Capítulo 6
Narra Perth:
Este beso me esta haciendo temblar, no puedo creer lo bien que saben los labios de este niño hermoso. Seguimos así por un momento, hasta que empiezo a comérmelo con más prisa y desesperación, lo que me encanta porque él me lo permite y corresponde.
Entre más tiempo pasaba saboreando sus labios, más loco e intenso me ponía; hasta que retiré mi cinturón de seguridad y el suyo. Pensé que solo yo lo deseaba, pero Saint agarró mi cuello y empezó a desvestirme lentamente; hasta que nos separamos para poder respirar.
- ¡Perth!... - Susurra y tira de mi cuello otra vez; pero lo detengo.
- ¡Saint, espera... Por favor! - Ambos respirábamos pesado.
- Perdóname, no quería incomodarte.
- No pienses eso ni por un momento... Tú eres la única persona con la que me siento cómodo.
Me entrego a sus labios de nuevo, muero por hacer algo más que solo besarlo, y por eso es que quiero que paremos. Pero, él parece no comprender mi mensaje y aparte de no separar nuestros labios, también seguía intentando quitarme la camisa.
- ¿Quieres conocer mi departamento? - Eso me sonó a propuesta indecente.
- ¿Crees que Plan esté arriba?... ¡Es que se duerme con facilidad y después no podrás sacarlo de ahí!
- Es posible, ¿Quieres ir por él?
Asentí con tranquilidad, cuando realmente, deseaba ir a su cama y hacerlo completamente mío, sin arrepentirme. Sin embargo, logré controlarme de nuevo, caminamos dentro del edificio, y noté que no tenían una buena seguridad; lo cual es preocupante.
- Saint... ¡Este lugar no es seguro! ¿Por qué vives aquí?
- Es que... Mi papá compró este edificio, quería asegurarse de que mi hermana y yo tuviéramos un lugar donde vivir cuando viniéramos a hacernos cargo del negocio.
- Deberían contratar más seguridad, es peligroso vivir así.
- Lo hablaré con mi hermana, pero nunca ha pasado nada malo aquí.
Entramos en el ascensor, solo íbamos nosotros, me giro para ver su rostro y sin aguantarme más, lo beso de nuevo. Sus manos con rapidez rodearon mi cuello, pareciendo que ambos queremos entregarnos al otro; y lo suelto porque la puerta se abrió en uno de los pisos.
- Jajaja...
Saint soltó una risita nerviosa porque la persona iba hacia abajo y nosotros hacia arriba, así que no se subió. Cuando el ascensor se cerró de nuevo, volví a entregarme a sus labios, meto mis manos bajo su camisa y la situación cada vez se calentaba mucho más.
Realmente agradecí cuando llegamos al piso en donde él vive, o ese ascensor se habría incendiado con nosotros adentro. Los temas de conversación no se acaban estando así con Saint, seguimos hablando de todo y al mismo tiempo de nada, eso es encantador.
- No quiero que esta cita termine.
- ¿Entonces, tuvimos una cita Saint?
- Si una persona te invita a salir a cualquier lugar, es una cita. - Sonreí.
- Bueno, yo tampoco quiero que se termine.
Saint abre la puerta de su departamento, solo para que ambos nos quedáramos boquiabiertos con lo que vimos. Lo único que pudimos hacer, fue pronunciar sus nombres, ellos nos miraron y Plan se puso una camiseta con mucha agilidad, mientras Mean se cubrió con un cojín.
Narra Plan:
Mean escogió una película romántica para ver, y aunque eso del romance a mí no se me da; pues acepté para que él estuviera cómodo. Pero, la verdad es que esas tramas me aburren, siempre es la misma historia, de un patán, una niña mimada y valiente caballero que la salva.
La vida no se basa en eso, ya veo más creíble la historia de Shrek, que sale de lo común y de cierta forma, toma con gracia a las demás princesas. Pensando en todo esto, bostezo por lo abirrida que estaba la película y cuando él me descubrió, apagó el televisor sin más.
- ¿Por qué lo apagas? - Pregunté sorprendido.
- ¿Por qué bostezaste? ¿Acaso no te gusta? ¡Nada te costaba decírmelo!
- Bueno, para ser sincero, me hubiese gustado más una de zombies.
- Las películas de zombies no son románticas.
- ¿Quién dice que no? ¿Alguna vez has visto "Mi novio es un zombie"? ¡No, por supuesto que no, solo juzgas por lo que aparenta la película!
- Te quejas demasiado, eso es muy molesto.
- A ver no... Yo no soy culpable de eso, por si se te olvida, fuiste tú el que apagó el televisor.
Me crucé de brazos y vi hacia otro lado; estaba muy enojado, él me acusó a mí, pero no dije nada de esa película. Por otra parte, él también se enoja por la actitud que tomé y nuevamente se acerca para robarme un beso; pero esta vez fue diferente.
Ese sofá parecía muy pequeño para ambos, él estaba por completo sobre mí, excepto cuando arrancó mi camisa. Me sentía sometido a este chico prepotente, pero eso no me disgustaba; y prueba de eso, es que yo también moría de ganas por verlo sin camisa.
La forma en cómo me dio una mordida en el labio y otra en mi cuello; se supone que debía protestar, pero eso me excitaba aún más. Admiraba el hermoso torso descubierto de Mean, mientras él succionaba mis pezones, hasta que llegaron Perth y Saint para arruinar el momento.
- ¿Nos vamos Plan? ¿O dormirás aquí esta noche? - Dijo burlándose.
- No quiero ir contigo a ningún lado; pero tampoco dormiré aquí.
Otra vez crucé mis brazos; pero lo realmente vergonzoso, fue cuando di unos pasos y Mean me dio una fuerte nalgada. Aparte de soberbio, descarado; es un maldito loco que me hizo sonrojar, porque Perth y Saint, se rieron de mi reacción; aunque él solo me dijo que regresara mañana.
- ¿Qué clase de preferencia es esa? - Dijo Perth en su auto.
- ¿Preferencia? No sé de qué me hablas.
- Plan, fuimos novios hace cinco años cuando íbamos a mitad de la carrera universitaria, ¿lo recuerdas?
- ¡Eso fue hace mucho! ¿Por qué es tan importante ahora?
- Porque nunca fuiste así de sumiso conmigo; eras como un caballo salvaje.
- ¿Qué se supone que significa eso? - Me molesté un poco.
- Qué eras indomable.
Ambos nos reímos por un rato largo, porque tiene razón, jamás fui sumiso con Perth y me ponía tenso cuando me tocaba. Llegamos a su departamento, y pienso en que, honestamente, Mean es el único que ha logrado tocarme y provocar estos efectos en mí; luego, me cayó un mensaje.
- "¡Oye estúpido, no vuelvas a dejarme con las ganas. La próxima vez no te dejaré ir!"
- "Eres un idiota prepotente, niño mimado, sin vergüenza y un patán".
- "Buenas noches también, sueña conmigo".
- ¿Irás a verlo mañana? - Sale Perth de la habitación.
- ¡Maldita sea, que susto! ¿Qué te pasa? - Elevé un poco mi voz.
- ¡Cálmate! Solo era curiosidad, no sabía que estabas tan concentrado.
- No lo sé, dame un buen consejo por favor.
- Si sientes algo fuerte por él, ¿Qué estás esperando para ser feliz?
<Definitivamente, Perth tiene razón. Mean, eres todo lo que te dije; y también, eres el imbécil de quién me enamoré>...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top