Emily estaba harta de las pesadillas, no paraba de tenerlas.

Ya casi no ponia atención en clases, sólo se dedicaba a pensar sobre lo que había hecho.

- Hola Emily! Como estas, sabes tengo unos pla...

- Lo siento Karma, yo... estaré ocupada. Lo siento.

-Oh... no hay problema, adios.- dijo la chica con lástima, mientras menos tiempo pasaran juntas, más tardaría en poder contárselo, en contarle lo sucia que se sentía y lo que él estaba planeando.

-Adiós.

Emily casi no hablaba con Karma, y eso le dolía. Ella era lo único que amaba. Su razón de vivir.

Pero no podía dejar que Karma viera como la locura la consumía.

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