Capítulo 1
Narra Perth:
- ¡HOY NOS GRADUAMOS PERTH!
- ¡Plan cállate! No es necesario que grites.
He pasado mucho tiempo estudiando, siendo muy sincero, mis amigos dicen que soy el que más se ha esforzado por graduarse. Además, soy el mejor de mi generación, todos me felicitaron por mis notas destacadas; pero a mi mejor amigo Plan, siempre le gusta hacer escándalo.
- ¡El mejor día de nuestras vidas, debemos celebrar en grande!
- ¿A qué quieres llegar?
- No tengo dinero, ¡invítame a unos tragos!
- ¿Estás loco? ¡Ya te he dicho que yo no bebo!
- ¡Por favor Perth! ¡Vamos! Y estaremos todos juntos para ayudarnos en caso de problemas. - Dice James.
- ¡Fiesta! ¡Fiesta! ¡Fiesta!... ¿Quién invita los tragos? - Venia gritando Sammy.
- ¡Perth nos invita!
- ¡PLAN! - Dije algo molesto.
- ¡Ay Perth, por favor! ¡Di que sí! - Y me sonríe para convencerme.
- Sammy, tú eres la que menos debería de ir, ¿olvidaste lo qué pasó la última vez?
- ¡Prometo no subirme a ninguna mesa a bailar de manera exótica si nos invitas!
Admito que Sammy tiene un gran poder de convencimiento sobre mí; los chicos dicen que si me caso con ella, me dominará. Pero, no puedo imaginarme casado con Sammy, y no es que no sea hermosa, es solo que; si alguien va a dominarme, prefiero que sea otra persona.
Al final cedí, terminamos en el bar que está cerca de un hotel que frecuentaba cuando me tocaba estar hasta muy tarde en la universidad. La celebración empezó muy amena, una trago por dejar la universidad, otro por la graduación, uno más por mis buenas calificaciones.
Y la cosa no se detuvo ahí, así que pronto noté, que lo que realmente querían era emborracharme; pero era mi graduación, ¿por qué no? De un momento a otro, todos estamos en la pista de baile, mostrando nuestros mejores pasos, y mis mareos se hicieron presentes.
- ¿Estás bien Perth? - Apenas comprendí la pregunta de James.
- ¡Quiero ir al baño! ¡Ya regreso!
Sentía que iba a vomitar, entendí que la cantidad de alcohol, era demasiado alta; y para colmo me equivoqué de puerta. En lugar de ir al baño, acabé en el callejón, así que me acerqué al basurero para sacar todo lo que mi estómago estaba rechazando y alguien tocó mi espalda.
- ¿Necesitas ayuda? - No lograba definir si era voz de mujer o de hombre.
- Mis amigos están en el bar... - Caí sentado.
- ¡Oye, no estás bien! ¿Puedo ayudarte a llegar a otro lugar?
Entonces levanté mi rostro, todo estaba muy oscuro; lo único que veía más o menos claro, eran sus labios, que por alguna razón, deseaba besar. Me acerqué lo más rápido que pude, para que esa persona no pudiera escapar de mí y le robé un beso, es todo lo que recuerdo.
A la mañana siguiente, desperté en el hotel, desnudo, sin entender lo que había pasado y con un terrible dolor de cabeza. Junto a la cama, había un caldo para evitar la resaca y también medicinas, creí que los empleados del hotel las habían dejado en la habitación.
Comí muy despacio, tratando de no empeorar mi malestar, luego tomé los medicamentos y me hizo sentir mucho mejor. Después, me levanté, me bañé, me puse ropa limpia y salí directo a la recepción para pagar por todos los servicios que me brindaron.
- Buenas tardes Señor Tanapon, esperamos que haya descansado bien.
- ¡Buenas tardes! ¡Muchas gracias por todo! ¿Cuánto les debo?
- Son los $300.00 por la habitación y $50.00 por el desayuno.
- ¡No, imposible! ¡El desayuno cuesta $25.00!
- Así es, pero dice que a la habitación, fueron cargados dos desayunos.
- ¡Eso es ridículo! ¿Para qué desayunaría doble con resaca?
- Es que... Uno era el suyo y el otro... De su acompañante.
- Debe haber un error, yo no vine acompañado al hotel.
- Me gustaría decirle que tiene razón señor Tanapon; pero anoche, usted sí vino acompañado.
Entonces le pedí que fuéramos a ver las cámaras de seguridad, porque yo ni siquiera recordaba haber llegado al hotel. En cuanto me mostraron las imágenes, me quedé anonadado; la persona que llegó conmigo, sabía dónde estaban las cámaras y se ocultó perfectamente.
Además, que en una sola cámara, logré notar que andaba con mi gorra favorita, mi madre me la regaló cuando cumplí los 13 años y es mi tesoro más sagrado. Empiezo a buscarme la gorra en mi abrigo; pero lamentablemente, no la encontré, lo que indicaba que esa persona, sea quien sea, se la llevó para que no la vieran al salir.
- ¡Está bien! ¡Pagaré ambos desayunos!
Sin embargo, en mi mente todo era un completo caos, ¿qué pasó anoche? ¿Quién era esa persona? ¿Por qué durmió conmigo? Y entonces, pensé lo peor de mí mismo, como si las cosas no estuvieran suficientemente mal, ¿Acaso, abusé sexualmente de una persona?
Es que no encuentro otra razón por la que alguien iría a un hotel con otro, y a esto le agrego, que no recuerdo lo qué pasó. Lo único es que, la cama sí estaba muy desordenada cuando me desperté y yo jamás soy así, en todo este tiempo, no había hecho esto.
- ¿Perth? ¡Nos tenias con el alma en un hilo! ¿Dónde has estado? - Reclama Sammy.
- Amanecí en el hotel, algo malo ha pasado.
- ¿De qué hablas? ¡Anoche dijiste que irías al baño y ya no volviste! - Dice James.
Empiezo a contarles con lujo de detalle todo de lo que aún está claro y las cosas borrosas de mi memoria. Por alguna razón, mis amigos creen que alguien me drogó; pero es imposible, además ya me hice las pruebas pertinentes y todo salió negativo.
- ¿Estás diciendo que alguien estuvo contigo anoche? - Preguntó Plan.
- ¡Esto es muy raro! ¡Creo que solo bebiste de más y tu mente te está jugando una mala pasada!
- ¿Y si es así, porqué me cobraron su desayuno esta mañana Sammy?
- A ver Perth, ¡cálmate! ¡Las cosas no pueden estar tan mal!
- Estuve con alguien y no lo recuerdo James, ¿Acaso hay algo que pueda estar peor que eso?
Sé que no debo ser pesimista, pero esto se sale por completo de mis manos y sobretodo de mis acciones normales. Jamás había sido tan irresponsable en toda mi vida y ahora, puede haber una persona sufriendo las consecuencias de dichas acciones.
- ¡La verdad, ya no sé qué decir! - Menciona Sammy preocupada.
- ¡Es que, es primera vez que esto le pasa a uno de nosotros y lo sabes amigo! - Fueron las palabras de James.
- ¡Perth, no imagino lo que debes estar sintiendo! ¡Pero, esto... Tal vez no sea tan grave!
- No lo entiendes Plan... - Me quedé pensando un momento y al levantar mi rostro dije: - Creo que abusé sexualmente de esa persona.
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