Estaba estupefacta, otra vez había sido engañada pero ¿Con qué fin?.

ÉL comenzó a hablarme:_ Esto va a ser muy duro Clara, tan duro para ti como para mí. Ruego que me escuches atentamente todo lo que te voy a contar, al final tendrás miles de preguntas que hacerme y las responderé todas. Pero ahora quiero que te concentres en mi narración y recuerdes. Pon a trabajar tu mente, no me interrumpas, cuando termine, podrás decirme todas las sensaciones que has tenido. ¿De acuerdo?.

Asentí sin dejar de llorar, tenía un nudo en mi garganta que no me dejaba pronunciar una sola palabra. Él limpió mis lágrimas y me acarició la mejilla como siempre hacía_Tranquila pelirroja, tranquila.

Comenzó su relato:_Cuando tenías dieciocho años ocurrió un hecho traumático en tu vida, tu padrastro abusó de ti. No se lo contaste a nadie, y decidiste abandonarlo todo e irte sin dejar rastro.Te perdí la pista, te perdimos la pista, desapareciste , luego supimos de tu existencia en Denia, nos enteramos de que habías trabajado en un pub durante casi cinco años, tenías una nueva vida, tu mejor amiga Lex, te ofreció su casa pero algo volvió a salir mal. Volviste a irte. Esta vez no nos costó tanto localizarte, habías regresado a un lugar que conocías bien, tu madre nos dio la pista. Cuando vivía tu verdadero padre pasasteis algunos veranos en esta zona. Por lo que supusimos que lo más lógico es que acudieras a un sitio que te diese seguridad y que recordaras con cariño. Y León fue esta opción.

Me miró, nuestros ojos se encontraron, yo estaba tremendamente avergonzada, él sabía lo que me habían hecho, ya no sería digna de Max.

Siguió hablando.

_Creímos que lo mejor era que fuese yo el que debía acercarme a tí, en un pueblo pequeño no es difícil enterarse de todo lo referente a la nueva chica, sobre todo si es tan guapa como tú.

 Me sonrió, pero yo no pude devolverle el gesto. En mi pecho se había instalado una losa de piedra y cada palabra que él pronunciaba la losa apretaba mi pecho más y más.

Siguió con su historia que al parecer era la mía: _Volví a verte, a estar contigo...aún sabiendo lo que habías hecho, me enamoré de ti. Siempre te quise, nunca he dejado de hacerlo. Sé que no has sido consciente de todos tus actos y eso es lo que declararé ante el juez.

Hubo un silencio .

Nadie habló.

Max exhaló intentando expulsar sus miedos y luego llenó sus pulmones intentando infundirse valor para lo que venía a continuación.