II

El sábado había llegado, luego de haber estado trabajando semanalmente en las casas como siempre, había llegado el momento de limpiar en lo de su mejor amigo, quien extrañamente la noche anterior no le envió ningún mensaje como solía hacerlo todos los viernes, confirmándole la asistencia a pesar de que era obvio que JungKook se presentaría, además de que él tenía una copia de la llave de la casa desde hace mucho tiempo, cuando JiMin junto a Ailee se iban y le dejaban la casa para que la limpie, o la cuide cuando la pareja estaba de vacaciones, solo que la esposa no sabía de ese dato, pues si Jeon le caía para la mierda lo mejor era que no supiera que su odioso vecino tenía acceso libre a su hogar las veces que quisiera. De igual manera, no le tomó importancia a no recibir aquel mensaje de siempre, suponía que estaba muy cansado y se quedó dormido, o quizá salió, o finalmente tuvo una reconciliación de ese tipo con su esposa y ahora estaban los dos de buen humor desayunando como debía ser todas las mañanas, Park no trabajaba los fines de semana, por lo que estaban juntos.

Esa mañana hizo lo de siempre; levantarse, desayunar, ir al gimnasio del edificio, ducharse, pasear a los perros de sus vecinos, y volver a su departamento para tomar las cosas necesarias para limpiar la casa de su amigo, aunque en realidad él le daba todos los productos, hasta los guantes o trapos de piso, pero de igual manera JungKook siempre llevaba perfume ambiental porque JiMin se olvidaba de comprarlo, no era una molestia para él, además de que aprovechaba para tomar su teléfono, el cargador, y un abrigo en caso de que haga frío. Su amigo no tenía problema con que Jeon haga de las suyas en su casa, prácticamente podía manejarse como quisiera; comer lo que se encontrara en el refrigerador, poner música en la televisión, tomar prestado un abrigo o ropa de él por si pasaba algo, y en verano hasta le daba permiso darse un chapuzón en la piscina que tenía, pues como JungKook vive en un octavo piso de edificio por obvias razones no tenía piscina, no era un lugar muy lujoso, de suerte recaudaron fondos para hacer un gimnasio en lo que anteriormente era la terraza que nadie utilizaba, ahora le daban uso por lo menos, pero luego de eso no era la gran cosa.

JungKook salió de su edificio después de responderle un mensaje a su amiga, diciéndole que más tarde se verían en el departamento de él, cruzó la calle y no se extrañó de que el auto de JiMin ni el de Ailee estén afuera, tenían una inmensa cochera, pero bufó de solo pensar que iba a tener que tomar prestadas las llaves de ambos autos para dejarlos en la vereda, también limpiaba el garage de la casa. De por sí JungKook limpiaba hasta lo inlimpiable, daba un buen servicio para lo poco que cobraba por hora, pero por lo menos eso le aseguraba que lo sigan contratando; buena limpieza, clientes duraderos, además de que estos mismos clientes lo recomendaban a conocidos de ellos y así lograba tener casi toda la semana ocupada trabajando, pero no le molestaba, era más dinero. Tocó la puerta de la casa de su amigo y esperó mientras veía el teléfono, notando que el WI-FI de la casa de los Park se le conectaba al instante, pero JiMin no abría la puerta. Rodó los ojos pensando que podía estar bañándose, tendía a hacerlo con la música alta, y con lo mala persona que es Ailee sabiendo que él estaría ahí en la mañana no se molestaría en abrirle hasta que su esposo lo haga. Tocó por segunda vez la blanca puerta, y nuevamente, no habían señales de vida.

⎯ Joder, JiMin, me haces volver.⎯ se quejó dándose la vuelta, caminando lento con la esperanza de que su amigo le abra la puerta, pero ingresó al edificio y todavía no veía que abran la puerta de en frente. Quizá realmente no estaban, pero le resultaba extraño que su amigo no le haya contado que solucionó las cosas con su esposa cuando días atrás estaba llorando por eso. Posiblemente se le olvidó, era muy olvidadizo JiMin para mandar mensajes y demás.

Tardó un solo segundo en ingresar a su departamento para tomar las llaves de la casa de su amigo, que estaban pintadas de blanco para no confundirse con otras, pues también tenía las de la casa de su difunta madre, y su tía le había dado una copia de las suyas por ser ya una mujer adulta, hace tres meses lamentablemente su tío también los abandonó, teniendo ya 80 años, así que ahora ella estaba sola en casa, por eso se la pasaba casi todas las horas en el orfanato, para no sentirse sola, no había tenido hijos porque su marido tenía espermatozoides débiles, y en aquel tiempo no existía todavía la fertilización in vitro o las posibilidades que hoy tenían las mujeres, y como lo amaba tanto a aquel dulce y amoroso señor, prefería vivir con él toda su vida sin niños en vez de ir con otro hombre que pueda darle niños.

JungKook volvió refunfuñando como un viejo cascarrabias a la casa de su amigo, tocando la puerta por tercera vez, no quería abrir y encontrarse a JiMin teniendo sexo con Ailee, pero nuevamente; nadie abrió. Colocó las llaves en la puerta y las giró, abriendo la misma y encontrándose con nadie en la sala principal. No había un solo ruido en la casa, y eran las 10:30 de la mañana, muy extraño que todavía siguieran durmiendo, a menos que la noche anterior se hayan quedado despiertos hasta tarde, para todo él le buscaba una justificación. Cerró la puerta detrás de su cuerpo y caminó silenciosamente, primero dirigiéndose al enorme comedor que usaban solo en ocasiones especiales como cumpleaños, festividades navideñas, celebraciones de la empresa de JiMin, y llegó a enterarse que años atrás lo usaron en aniversarios, no quería ni imaginarse qué cosas pudieron hacer sobre esa enorme mesa de madera, pero sin quererlo lo hizo, y una mueca de desagrado se plantó en su rostro.

Siguió su camino a la cocina, donde había una barra que ahí era donde habitualmente comían los esposos; había unos platos sucios en el fregadero, la cocina con salsa de tomate y fideos, rodó los ojos sabiendo que evidentemente fue Ailee la que cocinó para hacer ese desastre, pero de igual manera, no había rastro de ellos por ninguna parte, ni siquiera en el jardín trasero, aunque sería extraño porque estaban en épocas de primavera, no hacía el suficiente calor para estar ahí. Después de revisar toda la planta baja, incluyendo el baño de invitados y donde JiMin guardaba los productos de limpieza, por algún motivo pensó que podía esconderse ahí, aunque era estúpido, subió a la segunda planta, que estaban las habitaciones, otro baño, y un lugar que originalmente era un cuarto de invitados pero Ailee lo convirtió en su vestidor.

Ingresó de manera cautelosa a la habitación, no había rastros de ellos, solo de su gato que ya tenía cuatro años y era muy mimoso con JungKook y JiMin, extrañamente con Ailee no, y eso que convivía con ella, pero Jeon lo único que podía hacer era reírse, sabía que los animales sentían las vibras de las personas y hasta su propia mascota le hacía saber que ella no era buena. El pequeño minino estaba temblando debajo de la cama, lo que confundió al de cabellos negros, pero lo tomó entre brazos y acarició su pelaje naranja, llevándose unos rasguños al principio hasta que se dió cuenta de quién era que lo levantaba, pero toda la situación le parecía extraña a JungKook, ¿Por qué el pequeño Simba (o Garfield, como él lo llamaba por ser un gato comilón y adicto a no hacer nada) estaba debajo de la cama temblando? Tenía su propia cama al costado de la de ellos, y otra al lado de la chimenea de la sala principal para noches de invierno, jamás lo había visto ahí.

Teniendo un sexto sentido, tomó su celular y se dirigió al contacto de JiMin, decidido a mandarle un mensaje.

JiMin-Ssi

¿Amigo, está todo bien?
10:42am.
El gordo de tu gato estaba debajo de la cama temblando, ¿hicieron actos carnales delante del pobre niño? Muy mal Park, muy mal.
10:42 am.

Soltó lo último con broma, para no verse tan preocupado, quizá se estaba imaginando todo después de haber visto Criminal Minds la noche anterior, pero le resultaba la situación extraña, hasta que no le lleguen los mensajes, hasta que recordó que la última vez que se vieron, es decir, ayer en el supermercado, le comentó que no tenía crédito y si podía pagarle él sus cosas que cuando llegue a casa le haría la transferencia. Suspiró dirigiéndose al piso de abajo, soltando un suspiro por lo idiota que se había visto creyendo que alguien había secuestrado a su amigo y su pareja, prendió la televisión y colocó música de Justin Bieber mientras el gato todavía se aferraba a sus brazos, ya había dejado de temblar, pero cuando hizo el intento de dejarlo en el sofá o en su cama, el minino se aferró a él como si estuviera aterrado. Buscó las cosas que necesitaría en el armario de limpieza, todo con Simba en sus brazos, recordándole a las madres que llevaban a sus bebés a todas partes y se rió por ello, ganándose una mirada confundida del animal.

Como última opción para que el gato anaranjado lo suelte, pues tenía que trabajar, se dirigió a la cocina y tomó el platito de él para dejarle comida, lo que al instante hizo que el animal salte de sus brazos. Vió como caminó hasta el plato rojo de plástico, empezando a comer, y acarició su lomo con ternura.

⎯ Tenías que dejarme trabajar, gordo. Si cuando termino tus dueños todavía no llegaron te prometo unos buenos mimos viendo Scary Movie juntos.

Después de prometerle aquello al animal, comenzó a limpiar toda la casa, pero algo que lo confundió era lo muy bien limpio que estaba el suelo del pasillo de los pisos de arriba, como si alguien ya lo hubiera limpiado con anterioridad. Se guardó ese dato para después hacerle una ridícula escena de celos a su amigo, obviamente fingida, diciéndole que se buscó otra persona para que limpie su casa. Le tomó dos horas limpiar todo; debajo de los sofás, los muebles con souvenirs, la cocina entera, hacer la cama que estaba hecha un desastre, y hasta se dió el lujo de ordenarle los alimentos no perecederos del alacena, ninguno de los esposos era capaz de hacerlo y lo tenían algo desordenado. Tomó su celular que dejó en la mesa del comedor enorme y miró la hora, encontrándose mensajes de su amiga, contestándolos al instante y esperando con ansias que la noche llegue, aunque no sabía por qué todavía tenía un mal presentimiento en el pecho, podía ser porque los mensajes no le llegaban a JiMin a pesar de que se habían cumplido las dos horas y media de mandárselo.

Lo único que lo dejaba tranquilo, muy poco en realidad, era que el auto de Ailee no estaba, asumía que salieron a desayunar, alguna clase de retiro de unas horas para solucionar su relación, lo poco que quedaba de la misma. Entró a Instagram, buscando el perfil de la esposa de su amigo, sabía que era una mujer que le gustaba presumir todo lo que tenía en las redes sociales, por lo que si hubieran salido por lo menos una historia estaría en su perfil, pero nada. Se dió el lujo de stalkearla, encontrando una historia destacada con JiMin, fingiendo que tenían el mejor matrimonio, los dos sonriendo en fotografías, dándose besos en otra, y la primera era de ella mostrando el anillo de casamiento en su dedo anular mientras la mano de JiMin la sostenía, como un príncipe. ¿Qué necesidad de mostrar en Instagram una relación inexistente? De suerte se saludaban cuando estaban viviendo en la misma casa, pero sí solo vieran las fotografías que ella sube, todos desearían su relación.

En un arranque de intriga, y confiando más que nunca en su sexto sentido, se dirigió al contacto de Yuna, la hermana de JiMin, viendo que la última vez que se conectó fue hace unos minutos, así que por suerte estaba despierta. Aunque, bueno, eran las 12 del mediodía, si no lo estaba sería un buen motivo para molestarla cuando se vean, literalmente JungKook era como otro hermano mayor para ella, y mayor nada más por meses, porque JiMin y Yuna son mellizos, él siendo más grande por diferencias mínimas de minutos.

Yuna

Ey, mocosa, ¿Sabes si tu hermano está en una clase de retiro espiritual o algo así con Ailee?
12:31 pm.

¿Qué carajos, JungKook?
12:40pm.

¿En serio ves a JiMin en un retiro espiritual con esas túnicas blancas y cantando canciones de Dios? ¡Es lo más anticristo que existe!
12:40 pm.

Ya lo sé, ¿Te piensas que no lo conozco?
12:41pm.

Solo que es extraño, le he mandado mensajes y no responde, tampoco está en casa, hoy vine a limpiar
12:41pm.

¿JiMin sin responder?
12:41pm.

JungKook, dime que estás bromeando, me empiezo a preocupar por mi hermano
12:42pm.

Te juro que no, por eso te hablaba
12:42pm.

¿Ailee está en la casa?
12:43pm.

No, tampoco. Solo estaba Simba temblando como loco debajo de la cama, tampoco sé porqué
12:43pm.

Yuna, ¿Qué ocurre?
12:43pm.

No lo sé, siento que algo le pasó
12:43pm.

Quizá solo exageramos
12:44pm.

Luego te hablo, si sabes noticias de mi hermano avísame, por favor
12:44pm.

JungKook no era de creer en toda esa mierda de la conexión de mellizos, le parecía muy irreal cuando cientos de hermanos salían del mismo vientre y no tenían una conexión especial, pero recuerda la vez que JiMin presentía que algo le ocurría a Yuna, y como si fuera magia, la encontraron tirada en un callejón, drogada hasta la médula y casi desnuda, fue pura coincidencia pasar por esa calle y que Park haya pedido detenerse justo ahí, pero lo hicieron y se encontraba su hermana. Por suerte no habían encontrado signos de ser abusada, la llevaron al hospital, y los doctores dijeron que lo más seguro era que los que la drogaron se asustaron al verla desmayada, posiblemente pensando que la asesinaron, y escaparon sin hacerle nada, algo que agradecían, más cuando ella despertó sintiéndose nada más con náuseas y vómitos. Pero, volviendo a la conexión de mellizos, solo por esta vez esperaba que Yuna esté equivocada, que JiMin llegara en unos minutos con una inmensa sonrisa y le diga que estuvo todo el día bebiendo cervezas con Ailee, recuperando los años perdidos, o lo que sea.

No quería quedarse mucho tiempo en la casa de su amigo, algo lo hacía sentir incómodo, así que recogió sus cosas y apagó la televisión. Cuando estuvo a punto de irse, el gato naranja corrió a él, rasguñándole la pierna por estar usando bermudas, y se quejó en voz baja. Escuchó sus maullidos lastimeros y no podía dejarlo ahí solo, así que lo alzó en brazos, tomó la bolsa de alimento, y salió de la casa de su amigo, mandándole un mensaje diciendo que secuestraba a su hijo por unas horas hasta que ellos regresaran. Intentó ignorar lo extraño de la situación, el mal presentimiento que tenía, la incomodidad que sentía en esa casa que siempre lo hizo sentirse cómodo, y volvió a su departamento como si nada.

Las horas pasaron, Simba había encontrado una reconfortante cama en uno de los peludos almohades de JungKook que su madre le regaló cuando se independizó, y en vez de enojarse porque lo llenaría de pelos, sonrió pensando que el olor de su madre tranquilizaba al gato, no había lavado nunca ese almohadón, lo hizo su madre, y le dejaba el perfume que usó toda su vida, ese que JungKook reconocería en cualquier parte y siempre que lo sienta lo haría sentirse en casa. Estaba con su amiga en la habitación, en la cama más específicamente, ambos desnudos después de haber tenido una sesión de sexo caliente, ahora ella acariciandole el cabello como acostumbraba a hacer, porque además de estar íntimamente juntos, seguían siendo mejores amigos de toda la vida, y se daba cuenta de cuando él estaba extraño.

⎯ ¿Me dirás qué ocurre?

⎯ JiMin no leyó mis mensajes, ni siquiera le llegaron.⎯ suspiró. La chica sabía quién era el amigo de JungKook, y cuando llegó él le contó brevemente las cosas, además de que le dejó 37 llamadas perdidas, todas mandándolo al buzón de voz, pero volvía a hacerlo con la esperanza de escuchar la voz de su amigo diciéndole que no lo moleste más.

⎯ ¿Y preguntarle a su esposa?⎯ consultó.

⎯ No lo sé, Ailee y yo nos llevamos para la mierda.

⎯ Es por JiMin, piensa eso.

Suspiró y el timbre de su departamento sonó, confundiendo a ambos. Se levantó y colocó el bóxer, para después dirigirse al lado de la puerta, donde estaba el botón para responder. El edificio tenía puertas principales a las que no se podía ingresar sin la llave magnética, por lo que quien sea que viniera, había tocado el botón de su piso, y muy pocos lo sabían. Respondió y escuchó una respiración agitada del otro lado, lo que lo hizo fruncir el ceño.

⎯ ¿Quién habla?

JungKook.⎯ escuchó la voz de Ailee, agitada, desesperada. Presionó fuerte sus ojos, que la esposa de su amigo vaya a su edificio cuando se llevaban tan para la mierda no significaba nada bueno.⎯ ¿Podemos hablar, por favor? Es sobre JiMin, estoy preocupada.

⎯ Ya bajo.

Se cambió con rapidez, dándole una corta explicación a su amiga que asintió con la cabeza y le aseguró prepararle un té para calmarlo un poco. JungKook bajó por el elevador, detestando en ese momento que tarde tanto, parecían siglos, pero por fin llegó al hall del edificio y apresuró sus pasos hacia la puerta, abriendo la misma. Ailee estaba con su pijama largo, una bata la cubría del frío, pero lo más importante era que sus ojos estaban rojos, hinchados, las manos le temblaban al igual que su labio inferior.

⎯ ¿JiMin está contigo?⎯ preguntó con desesperación, y antes de que él pudiera responder volvió a hablar.⎯ Si es así por favor dímelo, no importa que anoche hayamos discutido, por favor sólo dime que está bien.

⎯ Ailee, JiMin no está aquí.⎯ respondió, sintiendo como su corazón se agitaba. Si no estaba aquí, no estaba con Yuna, tampoco con Ailee, ¿Dónde se suponía que iba a estar? Pensó que en el trabajo, pero ya era muy tarde para que él ingrese por las puertas principales, o en el Olive Garden, un jardín lleno de flores preciosas donde iba desde pequeño con su madre, y ahora lo utilizaba como lugar para relajarse. Notó que la mujer frente a él volvió a llorar con intensidad, y en ese momento no le importó que se hayan llevado mal toda la vida, colocó una mano sobre su hombro en señal de apoyo.⎯ ¿Lo buscaste en su trabajo, en el Olive Garden?

⎯ ¡En todas partes!⎯ exclamó entre llantos desesperados. Con miedo miró toda la calle, ya no pasaba ningún vecino por ser las nueve de la noche en época invernal, y ahora se sentiría sola en esa enorme casa.⎯ No sé si tengo que llamar a la policía o qué, ya les avisé a sus padres y a Yuna, eras la última opción que me quedaba pero tampoco esta aquí.

⎯ La policía no tomará la denuncia de desaparición hasta después de las 24 horas.⎯ comentó, detestando que sea de esa forma a partir de los 12 años de los desaparecidos, pues lo tomaban como "una travesía adolescente", y para los más grandes era "salió a buscar aire, es bueno estar solo de vez en cuando", ocurrió cuando un compañero de trabajo de JungKook en el bar desapareció, por suerte apareció horas después, resulta que discutió con sus padres por ser homosexual, pero ¿y si no aparecía? Las primeras 24 horas de un perdido son las más importantes, o por lo menos eso decían las películas.⎯ ¿Sabes a qué hora se fue?

⎯ ¡Yo qué carajos sé, JungKook!⎯ respondió desesperada, y él entendió que se estaba comportando como los oficiales insensibles que preguntaban cosas así, cosas sin respuesta. Ella volvió a llorar, no podía detenerla nada ni nadie, o por lo menos hasta encontrar a su esposo, a quien recién en ese momento empezaba a amar y valorarlo. Demasiado tarde, ya.⎯ Está mañana salí con amigas y él todavía estaba durmiendo en casa, luego volví y no estaba, lo llamé y no me respondía, ¿Cómo se suponía que iba a saber que él escaparía? ¿Y si se perdió? ¿Y si lo asaltaron y está herido?

Podía decir que era la primera vez que veía a Ailee tan preocupada por JiMin, intentando ocultar sus lágrimas pero no podía hacerlo, lo que provocó algo de lástima a JungKook, pero aún así, le seguía cayendo para la mierda, y como su amigo no estaba en este día, podía dejar de hablarle a esa insoportable mujer, porque lo único que los conectaba era JiMin. De igual manera, sentía algo que no lo hacía confiar tanto en ella, pero decirle o mostrarse indiferente sería muy mal educado, además de que lloraba frente a él como si le hubieran cortado una extremidad y estuviera casi muriendo del dolor, lo entendía, pero a su vez quería decirle que ir a actuar de la esposa perfecta cuando durante tantos años de matrimonio no le prestó atención en lo más mínimo a su esposo...además de ser hipócrita, era una muestra del karma, el verdadero "no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes".

Aunque JiMin tampoco se había ido para siempre, ¿Verdad? Él volvería.

⎯ Tranquila, lo vamos a encontrar.

Los días pasaban, y JiMin no regresaba a casa, no contestaba los mensajes, y ya tenía alrededor de trescientas llamadas entre sus familiares, Ailee y JungKook, pero él no contestaba. Una semana pasó, en la que todos se habían puesto a buscar a Park, hasta poniendo papeles con su cara en los postes de luz para saber si alguien lo vió, mantenían la esperanza de que se perdió, que por estar enojado con Ailee caminó por la carretera y sin querer quedó en otra ciudad sin saber cómo volver, sin batería en el teléfono y sin lugar para dormir, todos esperaban eso, pero si fuera así...¿Por qué la policía no lo encontraba? Ailee había levantado la denuncia por la desaparición de su esposo, los oficiales empezaron a buscar, pero tampoco llegaban a ninguna conclusión.

JungKook moría de angustia esos días, no solo él en realidad, Yuna fue a su departamento varios días de la semana para desahogarse con él, ambos pensando dónde podía estar JiMin, fueron a todos los lugares posibles; su trabajo, el Olive Garden, los centros comerciales que frecuentaba, hasta se fijaron en las cuentas de la tarjeta de crédito para ir a los lugares que podía haber estado, hasta que se dieron cuenta que todos los lugares habían sido visitados por Ailee: joyas, ropa, peluquería, uñas, zapatos, y cosas que obviamente JiMin no las compraba para él mismo, pero no perdían el tiempo con ir, preguntando por Park a los empleados, pero no podían ayudar mucho más que con las cámaras de seguridad, al trabajar en atención al público obviamente no se acordarían de la cara de un cliente en específico, pero en ninguna grabación aparecía él. Entonces, ¿Dónde demonios se encontraba JiMin?

Se levantó suspirando del sofá, Yuna se había retirado de su departamento hace 20 minutos, el ambiente era horrible; deprimente, desesperado, llorando todo el tiempo, todos buscando a JiMin hasta por el rincón más mínimo de la ciudad, pero nadie lo encontraba, no querían aceptarlo, pero ya varios lo estaban dando por muerto, y JungKook se enfurecía cuando alguien le decía que lo mejor era dejar de buscarlo porque quizá su amigo ya pasó a una mejor vida. Los padres de él también buscaban, daban toda la información posible a los oficiales para que encuentren a su hijo, sin contar que en la empresa que manejaba JiMin ahora tenía que volver su padre temporalmente hasta que su hijo apareciera, pero no se sentía con ánimos, había desaparecido JiMin, ¿Qué padre iba a tener fuerzas para levantarse e ir a hacer de jefe en la empresa que dejó años atrás?

Observó por la ventana de la sala de su casa, teniendo una taza de café en las manos, ya era el cuarto que tomaba en el día, quería mantenerse despierto por cualquier noticia que apareciera de su amigo, y los pocos momentos que se podía dormir, soñaba con JiMin, cosas extrañas, hasta en uno de esos sueños lo vió salir de debajo de la tierra, seguramente por los incontables comentarios, suposiciones, y propios pensamientos, pero tenía la cabeza casi a punto de explotar por eso. Le dió un trago a su café amargo, notando que frente a la casa de su amigo, en la acera de la misma, se encontraba una Hilux 4x4 color blanca, que no pertenecía a JiMin, y quizá sonaba muy obsesionado, pero recordaba los autos de las amigas de Ailee y de los amigos de JiMin, ninguno tenía esa camioneta. Prefería pensar que un amigo de él, o una amiga de ella, había actualizado el vehículo, o algo así, antes que las suposiciones que se armaban en su cabeza.

Pero cayeron al suelo cuando los vió.

Ailee se besaba con un hombre, alto, musculoso, que le estaba quitando la bata de dormir para dejarla desnuda. JungKook presionó con fuerza la taza de porcelana, ahora entendía porqué Ailee ni siquiera reclamó al gordo Simba, porque estaba con otro hombre. Se besaban ferozmente hasta que él la lanzó a la cama, quedando sobre su cuerpo, y no entendía si dejó las cortinas de su habitación abiertas a propósito para que él los vea y, no lo sé, en la cabeza de esa mujer podía pasar cualquier cosa, desde que quería ponerlo celoso a Jeon hasta que se olvidó de cerrarlas y fue coincidencia de que vió aquello, que no era intencional, pero JungKook se enfureció al ver esa escena. Era obvio que Ailee tuvo un amante todo este tiempo, pero ir a actuar de esposa destrozada frente a todos, para que después duerma en la misma cama que estuvo JiMin y Ailee.

⎯ Maldita perra. Lo pagarás, eso tenlo claro.

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