14. La boda (Parte 1)

Me miraba por decima vez en el espejo y no podía creer que esa persona fuera yo. Tenia la mitad de mi cabello levantado, un ligero maquillaje que resaltaba mis rasgos, mi cabello ya no estaba teñido de rojo, ahora era castaño, un castaño que me hacia sentir que era otra persona.

Sonreí amplio y aunque la modista no terminaba de arreglar el vestido me di una ligera vuelta. Me encantaba el trabajo que habían hecho, era algo nuevo, era algo completamente diferente a lo que todos estaban acostumbrados a ver y aunque no era fan de los cambios.

Este me agradaba, porque sentía que reflejaba una nueva Tarah, una que no se iba a dejar intimidar por su familia, por la policía ni por su futuro esposo. Una persona que había estado encerrada durante mucho tiempo y que ahora quería salir, salir para tomar venganza, porqué era lo único que habían sembrado en mi.

La modista y el equipo de belleza salieron de la habitación dejándome sola. Una soledad que antes me hubiera dado miedo, pero ahora no.

Camine a la mesa en donde estaba mi computadora y cuando la iba a prender tocaron la puerta. La cerré rápidamente.

—Adelante. — dije mientras caminaba nuevamente al tocador.

Era Will y me sorprendí al verlo. Me dedico una ligera sonrisa y camino a una silla que estaba junto al espejo.

—Sé que no me vas a creer esto, pero no es una idea tan mala, Dimitri y tu han estado juntos mucho tiempo.— negué con la cabeza y apreté mi mano en un puño.

—Por lo que más quieras no digas que esto puede funcionar, porque tu más que nadie sabe lo absurdo que es. Dimitri yo somos como el agua y el aceite. No congeniamos, así nuestras familias no estén en medio esto es imposible. —Will quiso decir algo más pero en ese momento entro Ava a la habitación.

—Dos de mis personas favoritas juntas, no saben la alegría que me da de verlos. Will se acerco a Ava y le dio un beso en la frente a lo cual ella se ruborizo un poco, a veces les tenia un poco de envidia por lo perfectos que eran juntos.

—¿Cómo te sientes? —dijo mientras William salía de la habitación. Me encogí de hombros.

—Todos sabíamos que esto tarde o temprano iba a pasar. — Ava hizo una mueca pero no insistió más sabia que era inútil.

—Sé que piensas que esto es una mierda, pero no todo es tan malo, aunque los dos sean unos idiotas, ambos se quieren y por más que luchen en esconderlos eso no pasara, sabes que lo que está destinado para ti pasara tarde o temprano. —suspire pesado y negué con la cabeza.

—Lo nuestro es un error, uno que solo pagara con destrucción, dicho eso camine al espejo nuevamente y vi que había un sobre blanco. Lo tome y vi que era de Will.

Es mi regalo de bodas. Cuídate mucho y sé feliz al menos unas cuantas horas. Trague saliva al terminar de leer y justo cuando iba abrirlo la puerta se abrió al girar ambas Steffan estaba parado con una amplia sonrisa.

Ava hizo una mueca, pero camino a la salida.

—Nos vemos abajo. —dijo pasando aún lado de mi padre.

—No sab...

—Basta, no quiero que digas ni una sola palabra.—dije en un tono bastante cortante. Lo odiaba, odiaba a esa persona por que lo único que sabia hacerme era daño.

—Eres cruel, solo quiero lo mejor para ti. —escucharlo hablar de esa manera causaba en mi unas terribles ganas de vomitar y no quería arruinar lo que las modistas habían trabajado tanto para mi. Así que negué con la cabeza.

—No te quieras hacer el buen padre conmigo, sabemos que no te queda bien ese lugar. Lo único que siempre he sido para ti es un negocio.

Solamente me ves como un contrato más y si vienes a restregarme en la cara que al fin hice lo que querías te equivocas.

Esto apenas inicia. —su cara estaba roja del coraje, la vena de la frente estaba apunto de estallarle, así que sabia que mis palabras habían causado algo en él, no estaba segura de que, pero era algo.

—Por cierto. —dije cuando el se dio la vuelta para salir del lugar.

—Cambio de planes Theo será quien me entregue en el altar. —al salir de la habitación Steffan no dijo nada simplemente aventó la puerta y  me senté en la silla que estaba junto a mi. La boca se me había secado, no sabia de donde había salido el valor para decirle las cosas, pero me sentía mejor.

Tome nuevamente el pequeño sobre que me había dado William y al abrirlo había una USB la saque y fui a donde estaba mi computadora. Al abrirla la metí y aparecieron tres carpetas una con mi nombre, otra con el de Dimitri y una más que decía clasificada, abrí la segunda carpeta.

Había cuatro carpetas más. La primera decía cumpleaños. Aún no sabia cual era el contenido de aquellas carpetas, pero mi corazón me estaba comenzando a latir a toda velocidad. Trague saliva y abrí los archivos, se encontraban tres videos. Pique en el primeo.

Eran los videos de seguridad de una tienda, la gente entraba y salía de comprar, todo parecía normal, hasta que vi que entraban dos niños y se paraban justo delante de una cámara.

¿Qué hacemos aquí? —decía uno de ellos. Al poner más atención pude ver que se trataban de Dimitri y Will cuando tenían como 8 o 10 años.

Buscamos el regalo perfecto. William rodaba los ojos y le daba un empujón.

Mejor dile que la quieres. Ese sería el regalo perfecto. —Will se burlaba de Dimitri y este negaba con la cabeza.

Tener sentimientos por alguien te hace débil. —decía aunque no sé veía muy convencido.

El video se paraba justo después de eso.

Las manos comenzaron a sudarme y empecé a sentir una picazón en la garganta. Regrese a la carpeta y abrí el video que decía 16 años. En este video se podía ver la oficina de mi padre, estaban sentados, Thomas, Dimitri y Steffan.

Dimitri se veía muy nervioso, estaba jugando con las manos y Steffan caminaba de un lado a otro.

No estas haciendo las cosas bien. —decía su padre y él agachaba la cabeza.

Me obligaron a salir con ella y ahora quieren que la termine. ¿Qué le voy a decir? —Mi padre negaba con la cabeza.

No tienes de que preocuparte, ella te superara. Pero nosotros no cerraremos el trato si es que no haces tu parte.

Ambar es asquerosa, esta hueca y solo piensa en cosas inútiles. —ambas personas voltearon a verlo.

No te estamos diciendo que te enamores, te estamos dando una orden que debes de cumplir o si no Tarah pagara las consecuencias y créeme un corazón roro es una estupidez contrario a lo que podemos hacerle.

—¿porqué la odias tanto? —decía viendo fijamente a mi padre y este se levanto de la silla.

Es la única persona que puede destruirme.

Me lleve las manos a la boca y cerré el portátil. No quería ver más videos, estaba claro porqué lo había hecho William, Dimitri siempre había intentado protegerme y mi padre siempre hacia cualquier cosa con tal de destruirme.

Cerré los ojos y suspire hondo, no quería llorar, no quería destruir mi maquillaje, un golpe en la puerta me hizo dar un brinco.

—A..adelante. —dije intentando que mi voz no sonara tan mal. La puerta se abrió y entro justo la persona a la que menos quería ver en ese momento. Y fue entonces cuando comencé a llorar. Dimitri corrió a donde estaba.

—¿Estas bien? —dijo y yo negué con la cabeza, intentando limpiar las lagrimas que bajaban de mi rostro sin estropear el maquillaje.

—El novio no debe de ver a la novia antes de la boda, eso es de mala suerte. —logre decir y levante mi cara para encontrar con aquellos ojos hermosos que tanto amaba.

—¿No crees que en nuestro caso es diferente? —sonreí ligeramente y él me tomo de las manos.

—Solo vine un rato, quería verte antes. Para pedirte perdón. —dicho eso agacho la cabeza.

—Sé que aunque nuestros padres gastaron mucho dinero y es una boda muy lujosa, no es lo que te hubiera gustado. Pero prometo que una vez que se cumpla el plazo del contrato, no me volverás a ver.

Narra Dimitri.

Trague saliva después de decir aquellas palabras que pensé que no saldrían de mi boca. Aunque no se notara, para mi ella era lo más importante, aunque intentaba odiarla no podía, lo único que pasaba era que cada vez eso que sentía por ella se hacia más grande. El amor era algo irracional, lo sabia bastante bien, porque todas y cada una de mis decisiones buenas o malas me llevaban a ella aunque no lo quisiera de esa manera.

Ella no dijo nada al escucharme simplemente asintió con la cabeza. Dicho eso di la vuelta para dejarla sola, pero ella me tomo de la mano.

—Lo siento. —dijo y me soltó. Aquella actitud era bastante extraña. Pero de igual manera asentí con la cabeza.

Al salir de la habitación Theo estaba recargado en el marco de la puerta.

—Estas a tiempo para salir corriendo. —al escucharlo negué con la cabeza.

—No puedo. —dije y antes de dar la vuelta me respondió.

—¿No puedes o no quieres? —la verdad era que no quería, aunque fuera mentira quería permanecer a su lado, intentara limpiar el nombre de mi familia, el de ella, descubrir su origen y lo que más trabajo me iba a costar, haría que se enamorara de mi, tenia dos años para intentarlo y estaba seguro de que lo lograría. 

Nota

llegamos a lo mero bueno de la historia, en donde el drama esta por venir y mucho contenido +18 por si se preguntaban, en donde había quedado esa parte jeje

¿Ustedes creen que Dimitri logre lo que quiere?

¿Qué creen que sea eso que esconde Tarah?

Bueno sin más que decir los dejo y espero leerlos en los comentarios. 

¡Gracias por su apoyo!

Casi lo olvidaba, recuerda seguirme en mi redes sociales en donde publico sobre mis historias <3

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top