalar a un amigo humano muy especial para él.-Dijo la joven monstruo entré algunas risitas.-Obviamente me dí cuenta de que eras tú. Así que preparé todo ésto. Esperó te guste.
Gustar sonaba poco en opinión de Frisk. Le encantaba el saber todo el esfuerzo que tubo que hacer su amiga para darle está sorpresa. En su mente le agradecía a su amigo esqueleto por ser tan poco discreto está vez.
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-Hmm, cómo que de repente me entraron ganas de estornuda.-Dijo Papyrus, quién sé encontraba en una tienda de ropa.-Espera, nisiquiera tengo nariz.
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Muffet sonrió con gustó.-Me alegro qué te haya gustado tu sorpresa, cariño. Uhuhu~
Frisk sé ruborizo ligeramente, otra vez. De verdad que quería saber cómo describir esté sentimiento.
Muffet cortó el pastel en una pequeña porción para luego dárselo al humano.
-Feliz cumpleaños, Frisk.
Muffet volvió a felicitar a dicho humano. Su voz sonó más suave y sincera que la primera vez que lo felicito.
Frisk sonrió mientras su sonrojó aumentaba un poco más.
-Gracias.-Dijo el humano mientras aceptaba la porción del pastel.
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El día pasó muy cortó para Frisk. Lo que significa que la paso bastante bien luego de su encuentro con Muffet. Más felicitaciones, regalos y sorpresas vinieron luego de eso.
La verdad que para ser la primera vez que festejaba su cumpleaños la pasó realmente bien. Hasta estaba decepcionado que el día terminase, tanto como para querer volverlo a vivir de alguna forma.
Pero dejando de lado esos pensamientos. Frisk sé encontraba despidiéndose de Sans y Papyrus, hasta qué sintió un pequeño toque en su cuello que le causó cosquillas.
Muffet le había echo un pequeño toque para molestarlo un poco.
-Uhuhu~ fue divertido este día, Frisk.-Dijo Muffet con una sonrisa traviesa.-Gracias por invitarme... de verdad.
Frisk le sonrió para luego sorprenderse un poco al ver cómo Muffet sé acercaba mucho más a él.
-Tengo otro regalo para ti, cariño~
Frisk estuvo nervioso hasta qué Muffet le mostró un cupón para un postre gratis en su local. Válido hasta el 17 de septiembre. Osea, vamos, que el cumpleaños de Frisk es en 15 de septiembre. No le quedaba casi nada de tiempo al cupón.
Frisk miro neutral el cupón. Muffet aprovechó el momento para darle un pequeño beso en la mejilla. El humano fue tomado por la guardia baja y sus ojos sorprendente sé abrieron por la sorpresa.
Muffet sé río al ver la reacción del chico a la par qué ella misma también sé encontraba algo sonrojada por lo que hizo.
Frisk tardó en volver a la realidad y cuándo lo hizo, Muffet ya sé encontraba despidiendo a lo lejos.
El humano la miró hipnotizado un segundo, para luego sonreír ligeramente mientras le devolvía el gesto.
Cuándo Frisk la perdió de vista, sé dió la vuelta para ver a una monstruo cabra con una cara que delataba lo emocionada que sé encontraba.
Frisk sentía que un momento incómodo estaba apuntó de ocurrir...
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