Alejandra y Sofía arreglaron las cosas y se fueron a su casa, mientras yo me quedé con Alex entrenando, Alex a estado un poco extraño su actitud a cambiando ahora está más serio de los normal y parece preocupado.

Estaba en mi habitación dibujando cuando escucho UE alguien abre bruscamente la puerta de mi habitación, me volteo haber quien era, Alex estaba parado en mi habitación con los brazos cruzados.

-Vamos hay que ir a un lado- dijo mirándome fijamente-.

Yo solo asentí me levanté de la silla y camine hacia la puerta, sabía que estaba enojado así que en todo el camino guardamos silencio.

(...)

Estábamos un buen tiempo caminando hasta que vi una pequeña casa.

-¿A dónde estamos?- pregunté-.

-Es la casa de una vieja amiga- dijo sin mirarme-.

Yo solo asentí y seguimos caminando hasta que estábamos enfrente de la puerta.

Alex tocó y en unos segundos una vieja bruja abrió la puerta, ella solo nos vio y abrazo a Alex.

-Mi niño cuanto tiempo sin verte- dijo abrazando a Alex- al parecer trajiste visitas- dijo mirándome-.

Yo solo sonreí, ella se hizo a un lado de la puerta; Alex fue el primero de entrar y yo lo seguí mire a todos lados de la casa habían animales disecados, francos con líquidos adentro y otras extrañas.

- Y se puede saber por qué vinieron?- dijo sentándose en una silla-.

-Por ella- dijo Alex señalando hacia donde estaba yo-.

Ella me miró y se levantó de su asiento y se acercó a mí, me quedo viendo por un rato y yo no apartaba mi vista de ella.

-Interesante- susurró- siéntate- dijo señalando una silla que estaba al lado de una pared y enfrente de su escritorio.

Me senté y se puso enfrente de mí.

-¿Cómo te llamas?- me preguntó-.

-Alexandra Jackson- dije mirándola fijamente-.

Ella se paró y agarró un frasco vacío lo tiró a la pared y se estrelló, un pedazo de vidrio calló en mi mejilla haciendo una pequeña y fina línea de sangre.

Me toque mi mejilla limpiando mi sangre pero era color negro...mire hacía Alex y se quedó sorprendido.

-No puede ser- susurró la mujer- ¡¡LARGÓ!!- gritó-.

Yo me levanté de un solo y salí corriendo de ese maldito lugar Alex estaba atrás mío, yo seguía caminando hacia la casa hasta que me detuvo.

Me trate de soltar pero él llevó su mano a mí mejilla limpiando la sangre, estábamos bastante cerca, él se iba acercando poco a poco mirando fijamente mis labios.

-Valla ¿Así rápido dejas a Emily?- dijo un hombre saliendo de un arbusto-.

Alex se separó de mi y volteo donde provenía la voz y sonrió.

-No creí volverte a ver- dijo Alex caminando hacia él-.

-Si como sea, ¿No me as a presentar a tu novia?- dijo ignorando a Alex y mirándome a mí-.

-Idiota- susurró Alex para él mismo pero yo lo pude escuchar- Alexandra, él es Marck Brown mí Delta, Marck ella es Alexandra Jackson- dijo presentándonos-

-Un gustó- dije extendiendo mi mano-.

-El gusto es mío...cariño- dijo agarrando mi mano para darle un pequeño beso en ella-.

Escuché a Alex gruñir, Marck soltó mi mano y comenzó a reírse.

-Amigo tu sabes que no meto con tus chicas a si que no te preocupes- dijo mirando a Alex burlón-.

Él solo lo ignoro y hizo un pequeño movimiento de cabeza para que lo siguiera, me acerque a él para irnos y nos despedimos de Marck el se despidió de mala manera ya que quería irse con nosotros pero Alex le dijo que no.

(...)

Llegamos a la casa, yo subí a mí habitación me iba a dar una ducha cuando Alex entró a mí habitación.

-Lo siento interrumpirte no era mi intención- dijo sentándose en el escritorio de mi habitación- Sólo quería ver cómo estabas- dijo-.

Yo me quedé callada no quería saber nada de él me sentía molesta y no se por que.

-Entiendo que no quieres hablar conmigo pero yo...lo siento enserio no quería contestarte así-.

Yo no decía nada, él suspiro y se levantó de la silla y se fue
Yo me desvestí para irme a bañar y pensando en muchas cosas.

(...)

-Cuando el frasco se quebró en la pared unos pequeños trozos llegaron a su mejilla haciendo una línea fija de sangre, pero no era solo eso sí no que su sangre era color negra- dije escribiendo todo lo posible en mi libro-.

-Pobre de tí Alexandra Jackson tu fin ya se está acercando, o debería decir Elizabeth Jones- dije con cierto de burla-.

Cerré el libro y lo escondí para que nadie supiera de ella, ni siquiera sabe su propio destino.