Capítulo 32 - Un chico tan perfecto como Ryan
Capítulo 32
-Oh por Dios- Me paré enfrente de el -¿Esto es lo que yo creo?-
-¿No me vas a dar la bienvenida al instituto pitufa?- Dijo Francis.
No puedo creer lo que está frente a mi. Mi hermano con el uniforme del instituto.
Esto es tan irreal que me hace dudar, pero se que es real. Tiene lógica. A el solo le quedaba una expulsión para llegar aquí. Evidentemente ya no le queda ninguna.
-¿Qué haces aquí?- Dije y lo abracé.
-Un idiota se metió con Kevin y recibió su merecido- Saludo a Jade y a Nara que se nos habían unido. -Además tengo que cuidar a mi hermanita de un par de gilipollas- Miró sin disimulo a Caleb y eso hizo que mi mente volara a la última vez que ellos se vieron en la fiesta.
Gilipollas, eso le había dicho ya antes mi hermano y con la mirada que le hecho estaba más que claro que se refería a él.
Escuche como la silla rechinaba contra el suelo de golpe cuando Caleb se paraba. Evidentemente las palabras de mi hermano no le habían gustado ni un poco, pero Thomas lo frenó antes de que mi hermano se metiera en su primera pelea del instituto.
-Francis ¿Verdad? - Se acercó Ryan a nuestro círculo. Lo mire con el ceño fruncido. ¿Ellos se conocían? Es decir, creo que ellos habían cruzado palabras no muy amistosas en alguna que otra fiesta porque mi hermano era muy celoso pero no creo que siquiera lo recordarán.
-Si ¿Te conozco?- Le pregunto mi hermano.
-No- Puf, evidentemente no se acordaban y yo que me preocupaba. -Soy Ryan, tu compañero de cuarto-
Algo me dice que Ryan si se acordaba, pero no quería tener problemas con mi hermano ya que, como nos acabamos de enterar todos, compartirán cuarto. Pero por el lado de mi hermano estaba segura que ni lo recordaba, él había alejado tantos chicos de mi y bueno, por algo le digo troglodita.
Ellos se estrecharon la mano.
-Ven, me dijo el consejero que te muestre donde, nos vemos chicas- Dijo, me guiño un ojo sin que mi hermano lo viera y comenzó a alejarse de nosotros. Mi hermano nos hizo una seña a modo de saludo y se fue tras de él.
Me giré y a lo lejos vi a Caleb mirándome al mismo tiempo que Thomas tenía una mano en el hombro y le hablaba muy de cerca tratando de calmarlo aparentemente.
Suspiré.
No pienso de hacerme cargo de eso. Con que no se maten por mi está bien.
................
-Me crucé a tu hermano recién, me dijo que cuando puedas le alcances su chaqueta- dijo Jade entrando al cuarto y dándome la excusa perfecta para dejar de estudiar.
-Gracias, voy a llevarsela-
Abrí el armario para agarrarla y mis ojos fueron también a la camiseta que Caleb me había dado el día de la fiesta.
Mi yo madura había dicho que se iba a devolvérsela en cuanto lo vea, pero cada vez que lo veía no podía evitar pensar en qué me había mentido y en qué se había besado con Giovanna horas después de que nos habíamos peleado.
Mierda. Ya se la daré a Thomas para que se la dé en algún momento para dejar de tener que verla cada vez que abro mi placard para sacar cualquier puta cosa.
Tome la chaqueta de mi hermano y me dirigí a su cuarto, esquivando a todos los cuidadores que custodiaban el sector de chicos.
-Francis, abreme rápido, soy Aria- dije golpeando la puerta algo nerviosa, no tenía ganas de pasar tiempo en detención por la estúpida chaqueta de mi hermano.
La puerta se abrió luego de unos segundos.
-¿Porque tardaste tanto idiota? ¿Te estabas haciendo una paja?- dije entrando de golpe. - Ay, lo siento, pensé que eras mi hermano- dije cuando vi que el que me abría la puerta no era Francis sino nada más ni nada menos que Ryan, sin camiseta para la suerte de mis ojos, algo bueno tuve que hacer en mi vida para tener este honor.
-No pasa nada, me estaba cambiando por que recién vengo de darme un baño- dijo colocándose una camiseta - Y no, hoy no me hice una paja, aun - lo vi tratando de sonriendo coqueto y desordenando su cabello todavía húmedo, cubrí mi cara avergonzada - Si quieres me puedes ayudar con mi tarea diaria- dijo con doble sentido volviendo a acercarse a mi.
-Veo que mi hermano no está- dije alejándome un poco para cambiar de tema y evitar el papel lamentable que estuve haciendo desde que llegué a la habitación.
-Evidentemente no, porque sino no te hubiese hecho ese comentario, aprecio mi vida ¿Sabes Aria? - Reí. El ya había visto como mi hermano alejaba a algunos chicos que se me acercaban, incluso algunas veces simplemente de forma amistosa.
-Tiene lógica- dije poniendo la chaqueta de mi hermano en el respaldo de la silla.
-Hace bien, yo te cuidaría también si te tuviera- Me senté en la cama de mi hermano y lo miré levantando una ceja. - Como hermana, digo- reí negando con la cabeza.
-Tu no cuidas a tu hermana- dije recordando de que él prácticamente ignoraba a Giovanna.
-Es verdad, pero ella no es como tu-
-¿Y como soy yo?
-Tu eres preciosa, por dentro y por fuera- se acercó y se agachó hasta la altura de mi boca, si quisiera ahora mismo podría besarlo.
-Y eso es justo lo típico que le debes decir a todas las chicas- puse una mano en su pecho que no se movió cuando lo empujé y sentí como vibraba al reírse.
-Tal vez, sin embargo eres la primera chica del instituto que tiene el placer de estar en mi cama- Miro la cama y me paro rápidamente, él se pone derecho al mismo tiempo, aun así quedamos muy cerca.
-Pensé que era la de mi hermano- El río- Igual no te creo que soy la primera-
-Que mal concepto tienes de mí ¿Que puedo hacer para que lo cambies, Aria? - Paso sus manos por mi cintura. Escuchar mi nombre salir de sus labios con su voz ronca era sexy pero no despertaba lo mismo en mi que cuando Caleb lo hacía.
Mierda. Que hago pensando en Caleb cuando tengo un chico tan perfecto como Ryan delante de mi.
-¿Alguna idea? - Insistió Ryan.
Que se vaya al carajo todo, dicen que un clavo no saca a otro clavo pero nadie dijo que no me pudiera divertir mientras que elimino al innombrable de mi mente.
-Sorpréndeme- dije y él no dudó un segundo en estampar sus labios contra mis labios.
..........................
-¿Entonces que? - Preguntó Jade por lo bajo.
-Nada, no pasó nada, solo nos besamos y después me fui- Contesté igual de bajo.
-¿Algo para compartir con la clase Harrison? - Preguntó la profesora de biología.
-Emm, no- Dije algo nerviosa.
-Entonces continúe haciendo sus deberes en silencio- Dictaminó.
-Creo que quiere saber si lo hicieron o no con Ryan- dice mi compañera de banco y luego nos reímos.
-Callate idiota- Si, nos amamos.
Entonces un papelito cae encima de mi mesa. Viene de parte de Thomas que es el que se sienta en el banco de mi derecha, donde antes se sentaba Caleb pero desde que volvimos de vacaciones misteriosamente cambiaron de lado en su banco.
Pensé que era para Jade entonces se lo paso. Ella lo abre y siento como luego de leerlo me codea y me muestra el papel.
"Aria:
Podrías dejarme en tu asiento unos momentos? Porfa tengo que hablar algo con Jade.
Thomas"
Miré a Thomas y luego a mi amiga.
Dejarle mi asiento significaba tener que sentarme en el suyo, es decir, al lado del innombrable.
-No tienes que hacerlo si no quieres- dice Jade y me pone la mano en mi hombro.
Pero soy demasiado orgullosa y no dejaría que Caleb sepa cuánto en realidad me afecta.
-No hay problema, Thom- Le digo por lo bajo y tomo mis cosas para cambiarme de asiento sin siquiera mirar a Caleb o a Jade o a Thomas.
Me metí en mi mundo y me puse a hacer los deberes, como se suponía que debería haber estado haciendo la última media hora y no contandole a Jade lo sucedido ayer con Ryan en su habitación.
Nervios, pocas veces me había sentido tan nerviosa en mi vida.
De repente sentí cómo la rodilla de Caleb tocaba la mía sin intención alguna y junto a eso una vibración en todo mi cuerpo que me dejó con el corazón acelerado. Por esto me mantenía alejada de él, causaba que me ponga como una idiota.
El rompió el contacto.
Nos miramos a los ojos fijo por un par de segundo como no habíamos hecho hace mucho tiempo.
Volví mi mirada a mis deberes como si leyera algo, pero mi mente estaba muy lejos de los apuntes.
No lo permitas Aria, tu eres fuerte. No lo dejes, no se lo merece.
Entonces siento como en un movimiento brusco Caleb agarra su cuaderno y lo abre en alguna hoja de por el medio vacía y escribe algo intranquilo. Arranca la hoja y la pone por encima de los apuntes que yo fingía leer.
"Aria, deberíamos hablar. Puedes después del almuerzo?"
Eso era lo que decía en la hoja.
Se lo pase enojada sin siquiera tomarme el tiempo para leerlo con claridad.
Volvió a escribir y lo volvió a pasar.
"Se me ha ido la olla, lo admito. Podrías darme la oportunidad de hablar las cosas más calmado"
Mire mi reloj, el timbre sonará en cualquier momento.
Guarde mis cosas y tome su lápiz y le conteste. Lo sentí sorprendido y ansioso por mi respuesta.
"Si, tienes razón, se te ha ido"
Le pase la hoja y el lápiz. Comenzó a escribir pero antes de terminar sonó el timbre dejándome con la duda de lo que había escrito por que por más de que me moría por saber me paré y me fui.
Ignore el golpe que escuché que le dio a la mesa y se me fue el apetito. Creo que prefiero dormir un rato antes que ir a comer.
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