Capítulo 18 - Troglodita
Décimo octavo capítulo
-Aria Harrison despierta- Mis ojos se abrieron como platos, esa voz la reconocí y fue como un balde de agua fía ¿Qué hacia el aquí?. Me pare tan pronto como pude y trate de acomodar un poco mi pijama. Abrí la puerta y me encontré con su imponente presencia frente a mi puerta.-Estoy llamando desde hace 10 minutos-
-Lo siento no he dormido muy bien- Conteste mientras el consejero Jasón se abría paso entrando a por mi puerta. Mire mi reloj, eran las 11 de la mañana, había perdido la mayoría de mis clases. Suspire.
-Yo creo que estabas durmiendo demasiado bien, por eso no la abrías- Su mirada recorrió toda mi habitación y yo fruncí el ceño. Se acerco a el ropero y lo abrió, buscaba algo.
-No hay nadie mas que yo en esta habitación- Me cruce de brazos sobre la puerta que el había cerrado. El ignoro mi comentario y reviso debajo de las camas y el pequeño baño que teníamos.-Deberías confiar más en mi...-
-No me digas lo que tengo que hacer- Se acerco a mi y me tomó por el brazo acercándome a él-¿Y quien te dio el permiso para tutearme?- Dijo haciendo referencia al 'Deberías' en vez de 'Debería' como corresponde tratar a una autoridad.
No respondí y mire hacia un costado, no le iba a pedir disculpas, era demasiado orgullosa como para hacerlo. Él se acerco a mi cuello, por un momento pensé que lo iba besar pero no lo hizo.
Roso con su nariz la zona y un escalofrió recorrió mi cuerpo lo que provoco una risa de su parte. Eso me hizo caer a la realidad, me estaba comportando como una cría dejándolo acercarse así a mi si decirle nada, lo empuje.
-Te están esperando abajo- Dijo todavía con una sonrisa arrogante en la cara.
-Gracias- Le respondí abriendo la puerta dejándole espacio, era una manera sutil de decirle que se valla de mi habitación, esto no estaba bien en muchos sentidos. No quería dejarme llevar por el impulso de dejarme llevar, nunca mejor dicho. Ese impulso me decía que lo bese para quitarme la bronca que me había dejado ayer Caleb, ese gusto amargo que me había dejado ir a buscarlo y darme cuenta que el prefería estar con otra, me había dejado el autoestima por el piso.
Jasón se fue y me quede sola en la habitación. Me agarraron ganas de llorar, no solo por lo de Caleb sino por todo. Era horrible esta aquí, extrañaba a mis amigos.
Recuerdo que una vez me dijeron "Cuando la vida te presente mil razones para llorar, demuéstrale que tienes mil y una para sonreír". Creo que no llego ni a las diez razones para sonreír pero llorar no me servía de nada, así que me trague el nudo que empezaba a subir por mi garganta y me aliste para ver quien me esperaba abajo.
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Baje hasta la recepción y allí me indicaron que me esperaban en el comedor.
¿Acaso el inútil de Jasón no podía decirme que me esperaban en el comedor?¿Acaso el idiota de Jasón no podía decirme por lo menos quien me estaba esperando?
Bufando fui hasta la cafetería, no había nadie en los pasillos, todo el mundo estaba en clases por lo cual supuse que el lugar hacia donde me dirigía también estaría vacío.
Cuando abrí la gran puerta note que mis cálculos eran ciertos, pero algo que no estaba en mis planes era ver aquella cabellera larga junto a su amado marido dando me la espalda, sin olvidarme de la estúpida sonrisa de Francis.
Me tense por unos segundos y cuando mi cuerpo reacciono intente huir, pero Francis fue mas rápido me tomo de la muñeca y me abrazo obligándome a abrazarlo también –No tan rápido fea- Me dijo mi hermano -Te he extrañado tanto- Dijo entre un tono de burla y sinceridad.
-No se ha notado, troglodita- Conteste separándome.
Mi madre y mi padre que antes me daban la espalda ahora me estaban dando un abrazo al cual conteste fríamente, me sentía abandonada.
-Siéntate hija- Pidió mi madre y toda la familia hizo caso menos yo.
-¿QUÉ ME SIENTE?- grite enfurecida y golpee la mesa con mi mano derecha -Hace un mes y medio que estoy en este maldito internado y no he recibido ni una puta llamada de ustedes- Solía hacerme la dura y fingir que no me importaba pero extrañaba a mi familia.
-Queríamos darte tu espacio, creímos que ibas a estar enojada- Contesto mi padre acariciando mi mano sobre la mesa.
-No tienen una idea de cuanto los he necesitado todo este tiempo- En ese momento no lo aguante mas, lleve mis manos a mi cara y las lagrimas comenzaron a salir como cuando abres una canilla.
Mi hermano fue el que mas rápido reacciono como siempre y se paro y me envolvió en sus brazos e hizo que apoyara mi cabeza en su pecho –No llores, pitufa- Ese apodo hizo que mi llanto de hiciera mas fuerte, el siempre me había dicho así ya que al llevarme un año el siempre había sido mas alto que yo pero en este ultimo tiempo él me llevaba toda una cabeza.-Tú también nos haces mucha falta en casa- Me aparte y los mire.
Mi madre estaba llorando también y mi padre la consolaba.
-Ya mismo voy a hacer los papeles para sacarte de aquí hija –Comenzó a hablar de forma rápida- Nunca tuve que haber aceptado dejarte en este internado, me siento fatal, voy a llamar a mi amiga Silvia, ella conoce un tutor que podrá darte clases en casa...-
-Mamá- dije pero ella continuo hablando sin parar, ahora comprendia de donde había heredado ese don-¡Mamá!-Grite y ella me miro –Tranquilízate, no quiero un maestro particular- Por muy poco que me gustara este internado no quería irme, quería mantener mi vida lo mas normal que podía y no quería pasarme encerrada en mi casa el resto de mi juventud estudiando con un tutor, prefería estudiar con amigos, vivir la locura de un instituto aunque a veces solo quiero salir corriendo.
Me senté en la mesa tratando de calmar mis lagrimas y sollozos, mi hermano coloco sus manos en mis hombros haciendo leves masajes para tranquilizarme
-Lo sentimos mucho- Contesto apenada mi madre. Baje mi mirada, ellos no eran la familia perfecta pero yo tampoco era la hija perfecta como para no perdonarlos.
-Esta bien - Suspire - Solo no vuelva a hacerlo- Dije con la mirada fija en mis manos, la familia era la familia después de todo.
-Este sábado la familia Foxter nos ha invitado a su campo para festejar el cumpleaños de Albert- Comento mi madre, oh no. -Nos apetece que nos acompañes- Albert era mi padrino y el padre de familia Foxter, una familia que era casi parte de la familia. Alexa, su única hija era mi mejor amiga desde que tenia memoria, éramos casi como hermanas pero de todas formas ella no me había llamado tampoco y eso dolía.
-Ni loca iré aun aburrido día de campo y no estoy de ánimos para cruzarme con ciertas personas- Dije enojada cursándome de brazos reposando mi espalda en el respaldo de la silla. Nunca me habían gustado los días de campo y estaba mas que enojada con Alexa por no haber llamado, además de otro listado de personas a las cuales no quería ver la cara –Si han venido solo por eso ya se pueden ir yendo-.
-Se los dije- Dijo mi hermano imitando mis movimientos. Él sabia que no lograrían convencerme. Mi madre fulmino con la mirada a mi hermano y el se encogió de hombros, mi padre por su parte simplemente se tomo su rostro con frustración.
Esta era una de las típicas peleas familiares que solíamos tener, cuando cada mucho tiempo estábamos los cuatro juntos.
-Hija sabes que Albert se pondrá muy triste si no te ve ahí- Mi padre hablo y yo baje mi mirada. Mi padre era de esas personas que no hablaba mucho, al contrario de el resto de nuestra familia, pero cuando lo hacia daba justo en el clavo.
Eso era chantaje y esta vez yo era la chantajeada y eso no me gustaba. Gire mi cabeza hacia un costado.
Mi mirada choco con la mesa en la cual Jade, Nara y yo comíamos todos los días. Mi mente voló sin saber como a lo insistente que había sido Nara con respecto a la fiesta de este viernes en la casa de Giovanna y Ryan. Este era mi momento de chantaje.
-Acepto- Dije y escuche a mi madre mi madre largar todo el aire que parecía haber contenido-Con la condición de que firmen un pase de salida para este viernes-
-De acuerdo- Contesto mi madre. Mire el reloj en mi muñeca, solo faltaban cinco para que el comedor se llenara de gente para almorzar, era hora de que mi familia se vaya. Me paré.
-Okey, creo que es la hora de la despedida- Comente y todos se pararon.
-Tu padre y yo iremos a firmar unos papeles y tu pase de salida para todo el fin de semana- Me abrazaron -Francis si quieres puedes quedarte con tu hermana, no vuelvas muy tarde-.
-¿Que? Claro que no, llévense a este engendro con ustedes- Proteste pero ellos no me hicieron caso. Mi hermano rio.
Él tenia auto y obviamente hacia lo que queria.
-¿Que pasa hermanita?¿Tienes miedo a que te avergüence en frente de tus amigos?- Paso sus brazo por mis hombros de forma protectora. Yo decide enseguida su agarre.
-Compórtate, es lo único que te pido- Comencé a acercarme a la mesa para hacer mi pedido, ya que no había nadie en la cafetería iba a aprovechar para no tener que hacer fila.
Para mi sorpresa, o talvez no tanto, el idiota de mi hermano se hizo pasar por otro estudiante y pidió comida él también y no solo eso, sino que pido doble ración de papas fritas. Yo solo reí y nos sentamos en nuestra mesa de siempre.
-Francis el exceso de comida chatarra pude llegar a desembocar en fallas al momento de tener relaciones sexuales ¿Lo sabes, verdad?- Lo molesté.
-No te preocupes, todavía nadie se ha quejado- Dijo como si nada, lo mire con cara de asco. Mi hermano era un verdadero mujeriego y eso lo sabia, pero tampoco es que quiera saber acerca de su vida sexual.
Los estudiantes comenzaron a salir de sus aulas y con rapidez el comedor se lleno de gente, todo el mundo miraba en nuestra dirección. Reí y mi hermano me miro pensando probablemente '¿Que le pasa a esta loca?'
-Todo el mundo piensa que eres un nuevo estudiante- Él rio también y se encogió de hombros.
-De todas formas no estoy tan lejos de serlo, solo me falta una expulsión- Y por su puesto que el estaba cerca de formar parte de este instituto, en el instituto que esta él ahora es conocido como el 'El rey de las bromas'. Él merecía mas expulsiones que yo pero la diferencia estaba en que el era increíblemente controlador y no se le escapaba ni un solo detalle por eso nunca lo atrapaban, yo por mi parte era solo increíblemente impulsiva.
Hacia nosotros se nos acercaban Jade y Nara con sus respectivas bandejas en las manos. Jade nos miraba con las cejas juntas y Nara por su parte con sorpresa.
Se sentaron enfrente nuestro. Mire a mi hermano y tenia esa sonrisa coqueta que siempre usaba cuando se cruzaba con alguna linda amiga mía. Rodee los ojos.
-¿No tenemos noticias de ti en todo el día, faltas a clase y cuando te vemos apareces- Nara me miró picara, quien había roto el silencio en la mesa –¿Un chico?-
-No es un "chico"- Dije haciendo comillas con mis manos.
-¡¿Que?!- Dijo Jade atragantándose con su jugo. A Nara parecía que se le iba a caer la mandíbula. Yo por mi parte reí a carcajada abierta, ellas habían creído que mi hermano era una chica vestida de chico, es decir un travesti. El troglodita de mi hermano parecía no entender lo que pasaba.
-Siempre había querido conocer a una travesti, tengo muchas preguntas para hacerte- En el poco tiempo que conocí a Nara había notado que es increíblemente entusiasta, casi como una niña, cualquier cosa la sorprende.
Mi hermano pareció haberse ahogado con su propia saliva.
-Yo no soy una mujer- Me miro enojado. Yo solo reía. La miradas se posicionaron en mi.
*Calma tu risa Aria, pareces subnormal*
Ok, me calmo.
Respire hondo para calmarme y parecer una persona normal
-Francis- Lo señale- Ellas son Jade y Nara, Jade Nara- Las señale a ellas- El es Francis, el troglodita de mi hermano-
-Un gusto lindas- De nuevo mi hermano con su sonrisa.
-¿Tu eres el hermano de Jade que tiro una bomba de humo en la sala de los profesores?- Pregunto esta vez Jade curiosa.
-Parece que ya soy famoso por aquí- Mi hermano se cruzo de brazos y se reposo sobre la silla. Rodee los ojos –Por cierto pitufa ¿A dónde iras el viernes?-
-Eso no es de tu incumbencia- Le respondí, él sabia que le había pedido el pase a mi madre para salir el viernes.
-¿Va a ir a la fiesta?- Pregunto Nara entusiasmada si darse cuenta que le había respondido a mi hermano, la fulmine con la mirada –Lo siento-
-Me caes bien- Le dijo mi hermano y le extendió la mano para que choquen los puños sobre la mesa. -Solo hace falta que me digas donde es la fiesta y ya te considerare una amiga-
-Oh no, claro que no le vas a decir donde es la fiesta- La mire a mi amiga que hablaba por demás.
-¿Porque?- Pregunto Nara inocentemente y sin esperar respuesta le paso la dirección a mi hermano quien lo anoto en su móvil. Volvieron a chocar puños. -Cuantos mas seamos, mas divertido- Se excuso. Genial, tendré a el sobreprotector de mi hermano pisándome los talones toda la noche.
-Aparentemente seré la única en no ir a la fiesta- Hablo Jade enojada.
-Oh no, si yo voy tu vienes conmigo- Dije –Sea como sea-.
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Trogloditatrogloditaadjetivo/nombre común1.[persona] Que vive en las cavernas.sinónimos: cavernicola
2.coloquial[persona] Que es bárbaro y poco sociable.
ASÍ SE VE EL HERMANO DE ARIA:
NO MENTIRA JAJAJAJA
EL ES GUAPO Y VISTE NORMAL.
ESPERO QUE LES GUSTE EL CAPITULO BELLEZAS.
HOY NO LES HE DEJADO CON LA INTRIGA!
HOY PUDIMOS VER UN POCO MAS EN PROFUNDIDAD LO QUE LE PASA A ARIA, Y SE LARGO A LLORAR. CREO QUE SE LO VENIA CONTENIENDO HACE MUCHO.
COMO SIEMPRE: Compartan, recomienden, voten, comenten y agregarlo a su biblioteca que es de mucha ayuda para mi!
Además a todos nos gusta que nos reconozcan lo que hacemos con mucho cariño!
Saludos, besos y abrazos!
Melody ♥
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