Capítulo 30 - Cien mil pedazos


Capítulo 30

Esta noche me iba a emborrachar como si un hubiese mañana. Estaba más que decidido.

Esta noche volvía la Aria que me gustaba ser, una sin sentimientos que solo buscaba divertirse.

Esta noche no me va a importar absolutamente nada.

Esta noche iba disfrutar del momento.

Subí el volumen del estéreo del auto de mi hermano disfrutando de la música. Subí mis manos y mene mi cadera para luego escuchar la risa de Alexa que se encontraba en los asientos de atrás. Yo reí también y tomé de la botella de bebida alcohólica que tenía en mi mano. Francis negó con la cabeza sin despegar los ojos de la carretera.

Mire mi celular. Y le indique a mi hermano que debía doblar hacia la derecha. Estábamos a pocas cuadras de la casa de Nara.

Según google maps llegaríamos en 8 minutos. Pero con lo rápido que manejaba mi hermano estaríamos seguramente en la mitad del tiempo.

Bajamos del auto cuando llegamos y un auto freno detrás nuestro, vi como los amigos de mi hermano bajaban también. No se como había hecho para convencerlos de venir a una fiesta que era del otro lado de la ciudad pero lo había hecho.

Comenzamos a caminar todos hacia la entrada. Sentí como alguien pasaba una mano por mi cintura. Me giré y vi el rostro de Kevin sin mirarme con una pequeña sonrisa.

-No quiero que te caigas, princesa- Dijo Kevin riendo por el apodo con el que se refirió a mi, el sabia que lo odiaba y por eso lo decía.

¿Por qué la gente insistía en llamarme por apodos? Mi nombre es Aria, no creo que sea tan difícil.

Para llegar a la entrada había que caminar por un pequeño patio, el pasto no era muy buen amigo de los tacos.

-Primero la invitada, luego los que nos auto-invitamos - Dijo uno de los amigos de mi hermano, entonces con Kevin a mi lado me acerque a la puerta. El dejo caer su mano a su costado. Toque timbre y Nara no se dio a esperar.

-Cielos, pensé que no ibas a venir- Me abrazo a modo de bienvenida.

-Vivo un poco lejos ¿Sabes?- Dije en forma de reclamo, pero con una chispa de broma.

-Veo que no viniste sola- Grito un poco por que la música estaba un poco alta. Nos dejó pasar, todos la saludaron y se adentraron en la casa.

-Traje a la manda- Dije riendo.

-Genial, sientanse como en su casa- Dijo mirando específicamente a mi hermano con una sonrisa en su cara -Solo no rompan nada- Dijo esta vez mirando a todos -Vayan a buscar algo para tomar, por allí esta la cocina- Señalo. Todos mis amigos se fueron hacia donde indico mi amiga para dejar las bebidas que habían traido.

-Linda casa- Dije amable. Ya que me quede en la puerta con ella.

-Sabes, no pensé que serias tu la que llamabas a la puerta- Puso una mano en mi hombro -Justo había recibido un mensaje de Caleb que decía que estaba...- No pudo terminar la frase por que el timbre sonó fuerte sobre la música. -Oh, ha llegado tu chico ha llegado-

Mierda.

-Llegaste- Dijo Nara abrazándolo después de abrir la puerta. Se movió con tanta rapidez que no me dio tiempo de alcanzar a escaparme.

Cuando se separó sentí  y Caleb me miro fijo a los ojos sentí mi alma congelarse, como podía tan sencillamente estar tan sexy. Solo tenía unos pantalones negros ajustados y una camiseta blanca. Tragué la saliva que en no se que momento se había acumulado en mi boca.

Se tiró su pelo hacia atrás y luego puso ambas manos en sus bolsillos delantero.

-Reis- Dije a forma de saludo, sin ningún contacto físico. El miro hacia otro lado para luego mirarme y recorrer mi cuerpo de abajo hacia arriba, sentía que sus ojos me quemaban.

-Harrison- Asintió con la cabeza.

Mire a Nara quien nos miraba confundida. Por supuesto, la última vez que nos había visto probablemente nos estábamos besado y no se esperaba menos para este momento.

-Emmm, yo...- Dijo Nara super incomoda.

-Voy a buscar algo para beber- La interrumpí – Nos vemos luego-

La verdad es que me metí a la primera puerta que vi y aproveché para mojarme la nuca con el fin de relajarme un poco ya que dadas las casualidades había entrado a un baño.

Luego tomé fuerzas y respiré hondo para salir del baño.

Era una idiota, yo sabía que me lo iba a cruzar si venia. Era obvio, pero si no venía el sabría que me había afectado más de lo que me gustaría admitir en voz alta.

Escuche la voz de mi hermano gritando algo que no tenía mucho sentido y siguiendo su voz llegue a la cocina. Ahí estaban Jude y Thomas.

-Como puede ser que encontré primero a tu hermano- Dijo riendo Jude. La mire extrañada hasta que vi a Thom a su lado riendo un poco mientras la miraba.

-Hola amiga- La salude con un abrazo- ¿Cómo es que ya esta borracha- Le pregunté a su chico.

-Ronda de chupitos- Contestó. Yo negué con la cabeza.

-Si no bebes uno me ofenderé- Jude se soltó del agarre de Thom y me arrastro a la mesa/isla del centro de la cocina, donde estaban mi hermano, un par de sus amigos y gente que no conocía.

-Sírvele uno- Le dijo mi amiga a un rubio que estaba por ahí.

-No creo que...- Intente decir antes de que me interrumpieran.

-Si, si es una buena idea- Me paso en chupito –Me enteré que te has pelado con Caleb, no se que sucedió, pero...-

-Tienes razón- Esta vez la que interrumpió fui yo –Si es una buena idea- Tome el chupito. Antes de que quiera volver a hablar volví a hablar yo –Y no quiero hablar del innombrable, así que...-

-¿Ha vuelto a ser el innombrable?- Pregunto Jade entre risas, nunca la había visto tan alegre.

-Si- Dije y revolee mis ojos. Tome otro chupito que le habían servido a un chico que estaba al lado mío escuchando la queja. Vi como que estaba dudando de su respuesta entonces decidí hablar yo –A bailar, bebe- Tomé el chupito que había robado.

-Despacio, Aria- Me miro de mala manera Kevin que de la nada apareció a mi lado. Lo ignoré y comencé a ir hacia la pista improvisada que había en el living de la casa. Había un par de sillones que se notaba que habían corrido en las esquinas de la casa.

-Ve yendo, en un segundo estoy- Me dijo Jude soltándose, creo que quería ir a mear o algo por el estilo, me encogí de hombros mientras que caminaba de espalda por el pequeño pasillo que me llevaba al living.

Cuando me di vuelta vi a Ryan caminado hacia mí y por detrás de su hombro a su hermana hablando con otras chicas que al parecer eran sus amigas.

Ryan estaba vestido con un jean claro que marcaba sus trabajadas piernas, una remera simple y una camisa a cuadros abierta por encima.

-Mira lo que el viento me trajo- Dijo cuando estábamos cerca ya en el living –Una bella flor- dijo en broma pasando pelo que estaba en mi cara por detrás de mi oreja.

-De hecho me trajo mi hermano- Me encogí de hombros bromeando también.

-¿Debería tener cuidado entonces?- Pregunto con una sonrisa picara.

-Probablemente- Reí. Luego de eso se hizo un pequeño silencio entre nosotros dos, como si ninguno de los dos tuviera mucho que hablar con el otro.

-Así que estas soltera de nuevo- Lo miré fijo como giraba su cabeza como un perrito cuando no entiende algo.

¿Cómo lo sabía?

Podría habérselo dicho Jade pero ella había estado conmigo o Thomas desde que llegue, además que cuando llegue creo que no habían llegado los hermanos todavía.

Por otro lado Nara no creo que tenga totalmente confirmado que Caleb y yo habíamos terminado con lo nuestro mas allá que no me imaginaba a ninguna de mis dos amigas diciéndoselo.

Mucho menos a Thomas o a Caleb.

Mi hermano ni siquiera creo que sepa de la existencia del chico que tengo enfrente justo ahora mismo.

Mi cabeza parecía que iba a arder.

¿Acaso Giovanna que estuvo, esta y seguramente estará detrás de Caleb había recibido la noticia de parte del susodicho? 

Eso significaría ellos estuvieron hablando entre ayer y hoy justo cuando yo estuve pensando todo el día encerrada en casa.

-Así que le atiné- Confirmo con mi silencio. Volví a mirarlo y él tenía una sonrisa en la cara, no entiendo –No te rayes, solo lo supuse por que el está mirándonos estando juntos solos y todavía no ha venido a marcar territorio como un perro- El indico con la cabeza hacia un lugar que estaba atrás mío disimulado apoyando la mano sobre la pared.

Es decir que mis teorías habían estado yendo mas lejos de la realidad.

-¿Me has sacado información a mentira/verdad?- Le dije tratando de desviar el tema hacia otro lado que no tenga que ver con Caleb y lo que paso.

El había utilizado la típica táctica que usas cuando afirmas algo que no estás seguro como si supieras la información.

-¿Acaso se acabó el amor?- Pregunto acercándose para no tener que gritar tanto sobre la música o eso quería creer yo.

-Creo que no estoy hecha para el amor- Sonreí me encogí de hombros.

-No lo creo- Sonrió con ¿Pena?, no lo se. Pero antes de que pudiera decir algo su sonrisa cambio a una coqueta. -Por cierto, estas muy guapa, pero seguro eso ya te lo han dicho- Dijo mirándome de arriba abajo yo estaba con un top blanco y una pollera color rosa claro al cuerpo, sencillo. Raro esos colores en mi. 

No era el primero que me miraba así.

-Eres el primero-

-¿Entonces me merezco una vuelta como recompensa? - Se acerco a mí. Retrocedí hacía el pasillo por el cual había pasado anteriormente.

-No, no- dije juguetona. Entonces él se acercó más a mí y me tomó por la mano obligándome a girar. Reí, definitivamente divertirme era lo que necesitaba. Luego de girar hizo que mi mano agarre su cuello.

-Tonto- lo empuje un poco jugando. Lo que no me esperaba era que alguien esté pasando justo por detrás de el con un vaso en su mano, el resto es obvio. -Lo siento- estaba realmente apenada.

-No pasa nada- Contesto el tratando ver su camisa por detrás puesta, tarea algo tonta e imposible.

Lo empuje al baño para enjuagar su camisa. Ambos entramos y el cerro la puerta.

-Sácatela- Le dije ayudándolo a sacarse su camisa dejándolo con su remera.

-Sabía que tenías ganas de desnudarme, pero no me esperaba que fuera tan rápido- Bromeo. Yo me reí apenada.

-De verdad lo siento-Era como la cuarta vez que le decía. Me sonrió con su camisa en la mano y pareció que iba acercarse. Nerviosa la tome y me dí vuelta.

Ahora me encontraba enjuagando la camisa, sentía la mirada fija en mi cuerpo. Cuando terminé la colgué donde se colgaban las toallas, me di vuelta para mirarlo y lo tenía más cerca que antes y por lo tanto mas cerca de lo que era salúdale para una chica como yo.

-No tiene importancia, tranquila- E inevitablemente mis ojos se fueron a su boca y el hizo lo mismo, creo que me acerque instintivamente y lo besé. El beso comenzó lento pero parecía que se iba a prender en cualquier momento cuando alguno pierda el control.

El me siguió el beso por un momento pero luego se alejó. Cuando intente acercarme de nuevo fue cuando hablo.

-No conozco la receta para el mal de amores, pero me sentiría algo usado si fuera el clavo que saca a otro clavo-

-Oh, lo siento, no quería...- Dije apartándome un poco apenada.

-Deja de disculparte, maldición- Dijo acercándose a mi tomando mi mentón con su mano–No sabes las ganas que tengo de estamparte contra esta pared y besarte, pero eso no te hará sentir mejor- Abrió la puerta, salió, parecía algo enojado. Luego se frenó, se giro y me miro mas tranquilo –Esta noche necesitas amigos, alcohol y diversión. Así que a bailar Aria- Tiró de mi hacia la pista.

En menos de un minuto ya estaban conmigo Jude, Nara y un par de chicos que no conocía, pero eran amigables y si Caleb andaba por ahí no tenía la menor idea porque lo último que quería hacer es verlo.

Estuvimos bailando un largo rato hasta que me agarro sed.

-Vuelvo en un segundo-

Fui a la cocina, le pedí un trago a un chico que estaba por ahí.

Cuando volví a la improvisada pista de baile por esas casualidades de la vida lo vi.

A Caleb.

En una esquina.

Apoyado contra la pared.

Pero no lo vi solo.

Lo vi besándose nada más ni nada menos que con Giovanna.

Sentí como mi corazón se rompía en cien mil pedazos porque ya estaba roto en mil antes de venir aquí.

Ellos parecían estar disfrutando tanto de su momento, como si nadie pudiera verlos.

Hice fondo blanco con el vaso que tenía en mi mano y joder, creo que necesito otro trago. 

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