Capítulo 8



Narra Plan:

¿Perth un violador? ¡De las ideas más ridículas que he escuchado en toda mi vida, este definitivamente es la peor de todas! Pero, eso es lo de menos ahora, necesitaba hacer algo con urgencia para ayudar a mi atormentado amigo.

Cerré la llave, para que el agua dejara de correr, después con una toalla empecé a secar su cuerpo, y tuve que llamar a Sammy. Me preocupé al sentir la temperatura corporal de Perth, que parecía que superaba los cuarenta grados, todo por estar más de dos horas en esa ducha.

- Plan, ¿qué pasó esta vez? - Sammy llegó igual de preocupada.

- Otra crisis Sammy; pero esta vez, es peor que las anteriores, ¿trajiste un termómetro?

Con ella ahí, fue fácil ayudar a Perth, si alguien lo ha animado durante estos dos años, es ella; Yacht y yo no podríamos, porque no estudiamos Psicología. Fue muy preocupante para mí, cuando el termómetro indicó que su temperatura era mayor a 40 grados.

Peor aún, al ver a Saint metiéndose por la fuerza al departamento, así que tuve que defenderlo para que no lo lastimaran. Al entrar, fue directo a buscar a Perth, pero verlo en la ducha, así de mal, lo hizo llorar mucho y se tiró al piso con él para abrazarlo con fuerza.

- Debiste decirme lo que pasaba, debiste llamarme Perth.

- No me mires, no lo merezco... - Apenas lograba entender lo que él le contestaba.

- Tienes fiebre, vamos, te llevaré a la cama.

Desde que llegué traté de sacarlo de ahí; incluso Sammy también lo intentó, pero solo con Saint aquí, Perth hizo caso. Con mi ayuda, le quitamos la ropa, le pusimos una camiseta, con unos shorts, algo que fuera fresco para ayudar a disminuir su temperatura.

Con un paño empapado con agua fría, y después de un par de horas, Saint logró que su temperatura se normalizara. Con sus cuidados, él se quedó completamente dormido y hasta lo vi tranquilo, eso me gustó mucho, porque me hace ver que este chico guapo, es el indicado para amar a Perth.

- ¿Qué pasa con Perth? - Me reclamó molesto.

- No puedo decírtelo, lo lamento; pero debes esperar a que despierte para preguntárselo.

- Esto no es divertido Plan, ¿qué pasará si esto se repite? ¡Con tanta fiebre, él podría convulsionar!

- Yo...

- ¡PLAN!

- Es que no lo sé; ¿lo entiendes? ¡Nadie lo sabe! Y me temo, que ni siquiera el mismo Perth.

- No entiendo, ¿cómo que ni él lo sabe?

- Mira, hace más de dos años nos graduamos; Perth desapareció esa noche, no pudimos encontrarlo y estaba tan borracho que no recuerda nada de lo que ocurrió.

- ¿Nada de nada? Suena a que pudo haber hecho algo muy grave.

- Eso lo atormenta todos los días, hemos intentado de todo; pero no logramos ayudarlo.

- ¿Estás diciendo que la mente de Perth lo tortura desde hace más de dos años con algo que él ni siquiera recuerda?

- Sí Saint, eso es lo que te estoy diciendo.

- ¿Qué pasó hoy? ¿Por qué entró en crisis?

- No lo sé, cuando vine él ya estaba así. Te repito que debes esperar a que despierte.

Tardé un rato muy largo en convencer a Saint de que realmente no sé nada, incluso me hizo sentir nervioso con ese interrogatorio. Aunque se quedó más tranquilo, espero que lo entienda; después de un momento, fue a la cama y se recostó al lado de Perth para dormir juntos.

Me parece que no hay mejor persona en este mundo para cuidar de él que Saint, así que aproveché y salí a buscar a Mean; Sammy también se fue. La conversación que tenemos pendiente es urgente, porque siendo sincero, sí quiero estar con él, ya no importa mi miedo de que esto sea solo una ilusión.

Narra Perth:

Me sentí muy incómodo cuando vi a Saint en mi departamento, no quería que me viera en esa posición y que piense que estoy demente. Pero su abrazo me reconfortó, eso era lo que necesitaba para salir de la miseria en la que había caído, y luego, me dormí con él acariciando mi cabello.

Desperté y no sabía ni la hora, imagino que ya era muy tarde por la posición del sol; pero mi atención se la robó el precioso ángel acostado a mi lado; Saint se veía tan tranquilo y hermoso, que no pude evitarlo, tuve que besar sus delicados labios, pero lo desperté.

- ¡Perth! - Me abrazó con fuerza. - ¡Qué susto! No vuelvas a hacerme esto.

- Perdóname, no quise asustarte, solo necesitaba tiempo.

- ¿Solo? ¡Perth, somos una pareja! No me excluyas de lo que te hace daño por favor.

- ¿Y cómo sabes qué hay algo que me hace daño?

- Plan me lo dijo; pero, también dice que nadie sabe lo que te lastima.

- Bueno, es que yo... - Me interrumpió.

- Estabas borracho esa noche, ya me lo dijo; y también que no recuerdas nada.

Empiezo a llorar de nuevo, ya ni siquiera me importa que Saint vea que tengo un lado débil; solo quiero decirle la verdad. Porque tengo miedo de que si llegamos más lejos y se lo digo después, él sienta que le mentí de alguna manera y termine alejándose de mí.

- Creo que hice algo malo esa noche.

- ¿Y eso qué significa? ¿Pudiste asesinar a alguien?

- Me parece que esa persona hubiese preferido morir.

- ¿Estás diciéndome que forzaste a otra persona a tener intimidad contigo?

- No lo sé Saint; no tienes idea de todo lo que hicimos mis amigos y yo para encontrar a esa persona; preguntarle lo que sucedió y si le hice algún daño, tratar de compensarlo.

- ¿Si sabes que un daño de esa magnitud no se compensa con nada?

- Lo sé, pero estoy dispuesto a lo que me pida, pagar un tratamiento psicológico, o una cantidad alta de dinero; he ahorrado durante estos dos años para eso.

- ¿Y si te pide que vayas a prisión?

- Lo haría mi dragón. - Contesté sin dudar. - Si lo que quiere es que se haga justicia, iría a prisión a pagar mi condena.

- Eres un hombre maravilloso.

Saint se sube a horcajadas en mí, dejándome boquiabierto, en verdad me sorprendió que hiciera eso y más cuando me besó. Sus labios literalmente, invadieron los míos, en un beso que era tan suave como lujurioso y sentía que si no nos deteníamos, podría hacerle el amor, aquí y ahora.

- Saint, espera...

- Shhh... - Cubre mi boca con cuatro de sus dedos. - No hables mi tigre, solo hazme el amor.

- ... - Sacudí mi cabeza para indicarle que no; pero...

- Qué bueno que no te pregunté si querías.

No puede ser, estoy a punto de perder el poco autocontrol que me queda, ¿y ahora qué debo hacer?...

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