Capítulo trece.
—¿Qué tanto estás viendo? —la repentina pregunta del demonio radio hizo sobresaltar a Alizée —.
—¡Ah, Al! No hagas eso o me dará un infarto.. —dijo ella llevando la mano a su pecho —.
—¿Mmm? —desvió la mirada hacia donde veía la chica con una sonrisa —Oh, querida ¿Qué hacías viendo a nuestro afeminado amigo? —.
—¿Q-Qué? Yo no...ah... —no supo articular sus palabras por lo nerviosa que estaba —.
Alastor se acercó a la contraria y con una gran sonrisa le habló al oído.
—No te molestes siquiera en decirle lo que sientes. Angel jamás se fijaría en ti, así que supongo que eso lo convertiría en tu amor imposible —.
Ella volvió a mirar al arácnido.
—Tienes razón... —.
Le dio unas palmaditas en la cabeza y se retiró a ayudar a Charlie con unos asuntos de papeleo. No sin antes dedicarle otra sonrisa.
♤♡◇♧
Valentino caminaba en círculos por toda la habitación esperando a Vox quien se había ido a realizar algo pendiente con otros demonios.
—¿Por qué el maldito tarda tanto..? —susurró Valentino desesperado —.
Angel rió.
—El maldito con quien adoras hacerlo —.
Era el peor momento para burlarse, sin embargo a Angel ya le daba igual si terminaba golpeado o abusado nuevamente.
—Oh, pastelito —lo tomó del mentón ejerciendo fuerza en su agarre —Deberías dejar de lanzarme ese tipo de respuestas, pedazo de mierda —.
—Tus estúpidos métodos para torturarme ya no sirven de nada, imbécil. Mandé a la mierda mis emociones desde hace mucho —.
—¿En serio? —Val se posicionó detrás de Alizée acercándose al rostro de ella y procedió a lamerle la mejilla izquierda —Yo no opinaría lo mismo, Angel-Cakes —.
—... —.
—¿Y bien? ¿Comenzarán la diversión sin mí? —habló Vox apareciendo en el marco de la puerta —.
—Hasta que llegas.. —Valentino usó sus dos brazos superiores para tomar los de Alizée mientras que con los inferiores, la tomó de la cintura —.
—¿Algunas últimas palabras? —recalcó Vox —.
—Hijos de puta.. —.
—Que halagador, preciosa —.
—¡Espera, no...Val! ¡Val...! —.
El rostro de Angel se llenó de lágrimas, los Overlords hicieron que su mejor amiga perdiera la memoria.
Ahora.. no había marcha atrás.
Semanas han pasado desde que Alizée recuperó todos sus recuerdos y también desde que el hotel de Charlie empezó a funcionar.
Los demonios y pecadores ya no solo se hospedaban por solo oír cantar a Alizée y Angel, algunos lo intentaban por motivos de redención.
Un día, Alastor y Niffty le dieron la idea a Charlie sobre celebrar el logro que la princesa tanto anhelaba.
Ella gustosa, aceptó.
. . .
—¿Angel, crees que la canción de hoy estuvo bien? —preguntó Alizée una vez terminada la presentación ambos, pero no logró localizar al mencionado detrás del escenario —Seguro está en su habitación —caminó para allá —.
Cierto demonio que la había visto, la siguió de lejos.
—¿Angel? —Alizée tocaba la puerta del arácnido una y otra vez, pero no respondía. Esto la conllevó a preocuparse —.
Sin mas, abrió la puerta luego de mencionar que iba a ingresar.
—Hey, te estuve buscan.. ¡Angel! —recriminó al verle con sus preciadas drogas —.
—¡¿Qué?! ¡Las extrañaba! ¡¿Sí?! —.
—¡¿Sabes qué pasaría si Charlie o Vaggie se enteraran, verdad?! —.
—¡No lo soportaba, sentía que me iba a volver loco si no volvía a probarlas al menos un poco! ¡Y para empezar, tú no eres mi jefa para decir lo que tengo y no tengo que hacer! Además.. la única forma en la que esas dos niñas se enteraran de lo que hice, sería si me delatas ¡Cosa que no te creo capaz de hacer! —.
—¿Quieres verlo? —sentenció retadora —.
Angel frunció el ceño.
—¿Interrumpo algo mis queridos amigos? —dijo Alastor colocando los brazos en los hombros de cada uno —.
—Por supuesto que no, Al.. —le sacó el dedo medio a Alizée y se fue a la sala principal donde era la fiesta —.
—Que bien se llevan —comentó con sarcasmo. No se sentía para nada culpable de haber estado interfiriendo últimamente en la relación de amistad sobre ellos —.
—Que se joda.. —Alizée también se dirigió a la fiesta y caminó en dirección al bar —.
—Hmm.. —.
—¿No entiendes qué es "no", verdad? —.
—¡No eres mi niñera Husk y dame el puto trago! —golpeó con su puño la mesa exigiéndole lo antes mencionado —.
—Luego que no me venga a reclamar tu hermano si te encuentra ebria —.
—Guarda silencio, gatito. No pienso emborracharme si es que tanto te preocupo —desvió la mirada a Angel, quien se encontraba coqueteando con unos demonios —.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top