Capítulo 29 (1/2)

-Siiii- Grita Nara alcanzándonos a Jade y a mi pasando sus brazos por nuestros hombros. -Vacaciones bebes- Jade ríe.

-Creo que si tenía un examen más mi mente colapsaba- Respondí yo. Hoy, viernes, había pasado mi ultimo examen de este semestre.

Habían pasado casi dos semanas de lo que venía siendo el picnic y había estado todo bastante tranquilo con respecto a mi vida amorosa y mis amigos. Caleb y yo seguíamos tomándolo con calma pasando tiempo juntos cuando ambos teniamos tiempo. Thomas y Jade por otro lado ya estaban de novios oficialmente. Nara seguía igual de divertida como siempre, teniendo sexo casual con un chico de un curso mayor al de nosotras de vez en cuando. Con Ryan hablábamos aveces. Lo mismo sucedía con Ashton al cual iba a visitar para distraerme algunas noches cuando en mi acelere de tanto estudiar me agarraba insomnio y no podía dormir.

En cuanto al instituto, estas dos semanas fueron puras de exámenes, no despegue mis ojos de los libros exceptuando para ir a comer, rendir o dormir.

Pero todo eso al fin había terminado y ahora teníamos una semana de vacaciones para disfrutar y descansar de aquella tortura de esta maldita cárcel.

Ahora nos encontrábamos compartiendo nuestro almuerzo todos juntos. Ya que, aunque parezca extraño porque solo es una semana dame vacaciones sabíamos que nos íbamos a extrañar, vivir aquí era como convivir todo el tiempo. Aunque no creo que ninguno lo fuese a admitir en voz alta.

-Ahhhhh- grito Nara yo me lleve la mano al pecho. La mano de Caleb que reposaba tranquilamente en mi pierna me apretó por unos segundos para luego relajarse-Me he olvidado de contarles algo-

-Maldición Nara, casi nos das un infarto a todos- Dijo Caleb.

-Es que me he olvidado de contarles que mis padres llamaron-

-¿Y?- preguntó Jade molesta por tanto griterío.

-Me dijeron que se van a ir el fin de semana de viaje y que puedo hacer la fiesta en casa- Dijo para luego aplaudir ella misma con sus manos emocionada.

-¿Y no podrías habernos evitado el susto?- Preguntó Thomas.

-No, será genial- Dijo ella y nos pasó una hoja para que apuntemos nuestros números de celular. Dijo que haría un grupo de whatsapp y nos pasaría la dirección.

El tema de que hagamos una fiesta en esta semana que teníamos de vacaciones estaba mas que claro. Pero el asunto principal era en dónde.

Para empezar todos vivíamos muy lejos el uno del otro. Ryan vivía cerca del instituto, pero lejos de nuestras casas entonces no convenció la idea de hacerla e su casa.

Luego de una larga charla llegamos a la conclusión de que la casa que mejor nos quedaba a todos era la de Nara, estaba por decirlo así en la ciudad que nos quedaba mas o menos a una hora a todos. Y se que eso es un montón pero era lo mejor que habíamos conseguido. De otra forma a algunos les quedaría a media hora y a otros a dos horas y no sería justo.

El problema radicaba en que no sabíamos si los padres de Nara nos iban a dejar la casa. Pero mi amiga los había convencido.

De no ser así iba a ser en mi casa. Pero mi comportamiento la última vez que nos vimos dudaba que mis padres accedieran.

-Ahora me dijo que si para el otro día a la noche cuando volvía no estaba todo en orden me iba a cortar la cabeza, asique tendrán que ayudarme a acomodar todo- Dijo antes de dar su último bocado Nara. Todos coincidimos de que estaba bien.

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Un par de horas mas tarde ese mismo día al instituto me fue a buscar mi hermano Francis, el cual saludo a mis amigos y nos fuimos después de un abrazo con cada uno. Simulando que con Caleb éramos solo amigos, porque mi hermano le iba a cortar la cabeza.

Al llegar a casa fuimos a cenar a un restaurante de lujo mi familia y yo. Claro, como si con esta cena pudieran reparar el haberme abandonado en un instituto.

El resto de los días los había pasado junto con mi hermano saliendo al cine o a pasear simplemente, comprando ropa y esas cosas. Ignorando a mis padres que tampoco estaban mucho en casa.

-Niños escuchen- Dijo mi padre llamando nuestra atención mientras miramos una película. De todas formas lo ignoré. Mi hermano que pasaba un brazo sobre mis hombros y sostenía las palomitas sobre su regazo le aclaro que estábamos ocupados mirando una película -No importa, pongan un segundo en pausa eso y escuchen-.

Yo rodee mis ojos y me estiré sobre el sillón para alcanzar el control remoto de la televisión. Esta vez si me giré para observarlo.

-¿Que sucede papá?- hablo el troglodita a mi lado.

-Mañana viernes tendremos una cena de negocios porque se va a integrar un socio nuevo a nuestra empresa, los quiero ya listos a las 20 hs aquí. De más está decir que es formal- Luego de decir eso se fue sin dejarnos tiempo a contestar.

Suspiré. Tocaba de nuevo hacer de la familia perfecta y encontrarme al repugnante del señor Graves.

-No quiero ir- Cubrí mi cara con mis dos manos –No quiero pasar mi viernes de vacaciones en una estúpida cena de negocios-

-Ve el lado positivo, podrás comprarte un vestido nuevo- Francis me consoló pero no funcionó -y si quieres, después podemos ir a alguna discoteca ¿Vale?- Me dijo sacudiendo un poco su abrazo.

-Vale- Me había convencido. Se que el no quiere tener problemas con mis padres. Cuanto mejor los pueda evitar mejor, por eso simplemente asistía a sus cenas y lo dejaban en paz.

Por mi parte, me habían ofrecido ir a una discoteca, y lamentablemente la fiesta era mi talón de Aquiles, no pude negarme.

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Estaba vestida con un vestido negro ajustado hasta la cintura  con unos pocos brillos y después se habría en una pollera de ceda un tajo al costado. Era sexy pero discreto.

Mi hermano de traje estaba a mi costado y adelante mío mis papas.

Estábamos entrando al salón de un prestigioso hotel donde iba a suceder la cena. Cuando mis papas se corrieron de adelante nuestro hice un paneo general a los que estaban en la mesa. Muchos socios y sus familias. 

Pero en eso sentí mi sangre congelarse. Esto si que no me lo esperaba.

Flashback

-Me vas a extrañar- paso sus manos por mi mejilla y luego las llevo a mi cuello. Estábamos solos.

-Por supuesto que si- Admití, ya no había vergüenza entre nosotros dos. Puse mis manos sobre sus hombros. Habíamos prometido no ocultarnos nada y esto incluía las cosas grandes y las chicas. -¿Y tú?-

-Claro- Y después de eso se acercó a mi para besarme pasando sus manos por mi cintura pegando nuestros cuerpos. Nos acoplábamos perfecto, era como si nuestras bocas se hubiesen creado para juntarse.

-Ya debo irme- Conteste casi sin separarme, tanto el como yo lo sabíamos.

-¿Nos vamos a ver de nuevo verdad?- Me dio un beso corto.

-Si- le respondí. Nuestras bocas volvieron a juntarse. Y sentí como pasaba su lengua por mi labio inferior pidiendo permiso para entrar a mi boca. Sentí como apretaba mi cintura con una de sus manos y suspiraba, casi como un gemido. Era como si su cuerpo quisiera decirme algo. -Ya, tengo que irme- Dije sobre su boca riendo.

Le di un último beso y luego juntando fuerzas me separé y abrí la puerta para salir.

Esto no es posible, se supone que no nos volveríamos a ver antes de lo planeado. Pero el problema no era verlo en ese traje que le quedaba extremadamente sexy. El problema era verlo aquí, en este contexto.

¿Que haces aquí Caleb?